Matchpoint. (Harry Styles)

Autorstwa AnaliaGordiola

5.7K 502 97

Un disparo era lo único que se necesitaba para crear este espacio entre los dos. La pregunta es, ¿Quién será... Więcej

Un pequeño adelanto...
¡Trailer!
Capítulo 1- Nacimiento.
Capítulo 2- Cambios.
Capítulo 3- Me recuerdas a ella.
Capítulo 4- Te necesito y lo sabes.
Capítulo 6- Visita inesperada.
Capítulo 7- Atracción y algo más...
Capítulo 8 - Bipolaridad.
Capítulo 9- Todo vale en el amor.
Capítulo 10- Esto es lo que soy, Jace.
Capítulo 11- Una verdad oculta.
Capítulo 12 - Gemma
Capítulo 13 - Interacción canina
Capítulo 14- Déjà-vécu
Capítulo 15- Pánico, alcohol y verdades que lastiman.
Capítulo 16- Million Reasons
Capítulo 17- "Esa prueba será mi ruina."
Capítulo 18- Sinceridad
Capítulo 19- Fotos
Capítulo 20- La verdad
Capítulo 21- Preparativos y una boda.
Capítulo 22- Bs. As.
Capítulo 23- Soy tu hija, Lizzy.
Capítulo 24- Mis padres y yo.
Capítulo 25- Estoy aquí por ti.
Capítulo 26- Planes
Capítulo 27- ¿Es posible?
Preguntas
Capítulo 28- ¿Qué culpa tiene Harry?
Capítulo 29- ¿Embarazada?
Capítulo 30- Permíteme amarte, Diana.
Capítulo 31- Niall y Barbara.
Capítulo 32- ¿Cómo pudiste, mamá?
Capítulo 33 - Desasosiego
Capítulo 34 - La maternidad
Capítulo 35- Torneo de tenis
Capítulo 36- Sueño premonitorio
Capitulo 37- ¿Tiempo?
Capítulo 38- Kiwi
Capítulo 39- Noche de diversión
Capítulo 40- Sustituto
Capítulo 41- ¿Por qué sigues con lo mismo, Harry?
Capítulo 42- Artilugios
Capítulo 43- ¿Dos?
Capítulo 44 - Secretos
Capítulo 45- Noticias inesperadas
Capítulo 46 - Perfume
Capítulo 47- Interrogantes
Capítulo 48 - Un paso adelante y otro atrás
Capítulo 49 - ¿Esta es tu venganza?
Capítulo 50- Es algo forzado
Epílogo - Tiebreak I
Epílogo - Tiebreak II

Capítulo 5 - "Londres me espera"

131 14 3
Autorstwa AnaliaGordiola

Ana.

- ¿En serio?- Sin poder creerlo, me recosté, en el confortable sofá del despacho.

Araceli: Sí, no pensé que te llamaran. - Suspirando profundamente.- Aunque, desde un principio, sabíamos que podía suceder.

- ¿Y dónde tendría que ir?- Pregunté, un poco preocupada. - No podría dejar a Ed por demasiado tiempo. - Suspirando, recordé los últimos días. ¡Había sido un verdadero dolor de cabeza! No sólo se había enfermado Lux de gripe, sino que, Ed también lo estaba y se lo había transmitido ella y en poco tiempo, toda la familia lo estaría.

Araceli: No lo sé... - Encogiéndose de hombros, tomó su computadora y comenzó a buscar algo.- Seguramente te lo habrán notificado por correo. - Entregándomela, coloqué la contraseña.

- ¿Tú crees que deba viajar lejos?- Pensar en esa idea, quise retroceder por un momento pero, la idea de salvar una vida, fue más fuerte que el miedo infundado que mi mente creaba.

Araceli: El primer correo. - Murmuró, haciendo que automáticamente, lo abriera. - Bien, sí me permites quisiera leerlo. - Permitiendo que lo hiciera, escuché a Ed llorar.

- Enseguida vuelvo.- Caminando apresuradamente hacia su habitación, me detuve al escuchar reírlo. ¿Acaso había escuchado mal? Entrando, me sorprendí al verlo; Jace lo mecía y Ed sonreía, con sus ojos entrecerrados.

- Pensé que no estabas... Quiero decir, que estabas trabajando. - Bajando mi mirada, me sentí incómoda. ¿Cómo actuar ante un hombre que se me insinuaba y encima trataba a su hijo con el suyo? Bueno, lo último, lo aceptaba. Hacía lo mismo con su hija pero todo tenía un límite y principalmente, con lo primero.

Jace: Acabo de llegar. - Besando la frente de Ed, lo recostó en su cuna. - Y no pude resistirme a verlo. He estado preocupado por él y Lux.

Mordiéndome el labio, retuve las palabras, que debía decir pero no me animaba a hacerlo.

- Bien, si no te importa. - Acercándome a la cuna. - Quisiera un momento a solas con mi hijo.

Jace: Bien... - Haciendo una mueca, se alejó.- ¿Dónde se encuentra Ara?

- En el despacho. - Haciendo caso omisivo a sus gestos, acaricié el cabello de Edward y luego, deposité un beso en su regordeta mejilla. - Eres tan hermoso. - Él, suspirando pesadamente, estrujó con ternura su manta.

Girando sobre mis talones, me encontré con él, observándome. Frunciendo el ceño, intenté pasando por su lado pero su mano cerrándose sobre una de mis muñecas, hizo que me detuviera.

Jace: Necesito que hablemos. - Sintiendo su aliento sobre mi rostro, me alejé, todo lo que pude. - No te haré daño.

- ¿De qué debemos hablar? - Sosteniéndome la mirada, me sentí perdida, en su mirada azulada.

Jace: De lo que pasa entre nosotros. - Entrelazando su mano con la mía, sentí mi piel erizarse.

- Yo, no... - Sin saber que decir, callé por un momento. El silencio, a veces, era el mejor amigo.

Jace: Te amo Ana y eso no puede cambiar de la noche a la mañana. - Acariciando mi mejilla, hice que suspirara. No sabía cuándo necesitaba cariño pero no de él, pensé.

- Tampoco puedo cambiar, lo que siento por... - Sintiendo sus largos dedos sobre mis labios, fruncí el ceño.

Jace: No hace falta que lo digas pero... ¿Eso nos limita a intentar algo?

Pensándolo de esa manera, tenía razón. El amor no limita, sólo que uno es fiel a lo que ama.

- Bien, en el caso de que lo intentemos... ¿Qué podría esperar de ti? - Esperando su respuesta, pensé que lo que estaba haciendo no estaba bien.

Jace: Bueno, no te promete ser perfecto pero... - Mordiéndose el labio. - Seré atento, cariñoso y un poco malhumorado por la mañana. - Haciendo una mueca, hizo que riera. - Entonces, ¿Aceptas?

- Tendrás que convencerme de ello, porque las palabras bonitas, no sirven de mucho. - Alejándome, caminé hacia las escaleras. Casi al instante, lo sentí, a mi lado.

Jace: ¿A dónde vas? - Intentando tomar mi mano, las coloqué en los bolsillos delanteros, de mi pantalón pitillo.- Eso no... - Sacando una, la entrelazó con la suya.

- No te acostumbres a salir siempre con la tuya. - Rodando los ojos, entré al despacho.

Ara: Ana, ya sé dónde se va a realizar la extracción y el trasplante. - Girando su rostro, su mandíbula cayó, en sentido literal, al suelo.

Jace: Es un momento épico, lo que significa tomar una foto.- Tomando su celular, lo hizo. - Bien, muy bien hermanita.

Ara: ¿Están saliendo? - Manteniendo de forma momentánea su atención en ambos, frunció el ceño.

Jace: Sí, bueno eso espero. - Encogiéndose de hombros, trató de hacer caso omisivo, a su gesto.

- No. - Contradije, sentándome a su lado. - ¿Y, dónde debo ir?

Jace: ¿A dónde vas a ir? - Entrecerrando los ojos, tomó asiento junto a nosotras.

Ara: No te gustará saberlo. - Murmuró, rodando los ojos.

Jace: ¿Alguien me puede explicar que pasa? - Agitando sus manos, esperó que les diéramos algo de atención.

- Díselo, por favor. - Cerrando mis ojos, esperé que no pusiera trabas.

Ara: A Londres. - Abriendo mis ojos, tomé la computadora, pensando que era una broma. -También lo pensé pero no... - Adivinando mis pensamientos, no supe que decir.

Jace: No irás. - Cruzándose de brazos, hizo que girara mi rostro hacia él.

- ¿Cómo? - Levando una ceja, esperé que se retractara en su idea.

Jace: Que no irás. - Levantándose, intentó abandonar el despacho.

- ¡Ten por seguro que lo haré! No necesito tu permiso para hacerlo y eso, lo sabes de sobra.

Jace: Bien, díselo al jefe y veremos sí te sales con la tuya. - Haciendo una mueca, cerró la puerta y de la peor forma, haciendo que el ruido, perdurara retumbando en mis oídos.

Ara: El jefe no es problema pero él, sí, que lo es. - Cerrando la computadora, se levantó. - En cuanto tenga novedades, te aviso.

- Gracias por ayudarme. - Abrazándola, poco después, caminé en dirección a la sala de estar.

Ara: Por cierto, ¿Qué es eso de que le darás una oportunidad? - Sonrojándome, intenté escaparme. - ¡No, nada de misterios, Ana! - Riendo, tomé asiento, frente al televisor que se encontraba prendido.

Luke: ¿Por qué hacen tanto lío? ¡Parecen un par de cotorras!- Ganándose un golpe por partes de ambas, observó de forma momentánea las noticias de la tv. - ¿Me van a contar el chisme o no?

Ara: Parece que Ana será nuestra cuñada. - Acomodándose, fijó sus ojos, en mi sonrojado y cansado rostro.

Luke escupiendo, prácticamente, la lata de cerveza que estaba bebiendo, giró su rostro hacia dónde me encontraba.

- No somos ni seremos nada... - Resoplé, con pocas ganas.

Ara: Bien, eso esperemos. - Rodando los ojos, se levantó y caminó hacia las escaleras. Seguramente iría hacia su habitación.

Luke: Jace... ¿Te ha obligado? - Frunciendo mi ceño, negué con la cabeza. - Bueno, me quedo más tranquilo. Mordiéndome mi labio inferior, asentí con la cabeza.

- Iré a prepararme un sándwich, ¿Quieres uno? - Sonriéndole, me levanté, con cierta pereza.

Luke: No, gracias. He comido con una compañera, antes de venir. - Levantando una ceja, él negó con la cabeza. - No es lo que piensas...

- ¡No me acuses de algo que no dicho! - Haciéndome la ofendida, me alejé, riendo ante mi evidente sarcasmo.

Abriendo el refrigerador, no me encontré con algo realmente apetitoso, así que, girando sobre mis talones, opté por una fruta; mordiendo mi manzana, subí hacia mi habitación.

- Bien, ¿Dónde había quedado? - Me pregunté, mientras hojeaba las páginas de un libro.

Esta vez, me tocaba leer Orgullo & Prejuicio y así seguiría hasta leer la lista entera de libros, que me había prometido leer, todo el año. Era como una terapia, supongo.

- Bien, veremos que sucede contigo, Señor Darcy. - Sonriendo, comencé a hojear las hojas, poco a poco hasta que mis ojos, se cerraron. Habían sido días difíciles con la enfermedad de los niños, con las noches que no terminaban y con la preocupación que albergaba en mi corazón, al pensar que algo le podía pasar a Ed y que Harry, no estaría para ayudarme.

Jace.

- ¡No puede! - Exclamé furiosamente.- ¡Correrá peligro!

- Jace... - Mi jefe, rodando los ojos, tomó asiento.- Además, su padre, no está en Londres.

- ¿Cómo que no está en Londres? - Frunciendo el ceño, rogué, que desistiera de su idea.

- No, tenemos la información oficial de que, se encuentra en Chile. - Entregándome una carpeta, mantuvo sus ojos neutros, en mi rostro.

- Eso quiere decir que está cerca. - Hojeando sin mucho cuidado, confirmé, lo que me había contado.

- Sí, aunque no sabemos que lo ha motivado a venir. - Entregándole la carpeta, me recosté en mi asiento.- Lo mejor será alejarla, deberíamos aprovechar la situación y enviarla lejos.

- ¿Y que esté cerca de su familia y la descubran? No, gracias. - Haciendo una mueca, esperé a que entendiera mi punto de vista.

- En ese caso, su familia, guardaría el secreto pero él, no dudaría en matarla. - Mordiéndome, mi labio, reconsideré mi idea.

- Bien. - Asintiendo con la cabeza, me levanté. - Nos estamos viendo, jefe. - Caminando hacia la salida, me detuve por un momento.

- Sé que la amas y no tengo problemas con eso pero... No mezcles amor con trabajo. - Mi jefe, palmeó mi espalda y adentrándose a la oficina de otro colega, pensé en cuanta razón tenía; el problema no era que viajara lejos, sino, no soportar no verla cada mañana.

- ¿Qué me has hecho? - Susurré, entrando a mi auto. - Sin duda, me tienes mal... - Abrochándome el cinturón, encendí mi auto y salí del aparcamiento.

Sintonizando la radio, me sumergí en mis pensamientos y recordé, la primera vez que la vi.

*Años atrás.*

- Linda casa. - Recorriendo con mi mirada, las paredes y la decoración que había empleado.- ¿No te parece demasiado... femenino?

Luke encogiéndose de hombros, no se vio afectado por mi intento de ofensa.

- Bien, esperemos que ésta vez, no la incendies de nuevo. - Haciendo una mueca, tomé asiento.

- ¡No fue mi culpa! - Exclamó, defendiéndose.

- ¿No? - Levantando una ceja. - Entonces, fue culpa del vecino.

- Realmente, no fue culpa de nadie. - Resoplando, se cruzó de brazos. - Igual no me quejo y lo volvería hacer.

- Así que... Parece que alguien se enamoró- Riendo, disfruté molestándolo.

- No, sólo ayudé a una hermosa chica que tiene un padre violento y alcohólico. - Frunciendo el ceño.- Con eso no juego y ambos, sabemos por qué.

- No me contaste que era alcohólico y mucho menos, violento. - Apretando mis puños, sacudí mi cabello, sacando de mi mente recuerdos no gratos.

- Ella y su familia, tiene miedo de él. Y lo peor de todo, es que no quieren denunciarlo...

- Bueno, eso es lógico. - Rodando los ojos. - Siento que lo traicionarían pero él, no pensaría demasiado, sí tuviera que clavarles una navaja en el cuello.

- No creo que... - Frunciendo su ceño, giró su rostro hacia la ventana. - ¿Escuchaste eso?

Levantándome y seguido por él, corrí la cortina, encontrándome con una situación no grata; una chica de cabello claro, estaba de rodillas en el jardín delantero de la casa, junto a sus ropas esparcidas.

- Por favor, ¡entiéndeme! - exclamó, con un acentuado dolor en su voz.

- ¡Vete! - Gritó, un hombre bastante corpulento y con piel oscura, tomando algo más de ropa y tirándola sobre el asfalto del camino. Dirigiendo su mirada hacia los costados, hacia sus espectadores, giró sobre sus talones y caminó hacia el interior de la casa, haciendo un terrible sonido al cerrar la puerta de entrada.

- Deberíamos ayudarla. - Susurró mi hermano, dando algunos pasos hacia la puerta. Tomando su brazo, lo detuve.

- No hace falta, ya tiene quién le ayude... - Haciendo una mueca, observé con detenimiento, cómo un hombre de apariencia elegante, tomaba algunas prendas y luego la acogía entre sus brazos.

- ¿Quién es? - Pregunté, frunciendo el ceño.

- Es su tío. - Respondió mi hermano, sonriendo. - Parece que va a ir con él.

- Sería lo mejor que puede hacer. - Levantando una de mis cejas, me sorprendí al ver su rostro con rastros de lágrimas y una inmensa tristeza presente en sus bellos ojos.

Arrastrándose hacia el asiento del acompañante, esperó que su tío entrara y luego de unos segundos, se marcharon haciendo que los perdiera de vista, poco después.

- ¿Te puedo pedir un favor? - Pregunté, mientras giraba mi rostro hacia él.

- El que quieras. - Mi hermano, girando su rostro hacia el ventanal que se expandía delante de ambos, hizo que prestara atención a otro suceso.

- ¿Ahora se va también? - Riendo amargamente, observé como su padre detestable, se marchaba. - Necesito que me averigües quién es, qué come, qué hace, todo lo que puedas.

- ¿Y eso? - Levantando su ceja, esperó que le diera alguna razón coherente de mi comportamiento.

- Puede que éste tipo malnacido, esté implicado en los asuntos de la mafia negra, de la cual te hablé hace unos días. - Haciendo una mueca, corrí un poco la cortina pero rápidamente ésta fue corrida, cuando mis ojos divisaron a una mujer. - Supongo que esa es la madre.

- Sí, así es. - Confirmó Luke, haciendo que sintiera lástima por ella.

- Suficiente. - Corriendo, finalmente, la cortina. - ¿Algún inconveniente en la misión que te asigné?

- No, ninguna Jace. - Estrechando nuestras manos, me alejé de su lado, volviendo al sofá. El gran televisor seguía transmitiendo el partido de Rugby que hubiera sido mi diversión y distracción durante ésta tarde pero eso cambió, sin duda, cuando el rostro de aquella hermosa chica, volvió una y otra vez a mi mente.

- No descansaré hasta encontrarte... - Me prometí en voz baja.

Ana.

Removiéndome entre mis sábanas, tallé mis ojos, sintiendo la pesadez de mi cuerpo; con la enfermedad de Ed, no había tenido la oportunidad de dormir aunque todos en la casa, me trataban de ayudar. Recostándome en el respaldo de mi cama, rogué que se recuperara pronto, lo que menos quería era que sufriera.

De repente, se me vino a la memoria, cuando Harry estuvo enfermo y la sangre se me drenó de mi cálido rostro. ¿Podía ser algo de gravedad? Empujando las sábanas, tomé mis zapatillas y calzándome a tientas en la tenue oscuridad, abrí la puerta, encontrándome con quien menos quería.

- Justo iba a tocar. - Colocando sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón pitillo, recorrió con verdadera naturalidad y atención mi rostro. - ¿Estás bien? Tienes el rostro pálido.

- Sí, nada importante. - Bajando mi mirada, cerré la puerta y alejándome de su cercanía, caminé lentamente hacia la habitación de Ed.

- Espera, debo hablar contigo de algo urgente. - Tomando mi mano, sentí como mi piel se erizaba. - Es sobre tu padre.

- ¿Mi padre? - Girando mi rostro, sentí mi corazón palpitar más rápido. - ¿Acaso hizo algo malo?

- No, pero no tengo dudas que hará algo. - Acercándose, recorrió con sus dedos mi mejilla. - Él se encuentra en Chile, no sabemos por qué motivo pero... Debes irte a Londres, es mejor tenerte alejada de él y de su mala influencia.

- Entonces, ¿Puedo ir a donar y quedarme por algunos días más? - Sonriendo, me tranquilicé por un momento.

- Sí, supongo. - Encogiéndome de hombros, le resté importancia. - De igual forma, irás con alguien para que te custodie.

- ¡Que novedad! - Rodando los ojos, hice que riera. - ¡No es algo gracioso!

- Sí, que lo es. - Remojándose sus labios, hizo que remojara los míos, inconscientemente. - No hagas eso, por favor.

- ¿Qué hice? - Frunciendo mi ceño, esperé a que respondiera.

- Será mejor que ayude a Araceli con la comida, cuando esté lista, te aviso. - Besando mi mejilla, se alejó.

- Hombres. - Haciendo una mueca, entré a la habitación de Ed. - Hola cariño... - Tomándolo, lo acurruqué entre mis brazos, tocando su frente, sentí alivio al no sentirla caliente. - Bien, parece que la medicación te está haciendo efecto. - Tomando un abrigo, lo pasé entre sus brazos. - Iremos con tus tíos y tu hermana. - Apagando la luz, cerré la puerta y comencé a caminar hacia las escaleras. Bajándolas con cuidado, seguí hasta llegar a la cocina. - Hoy, comeremos con un integrante más.

Ara: ¡Mi niño precioso! - Exclamó, haciendo que Ed, riera. - Parece que está mejor.

- No hay que confiarse. - Respondí, haciendo una mueca.

Ara: ¿Por qué lo dices? - Poniendo el recipiente con ensalada de tomates, llamó a sus hermanos que se encontraban en la sala.

- Harry se enfermaba y gravemente. - Haciendo una mueca. - Puede que él también tenga esa predisposición.

Ara: Esperemos que no.

Jace: ¿Qué esperan que no suceda? - Sentándose y acomodando la silla semi -alta para Lux, esperó que una de las dos hablara.

- Que no recaiga de nuevo Ed. - Susurré, acomodándolo, en su silla para bebé.

Luke: ¡Eso esperemos! - Sonriéndonos, cada uno tomo su lugar y en silencio, comenzamos a comer.

Harry.

- No quiero comer Niall. - Ofuscado, aparte el trozo de pizza, que había colocado en mi plato.

Niall: Bien, lo intenté. - Tomando el mismo, lo devoró en cuestión de segundos.

Liam: ¡Niall! - Exclamó, mientras colocaba otra pizza más, en el horno. - Vinimos para que Harry se alimente, no para que te alimentes tú.

Zayn y Louis que se encontraban jugando videojuegos, comenzaron a reír.

Niall: ¡No es gracioso! - Cruzándose de brazos, se intentó defender.

Liam: Cambiando de tema, necesitamos hablar, Harry. - Tomando asiento en el sillón, esperó a que los demás, prestaran atención tanto como lo hacía yo.

- ¿Es algo sobre el álbum?

Liam: Sí y no a la vez. - Riendo amargamente, acomodó un cojín, detrás de su espalda. - Debemos ir Nueva York.

- ¿Por qué? - Frunciendo el ceño, esperé que no lo hiciéramos. - Tenemos un estudio para grabar aquí.

Liam: Sí, pero hemos hablado con los managers y decidimos que lo mejor será grabarlo ahí. Tenemos espacio y lugares nuevos para mostrar y tú, lo sabes más que nadie. Prácticamente vives en EE.UU.

- ¿Y cuándo sería eso? - Tomando una rebanada de pizza, comencé a masticarla con pocas ganas.

Liam: La semana próxima y sería sólo unos días.

- Bien, no hay problemas. - Haciendo una mueca. - Me haré bien, un cambio de aire.

Niall: Y a Harry segundo también. - Girando mi rostro, observé con mi mascota, dormía plácidamente sobre su regazo. - ¿Qué? También necesita cariño y cuidado.

Negando con la cabeza, sólo atiné a seguir comiendo.

*1 semana después*

Ana.

- ¿Tienes todos los papeles? ¿Y los pasajes? - Repuso con cierto nerviosismo Ara.

- Sí, no te preocupes. - Besando su mejilla y abrazándola, sonreí. - Nos veremos pronto.

- Eso espero. - Sonriéndome, besó la mejilla de Ed. - ¡Adiós, mi niño hermoso!

Tomando mi valija, comencé a andar hacia la zona de inmigración. Esperando a que todo esté bajo control, escuché que alguien, gritaba mi nombre; girando mi rostro, me encontré con Jace.

- ¿Paso algo? - Acercándome, observé su cabello rebelde y algunas gotas de sudor en su frente. - ¿Has corrido?

- Sólo vengo a despedirme. - Abrazándome sorpresivamente, traté de corresponderle. - Que tengan un buen viaje, cualquier inconveniente, avísale al agente Marco y él me contactará a mí, a cualquier hora del día.

- Sí, haré lo que me pides. - Rodando los ojos, esperé que se alejara. - ¿No tienes que volver al trabajo?

- No podría sin antes hacer esto. - Acercándose, tomó mis mejillas entre sus tibias manos y poco después, unió nuestros labios. - Te amo, Ana. Cuídate.

- Lo haré. - Sonriendo tímidamente, caminé hacia la zona de embargue. Poco después, me encontraba en mi asiento junto a Ed, que se encontraba durmiendo. - Otro, que se duerme en el avión. - Riendo, recordé a Harry. - Quizás, lo volvamos a ver.

Cerrando los ojos, me preparé para el despegue. "Hacia allá vamos, Londres" pensé.

NUEVO CAPÍTULO, ¡AHHHH!

Espero que les guste, por favor, voten y comenten.

Ana. x

Czytaj Dalej

To Też Polubisz

70M 3M 60
Culpa mía es una película basada en la trilogía "Culpables" - Próximamente disponible en Amazon Prime. ¡Disponible los 16 primeros capítulos! **Ganad...
488K 57.8K 73
Meredith desde que tiene uso de razón, conoce la existencia de Darek Steiner, aunque ha estipulado una regla bien marcada en su vida: NO ACERCARSE A...
496K 24.6K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
103K 6.1K 18
LIBRO TRES DE LA SAGA ÁMAME. Summer ha estado enamorada de Nikolai desde que tiene memoria, ella siempre ha estado consciente de que nunca pasaría a...