Al día siguiente Kat se despertó hasta tarde. Melissa había ido a su dormitorio y la despertó. Kat abrió los ojos a regañadientes. La luz del día entraba a raudales en la habitación iluminando cada rincón de la espaciosa habitación.
Kat se levantó haciendo a un lado las sabanas e hizo una mueca al tocar con sus pies descalzos el suelo frío.
Camino hasta el tocador y se miro en el espejo. Se veía fatal. Aún usaba el vestido de ayer y este estaba arrugado, !su cabello? Un desastre.
-¿Qué vestido deseas que te cepille?-preguntó Melissa mirando el armario.
-El que sea.
Se metió a la tina y se lavo fuertemente el cabello con jabón de lavanda. Cuando salió de la bañera de colocó la bata y alzo la vista.
Había un vestido de satén violeta con encaje blanco en la cama.
Ella se acercó a la cama y toco con la yema de los dedos el corsé azul y las mangas de encaje. Era hermoso.
-Es bonito ¿no?-comentó Melissa mientras dejaba el cepillo en el tocador.
-Esto no es mío-murmuro
-El señor Dereck los dejo para usted.
Kat sonrió. <<Nunca se le olvida nada>>pensó.
Después de que Melissa la ayudara a vestirse Kat se dirigió a su armario y sacó un vestido de satén amarillo y lo extendió sobre la cama. No era muy elegante como el suyo pero era sencillo y bonito.
-Este. Es tuyo.
La pequeña criada abrió mucho los ojos.
-¿Te gusta?-preguntó alzándolo más
-Si... ¡Pero es tuyo Kat! No podría.
-Oh, sí que puedes-extendió su mano.- Ven.
Minutos después Kat le acomodaba el corsé a Melissa cuando está pregunto.
-¿Qué hacías ayer en la noche con el señor Lubally?
Kat se detuvo un instante. ¿Qué le diría? ¿Qué había perdido el juicio y se besuqueo con un chico que ni conoce? Trato de disimular y siguió con el vestido.
-Nada. No podía dormir, salí a caminar un poco y escuche que tocaba el piano.
- Es que... A mí me pareció ver otra cosa.
-¿Qué cosa?-soltó rápidamente
-Bueno, que tú y él... No. Olvídalo, tonterías mías.
-Sea lo que sea que hayas creído ver, de seguro fue por qué aún estabas adormilada-dijo rápidamente, evitando que se note su ansiedad.
-Si, eso creo. ¿Ya está?
Kat termino de darle un segundo nudo al lazo y la miro de arriba hacia abajo.
-Estas lista.
*****
Salió de su dormitorio con Melissa pisándole los talones. Caminaron por el pasillo que daba al comedor. Bajaron las escaleras de caracol charlando de lo linda que se veían Melissa con ese vestido. Llegaron y abrieron la puerta del comedor.
En la mesa están sentados Elliot y Dayron. Elliot estaba rígido y parecía nervioso. En cambio Dayron parecía no haber dormido en todo el día; tenía ojeras y con las yemas de los dedos se masajeaba las sienes, parecía a punto de vomitar.
En cuanto entraron Elliot levantó la vista y la miro. Kat sintió el peso de su mirada y sus mejillas se llenaron de color. Fue a sentarse junto a Elliot sin mirarlo. En cambio, Melissa fue directo hacia la cocina.
-¿Qué le pasa a Dayron?-preguntó Kat tratando de no sonar nerviosa.
-Tiene resaca
Elliot rió por lo bajo
-Gracias a la ginebra-comentó Dayron
-Eso te ganas por irte a beber toda la noche.
-¡Pero estuvo buenísimo!-exclamó Dayron con excitación.
-¿A dónde fue?-preguntó Kat, pero su voz sono más un reclamo que una pregunta
El chico apartó las manos de su frente y la miro alzando una ceja. Al instante Katherine se mordió el labio.
-Vampiros el Opio. Un burdel, si te interesa.
-¿Qué?
Kat aún no sabía que era un burdel, lo odiaba. Dayron soltó una carcajada
-Burdel señorita Nobal. ¿No sabe lo que es un burdel?
-Tengo una idea de lo que es-admite.- Y por su cara creo que estoy en lo cierto. Además, ¿no recuerda Dereck no me quiso decir lo que era un burdel?
-No creo que hablar de burdeles sea el mejor tema para hoy-los interrumpió Elliot.
-¿Y de que tema quieres hablar?-preguntó si hermano sonriendo aún.
-¿Sabrán quién vendrá a sustituir a Dereck?
La sonrisa de Dayron desapareció. Kat se mordió el labio, no sabía si su cambio de expresión era bueno o malo.
-No-respondió Kat
-Lo más probable es que vengan Joseph y Amelia-comentó Dayron
-Son los Fortnis más cerca de California y los mayores en todo caso.
-¿Crees que vengan con sus hijos?-preguntó malévolamente Dayron
-Espero que no, ya no quiero más problemas contigo Dayron-la voz de su hermano tenía un deje de advertencia.
-¿Quiénes son Joseph y Amelia?-preguntó Kat irritada.
No le gustaba que hablaran como si ella no estuviese allí
-Son los Fortnis adultos que viven cerca de California-explicó Elliot sin mirarla.
-¿Dónde viven?
-En México-contestó Dayron con una sonrisa
-¿México? Un poco lejos ¿no?
-Si-intervino Elliot.- Antes vivían en Estados Unidos pero como verás a nosotros se nos manda a donde se nos necesita.
-Viajan por el mundo-afirmó Kat
-Más o menos.
La puerta se abrió y entro Alicia, seguida de Melissa.
-La familia Barrymore está aquí-anunció Alicia sería.
-Gracias Ali, vamos en seguida
Elliot le sonrió y ella le regresó la sonrisa con amabilidad. Se dieron vuelta y desaparecieron por el pasillo.
-Bien, no los dejemos esperando-dijo Dayron repentinamente entusiasmado.
Se levanto de un salto y se dirigió a la puerta con gran entusiasmo.
Se detuvo cuando se dio cuenta de que Elliot y Kat no lo seguían. Puso mala cara.
-¡Vamos ancianos, muévanse!
-¿por qué tanto entusiasmo?-preguntó Kat en voz baja mientras se acercaban a Dayron.
-Quiere molestar a Connor y a Brayden-la miro.- Los hijos de Amelia y Joseph.
-¿Molestar? Pero si somos los mejores amigos-dijo Dayron fingiendo horror.
-Bueno, eso dice lo a él-dijo Elliot
Caminaron por el pasillo hacia la puerta principal, cada hermano al lado de Kat.
Mientras daban la vuelta al pasillo Kat empezó a alisarse la falda discretamente, tenía que estar impecable.
Miro de reojo a los dos lados, asegurándose de que no la veían. Casi soltó un gritito cuando se dio cuenta de que Dayron la miraba con una mueca divertida.
-No te preocupes por tu apariencia-murmuró cerca de su oído.- No les importara en lo más mínimo.
Se detuvieron ante las puertas dobles de la entrada principal. Elliot se dio vuelta y miro a su hermano con expresión de advertencia.
-Dayron, quiero que te comportes ¿de acuerdo? Si no eres capaz de controlarte te sacaré de allí.
-Ok hermano-digo en tono aburrido. Luego añadió en voz baja.- Si puedes
Elliot negó con la cabeza y suspiro.
-Katherine-esta lo miró.- Te lo explicaré después solo... No te asustes.
Kat tragó saliva. ¿Tan malo era?
Las puertas dobles de la entrada se abrieron y avanzaron hasta el inicio de las escaleras principales.
En el patio había un carruaje negro, junto a las puertas había una imagen muy curiosa. Parecía una par de alas blancas extendidas y encima de ellas, dos espadas cruzadas paralelamente enrolladas con ramas con espinas. Todo una belleza.
Cuando Logan terminó de bajar las maletas se dirigió a la puerta del carruaje y la abrió.
Primero ayudo a bajar a una joven muy bonita; tenía el cabello rojizo e intensos ojos color vino. Llevaba un vestido color escarlata que la hacía ver totalmente extravagante.
Después un chico bajo de un salto, seguido de otro. Los dos jóvenes, evidentemente, eran gemelos; altos, de cabello oscuro y apuestos.
Kat trató de diferenciar a uno del otro, y se dio cuenta de que a pesar de que los dos chicos tenían los ojos azules; uno los tenía más claros como el color del cielo en un día brillante; y el otro oscuros como la noche.
-¿Son...?-empezó Kat vacilante
-Connor y Brayden-termino el chico.- Y la chica se llama Brittany
Kat volvió su atención hacia el carruaje. Vio a un hombre, mayor que ayudaba a bajar a una mujer del carro. Este era un hombre alto, de cabello castaño y ojos negros. Pero eso no fue lo que hizo que a Kat se le pusieran los pelos de punta.
La mujer que había salido del carruaje era tan hermosa como aterradora. Aunque era bajita era... Terrífica. Tenía el cabello de un color negro azulado, su tez era muy pálida, vestía con un vestido totalmente rojo que resaltaba la curva de sus pechos; tenía unas largas uñas que terminaban en punta, y sus ojos... Sus ojos eran totalmente negros, sin iris ni pupila.
Sus labios estaba pintados de de un color escarlata y en su espalda se extendían unas alas transparentes.
Súbitamente Kat alzó las manos y tomo un brazo a cada hermano que tenía al lado, apretándolos con fuerza.
Dayron se inclinó un poco hacia ella y le susurró: <<Tranquila, no dejaré que nadie te haga daño>>
-Bienvenidos-hablo Elliot con cortesía.- Familia Barrymore
-Nos volvemos a ver niños-dice el hombre mayor sin interés. Joseph, supuso Kat.
-Hola Connor-dijo Dayron mirando al chico de ojos azules oscuro. Miro al otro chico.- Brayden
-Lubally-contestaron los dos hermanos al mismo tiempo con desprecio.
-Adelante por favor-los invitó Elliot.