Ellen's POV.
Deje caer mi cuerpo en el sofá de la sala, tome de mi botella de agua que se encuentra en mis manos, estoy jodidamente cansada, tuve que ir a hacer ejercicio, y eso que soy de las pocas personas que salen a dar 20 vueltas por todo el parque, pero lo he hecho por que me he visto que estoy con unos kilos de más, se puede escuchar muy femenina, pero no me gusta estar de más. Tengo hambre, a sí que decido darme una ducha antes.
Quince minutos después.
Termine de atarme los zapatos y cepillé mi cabello, ya lista camino hasta la sala, agarro lo de siempre, las llaves y dinero. hire con mi madre a ver si hizo algo de comer. Salgo y cierro la puerta, llego en donde agarran taxi y agarro uno. Luego de unos veinte minutos llego, pago y bajo.
Abro el porton de la entrada, de la casa de mi madre, entro para luego cerrarlo detrás de mi, la casa esta hermosa por fuera, el pasto verde con unas hermosas flores, una banca por la entrada, alado una maceta con unas flores de girasoles. Si que cambio desde que me fui, llego a la puerta y toco el pequeño timbre.
Unos segundos después se asoma una cabellera castaña, mi madre abre más la puerta dejándome pasar, la casa es mucho más hermosa por dentro, creo que le diré que me decore mi departamento.
—Hola mamá—la saludo con un beso en la mejilla, de repente un delicioso olor inunde mis fosas nasales, huele a pollo en barbacoa.
—Hola cariño—dice cerrando la puerta detrás de ella.
—Huele delicioso—dije cerrando los ojos y disfrutando del olor a pollo.
—¿Enserio?, Estoy haciendo el almuerzo—dijo mientras camina a la cocina, Y yo la sigo.
—Si, ¿sabes?, tengo un hambre hasta morir—le digo sentándome en el taburete de la barra.
—Si quieres te sirvo cariño—me dijo agarrando un plato de la vajilla, yo dije que si con la cabeza. Me sirvió y lo dejo enfrente de mi.
—Hay, sabe delicioso—le dije ya comiendo.
—Me alegra hija—dijo mi madre con una sonrisa.
Así pasamos toda la tarde juntas, platicando, riendo, tenía tiempo que no pasaba estos momentos con mi madre.
—Espero y un día vayas a mi departamento mamá y me hagas todos los deliciosos platillos de comida que haces—le digo con una sonrisa.
—Si mi amor, lo tendré en cuenta.—me responde soltando una risita.
En todo el día no fui al local de pizza, pero, no pasa nada por no ir un día, ¿verdad?.