Capítulo 16

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Hoy me estoy preparando para ir al instituto después de un mes, y con el vientre un poco mas grande pero es lo de menos.

--Amor, ¿estas lista?.-- Habla Jay entrando a la habitación, en eso me acuerdo que aún estoy en sujetador.

--Jay, toca la puerta antes de entrar.-- me iba a poner la camisa pero él me acorrala contra la pared.

--¿Por qué haría de hacerlo? Así las puedo ver a ambas cuando quiera.-- me besa tiernamente.

--Jay, vamos a llegar tarde.-- le advierto alejándome un poco de él.

--Bien, ponte la camisa para irnos.-- voy a mi cama y tomó la camisa para luego ponérmela.

--Mamá ya nos vamos.-- le hablo un poco fuerte a mi mamá.

--Buena suerte.-- me responde, es la única que esta en casa.

--Gracias.-- decimos pero en modo de despedirnos.

Al llagar veo que todos voltean a la vista de su auto.

--¿Algo que no me has dicho?.-- le pregunto él mira a otro lado nervioso.

--Tal vez, sólo tal vez, he tenido varias peleas con varias personas.-- dice susurrando.

--NO LO PUEDO CREER JAY, ¿POR QUE HACES TODO ESTO? QUE NO VES QUE HICISTE MAL, NO DEBISTE COMPORTARTE ASÍ SOLO POR MI.-- grito en alemán.

--SI TENIA, SUFRI MUCHOS ESTE MES, TU ME HAS CAMBIADO A TAL PUNTO DE NO QUERER ESTAR LEJOS DE TI, te amo, pero en serio todo esto me callo mal, además no quiero pelear por esto, tenemos responsabilidades con ella, respiremos .-- suspiro, él acaricia mi mejilla.-- Juro explicar todo.-- bufó aceptando, me dio un beso.

--Bien.-- él fue a la parte de atrás y sacó la silla de ruedas que nos prestaron en el hospital, no quiero que me carguen todo el día. Abrió mi puerta y me ayudó a sentarme en ella.--¿Cual es la primera clase?.-- pregunto tocando a mi pequeña.

--Filosofía.-- bufa.

--Bien entonces vamos.-- primero teníamos que entrar a donde el director.

--¡Valerie! Que gusto volver a verte.-- dice apretando mis manos.

--Gracias, también me da gusto verlo.-- me sonríe.

--¿Cómo va el bebé?.-- dice notando mi vientre.

--La bebé, esta bien, al parecer el golpe no la afecto mucho.-- le sonrió amable.

--Que bien, aun no sabia que era una niña, pero de igual modo felicidades. Para los exámenes que harás, tienes que hablar con los maestros para que te enseñen los temas o alguno de tus compañeros, eso es todo pueden ir a sus clase y tengan cuidado.-- asentimos para salir por donde entramos e irnos a la siguiente clase, se escuchan varios susurros.

--¿SE LES PERDIÓ ALGO?.-- Grito alterada, sentí una punzada en mi vientre. No creo que sea nada. Puse mis manos en él, ya nadie susurra Jay se arrodilla adelante de mi.

--¿Que paso, por que tocaste tu estómago cuando gritaste?.-- Habla en Portugués para que nadie escuche.

--No paso nada, solo fue una pequeña punzada.-- él no deja de fruncir el ceño.

--Prometeme una cosa.-- levanta un dedo.

--Dime.--

--No te vas a alterar más, no quiero que les pase nada.-- asiento.-- Prometemelo, pase lo que pase no te vas a alterar.--

--Lo prometo.-- me da casto beso y vuelve atrás de mi para llevarme a clase. Tengo que ponerme más tranquila, no le puede pasar nada a mi niña.

Las dos primeras clases pasan lentas pero fue agradable volver, algunas me saludaban gentiles, yo les respondía pero no a todos. Algunos se les notaba la falsedad hasta por los poros.

--¡Hola!.-- saluda la voz que hace tiempo no escuchaba.

--¡Mathew!.-- me abraza y me levanta. Nos separamos por unos carraspeos.

--Aquí estoy yo.-- susurra. Yo lo miro y me lanzo a él.--No saltes mucho, sabes que ya no es lo mismo de antes.-- me pega más a él.

--¿Cómo estás Mathew?.-- volteo mi vista.

--Bien, ¿Y ustedes dos?.-- pregunta por mi y mi niña.

--Bien, ¿Sabes? El viernes nos dijeron que era una niña.-- le informo mientras caminamos hacia la cafetería.

--Qué emoción.-- Chilla alegre.-- Me alegra que sea un niña.-- me sonríe.

--Si.-- suspiro.

Mi silla de ruedas quedó en un salón vacío que me prestaron para guardarla, Jay dijo que en los recreos me ayudaría a caminar, justo como en este momento.

--Hola.-- saludo a las cuatro personas que están sentadas en nuestra mesa.

--Hola lindos.-- nos dice Melany. Me siento, Jay fue a comprar algo de comer, cuando llegó me puse a comer, pero cuando iba a terminar unas náuseas me invadieron.

--Jay, voy a vomitar, llévame al baño.-- le digo rápido, él se levanta al instante, pasa una mano por debajo de mis rodillas, y en mi espalda camino muy rápido, entro al baño de chicas, habían algunas que cuando entro pegaron un grito.

--Lo siento señoritas pero mi novia necesita vomitar.-- abre una puerta y me sienta en el piso, de inmediato expulse todo lo que tenia en mi estomago. Sus manos tuvieron mi pelo todo el tiempo, están lindo pero no puedo pensar en nada que no sea vomitar.--¿Listo?.-- habla cuando ya no hay nada en mi estomago.

--Si, llévame al lavamanos.-- le pido y él obedece. Me limpio la boca y me siento en la barra.--No creo poder soportar mucho esto.-- suspiro pesada.

--Ya, pero todo esto tiene un lado positivo.-- ya se cual es pero me gusta escuchar como habla de nuestra niña.

--¿Cual?.--

--Nos darás a mi princesa.-- le sonrió.

--Me encanta cuando hablas de ella.-- paso mis manos por su cuello.

--A mi me encantas tú.-- me besa la frente. En eso tocaron el timbre.--Es mejor que vayamos a clase. Me levanto con mis piernas enroscadas en su cintura y así salimos del baño hasta la siguiente clase. El resto del día fue tranquilo, y esa punzada no se volvió a repetir. Ahora estaba en camino a mi casa para ir con mis padres al hospital.

--Ya llegamos mamá.-- le aviso.

--No te sientes que ya nos vamos.-- grita en respuesta, Jay no va conmigo por que quizá retomar su puesto en el equipo de fútbol. --Vamos.--

--¿Me compras un dulce?.-- pregunto esperanzada.

--No.-- dice firme mi padre, el cual también iba a ir.

--Por favor.-- les ruego.

--Si te portas bien, te lo daremos.-- ¿que soy? Un niño.

--Paresco niña pequeña, primero me cargan y después me tengo que ganar los dulces, no es justo.-- miro a mi padre, él es el que me tiene cargada este momento. Tengo las manos cruzados y haciendo pucheros, esto provoca que él se ría.

--Si no fuera por que siento tu vientre en mi estomago pensaría que aún eres un bebé.-- Acaricia mi mejilla. Se preguntarán por que aún me carga, pues el hospital esta a menos de diez minutos de mi casa, e iríamos caminando.

--Ahora la bebe va a ser tu nieta.-- él me mira con ternura y una de sus manos va a mi vientre.

--Claro que si, y va a ser la otra niña de mis ojos.-- suspiro.

--Ella va a ser la mía siempre.-- me abrazo a él.

--Debería de tomar una foto.-- Habla mi madre. Ya que lo pienso no ha hablado mucho.

--Si quieres.-- le decimos, ella nos apunta con su teléfono y nos toma una foto, en donde yo sonreía al igual que mi padre mientras yacía en sus brazos.

--Es hermosa.-- chilla mi madre, yo asiento.

Después de que llegamos al hospital, el doctor me reviso y dijo que todo estaba bien, pero que si me sentía mal que viniera de inmediato, le conté sobre la punzada, pero dijo que ocurría Muchas veces si la madre se alteraba mucho. Prometí no volver a gritar y alterarme haría todo lo que pudiera por mi niña.

Junto A Ti Where stories live. Discover now