Ya comienza la parte fea chic@s Esta es la última parte del capítulo 9. Mañana comienzo con el capítulo 10. Si perdieron el hilo de la historia o no han entendido algo les recomiendo que vuelvan a leer los capítulos o preguntarme por mensaje ;3 Al final aclararé dudas...
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Ya pueden leer...
¡Increíble! Mafer me contó que en la escuela la aceptaron para representar a "Julieta" en la obra teatral de cada año, mientras que yo no estuve presente. William Shakespeare es su escritor favorito, me alegra saber que está trabajando duro para que la obra funcione bien.
Andrea: Mafer, disculpa que lo diga pero, estoy muy contenta por saber que trabajaras en la escuela.
Mafer: Yo no lo veo como un trabajo, sino como un pasatiempo. —Exclamó.
Andrea: ¡Para ti el estudio también es un pasatiempo! —Dije riendo levemente.— ¿Quieres algo de comer? Ya tengo mucha hambre.
Mafer: —Mirando la hora en su reloj. —Pero desayunamos hace media hora. —Dijo confundida.
Andrea: Lo sé, pero en verdad tengo mucha hambre, no sé qué ocurre. —Contesté estirando mis brazos hacia atrás. —Bueno entonces acompáñame por un café.
Mafer: No creo que sea buena idea. —Dijo en voz baja. —Ese chico nos ha estado mirando desde que te sentaste conmigo, me resulta conocido pero por otro lado no.
Andrea: De acuerdo, le diré a Kendall que me acompañe. —Contesté desconfiada.
Me levanté de mi asiento y me dirigí hacia Kendall, aun entretenido con los comics, el asintió rápidamente después que le pedí el favor. Sin mi presencia Mafer aprovecho para besar a Logan salvajemente a la vista de todas las personas, ¡Sin vergüenza!
(...)
En el dormitorio donde se encontraba James, cada uno reía a carcajadas por cosas sin sentido que se decían entre ambos y que solo ellos podían entender.
James: ¿En serio golpeaste a los hombres? —Dijo sorprendido.
Carlos: ¡Claro primo! Si ya sabes que soy experto en karate.
James: No me meteré contigo entonces primo. —Dijo riendo entre palabras.— Sin duda alguna, eres muy valiente. Yo no me atrevería a luchar contra 5 hombres.
Carlos: Si pero hay algo que no entiendo. Cuando me atacaron en la farmacia, uno de ellos me pareció familiar, fue el único que no me dañó.
James: Tal vez lo viste en alguna otra parte.
Carlos: Si, si lo he visto en otra parte, pero no es un hombre... es un chico... Un chico de nuestra edad, ni siquiera pienso que ya tenga un trabajo o cosas así, más bien un estudio o una carrera.
James abrió los ojos sorprendido por la respuesta que dio Carlos. Los tenía confundidos a los dos.
(...)
En la cafetería del hospital, Kendall me mostraba los comics que estuvo leyendo en la sala de espera junto con nuestros padres, al parecer ya le gustan los comics, lo cual me pareció extraño, nadie deja el odio por algo o alguien en menos de dos horas.
Kendall: ¡Spider-Man! Me enamoré de Spider-Man, hermana... ¡Me enamoré! —Suspiró abrazando la revista.
Andrea: Si quieres, cásate con él. —Dije burlona
Kendall: No gracias hermana, tengo que ahorrar para tu boda.
Reí por su comentario, eran unos momentos divertidos cuando platicaba con Kendall, pero en esos momentos el mundo comenzó a darme vueltas, me había dado un gran mareo, Kendall lo notó al instante.
Kendall: ¿Te encuentras bien? —Dijo, tomándome de ambas manos.
Andrea: Si... —Cerré mis ojos— Sólo fue un pequeño mareo, no es gran problema.
Kendall: De acuerdo. Y ¿Por qué quisiste que te acompañara por un café? —Dijo recargando su brazo en el mostrador. Quería evadir el tema del mareo. Mi hermano es de aquellas personas que odia regresar a un tema fuerte; prefiere continuar hablando acerca de otras cosas importantes.
Andrea: —Tragué saliva— Porque quería platicar contigo unos momentos. —Mentí descaradamente.
Mi güerito hermano me miro confundido, negó con la cabeza seriamente.
Kendall: Hermana, te conozco perfectamente y sé que me ocultas algo, tu nunca me has ocultado nada ni por más vergonzoso que sea. —Espetó seriamente.
Acepté y decidí contarle todo lo sucedido con el chico desde que me senté con Mafer, Kendall no decía ni una palabra, solo me escuchaba atentamente.
Kendall: Tal vez le gustaste. —Comento con una sonrisa perversa.
Andrea: ¡Nooo! —Dije con asco.—¡Qué horror, Kendall! ¿Cómo pretendes decirme eso?
Kendall solo se carcajeó al escucharme.
Kendall: Hermana, no seas tan especial, mejor dime quien es el chico que te pretendía con la mirada.
Andrea: Es el chico que está en el mostrador de citas. —Le indiqué con la mirada.
Mi hermano al verlo tiró la taza de café al suelo, quebrándose en mil pedazos; toda la gente nos miró sorprendidos.
Andrea: ¿Qué ocurre?... ¿Por qué hiciste eso? —Dije en voz baja.
Kendall: Es- Ese... —Dijo temblando.— Ese hombre, es uno de los que ataco a Carlos en la farmacia. —Dijo en voz baja.
¡Oh no puede ser!... ¡No de nuevo!