Yes or No

By jessinegas

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Longfic. University!AU Extensión: 17 Capítulos + Epílogo. Advertencia: Crack!Smut. Tiene algo de trama en el... More

ChanBaek: Like a virgin...wait [1/3]
Chanbaek: Almost virgin [2/3]
Chanbaek: Goodbye virginity! [3/3]
Chenmin: Half an abstinence [1/2]
Hunhan: A broken dignity [1/2]
Kaisoo: Goodbye First Love [1/2]
Kaisoo: Hello First Love [2/2]
Drabble; Especial Chanbaek
Chenmin or Suchen: No More Abstinence [2/2]
Drabble; Especial Sulay: Under the rain.
Taoris: Game start [1/3]
Taoris: Strike 1 y 2 [2/3]
Taoris: Strike 3 [3/3]
Hunhan: Dignity on a date (2/2)
Sulay: Hold on (1/1)
FINAL. OT12;Chanbaek: Forever.
Alternativo; Suchen (1/1)

Suchen: A Noble Love [1/2]

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By jessinegas

Junmyeon no es tan amable, cortés y tranquilo como todo el mundo cree.

Él en realidad es muy débil.

Lleva lo que son más de seis semestres en esa universidad y, por más raro o irónico que suene, nunca se ha acoplado completamente. En otras palabras, hay algo que le falta, que le hace no disfrutar al cien de su vida universitaria. Y es jodidamente raro, de verdad, porque tiene excelentes calificaciones en su carrera de Mercadotecnia, tiene muy buenos -aunque estúpidos- amigos, es el mánager de muchos de los deportes allí dentro por lo que todo el mundo lo respeta y lo admira de algún modo; y, cerrando con broche de oro, para cuando se gradúe ya va a tener un puesto de trabajo en una de las empresas más importantes de toda Corea. Tiene la vida hecha, eso es lo que se dice.

Sin embargo, todo se está hundiendo, muy lentamente, como el Titanic.

La culpa es el jodido amor.

Y no es solo un amor, no. Es lo que el mundo puede catalogar como un amor prohibido, como un amor sin posibilidades o sin camino para seguir. Los cimientos de ese amor nunca fueron hechos a la perfección -como todo en su vida- por lo que no puede construirse nada partiendo de allí. Es un amor doloroso, un amor que las personas al escucharlo suelen rodar los ojos porque es tan cliché y viejo que simplemente no debería ser y como: que flojera pelear por él.

Junmyeon está enamorado de uno de sus amigos. Junmyeon está enamorado de un chico enamorado. Junmyeon está enamorado de Kim Jongdae.

Y por él bajaron sus calificaciones, y por él tiene un dolor en el hígado por tanto alcohol que ha tomado esos últimos dos meses. Es muy triste toda su situación porque quiere a Jongdae como nunca ha querido a nadie, pero éste es muy ciego y estúpido para saberlo. No obstante, ya no le importa.

No le importa si Jongdae está enamorado de otro, no le importa si las personas descubren lo que está a punto de hacer y lo tachan de destructor de casi-noviazgo, no le importa si Jongdae ya no quiere volver a hablarle después de esto. Bueno, sí, sí le importa, pero, ¿qué más daba?

A la mierda eso de proteger una amistad. De hecho, esa amistad le duele más que el posible rechazo de Jongdae.

-Junmyeon. -Escuchó detrás de él e hizo que casi tirara su botella de agua. Su cuerpo se había hecho hacia delante debido a que su piel se erizó por tan solo escuchar esa melodiosa voz que, den por hecho, antes era realmente molesta y ruidosa por todos lados-. Ya estoy aquí, ¿qué sucede? -La voz de Jongdae, por más hermosa que sea, el mayor de ambos podía percibir un toque de cansancio en ella.

Se volteó para levantarse de su escritorio, mirándolo. Eran aproximadamente las diez de la noche y estaba a una hora de cerrar las puertas del edificio y marcharse a su dormitorio, eso es lo que debería estar haciendo -o tal vez ese reporte que es para el miércoles- pero simplemente ya no puede seguir con su vida normalmente por culpa del que tenía en frente. Se fijó específicamente en la postura y mueca del chico, se veía un poco aturdido y podría decir que frustrado. Junmyeon sintió algo hervir dentro de sí debido a que sabía perfectamente el por qué el chico que le gustaba estaba así. Apretó su silla fuertemente.

-Llegaste -no sonrió. No lo hizo porque si lo hacía ese sería el Junmyeon de siempre y él no quería que Jongdae creyera eso-. Pasa.

La normal personalidad burbujeante del menor no se veía por ningún lado tampoco. Se adentró en la habitación pasándose hacia el sofá que estaba a un lado de la estantería y se sentó tranquilamente, con las cejas arqueadas.

-¿Hice algo de lo que no me acuerdo? -cuestionó el castaño-. ¿Por qué esa expresión?

-Jongdae.

Aunque Jongdae haya intentado recrear una sonrisa cansada, ésta se vio interrumpida por la suave voz del mayor. Junmyeon estaba a punto de explotar, si no decía y hacía lo que había estado preparando por esa semana, realmente nunca se lo perdonaría. Así que se acercó lentamente, alejándose del escritorio y caminando naturalmente hacia el menor.

El otro no se inmutó, se quedó en la misma posición: piernas levemente abiertas y brazos cruzados. Lo miraba curioso mediante se acercaba, no obstante, no hizo ningún comentario al momento que Junmyeon estaba en frente de él, chocando levemente sus piernas con las rodillas de Jongdae.

Tragó saliva y no evadió el contacto visual.

-Jongdae -repitió. Hubo un momento de silencio hasta que el mayor suspiro señalando todo el lugar-. ¿Lo recuerdas?

El menor se quedó quieto por un momento. Sus labios se fruncieron después, mirando por todo el lugar que se le había señalado. Él no era tan tan estúpido, probablemente sabía a lo que su mayor se refería, pero realmente no comprendía el por qué comentarlo en esos momentos. Jongdae soltó una leve carcajada.

-¿Qué exactamente? -preguntó perezoso-. ¿Las quedadas?

Vaya, Junmyeon sintió una opresión en su pecho. El tener sexo en su oficina -después de la historia caliente de Luhan- se había hecho cotidiano en sus días. Era extraño debido a que en esos tiempos Junmyeon no sentía nada por el menor, por lo que cuando éste le llamaba 'quedadas' a los momentos en su oficina, se le metía por un oído y se le iba por el otro, nunca le interesó. Pero ahora, con solo pensar que para el menor fue, hace tiempo, solo otro de los chicos con quien estaba, se le estrujó el corazón.

-Sí.

Jongdae asintió mirando alrededor.

-Bueno, sí las recuerdo -contestó extrañado-. Fue hace más de ocho meses, ¿por qué?

-Tengamos una última.

El ambiente se sintió repentinamente pesado. Los ojos de Jongdae se habían abierto en una dimensión considerable, probablemente por las palabras y porque Junmyeon se había hecho un poco más hacia delante, quedando así entre las piernas del chico y con los brazos detrás de la pared sosteniéndose muy cerca de su rostro. El ceño del contrario se frunció, no en un modo de molestia, era confusión pura.

-Junmyeon -susurró, sin embargo, la palabra se cortó. Extrañamente, Jongdae se veía un poco afectado por la situación-. No hagas esto.

-Vamos -insistió, acariciando a propósito la entre pierna del menor con una de sus rodillas. Jongdae casi jadeó.

Los brazos cruzados de Jongdae se deshicieron para colocarse en las caderas de Junmyeon. Sintió un empujón en éstas, con en índole de querer que se alejara, pero el choque fue demasiado leve como para forzarlo. En los ojos de Jongdae se veía la duda y la desesperación -Junmyeon sabía que era una mala persona por tomar ventaja de eso.

-Tengo a Minseok -musitó el menor-. Yo ya no...

-Él no quiere hacerlo contigo.

Jongdae apretó la mandíbula.

-Eso no tiene qu...

-Sé que estás frustrado sexualmente. -Lo interrumpió con la misma voz, dando otro movimiento sobre Jongdae-. Sé que Minseok no puede satisfacerte, no como yo puedo hacerlo.

Sus dientes tomaron los labios del menor en un parpadeo, posteriormente los acarició con su lengua pasándose por toda la extensión de su boca, saboreando algo que sabía no podría tener de nuevo jamás. No hubo una respuesta de parte de Jongdae, parecía raramente impresionado por la actitud del mayor. Estaba bien, pensó Junmyeon. Mientras que Jongdae no lo empujara lejos y le dijera qué tanto lo odia todo estaba perfecto.

Segundos después lo besó profundamente, para esas alturas sus piernas ya estaban sobre el otro, restregándose frenéticamente sobre el chico quien había estado en abstinencia por mucho tiempo.

Sus brazos se pasaban por todo el rostro y cabello del menor deleitándose de la deliciosa sensación de los labios contra los suyos y fue genial, malditamente genial porque, de un momento a otro, Jongdae había tomado posesivamente la parte posterior de su cuello, atrayéndolo hacia abajo y empujando sus caderas hacia arriba. Fue un recibimiento que no esperaba en lo absoluto, pero que sí quería que sucediera. Jongdae participó activamente, profundizando el beso y metiendo su lengua para succionar todo lo posible del mayor.

Junmyeon no quería emocionarse y pensar que, en ese beso, hubiera sentimientos más poderosos que una simple lujuria. Porque no era así, porque supuestamente Jongdae ama mucho a Minseok, que no sería capaz. Pero... ¿Por qué le correspondía entonces? ¿Por qué susurraba su nombre en los momentos que se separaban tres segundos por aire para luego atraerlo nuevamente más cerca? ¿No debería no hacerlo? Y hubo algo, un temor en los ojos de Junmyeon en el momento que Jongdae le había hecho hacer que se moviera para poder retirarse sus pantalones y también retirar los suyos.

Él...él no estará pensando en Minseok, ¿verdad?

-Mierda, Junmyeon, date prisa -imploró Jongdae posicionándose en cuatro rápidamente sobre el sofá mientras que, un alarmado y excitado mánager, estaba por detrás indagando en su entrada como lo había hecho hace mucho tiempo-. No necesito la jodida preparación, ¡solo hazlo! Ugh...

No, él no podría. Él no debería estar pensando en Minseok. Junmyeon acarició por debajo el miembro del menor, bombeándolo lentamente mientras besaba la espalda baja de Jongdae. Pasó su mano por la ranura que estaba ya jodidamente dispuesta para él, lista y preparada para penetrarlo con fuerza. No, Minseok no podría hacerte esto, es demasiado inexperto.

-Jun.

Junmyeon gimió en el momento que entró por completo, totalmente abrazado por la caliente y necesitada cavidad del menor. Se mordió los labios, esperando lo indicado para que el otro se acostumbrara a la intromisión. Mordisqueó y besó toda la carne posible, iba a tatuar su rastro en el cuerpo de Jongdae para demostrarle a ese niño estúpido que Jongdae ha sido suyo mucho tiempo antes que él. Irguió su cuerpo para que su boca quedara cerca de la oreja y cuello del otro comenzando a lamer y dejar chupetones por todo el lugar mientras murmuraba el nombre de Jongdae por debajo.

-Muévete -exigió Jongdae mientras que él mismo comenzaba a auto penetrarse-. Muévete, haz-¡sí!

Fue rápido, era como si sus caderas hubieran sido perfectamente moldeadas al trasero de Jongdae. Entraba a la perfección dando en ese punto que sabía que volvía loco al menor en la primera estocada, haciendo que éste gimiera seguidamente apretando el cojín bajo él. Tomó las caderas del más bajo para que el ángulo fuera el indicado, el de siempre, el que le pertenecía a ese menor bajo él.

-Jongdae... -jadeó cuando el otro comenzaba a danzar junto a él, respondiendo a las embestidas con movimientos circulares apretando a propósito el miembro de Junmyeon dentro de él.

Hizo que las rodillas de Jongdae flaquearan, por lo que éste se recostó boca abajo en el sillón mientras que Junmyeon se posicionaba completamente arriba de él embistiendo más profundamente mientras que el pene de Jongdae se restregaba con la suave tela de uno de los cojines. El mayor cambió la postura, haciendo que el menor se diera la vuelta solo para volver a entrar, haciendo que éste soltara un estruendoso gemido que hizo que tuviera que taparse la boca. Aunque era tarde, aún había gente en los pasillos haciendo horas extras, por lo que tenían que ser siempre jodidamente cuidadosos y eso, para Junmyeon, era la cosa más caliente ya que por más que el menor quisiera evitarlo, los gemidos salían volando de su boca sin parar.

-Mmm... -gimió el menor-. Estoy cerca, maldita sea.

El mayor renderizó un poco el movimiento, sin embargo, ya se había acostumbrado a la correcta dirección que debía tomar, por lo que Jongdae seguía deshaciéndose debajo de él, sin oportunidad si quiera de decir algo coherente. Sus piernas temblaban.

-N-No puedes... -Junmyeon susurró en la oreja del otro, sin detenerse en sus golpes-. No piense en él...

Jongdae jadeó, sintiendo el orgasmo en la punta de los dedos.

-Piensa en mí... -prosiguió-, yo -empujó fuerte, sacándole un grito al otro- soy el único que puede hacerte sentir así. No pienses en él...

-Joder. -Jongdae dirigió una de sus manos a su miembro, comenzado a masturbarse velozmente-. Jo-der...

-Di mi nombre -demandó Junmyeon-. Quiero que digas mi maldito nombre, córrete con mi nombre bebé.

Las penetraciones volvieron a ser rápidas, Junmyeon también sentía que en cualquier momento iba a venirse.

-Vamos.

Los escalofríos en la espalda de Jongdae le dieron la pauta de que estaba a punto.

-Jongdae.

-¡Maldita sea! -Lloriqueó el menor, mientras apretaba los labios-. ¡Ah! ¡Junm-, mierd-, Junmyeon! ¡Junmyeon!

Jongdae eyaculó fuertemente entre sus vientres, y el simple hecho de que el menor se viniera pensando en él fue suficiente para que sus caderas se movieran solas terminando dentro del chico en cuestión. Dejó caer su cuerpo sobre el del otro, estaba totalmente agotado: física y mentalmente. Sintió cómo el cuerpo de Jongdae temblaba bajo él, sintiendo aún los espasmos del reciente orgasmo por todo su cuerpo, realmente era cierto que no había follado en mucho tiempo, con solo ver el rostro de satisfacción de Jongdae era suficiente.

Pero, de repente, esto pareció caerle como un balde de agua fría.

Los ojos del menor se abrieron estrepitosamente, Junmyeon pudo ver esto desde un lado, era la plácida imagen del remordimiento. Las manos del menor se movieron a sus hombros, haciendo que lentamente se despegara de él, sacándoles el último gemido. Junmyeon casi cae al suelo, por lo que pudo apoyarse con uno de sus pies, terminado por quedar de pie a un lado del sillón. Por otro lado, Jongdae estaba en su lugar, completamente quieto y siendo sus ojos lo único que veía hacia diferentes direcciones.

Mierda, nunca lo había visto así. El corazón de Junmyeon tembló porque nunca lo había visto tan... miedoso. Parecía un pequeño gato asustado, asustado por las consecuencias de las acciones. Acciones que él había provocado.

Se suponía que ya lo tenía en cuenta, que, después de hacer esto, las posibilidades de que Jongdae lo odiase fueran realmente altas y que tenía que afrontarlas. Que iba a perder su amistad y respeto como líder. Pero ya no lo quiere, no quiere que eso suceda. Quiere a Jongdae a su lado, con sus molestas bromas y su risa estruendosa. Y, demonios, en su garganta hay un nudo impresionantemente gordo porque él, él le hizo daño a Jongdae.

¿Qué ha hecho?

-Estoy enamorado de ti.

Y lo dice, con la voz más entre cortada que nunca y con los ojos tan vidriosos que ya no es posible contener las lágrimas. Tiene una mano en la boca, como si hubiera confesado el crimen más horrible que puede existir en esta tierra. Es tan idiota, tan estúpida la situación.

-Y lo siento -volvió a pronunciar, con la voz amortiguada por la mano y el nudo en su garganta-. Lo siento demasiado.

Jongdae solo está allí, mirándolo como nunca lo había hecho porque esa es una faceta que jamás creyó que fuera posible. Junmyeon ya no sabía qué hacer, si debería escapar o no, si debería esperar una respuesta o no. Está llorando, lo hace como un niño pequeño y no puede detenerse porque las frustraciones se habían acumulado y finalmente explotaron después de darse cuenta de lo que hizo.

Lo que pasó después, no se lo esperaba. Jongdae se había levantado de su lugar, con la misma expresión estoica y manos hechas puño. Estaba dispuesto a recibir el golpe que se merecía, ese que le hiciera volver en sí para dar por concluida su patética historia de amor.

Pero no fue así.

En vez de que un puño estuviera en su mejilla, hay una cálida mano cubriéndola. Y en vez de que haya un corte sangrante en sus labios, están los labios de Jongdae sobre los suyos, besándolo. Duró lo que son solo cinco segundos, después de eso, lo envolvió en un acogedor abrazo.

Estaba confundido, no lo entiende. Lo que más le atormenta es que, sí, por obvias razones su corazón se agitó tan desesperadamente que está a punto de salírsele del pecho, sin embargo, del otro lado, hay un revoloteo que baila casi tan desenfrenadamente como que el suyo.

¿Es acaso que el corazón de Jongdae está dándole una respuesta?

Pero Junmyeon aún no puede cantar victoria. Conoce ese comportamiento y solo hay dos posibilidades que Jongdae puede estar transmitiéndole.

Sí o no.

Por favor, Junmyeon imploró por dentro, mientras se acurrucaba más cerca del otro. Que sea un sí, por favor.

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