Revenge © |B#3|

By den_og07

88.3K 7.6K 1.1K

Revenge © |Book #3| «La venganza no es una opción, ¿o si?» Cassandra no es la misma después de lo del baile... More

Prólogo...
Capítulo #1
Capítulo #2
Capítulo #3
Capítulo #4
Capítulo #5
Capítulo #6
Capítulo #7
Capítulo #8
Capítulo #9
Capítulo #10
Capítulo especial.
Capítulo #11
Capítulo #12
Capítulo #13
Capítulo #14
Capítulo #15
Capítulo #17
Capítulo #18
Capítulo #19
Capitulo #20
2016
Capítulo #21
Capítulo #22
Capítulo #23
Capítulo #24
Página
Capítulo #25
Capítulo #26
Capítulo #27
Maratón 1/3
Maratón 2/3
Maratón 3/3
Capítulo #31
Capítulo #32
Capítulo #33
Capítulo #34
Capítulo #35
| Fragmentos del Diario de Celestia. |
Capítulo #36
Capítulo #37
Capítulo #38
Capítulo #39
Capítulo #40
Capítulo #41
Capítulo #42
Capítulo #43
Capítulo #44
Capítulo #45
Capítulo #46
Capítulo #47
Capítulo #48
Capítulo #49
Capítulo #50
Capítulo #51
Capítulo #52
Capítulo #53
Capítulo #54
Capítulo #55
Capítulo #56
Capítulo #57
Capítulo #58
Capítulo #59
Capítulo #60
Epílogo.
Final Alternativo
:)

Capítulo #16

1.4K 144 23
By den_og07

Era demasiado por procesar. Tanta información nueva y desconocida sobre una persona. Y la chica que estaba enfrente de mi solo hacía cuestionarme sobre la vida de Nelson, su forma de ser y lo que él era ahora.

El dolor de mi tobillo y el eco de unos afines hizo que volviera a la realidad.

—Alguien viene. —murmuré con una mueca.

—No importa. —dijo encogiéndose de hombros.

—Si importa. Si alguien me reconoce, será el fin. No podré seguir con mi plan. —susurré mirándola. —Necesito...

Era tarde. Una castaña vestida de blanco venía hacia nosotros. Solo estaba a un metro e iba distraída en el celular. De un momento a otro la chica levantó la mirada.

Mi ceño se frunció al reconocerla.

—¿Edward? —miró a la chica que tenía a lado. —¿Heather?

La miré de pies a cabeza, aún sin creerme que estuviera enfrente de mi.

—¿Cassandra?

(...)

~ Narra Cassandra ~

La fiesta ya había terminado. Solo quedaban algunas personas; amigos de Nelson, personas importantes... aliados en su mayoría. Estaba cansada y los chicos se habían ido para no levantar sospechas, por lo que me dirigí a mi habitación.

No había nadie, y yo iba totalmente sumergida en el celular que Lany me había dado. Estaba ligado con el que había dejado en casa y con este podía ver los mensajes y llamadas que tenía en el otro sin que me rastrearan.

Al doblar en la esquina que llevaba a mi habitación empecé a escuchar murmullos. Los ignoré ya que seguramente eran algunos amigos de Nelson.

Pero estaba equivocada.

Levanté la mirada. A un metro de mi estaba la chica de la fiesta y un moreno que reconocía. Los dos me miraron con sorpresa, pero el chico me miró con el ceño fruncido.

—¿Edward? —pregunté mirándolo. —¿Heather?

Ed mi miró de pies a cabeza. Lo entendía. Físicamente yo no era la misma.

—¿Cassandra? —preguntó sin creerlo.

Me acerqué a ellos. ¿Cómo es que se conocían? Y ¿por qué mierda Ed estaba aquí? Pero en lugar de preguntarle algo o reclamarle algo hice lo primero que se me ocurrió y por instinto.

Lo abracé.

El chico me envolvió en sus fuertes brazos y me alzó. Su aroma inundó mis fosas nasales haciéndome sentir en casa. Una lágrima adornó mi rostro, una que no me molesté en secar. Extrañaba al chico, extrañaba a mis amigos, pero el verlo aquí sin estar herido o rodeado de Buscadores me hacía sentir mejor.

—Dios, en serio estás aquí. —murmuré en su oído. —En serio lo estás.

—Te he extrañado, nena. —susurró en mi oído.

Nos separamos un poco. Observé su rostro y con mis manos empecé a tocar cada parte de su cara aún si creerme del todo que el castaño estaba aquí.

—Si, estoy aquí. En carne y hueso. —dijo divertido.

Reí. —Es que no me lo creo.

Le iba a dar otro abrazo, cuando la voz de Heather nos trajo a la cruel realidad.

—Creo que deberíamos tener este encuentre en tu habitación, Cassandra. —la miré confundida. —Vienen Buscadores.

Mis ojos se abrieron de golpe. Teníamos que salir de ahí ahora sí es que no quería que también se llevaran a Ed.

—Síganme. —dije tomándolos de la muñeca u arrastrándolos conmigo.

En menos de 10 minutos estábamos en mi habitación. Al entrar, Heather puso el pestillo en la puerta y Ed se acercó a la cama con una mueca en la cara.

—¿Estás bien? —pregunté.

Negó. —Al pasar la barda caí mal y me lastimé el tobillo.

—¿Por eso estabas en el suelo cuando te encontré? —preguntó Heather.

—Si. Aún me duele. ¿Puedes hacer algo? —me preguntó.

Asentí. —Recuéstate. Iré por el botiquín.

—¿No tienes uno aquí? —preguntó al ver que me dirigía a la puerta.

—No. Tengo ir por el. Vuelvo enseguida. —dije quitándome los tacos. —Heather, cuídalo.

—Si. —dijo al mismo tiempo que se quitaba los tacones. —¿Puedo tomar unos jeans y una playera?

Asentí. —Si. Ahora vuelvo.

Salí de la habitación y me dirigí a la habitación de Tyler. Toqué infinidad de veces, pero el chico no me atendía. Como último recurso decidí entrar, pero en ese momento el chico me asustó por detrás.

—¡¿Estás idiota?! ¡Casi me da un maldito paro cardíaco! —exclamé dando un golpe.

—No lo pude evitar. —dijo entre risas. —Lo siento.

Rodé los ojos. —Como sea. Necesito el botiquín.

Alzó una ceja. —¿Para que? ¿Estás lastimada?

—Lo necesito. —me limité a responder.

—Si no me dices para que no te no lo daré.

—¡Lany!

—Nope.

Resoplé. —Mejor ven a verlo.

Sonrío con satisfacción. —Deja me cambio el traje.

Sin nada más que decir, se metió a su habitación. Pasados los 10 minutos empecé a esfumar voces dentro de la habitación. No sabía qué pensar, pero estaba impaciente de que saliera de la habitación.

—¡Lany! —grité al mismo tiempo que golpeaba la puerta. —¡Necesitamos irnos!

Para mi sorpresa la puerta se abrió. Entre con cuidado, esperando lo peor. Al ver quienes estaban ahí me quede sin palabras.

—Creí que ya se habían ido. ¿Qué hacen aquí? —pregunté un poco molesta.

Todos me miraron. Claro estaba que no se esperaban verme ahí, todos excepto Lany.

—Nosotros... bueno... Explícale tu, Leo. —dijo Jill nerviosa.

Miré al susodicho, esperando una respuesta creíble.

—¿Y bien? ¿Qué tienen que decirme? —pedí algo impaciente.

—Necesitábamos hablar con Lany. —respondió naturalmente. —No queríamos preocuparte por...

—¿Que no? ¡Dios! ¿Están conscientes de que si alguien entra y los ve, les harán algo peor que encerrarlos en un cuarto? —pregunté.

—Lo sabemos, pero queríamos saber algo.

—Déjenme adivinar. ¿Querían saber si podían confiar en él? —pregunté con ironía. —Chicos, ya les dije que pueden confiar en él.

—Debes saber que es difícil para nosotros hacerlo, Cass. —habló Troy. —Para mí lo es. Lany no ha traicionado una vez, ¿cómo podemos confiar en él?

—Sabes, Troy, tú lo sabes muy bien, que cuando yo digo algo lo cumplo. —intervino Lany. —Lo dije en serio cuando le dije a Cassandra que estaba de su lado y que la ayudaría en su plan.

—¿Cómo confiamos en ti? —preguntó Jill.

Entonces recordé algo.

—Yo se como. —dije mirándolos. —Vengan a mi habitación y verán que Lany es de confiar.

(...)

—¿En dónde mierdas estabas? ¡Llevo esperándote horas para que vengas!

—No exageres, fue como media hora.

—¡Media hora de dolor! —exclamó.

Rodé los ojos. —Necesitaba arreglar unos asuntos.

Los chicos entraron a la habitación con las cabezas gachas. Venían disfrazados de lo que sea que Lany les había dado. Tenían capuchas que les cubrían el rostro. En cierto modo daban miedo.

—¿Has traído a los Hermanos Silencios* para curarme? Estas traumatizada con ese libro, Cass. —dijo mirando a los chicos.

—Ah pero bien que los reconoces, Ed.

—¿¡Qué!? —exclamaron los chicos al mismo tiempo que se quitaban las capuchas.

Todos en la habitación se quedaron en silencio. Sonreí con satisfacción.

—Vamos. Se conocen. ¿Qué esperan para abrazarse? —dije sonriendo.

En un dos por tres Ed se levantó y abrazó a los chicos que estaban a mi lado. Noté como la alegría se extendía en la habitación, y eso me hizo sonreír aún más.

—Son felices. —susurró Lany.

—Lo son. —concordé. —Eso pasa cuando ves a alguien que amas.

Bajó la mirada. —Algo que yo no tengo.

—¡Hey! Te dije que cuando todo esto acabará tú estarías conmigo, ¿no? —dije rodeándolo por los hombros.

Asintió. —Si, lo dijiste.

—Entonces no te desanimes. Todavía nos queda mucho tiempo para salir de esto.

(...)

~ Narra Luke. ~

Me tiré en la cama. Todos ya se habían ido y, como Ed había desaparecido, estaba solo en la casa. Eso me dejaba gran tiempo para organizar mis ideas y pensamientos, en especial las hipótesis que había despertado el comportamiento de Ed.

Interrumpiendo mis pensamientos, mi móvil sonó. Con la desesperación de que fuera Ed, tomé el móvil y atendí la llamada sin si quiera ver el ID.

—¿ED?

Silencio.

—EDWARD.

Silencio.

—EDWARD BROWN, DÉJATE DE TONTERÍAS Y HABLA. —dije molesto.

—¿CON QUIÉN HABLAS? —preguntaron al fondo.

Mi corazón se detuvo por el nerviosismo. Ed era esa voz al fondo. ¿Entonces quién era la persona que me había llamado?

No puede ni siquiera pensar bien cuando el nombre salió de mis labios.

—¿CASSANDRA?

Más silencio.

No pude evitar el levantarme de la cama y empezar a hablar sin parar. Necesitaba una respuesta, al menos un "Estoy bien".

—¿ERES TÚ? POR FAVOR DIME QUE ERES TÚ. —pedí impaciente.

La respiración alterada del otro lado me hizo saber que aún estaba al teléfono.

—SOLO NECESITO SABER QUE ESTÁS BIEN. QUE NO TE HAN HECHO DAÑO. SOLO QUIERO ESO. —dije dolido. —AÚN TE AMO, AÚN TIENES UN EFECTO EN MÍ. Y DIOS SABE ESO. ESE DÍA EN EL HOSPITAL FUI UN IMBÉCIL, LO SIENTO TANTO. PERDÍ A LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA. SE QUE LOS DOS ESTÁBAMOS ENOJADOS. POR ESO TE PERDONO. Y ESPERO QUÉ TÚ TAMBIÉN LO HAGAS... TE AMO.

Sin que pudiera decir otra cosa, la llamada se cortó. Enojado por no conseguir otra cosa más que silencio, tiré el celular a alguna parte de la habitación. Estaba enojado conmigo por no poder hacer nada.

(...)

~ Narra Cassandra. ~

—¿Estás bien? —preguntaron a mi lado.

Limpié rápidamente mis mejillas y levanté la mirada. Lany estaba delante de mí con una mueca de preocupación.

—Si... estoy bien. —dije lo más normal que pude.

—No aseguro nada, Cassandra, pero algo me dice que no lo estas. —dijo cruzándose de brazos.

Me levanté de la cama y caminé hacia los chicos, tratando de ignorar las miradas de Lany.

—Bien, ¿ya estás mejor? —pregunté.

—Mejor. —respondió Ed.

—Vale. Uhm... necesito un poco de aire. Ahora vengo.

Salí de la habitación con la cabeza gacha. Estaba un poco altera por las palabras que había dicho Luke y un poco enojada conmigo misma por haber sido tan estúpida y llamarle. En realidad, estaba más enojada que nada, porque fui muy estúpida e impulsiva y sin siquiera pensar en las consecuencias. Solo iría escuchar su voz al menos una vez. Había quedado sorprendida al ver que aún estaba despierto. Estaba apunto de decirle lo mucho que lo extrañaba, pero me contuve. No quería echar a perder todo por un impulso.

Antes de salir de la habitación había tomado el celular que Lany me había dado. Ahora en mi manos podía ver más mil llamadas que Luke estaba haciendo después de mi llamada. Me sentía culpable al hacerlo, pero necesitaba escuchar su voz. Ed ni siquiera se había percatado de que había tomado su móvil, así que era mi culpa.

—Vale. Te di tiempo. Ahora habla. —dijo una chica.

Me giré. Esperaba a Géminis o a Jill, pero ver a Heather me dejo sorprendida.

—¿Quién te mandó? —pregunté mirándola.

—Nadie. —respondió. —Todos en la habitación nos dimos cuenta de que algo te pasó, solo que yo me atreví a venir a verte.

—Si, creo que los demás saben que a veces necesito estar sola. —dije sonriendo de lado. —Sin ofender.

—No me ofendes, querida. —reí. —Lo que pasa es que soy muy terca y me importan los demás.

—Me he dado cuenta de eso.

—Lo que pasa aquí, Cassandra, es que a veces la gente cree que necesita estar sola pero en realidad necesita a alguien. Aunque sea un simple abrazo, pero lo necesita.

—Vaya. Que intenso.

Rió. —Déjame ser.

Sonreí. —Gracias por estar aquí, Heather.

—Eso es lo que necesitabas. Alguien que te hiciera reí. —dijo sonriendo. —Ahora, ten en cuenta que yo siempre estaré para ti. No importa que.

—Gracias.

—Bueno, mi trabajo está hecho. Te veo adentro.

La chica de ojos claros se adentró a la habitación dejándome a solas. Mis pensamientos fueron interrumpidos por el vibrar del móvil. El nombre de Luke apareció de nuevo. Respiré hondo. Este era el momento...

—LUKE...

Continue Reading

You'll Also Like

3.3K 341 7
Actualización los lunes. «We're all dead in Devil Town. That's fine, 'cause nothing is gonna scare us now» --- QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDA EL PLAGIO O...
20.7K 1.1K 40
En la descripción están los ships
118K 15.3K 77
˚→ ˚→ ˚→ Ann Taylor una joven mexicana de 22 años, llena de sueños viaja por primera vez a Italia, en medio de su recorrido en las ruinas antigu...
113K 1.1K 6
VIVIENDO ENTRE MENTIRAS #2. "Las peores lágrimas son las de la impotencia". Emily Graziani a tenido uno de los peores momentos y ahora tendrá que sob...