Mi Telequinesis © [En Edición]

By danissanne

99.8K 6.7K 1.6K

Tras los conflictos de una familia rota se encuentra Emily, una chica de dieciocho años con un ligero Don, a... More

Mi Telequinesis ©
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26 - Extra ♥
Capítulo 27
Capítulo 28
Información
Capítulo 29 - Extra ♥
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 33 - Extra ♥
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37 - Extra ♥
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Agradecimientos y Datos Curiosos
Información
Capítulo Extra - 51
Noticias Nuevas

Capítulo 32 - Extra ♥

1.4K 108 16
By danissanne

Seattle, 30 de noviembre, en el presente.

Narrado por Michael Wilde.

— ¡Súbete a la maldita camioneta! —grita Bill, de hace un buen rato le he dejado de llamar papá.

Niego con la cabeza, sostengo con fuerza mi muñeco de acción por si me lo arrebata él o los demás hombres.

— ¡Jack! —lo llama.

Jack me hace una mueca de disculpa antes de subirme a tirones a la parte de atrás de una camioneta negra. Él se sube conmigo, cierra la puerta y me ordena que me siente en el suelo.

Le miro enojado.

—No me mires así pequeño Mike, sabes que yo solo obedezco órdenes —odio que me llame Mike ese diminutivo no me agrada, pero de todas formas lo dejo hacerlo.

Jack es el único tipo de los hombres que trabajan para Bill que me agrada y eso es solo porque era compañero de mi hermana en el tiempo en que ella podía asistir a la escuela.

La parte de atrás de la camioneta está cerrada por todos lados, así que no sé a dónde me llevan. Hemos estado refugiándonos en varias partes desde que Bill me secuestro de los padres adoptivos que me asignaron en la casa de adopción.

Primero vivimos en casas abandonadas, bodegas, edificios y ahora nos dirigimos a otro lugar, todo porque a Bill lo buscan, no sé si es la policía u otras personas, pero espero que nos encuentren y me lleven lejos, quiero saber cómo está mi hermana y volver con ella, la extraño. Me aferro a mi muñeco con fuerza.

—Pequeño Mike ¿estás bien?

Miro a Jack con cara aburrida.

— ¿Tu qué crees?

—Lamento que tengamos que irnos nuevamente, sé que te estabas acostumbrando al edificio y a Zac, pero tú padre tiene otros planes.

— ¡Bill no es mi padre! —exclamo —y no te disculpes, por suerte Zac se quedó con comida.

Zac es un gato negro roñoso que vivía con nosotros en el edificio, al principio Bill le intento disparar porque robaba de nuestra comida, lo salve y compartía mi comida con él.

—Pronto tendremos un lugar más estable, según los planes de Bill.

—Yo no quiero tener un lugar estable —niego con la cabeza —solo quiero volver con mi hermana.

—Ella está encerrada y lo sabes.

—Por culpa de Bill.

—Sí, si por culpa de Bill, pero tú y yo sabemos que ella está mejor ahí ¿o preferirías verla en esta situación con todos nosotros?, tú pequeño Mike ya eres un hombrecito, pero ella es una mujer.

Jack no sabe para nada de lo que es capaz mi hermana, ella no les tendría miedo a estos tipos.

La camioneta se sacude y ambos nos aferramos de los costados.

Jack me mira queriendo decir algo para hacerme sentir mejor, pero en todos estos meses me han dicho muchas cosas y ninguna de ellas me ha hecho sentir mejor, ni siquiera Bill ha podido, aunque él ya no parece ser el mismo, ya no bebe como antes, ahora parece un hombre de negocios, como los que salen en la televisión, usa chaquetas de cuero y relojes brillantes, un día se me ocurrió preguntarle de donde había sacado todo eso y recibí una bofetada que me saco sangre, nunca más volví a preguntar.

—Se lo que sientes pequeño Mike.

—No, no tienes idea.

—Si lo sé, extrañas a Emily, así como yo extraño a mi familia.

— ¿Y porque no vuelves con ellos?

—Porque no puedo, ahora trabajo para Bill.

—Yo no trabajo para nadie y aun así no me dejan ver a mi hermana.

—Lo se pequeño Mike, yo me acuerdo de Emily, era la más tímida de la clase y...

—Tú no conoces a mi hermana —le corto.

Jack sonríe con tristeza —lo sé, sé que tú la conoces mucho mejor que yo y es porque eres un gran hermano, pequeño Mike.

Me quedo en silencio, ya no quiero seguir hablando sobre Emily.

La camioneta frena y ambos nos vamos hacia adelante.

— ¡Demonios! —exclama Jack sobándose la frente.

La puerta de la camioneta se abre y me obligan a bajar.

—Hogar, dulce hogar —dice Bill exhalando el aire marino.

Estamos cerca de la playa, estacionaron la camioneta a un lado de un edificio viejo y descascarado.

—Ahora tus amigos serán los peces —dice Bill con burla —no ese maldito gato negro.

—Se llamaba Zac —le respondo molesto.

Jack me toca un hombro, Bill me mira con una ceja levantada y se va hacia la segunda camioneta donde vienen los demás.

—No digas nada —me susurra —Bill anda de buen humor, es mejor no hacerlo enojar.

Jack ayuda a bajar a Roller y baja la silla de ruedas. Roller es un hombre moreno, recibió una bala en una de sus piernas, creo que fue la derecha y tuvieron que amputársela, ahora anda con esa ruidosa silla de ruedas.

—Pequeño Mike —me llama Jack —ven a ayudarme.

Voy donde él y guardo mi muñeco de spider-man en el bolsillo.

—Intenta empujar a Roller al edificio ¿okey?

Tomo la parte de atrás de la silla de ruedas y empujo, Roller pesa demasiado así que hago toda la fuerza posible.

—Gracias —me dice Roller cuando llegamos adentro.

Roller ya no es el mismo tipo rudo sacado de las luchas libres, ahora es mucho más simpático que antes, quizás es porque le falta una pierna, no lo sé.

Todos entramos al edificio y nos dirigimos a la última planta en donde hay un gran balcón.  Roller sube por un viejo ascensor. Hay por lo menos siete hombres de Bill con nosotros, los demás se quedaron en nuestro antiguo edificio, por lo que oí debían vigilar la mercancía, no tengo idea que significa eso.

—Bastardo —me llama Bill.

Jack me hace un gesto para que vaya.

Camino hacia él, está mirando por la ventana, desde aquí se ve el mar.

— ¿Ves eso? —apunta unos cerros lejanos que se ven al fondo, es el bosque que rodea Seattle.

—Ajá —asiento.

—Ese es el hogar de tu hermana, muy bonito ¿no?

Frunzo el ceño y miro los cerros ¿mi hermana? ¿mi hermana está ahí?

—Vete a ayudar a Jack —me indica —y no hagas preguntas.

Me quedo un segundo más mirando por la ventana y me voy donde Jack, este me mira expectante.

—Lo lamento —susurra.

No sé porque Jack siempre se anda disculpando conmigo, si él no tiene la culpa de nada, ni siquiera de cómo me trata Bill.

Una tormenta azota en la noche la costa, despierto por los truenos y la lluvia. Todos están durmiendo, incluso Roller quien tiene su silla de ruedas a su lado.

Me levanto y abro la puerta para ir al balcón, la lluvia cae con estrépito y me mojo los calcetines. 

—Pequeño Mike ¿Qué haces aquí? —pego un salto y veo a Jack debajo de un pequeño techo que lo cubre de la lluvia, está fumando uno de esos cigarros azules —ven acá, te estas mojando.

Me cubro junto a él de la lluvia, el cielo esta oscuro, no hay ninguna estrella a la vista, el mar desde lejos parece enojado. Miro los cerros que me indico Bill, también están siendo azotados por la tormenta.

Miro a Jack pero está concentrado mirando el mar.

—Me das de tu cigarro —observo el humo que sale de su boca.

Este me mira y esboza una sonrisa —esto no es para niños.

—Solo quiero probar.

— ¿Qué diría tu hermana si te viera fumar, pequeño Mike? 

—Mi hermana no está aquí, así que nunca lo sabrá —me encojo de hombros.

Jack me mira pensativo y me entrega el cigarro, lo sostengo entre mis dedos imitándolo.

—Exhala el humo, sostén y luego bótalo por la boca.

Meto el cigarro azul a mi boca, exhalo, sostengo y toso haciendo arcadas.

Jack me quieta el cigarro y me da palmadas en la espalda.

—No estás listo aún pequeño Mike.

El sabor que queda en mi boca es asqueroso.

—Tienes razón, aún no estoy listo.

Miro los cerros por última vez antes de entrar al edificio.


Reformatorio Wikilson, 30 de noviembre, en el presente.

Narrado por Colton.

Cuando supe lo de mi hermana Annie, lo primero que hice fue llamar a mis amigos para que molieran a golpes a mi padrastro. Annie había intentado escapar, pero entre el temor y la desesperación salió corriendo a medio vestir hacia la avenida principal y un auto la atropello, estuvo en coma una semana.

Ese es el sueño que me atormenta todas las noches, el mismo sueño desde que sucedió.

Me levanto de la cama, llueve afuera, es típico que en este tiempo haga mas frío.

Miro la nota que me entrego Cassey, esta echa una bola en una esquina de la habitación. Cuatro palabras escribió, cuatro palabras que cambian todo "La matare". 

Conozco a Cassey lo suficiente, fui yo quien la recogió de las calles, es huérfana y fue abusada cuando pequeña, algo me hizo sentir mal al verla comer del basurero tras un restaurante chino.

Le dije que viniera conmigo y fue así como nunca se despegó de mi lado, sentía la necesidad de protegerla, ella vivió una situación parecida a la de mi hermana Annie.

Al principio Jota se interesó en Cassey, pero ella estaba más preocupada de sobrevivir en las calles, como obtener dinero fácil y comida, era muy ambiciosa, pero no era eso exactamente por lo que no se había interesado en Jota, era porque ella estaba interesada en mí.

Los primeros años me fue imposible mirar a Cassey más que como una amiga, pero después fue creciendo y comenzó a interesarme.

Terminamos besándonos después de una noche de victoria, habíamos robado una pequeña joyería y teníamos más que suficiente como para sobrevivir dos meses. Sus ojos color avellana me llamaron la atención, me emborraché lo suficiente como para perder la noción del tiempo y me acosté con ella. 

Luego de un tiempo comencé a conocer a otras personas, chicas incluidas, en clubes ilegales y varias me gustaron, ¿pero porque buscaba con tanto afán a las mujeres? Me sentía vacío y quería la compañía de alguien, a Cassey eso no le importo o por lo menos eso creí yo, hasta que conocí a Emily. Conocía a casi todas las chicas del pabellón de mujeres, las veía a diario y ya varias se me habían acercado a hablar.

Ninguna me llamaba la atención, no me interesaba nadie, ni siquiera Cassey, ahora ella solo era una más del equipo.

Un rostro nuevo apareció un día, una chica de ojos color café oscuro, estaba sentada con la mirada puesta en su bandeja de comida e hizo un gesto de asco.

Fruncí el ceño ¿Qué chica rechazaría la comida aun cuando fuesen sobras? La mayoría llegan hambrientas, desesperadas y dañadas, en cambio ella parecía demasiado segura de sí misma.

La observe por unos minutos, miraba a las demás, inspeccionándolas, buscando quizás una posible amenaza, algo la hacía parecer totalmente diferente. Las chicas que entran por primera vez al comedor, son tímidas e inseguras, en cambio ella no. 

Me llamo la atención enseguida. ¿Como podía ser que esa chica nueva no tuviese una pizca de miedo en su primer día? ¿Que la hacia ser tan segura para observar todo y parecer una amenaza? Me acerque y me inspecciono cuando me senté en su mesa. Sus ojos eran calculadores, atentos a cualquier movimiento que la hiciera sentir amenazada, parecía como si tuviese todo bajo control, como si nada le asustara, ¿porque? ¿quien era aquella chica y que ocultaba bajo esa seguridad?

Sigo mirando por la ventana de mi habitación.

Ahora que sé que Emily está interesada en Thomas algo cambio. No entiendo que me esta pasando, ¿Por qué diablos me importa tanto lo que hagan ellos dos?

Empuño las manos y le doy un golpe certero a la ventana, esta se rompe en varios pedazos, la mano me queda ensangrentada. ¿Por qué tuvo que aparecer una chica como ella en mi camino? ¡¿Por qué!? ¿Por qué tuve que fijarme en aquella chica segura y arriesgada, a la que ni siquiera le importan los demás? 

—Odio que me hagas desearte Emily.

El aire frío se cuela por la ventana rota. 

—Te voy proteger, si alguien pretende herirte, yo te protegeré, lo haré Emily Wilde.


Nadie escucho, nadie sintió, nadie supo lo que paso aquella noche. Emily recibió una visita inesperada en su habitación. La Doctora Mónica había estado en la ciudad junto con otros médicos evaluando su caso, la bitácora salida de los exámenes realizados a su cerebro habían arrojado que tenía una glándula más grande que las demás y los doctores habían deliberado hacer más exámenes a fin de determinar el factor detonante, uno de esos exámenes fue llamado "electrochoques por medio de agua" con el fin de determinar cómo actuaba su cerebro en situaciones adversas. Esa noche Emily volvió a la sala de electrochoques.


¡FELIZ NAVIDAD! Ya será el 2016 y no puedo creer que todos ustedes hayan estado conmigo en todo este proceso.

Gracias por todo infinitamente, porque, aunque no lo crean yo he llorado con esta historia, reído con sus comentarios y sonreído con sus estrellitas ♥


Continue Reading

You'll Also Like

1.6K 145 7
La historia de Maléfica no comienza tras el despecho por no haber sido invitada a una fiesta, su historia empieza mucho antes, cuando tan solo era un...
488 67 49
Esta es la historia de Rick, un adolescente que vive junto a su madre, Olivia, científica militar del ejército de los Estados Unidos. Una noche, cuan...
11.1K 1.5K 48
El problema no es que sea un ser sobrenatural, el problema es que son dos. *Por Viviana Valeria V.
782K 60.6K 34
-Historia Registrada. Prohibida su copia o adaptación-