Una Vida Después de la Muerte.

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-¿No deberían de haber llegado ya?-pregunto Kat nerviosa.

Después de salir del bosque, Alicia y Kat llevaron a Melissa a la enfermería lo mas rápido posible. Mientras le quitaban la ropa, Madeleine entró con una cubeta de agua, esponjas, cremas y utensilios quirúrgicos. Con la esponja limpiaron toda la sangre y suciedad que contenía el cuerpo de Melissa. Después, con suavidad pero rápidamente Madeleine se encargo de coser todas las enormes cortadas de la chica. Kat no aguantaba ver a su amiga en ese estado y junto con Alicia salieron de la habitación dejando a la anciana seguir con su trabajo.

Habían pasado treinta minutos desde que salieron de la enfermería y ni Madeleine ni los chicos daban señales de vida. Kat había estado ese tiempo en la cocina con Alicia, tratando de preparar panecillos y café para los Fortnis que de seguro llegarían hambrientos y exhaustos.

-No han de tardar-contesto firmemente Alicia.
-Estoy preocupada. Tal vez si regresamos al bosque y nos aseguramos de que no necesitan de nuestra ayuda...
-No-le corto Alicia mirándola.- Señorita Nobal...
-Kat-le corrigió.
-Kat. Tranquilízate, de seguro estarán investigando la zona o algo por el estilo.
-¿Y si están en apuros? ¿Si nos necesitan?

Alicia soltó una carcajada llena de sarcasmo.

-Veo que aún no de ah dado cuenta de la fuerza de voluntad de los Fortnis. Créeme Kat, son mas fuertes de lo que crees.

Katherine reflexionó las palabras de Alicia. Había visto pelear a Dayron y a Elliot, sabía lo fuertes y ágiles que eran en una batalla, pero aún así le llenaba de pánico saber que les pasaría algo malo.
Alicia se sentó a su lado y le toco el hombro con dulzura, tratando de tranquilizarla. Kat de vio agradecida por aquel gesto y le tomó la mano dándole suaves palmaditas de agradecimiento. Sintió algo entre sus dedos, algo y rasposo. Giro la cabeza y vio que en la muñeca de Alicia había un brazalete dorado. Trato de tocarlo pero la criada retiro la mano bruscamente llevándosela al regazo cubriéndola con su otra mano.

-Es muy bonito Alicia-comentó Kat.

La chica no respondió.

-¿Quien te lo dio Ali?-pregunto suavemente, aunque ya sospechaba de quien se lo había dado.
-El... El señor Dereck-digo en voz baja, sonrojada y con la cabeza agachada.
-No tiene por que darte pena Alicia, mi primo es muy guapo.
-No sabe lo que dice-murmuró.
-Digo-volvió a corregirla.- Eh visto como te mira, y te puedo asegurar que lo que siente por ti es real.

Alicia se mordió el labio. Kat se giró para poder mirarla de frente, poso una mano en su hombro.

-Atrévete. Busca el amor.

Alicia suspiró pero no dijo nada mas. En ese momento se escucho como la puerta de la entrada se abría. Las dos chicas se levantaron de golpe. Alicia tomó una lampara de gas y juntas corrieron hacia la entrada.
Elliot se encontraba en el borde de la puerta esperando a sus compañeros. Cuando llegaron a la puerta Joseph entro primero seguidos de Brayden, Connor y Dayron. ¿Donde estaba Logan? Pero eso no importaba para Kat, lo único que le preocupaba ahora era Dayron.

-¡Chicos!-exclamó Kat aliviada.

Trató de acercarse hacia ellos pero Elliot se adelantó colocando un brazo en su pecho, deteniéndola. Ella lo miró confusa, pero él solo negó con la cabeza.
Sin mirarla, los cuatro chicos siguieron avanzando por el pasillo pasando por una puerta en la que jamas se había percatado.

-¿Que pasa?-pregunto Kat confusa.

Nadie dijo nada. Elliot y Alicia se miraban fijamente.

-¿Que pasa?-insistió.
-Pero él no tuvo la culpa-dijo de repente Alicia que aún miraba a Elliot seria.
-Si. Si la tuvo-contesto Elliot.
-¡¿De que hablan?! ¡Alguien respóndame!-grito Kat.