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1 semana después

-Oh, Dios. Oh, Dios.

Katherine había trabajado con su doncella toda la semana, fabricando y mandando a Melissa al mercado de Londres a vender los veinte vestidos que hicieron. Todos los días desde muy temprano se ponían a trazar y coser los vestidos, pero aún así con todo no pudieron juntar el dinero que el banco les pedía. Kat pensaba que tal vez el señor Volgers tendría la compasión suficiente para recibir el dinero que juntaron y esperarla un poco mas para juntar lo faltante. Pero no fue así.
Cuando el señor Volgers llego a su casa Kat le había explicado su situación. Pero ni él ni el banco lo aceptaron.

En ese momento Kat estaba empacando sus maletas para irse a vivir con su primo Dereck, que había recibido su carta desde Londres y acepto recibirla en su casa.
Marius, Jonathan y John se despidieron de su ama y salieron en busca de trabajo; solo Melissa se quedo a ayudarla a empacar.

-Creí que podría convencerlos-dijo Kat
- No se preocupe Señorita, todo estará bien. Su primo ya la espera.
-¿Irías conmigo?
-Pero usted cree que el señor Cownfort me acepte ?
¡Pero claro! El es un hombre bueno y generoso. Sin duda te aceptara
-Señorita si...
-Por favor Melissa, tutéame y dime Kat ¿de acuerdo?
-Estabien seño... Kat. ¿Crees que el señor Consol venga a detenerte?
-No. Él es un hombre sin modales

Kat recordó cómo el joven que creyó noble, generoso y altruista se convirtió en un hombre deshonesto vulgar descortés y enojado. Nunca lo había visto así y le hizo pensar que sólo se quería casar con ella por puro deseo carnal, avaricia y soberbia. Rápidamente Kat alejo esos pensamientos de su mente y se concentró en la maleta.

-Bien, vámonos.

Sinceramente Kat no extrañaría esa casa. Si quería mantenerla era para tener en donde vivir. Pero ahora que lo pensaba bien, no quería estar en una casa donde le llegan recuerdos sangrientos y desgarradores. Lo único que si extrañaría por completo seria a los padres que una vez tuvo allí en Londres.
Llegaron al muelle y abordaron el barco que se dirigía a California. Kat y Melissa estuvieron toda la tarde en su camarote. Era pequeña y lúgubre, las paredes eran de metal y estaban pintadas de un gris muy pálido; una cama no muy grande se hallaba en el centro de la habitación, una mesa de noche de el lado izquierdo y un banco de el lado derecho.
El Espacio que había en la habitación era muy pequeño para las dos, pero era todo lo que Katherine podía pagar del barco. Melisa después de tratar de acomodar las maletas se recostó en la cama quedándose profundamente dormida. Cuando Katerine salió del baño se le quedó mirando mientras se soltaba el cabello de los prendedores que le sujetaban el alto chongo. Su nueva pequeña amiga estaba acurrucada en una orilla de la cama, ya no tenía su cofia ni delantal blanco, aunque seguía usando el oscuro vestido; se veía muy pequeña, indefensa, cansada y triste; ya no tenía el cabello recogido sino que estaba suelto y extendido por la almohada.
Mordiéndose el labio Kat salió por la puerta tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar a la joven. Salió a cubierta, la noche era fría y oscura y Kat agradeció el aire del mar que le despejaba el rostro. La noche era oscura y el cielo estaba lleno de estrellas se dirigió al borde de el barco y al bajar la mirada vio como se movía el agua, en pequeñas ondas bien formadas. Coloco los brazos en los tubos de fierro de la orilla del barco. Todo le parecía tranquilo y bello. Deseo que sus padres estuvieran allí con ella quería, abrazarlos, decirles lo mucho que los amaba...

-Hola

Dijo una voz amable. Katherine volteo con un sobresalto. Había un joven detrás de ella. Era apuesto... Muy apuesto; tenía el cabello rubio, ojos color ámbar, pómulos elegantes, labios carnosos, todo bien definido. El joven muchacho le sonreía de oreja a oreja.

-Ho...hola-tartamudeo Kat <<es muy bello>>pensó.
-¿No cree que es muy noche para que una jovencita como usted esté sola aquí ?-preguntó el joven con cierta burla en su voz
-Podría preguntarle lo mismo señor- contraatacó Kat
-Dayron. Dayron Lubally. ¿Y usted es?
-Katherine. Señorita Katherine Nobal.
-Bueno señorita Katherine Nobal, no es seguro que esté aquí afuera sola en medio de la noche.
-Si. Creo que tiene razón

Una Vida Después de la Muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora