Hoy es sábado, esta semana convesimos a los chicos para ir a cine este martes, todo esta planeado. Jay y yo planeamos un fiesta para hoy. Él con solo enviar un mensaje todos se enteraron. Y aquí estamos en la casa de Jay repleta de gente bailando y emborrachandose. Yo ya estoy un poco borracha pero no tanto.
--Buena fiesta Valerie.-- me dicen varias personas, de la cuáles no conozco a nadie pero por lo que veo ellos a mi sí.
Después de un rato un chico se me acerca, es muy lindo pelo negro ojos negros y musculoso.
--Hola.-- me dice con una sonrisa que mata.
--Hola.-- digo mientras tomo algo, no se que es.
--Tu debes de ser Valerie.-- yo asiento.
--Si y ¿Tu eres?.--
--Soy Aiden.--
--Mucho gusto, pero lo siento estoy muy cansada y voy a algún cuarto a dormir.-- me disculpo.
--Te acompañó.-- yo asiento, estoy un poco borracha. No me quiero caer.
Al subir pasamos por algunas habitaciones y todas estaban cerrados menos uno. Cuando entré no me espere ver a Jay con una chica, mientras ella le quitaba la ropa y el a ella. Eso me causó una oleada de celos me removió.
--Aiden está esta ocupada, vamos a otra.-- le digo suficientemente alto para que él se diera cuenta.
--De acuerdo.-- le tomó una mano pero otra me detiene apretando muy fuerte mi muñeca.
--Sueltame Jay.-- le digo tranquila pero en alemán.
--No, ¿a donde crees que vas con él?.-- casi me grita.
--No lo sé, es que quiero hacer lo mismo que hacías tu.-- le digo alzando una ceja. Aiden y la otra chica nos miran confundidos. O es verdad hablamos en otro idioma.
--Pues no irás.-- me agarra más fuerte la muñeca.
--Sueltame me haces daño.-- le digo un poco asustada, él me suelta al instante y yo me alejo.--Nos vemos después Aiden.-- me despido y me voy corriendo a mi casa. Allá me puse a llorar, no se por que pero lo hice. El timbre sonó varias veces pero no abrí por que sabía quién era.
--Valerie, abre la puerta.-- me dice con tono de preocupación.
--No quiero.-- le digo con voz firme. No quiero escucharlo por todo el fin de semana, y así hice. El domingo salí a conocer la ciudad con Jack y ahora sé dónde quedan algunas partes. El lunes para ir al instituto me puse un vestido azul rey, con un suéter blanco, una bufanda blanca y unos tacones del mismo color del vestido. Un poco de maquillaje y mi loción con olor a fresas. Salí antes de encontrarme a Jay, pero el intento fue en vano. Sin medir palabra me metió a su auto, tampoco hablamos de camino al instituto. Al llegar no me despedí y me fui directo a mi clase. El día paso normal sin nada interesante en el receso sólo me senté con Hanna en otra mesa y le conté todo lo que paso el sábado.
--Te gusta y le gustas.-- casi rio a carcajadas.
--Claro que no, además si le gustará no creo que se acostara con otras.-- Ella se queda pensativa un rato y no tocamos más el tema. A la salida estaba Jay en su auto y me volvió a meter de la misma Forma. Esta mas serio de lo normal.
--Lo siento.-- murmura.
--No tienes que sentir nada no somos novios ni nada por el estilo.-- le digo con simplesa él suspira pesado.
--¿Entonces no hay rencores?.--
--Nunca los hubo.-- le doy un sonrisa, no quiero parecer desesperada. Pero creo que Hanna tenía razón, tal vez me guste Jayson Liam Miller.
--¿Cuando llegan tus padres?.-- oh si mis padres llegan el fin de semana, estoy muy emocionada su trabajo lo reducieron, podrán pasar mas tiempo conmigo.
--El sábado.-- sonrió.
--¿Quieres comer en casa?.-- me pregunta.
--Claro, ya extraño a tu madre.-- es verdad, se fue desde el miércoles por un viaje de trabajo y Jay me dijo que regresaba hoy.
--Me encanta que te lleves tan bien con mis padres.-- sonríe sin dejar se mirar al frente.
--Yo espero que tu te lleves bien con los míos, por que pienso presentarlos a todos.-- le digo.
--Si ya quiero que sea sábado, mis padres dijeron que te dijera que estaban invitados el sábado.--
--Claro.--
Al llegar a su casa encuentro el auto de sus padres, cuando entramos encontramos a su madre leyendo una revista y comiendo galletas como niña pequeña.
--Hola bebés.-- nos saluda.
--Creo que ahora no soy el único bebé.-- murmura divertido.
--No me molestan que me digan bebé.-- le respondo sincera, nunca me han molestado los apodos, a excepción de los pesados.
--Cómo digas bebé.-- se burla de mi.
--Cómo me llamas bebé también te diré bebé.-- le digo sacando la lengua.
--Ya niños, los dos son bebés, ya quería verlos.-- dice mientras nos abraza juntos, ahora me siento alta, debería de ponerme seguido tacones. Si tan sólo no cansarán.
Pase toda la tarde en la casa de Jay. Ustedes se preguntarán, ¿Qué pasó con el trato?, pues aún sigue en pie, me pone a lavar su ropa, ayudarlo a estudiar, cocinar mientras no está su madre y a veces hacer sus tareas, es un poco agotador. Lo peor es todo un año. Maldigo y bendigo el día que paso el accidente, maldigo por el trato, bendigo por que lo conocí a él junto a su familia, que se que no me dejaran sola. Los conozco hace dos semanas y ya son como mis segundos padres. Aun que se me hacen un poco conocidos pero no se de donde.
No eh hablado mucho de mi, mi cabello es castaño oscuro, casi negro largo mis ojos son verdes pero aveces cambian a azul mido 1,62, delgada y tez blanca. Mis amores pasados no me afectan por que nunca me interesaron de verdad, por lo que aún sigo virgen. Como ya saben mis padres viajan mucho y en algunos me arrastran con ellos así sea que tampoco estén mucho tiempo en el mismo país. Cuando me gradué el próximo año pienso estudiar leyes o negocios internacionales. O ambas, pero principalmente negocios internacionales por que mis padres tienen la empresa que cuando yo termine mis estudios será cedida a mi. Su empresa es mundialmente reconocida pero no saben que tienen una hija, mi papa no me quiere mencionar hasta que no tenga mis estudios hechos, también para no tener una vida atareada como la de ellos.
El resto de mi familia no la conozco mucho, se que viven en Canadá pero me fui de allá cuando tenía 6 años. Por lo que se mis padres no se llevan bien con ninguna de las familias por que siempre intentaron separarlos.
Ellos no lo hicieron y ahora son muy felices aún con el amor y respeto que se tienen desde jóvenes.
Hoy me quede a dormir en la casa de Jay. A veces me siento muy, muy sola en mi casa.
--Valerie, esto, ¿Quieres dormir conmigo?.-- me pregunta Jay rascándose la nuca.
--¿No le incómoda a tu madre?.--
--¡Mamá! ¿Valerie puede dormir conmigo?.-- le grita yo me sonrojo. No puede ser más vergonzoso.
--Claro que si, pero no queremos escuchar ningún ruido sexual en la noche.-- nos responde, cambio de opinión si pudo ser mas vergonzoso.
--Está bien.-- le responde en un grito.--No le incómoda si no hacemos ningún ruido extraño en la noche. Aunque en mi cama no hay resortes ¿Si quieres....?.--
--Ni lo sueñes Miller.--Le digo entrando a su habitación. Me dirijo justo a su baño para poder cambiar mi ropa. Es un short rosa con un blusa rosa que dice love. Cuando salgo del baño encuentro Jay se esta quitando su camisa y tiene un pantalón para dormir.
--¿Te incómoda si duermo sin camisa?.-- yo niego. Por que me pregunta, es si casa que duerma como quiera.
--No, es tu casa y debes estar acostumbrado a dormir así.-- yo me dirijo a la cama para acostarme en el rincón junto a la pared. Después escuche con Jay apagaba la luz y se acostaba a mi lado. Yo estaba de lado mirándolo.--Buenas noches.-- le digo.
--Buenas noches, pero primero una cosa.-- me dice.
Pero antes de poder responder me callaron sus labios, yo tarde en responder un poco pero sin duda lo seguí. Yo enrede mis manos en su pelo y él las bajo Hasta mis caderas, el beso era lento y sin preocupaciones, aun que después de unos minuto se volvió apasionado. Sus manos fueron a mi trasero y yo gemi en su boca, a lo que él al instante soltó un gruñido. Reaccione cuando me empezó a subir la camisa.
--Jay para.-- le digo entre besos. Él parece reaccionar por que al instante para.--No puedo hacerlo.-- le digo. Aun no estoy lista para dar mi virginidad y menos con alguien como él que tan sólo lo conozco hace tres semanas.
--Perdón.-- murmura apenado.
--Tranquilo, ya paso.-- le digo.
--Buenas noches.-- me dice.
--Hasta mañana.-- en eso me volteo y caigo en un profundo sueño