Capítulo 11

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Escucho un fuerte ruido, despierto asustada y desorientada. Abro los ojos somnolienta. La Doctora está parada en el marco de la puerta con dos enfermeros tras ella.

El sol de la mañana entra por la ventana y se refleja en el suelo de la habitación.

-¿Cómo te atreves Winnie? -exclama la mujer.

Winnie se levanta y la Doctora la mira perpleja.

-¿De qué habla? -pregunta confundida.

Mete su mano en uno de sus bolsillos y saca un papel. Es uno de los paquetes de galletas que Winnie me estuvo dejando en la caja.

Me mira asustada. Me levanto de mi cama aún con pocas fuerzas, me limpio los ojos con la manga de mi camiseta.

-¡Revísenlo todo! -les ordena a los enfermeros, comienzan a buscar por todos lados, rompiendo lo que encuentran a su paso.

-¡No! -grita Winnie. -¿Qué están haciendo?

-¡Hey Doctora! -la llama uno de los enfermeros -¡Aquí! -apunta un cajón. El hombre lo saca y tira todos los paquetes de galletas al suelo.

La Doctora levanta una ceja. -¡Eres una cerda Winnifred! -exclama.

Desordenan toda la habitación, tiran todo al suelo, la ropa, las lámparas y las sábanas.

Antes que terminen, la Doctora apunta una pequeña caja de zapatos que Winnie oculta bajo su cama.

-¡Eso también! -les ordena.

Winnie se interpone en su camino. -¡No, por favor! ¡Mis pinturas no!

Los enfermeros pasan por encima y lanzan la caja al suelo, rompiendo las pinturas. Todo queda manchado.

Winnie comienza a llorar.

-¡Y eso también! -apunta el cuaderno de dibujos de Winnie. La Doctora se acerca hasta él, pero me interpongo antes.

-Es solo un cuaderno, no es necesario que lo rompa.

La mujer me mira fijamente y hace algo que no me esperaba. Levanta su mano y me abofetea, caigo tumbada al suelo.

-¡Tú no te metas! ¡Esto es por tu culpa y ella pagará las consecuencias!

No tengo fuerzas como para responderle ni mucho menos para desquitarme. El cansancio y debilitamiento de los días anteriores juega en mi contra.

-¡No! -grita Winnie cuando la Doctora toma su cuaderno. -¡Por favor eso no!

Arranca las páginas, las tira al suelo y las pisotea. Luego toma el cuadro que está detrás de mi cama y lo rompe.

-¡Eso te pasa por desobedecer!

Winnie cae al suelo llorando. Los enfermeros se retiran y se llevan todas las galletas del cajón de Winnie. La Doctora cierra la puerta con un portazo. Escucho murmullos del pasillo, seguro que el escándalo despertó a las demás.

-Winnie -me acerco a ella -perdóname, lo lamento tanto.

-No es tu culpa.

La habitación quedó hecha un desastre. Winnie recoge su cuaderno roto, mientras caen lágrimas por sus mejillas. Quiero hacer algo, pero no sé qué. La han lastimado en donde más le duele, sus dibujos, su arte, lo que a ella le gusta.

Me toco la mejilla, aun me duele el bofetón que me dio la Doctora. Esto fue venganza, yo la lastime a ella y ahora ella me lastima a mí y no cabe duda que esto es solo el comienzo.

Nos toma un buen rato o mejor dicho me toma un buen rato ordenar y dejar la habitación como estaba, ya que Winnie intenta restaurar su cuaderno. Sería mucho más fácil mover todos los objetos con mi mano y dejarlos ordenados en tan solo segundos, pero no puedo permitir exponerme.

Mi Telequinesis © [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora