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By mpdg16

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Un testamento Dos cláusulas Un chantaje Connor Black el CEO más poderoso. Es el presidente de Black Enterpr... More

Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14-1
Capitulo 14-2
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33

Capitulo 21

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By mpdg16



Alexa POV

-Te odio. –le dije enfurecida pasando las manos por mi vestido (imagen de multimedia 1)

-Pues es mutuo.- me responde burlón

-¿Porque eres tan cabezota? Te dije que no quiero pasar por los paparazzis. Así que vas a tener que bajar solo y yo entro por otra puerta.

-Creo que no me di a entender bien, pero te lo repito...No vas a bajarte en otra puerta, vas a bajar conmigo. ¿Se te olvido que tenemos que empezar a ser una pareja?

-¡Qué no! –le digo desesperada. Mierda! No puedo dejar que vean mi cara. Cambio de estrategia-. Connor, si me dejas meterme por otra puerta sin los paparazzis mmm...dejó que me beses enfrente de todos en la fiesta. –es mejor eso a que encuentre. Miro a Connor y parece como si lo estuviera considerando

-Suena tentador, pero no. –dice con una sonrisa de satisfacción estupida cuando gruño. Se oye un carraspeo

-Hm hemos llegado. –nos dice John desde adelante que va con Marcus. De ir peleando con Connor no me di cuenta que ya habíamos llegado. Me empieza a entrar el pánico.

-Vamos. –me dice Connor y abre la puerta, sale y pone la mano para ayudarme a bajar. Bajo y Connor me agarra de la mano,  veo hacia el piso con el pelo en la cara y pegada a Connor para que él me tape. Caminamos rápido y sin pararnos a tomar fotos con lo que nos gritan los paparazzis.

Cuando entramos al hotel trato de soltarme la mano pero Connor fuerza su agarre y me da una mirada de advertencia.

-Connor, por favor. Cada uno hay que entrar por nuestra cuenta. –le suplico. Me mira detenidamente y le suplico con la mirada.

-Bien –saco el aire que estaba conteniendo-. Pero la próxima vez vamos a decir de lo nuestro.

-Claro. –le digo y el camina enojado a la entrada de la cena. Trató de tranquilizar mi respiración y me llaman por teléfono. Lo saco de mi bolsa y es Trent. Empiezo a respirar entrecortada. Camino hacia un lugar tranquilo y que no haya nadie.

-Trent

-Esta muerto, Alexa.

No oigo nada a mi alrededor. Salgo de mi estupor cuando oigo a Trent llamarme por el teléfono y es cuando me doy cuenta que lágrimas se resbalan por mi mejillas. Pongo una mano en mi boca.

-¿Qué dijiste? –le susurró

-Esta muerto. Ya no tienes nada de qué preocuparte nunca más. Eres libre. Ya no más esconderte.

Tardó unos segundos en responderle porque no puedo hablar.

-¿Qué...que pasó? –digo con un nudo en la garganta por la emoción

-Hubo una emboscada, huyó pero lo seguimos. Hubo una persecución con disparos y uno le callo en la llanta de la camioneta en la que iba y se des controlo. Rodó y...exploto. Habían tres personas más en la camioneta. Quedaron calcinadas.

Tarde un momento en hablar.

-¿Sería una mala persona si  te dijera que estoy feliz y por primera vez me siento tranquila?

-Por supuesto que no. –me dice suave-. Me enojaría si dijeras que te daba lastima. Ese tipo se merece lo que le pasó.

-Tienes razón. Trent muchísimas gracias por todo. Por favor salúdame a tu mujer y al bebé. Y mil gracias por lo que hiciste por mí. –le dijo con emoción

-No tienes que agradecer nada. Ya es hora de que empieces hacer tu vida.

-Es lo que pienso hacer. –le aseguro. Nos despedimos y cuelgo. Voy hacia el baño a retocarme el maquillaje para que no se vea que he estado llorando.

Entró en el salón y veo que está llenísimo. Camino hacia mi mesa pero en el camino me encuentro con unos conocidos y los saludo. Cuando acabó de hablar con ellos me volteo y alguien me pone el pie. Trato de agarrarme con la silla, pero no alcance. Se oyen gritos y murmullos. Siento como me agarran de la cintura y me alza hacia su pecho. Respiró entrecortado.  Si no es por la mano en la cintura que me agarra con fuerza abría acabado en el suelo.

Trato de recobrar el aliento y siento el aliento de la persona en mi frente. Mis brazos están agarrados con fuerza en su traje, las quito y doy un paso hacia atrás.

Alzó la mirada y me quedo mirando la sonrisa encantadora de Ryan.

-Muchas gracias. –le agradecí

-No tienes ni que decirlo. –me ve divertido-. Al parecer estamos destinados a que te salve.

Iba a responderle cuando oigo una voz

-Alexa! –me llama Connor viniendo hacia mi y parece preocupado.

Cuando llega a donde estoy, me agarra de la cintura, me jala hacia su pecho, pone una mano en mi cabeza y me da un beso de pura posesión. Todo pasó tan rápido. Se oyeron gritos de sorpresa, murmullos.

Nos separamos, con la respiración entrecortada y nos quedamos viendo a los ojos. Vi en sus ojos deseo, satisfacción y lujuria. Se acerca a mí y pone una mano en mi mejilla. Sigo sin hacer nada por lo aturdida que estoy.

-¿Estás bien? –me pregunta. Salgo de mi estupor y me doy cuenta que estamos en la cena y que todo mundo nos está mirando. Me ruborizo completamente. Se oyen risas y "aww". Miro a Connor y tiene una sonrisa de satisfacción. Me aclaró la garganta.

-Si...estoy bien. –le respondo. Miro y veo que Olivia fue la que me puso el pie. Me manda una mirada venenosa. Le iba a mandar una, pero Connor se acerca a mi, me agarra de la cintura, me jala hacia el y se voltea hacia la gente.

-Esta perfecta. –se voltea hacia los músicos-. Que siga la cena.

Dicho eso todo mundo volvió a lo suyo. Miro a Connor y le mando una mirada de puro odio.

-¿Qué te pasa? –le susurré-.¿Porque hiciste eso?

-Vi la oportunidad y la aproveche. –me dice en mi oído

-Arruinaste todo. Y tienes suerte de que no anda ningún fotógrafo.- le susurré enojada. Connor mira atrás de mi y se pone se pone serio. Volteo y Ryan nos mira

-Vaya, al parecer se lo tenían muy guardado. –me mira-. Creo que ya se porque me rechazaste y me dijiste que era mejor ser amigos. –mira a Connor duro-. ¿Es por el no? Claro que es por el.

Iba a responderle pero Connor se me adelanta

-Que bueno que lo tengas en claro. Y te pediría por favor que no te le acercaras.

Se ríe sin humor Ryan

-Tu no eres nadie para decidir eso.

-Tal vez. Pero lo harás por qué es lo que te conviene.

Se endurece la cara de Ryan y se acerca mirando a Connor

-¿Es una amenaza?

-Tómalo como quieras. –se acerca y quedan cara a cara-. Pero esto si te digo...Aléjate de Alexa.

Me pongo en medio de los dos y los separo

-Por favor, este no es el lugar ni el momento para discutir. –miro a Connor-. No tienes porque prohibirle que se aleje de mi. –miro a Ryan-. Ryan...

-Olvídalo –me dice frío y se aleja. Suspiro y me estremezco cuando Connor pone sus brazos alrededor de mi cintura. Veo que se acerca la familia de Connor

-Vienen hacia aquí tu familia.

-Familia –empieza Connor cuando llegan a nosotros-. Sé que se los teníamos que decir a ustedes en privado, pero no salió como esperaba... Alexa y yo estamos saliendo. –les anuncia. Bufo

-Creo que ya se dieron cuenta de eso. –le digo sarcástica. Los miro y les sonrío con una sonrisa de disculpa-. Sé que se lo teníamos que decir a ustedes primero, pero como verán Connor lo arruino todo. Iba a ser una sorpresa para la próxima cena. –les explique con un puchero. Connor pasa sus brazos por mi cintura y me pega hacia el.

-No fue mi culpa, cariño. Estaba preocupado por ti que ni si quiera pensé, solo actúe. –me mira y me besa. Se voltea hacia su familia-. ¿Y bien, no nos dirán nada? ¿Se van a quedar toda la noche como estatuas? –pregunta burlón

Salen de su estupor y nos abrazan y felicitan.

La noche pasó sin ningún otro incidente, todo salió como esperábamos pero sentí una mirada venenosa hacia mí y supe que era de Olivia cuando la descubrí mirándome con una promesa.

<<Aprovecha mientras puedas>>





Connor POV

-Connor –volteo a la voz que no sale de mi mente. Guau, se ve impresionante! (Imagen en multimedia 2)

-Alexa –le digo cuando llega a mi lado. La miro por completo-. Estas impresionante.

-Gracias. –la miro fascinado por el súbito rubor que encendió sus mejillas-. ¿Porque querías que nos viéramos aquí y que era muy importante?

Miró por encima de su hombro y descubro que Frank Mulligan y su voluptuosa tercera esposa se acercaban a nosotros

-Alexa –me apresure a explicar, a la hermosa y desconcertada cara—. Necesito que sigas todo lo que diga. El futuro de la compañía depende de ello —al percibir una negativa en el modo en que iba a enarcar las cejas, La jalo de la cintura y le doy un beso. No me lo regresa y rezo para que no me de una bofetada si no todo se va por la borda. Agarró la esbelta mano izquierda de ella en la mía más grande y me volví con una radiante sonrisa—. Sr. Frank, señora  Mulligan —acerque más a Alexa a mi lado—. Me gustaría presentarles a la mujer que les hable, la que me trae loco..





Alexa POV

-Será mejor que empieces a hablar o me voy. –le susurré cuando la pareja se fue a saludar a alguien.

-Vamos a cenar. –me explica con indiferencia

-¿Y el motivo para esta farsa?

-En primer lugar no es una farsa, estamos saliendo ¿recuerdas? –lo miro-. Bien, ya sé que también es una farsa, pero necesito esa farsa.

-¿Porque?

-Eh..es una larga historia. No hay tiempo ahora. Te la contaré luego.

Su modo evasivo mientras recogía dos copas de champán me disparo el indicador de suspicacia. Le aferre el brazo y apreté hasta que él alzó sus ojos. Tal como sospechaba, su cara reflejaba la expresión ligeramente estúpida que siempre ponían los hombres cuando trataban de ocultar la culpa con inocencia.

-Dímelo ahora, cariño -esbocé una sonrisa dulce—. O este maravillosa cena se va al garete.

-Alexa, no es na...

-Dímelo.

-Bueno, si debes saberlo-siseó-. Quinn Mulligan me ve como una vieja llama que vale la pena volver a avivar.

-¡Debí imaginarlo! Eso explica las miradas venenosas que me ha estado dirigiendo. ¿Lo sabe sr. Frank Mulligan ?

-No lo creo, pero... —de nuevo miró incómodo en dirección a la otra pareja—. Mulligan es enfermizamente celoso; a menos que podamos convencerlos a ambos de que no tengo el menor interés en la coqueta Quinn, es factible que no nos eche por la borda este contrato y no quiera hacer negocios conmigo —sus labios formaron una línea sombría—. Tendremos que esmerarnos en nuestra representación.

-Vas a deberme un favor muy grande por esto, Connor Black .

-Pero sí de todas formas tenemos que hacerlo –dice indignado-. Ahora todo mundo ya sabe que estamos saliendo.

-Eso fue gracias a ti y por tu maravillosa escena de amor-celos.

–Da lo mismo, ¿Lo harás?

-No temas, cariño, seré la mejor novia que jamás hayas tenido —reí entre dientes ante su expresión.

-No cometas el error de subestimarlos —advirtió—. Puede que Mulligan sea excéntrico, pero es un viejo astuto, y Quinn no es tan tonta como parece.

-Puede —acepto, pasando la mano por su brazo y sonriéndole en beneficio de la voluptuosa morena y del canoso hombre que rápidamente se acercaban a ellos—. Pero podemos practicar con ellos, así que será mejor que lo hagas de maravilla.

-Yo lo puedo hacer de maravilla. –me dice con una sonrisa seductora. Se acerca a mi oído-. ¿Pero tú puedes hacerlo?

-Devoradora de hombres a las dos en punto —susurre con urgencia—. ¡No hagas nada!

Bese a Connor profundamente


Connor POV

¡No hagas nada! ¡Debía estar bromeando! Sentí como si me faltara un segundo para experimentar una fusión total. ¿Qué demonios le había sucedido a la mujer fría y rígida que había besado hace unos momentos?

-Cielos. Espero no interrumpir nada. - dudo de que el sonido de la voz de Quinn se hubiera registrado en mi mente de no haber sido por el hecho de que provocó la retirada de la boca ardiente y el cuerpo cálido pegado al mío.. Pero incluso en el momento en que mi aturdido sistema se afanaba por recuperar el equilibrio, la mujer responsable de mi ebriedad emocional parecía impasible.

-En absoluto, señora Mulligan. –le dice Alexa como si nada

-Por favor dime Quinn. Señora me hace sentir vieja. –le dice Quinn a Alexa apretando los dientes. Miro a Alexa y supe que lo hizo a propósito. Me acerqué a ella y le pase mi brazo alrededor de su cintura. Le di un pequeño pellizco de advertencia.

-Espero que el vuelo haya estado bien. –les digo

-Por supuesto. Muchas gracias. –le responde Frank con una sonrisa

- Tranquila , Alexa. –le susurré cuando la pareja se estaba besando

-Pff.- resopla y se jala para que la suelte-. Necesita un alto esa tipa. –me susurró



Alexa POV

-Nos encantaría a Quinn y a mí invitarlos a nuestra casa en mi isla. –nos dice Frank mirando a su esposa-. ¿No es así, cariño?

A la faceta perversa que había en mi me habría gustado atribuir la expresión en blanco en la cara de «Cariño» como prueba de que era tan estúpida como había creído, pero lo más probable es que no hubiera oído la invitación de su marido, concentrada en enviarle miradas ardientes a Connor a espaldas de Frank. Quinn Mulligan era tan sutil como el diamante del tamaño de una pelota que llevaba en la mano izquierda.


-Es precioso, ¿verdad? —comentó la morena al notar la dirección de mis ojos a su pedrusco, plantándome  la enorme piedra en la cara—. Frank eligió el diamante, pero yo diseñé el engaste.


—Es... es único —dije—. Jamás había visto tanto detalle en oro blanco.


—En realidad, es platino. Soy alérgica a los metales baratos, ¿verdad, cariño? —le sonrió a su marido .


—Para sufrimiento de mis contables, que no tienen idea de lo mucho que un hombre desea complacer a la mujer que ama —rió entre dientes y le guiñó un ojo a Connor—. Creo que sería buena idea dejar que las señoras se sienten juntas,  de ese modo podrán charlar de joyas y moda todo lo que quieran mientras nosotros hablamos de negocios.

No rebatí el comentario sexista, notando que a Connor no le entusiasmaba más que a mí la idea de Frank.


—Veo que no eres muy aficionada a las joyas, Alexa —dijo Quinn en cuanto se pusieron en marcha a la mesa—. No he podido evitar notar que no llevas ningún anillo, ni joya.

-Si me gustan, pero solo los ocupo en cosas especiales. –le digo con una sonrisa falsa.

-Frank, yo creo que es mejor que Alexa y yo nos sentemos juntos, y tú con tu mujer para así hablar mejor, enfrente de cada uno ¿no crees? –le dice Connor

-Como gustes, Connor. Por mi perfecto. –dice y besa a su esposa que disimuladamente se quita

-Vamos a sentarnos. –dice Quinn no muy feliz

Connor me ayuda con mi silla y nos damos una mirada de "va a ser una noche larga"

Quinn aprovechó al máximo la abertura de su vestido para mostrar su cuerpo. No sabía si  estar asqueada o divertida por el descarado exhibicionismo de la mujer.
«¿Y Connor había tenido una aventura con esa mujer?».

Más tarde, decidí que estaba siendo la noche más larga de mi vida, y lo triste era que todavía no habían empezado el primer plato.
No hacía falta ser un genio para reconocer que Frank estaba tan estúpidamente embobado por su tercera esposa, o al menos por sus atributos físicos, que era ajeno al hecho de que ella sólo se fijaba en Connor. Siempre que la vista de Frank se desviaba a los pechos demasiado expuestos de su mujer, que no paraban de moverse, seguro que por el esfuerzo de respirar en un vestido tan ceñido, ella miraba con expresión tórrida a Connor.

El plato principal apareció y desapareció en una atmósfera cargada de mentiras y al parecer de inagotables botellas de champán. A medida que éste se apoderaba más de Frank, menos inclinado se sintió el hombre mayor a alzar la vista del escote de su esposa o a notar que ella cada vez se aproximaba más a Connor. Cualquier intento por centrar su mente en los negocios era descartado con comentarios como: «Dejemos eso para la oficina» o «Mi Quinn se angustia cuando antepongo los negocios a ella». Estaba a favor de cualquier cosa que angustiara a «su Quinn»; que había acercado la silla hasta el punto en que podía jugar con los pies de Connor. Lo sabía porque unos momentos antes tuvo la sorprendente, pero satisfactoria experiencia de interceptar un pie descalzo femenino con el tacón del zapato.

Bajo ningún concepto era puritana, pero cualquier oportunidad de hablar de negocios se había deteriorado en proporción directa con la capacidad de Frank de controlar lo que bebía o a su coqueta esposa. No paraba de esperar que Connor pusiera fin a la velada, pero por lo que podía ver no parecía perturbado por la cena, aunque en los últimos veinte minutos me había lanzado miradas de petición de ayuda.
Pero no tenía ni idea de cómo esperaba que lo hiciera. Como Quinn aún no había llegado a la fase de subirse a su regazo y arrancarle la ropa, en ese punto, y a pesar de lo atractivo que resultaría, tirarle el plato a la cabeza sería considerado un acto de agresión. A menos...

-Alexa, cariño... me encantaría bailar —titubee tratando de ver si podía andar—. Oh, por favor, cariño

—Claro, cariño.  —agarro mi mano y le sonrió a sus acompañantes. Volteo hacia ellos y les digo—. Si nos disculpan...

—¡Por supuesto, por supuesto! —animó Frank—. Yo ya no puedo bailar, pero aún soy capaz de apreciar lo agradable que es tener a una mujer hermosa en brazos.


—Más probablemente al viejo verde le gustaría tenerla tumbada —musite cuando salimos a  la pista de baile poco iluminada—. ¡Si no me hubiera apartado de esos dos creo que habría vomitado! Dios mío, se la come con los ojos como si fuera un adolescente encendido. ¡Aunque ella tampoco es mejor! —exclamé  acalorada—. ¡Le mete las tetas en la cara al mismo tiempo que te seduce a ti! ¡Y tú la animas, maldita sea!


—¡En absoluto! Lo más que he hecho ha sido hablar con ella.

—Exacto.


—Sé razonable, Alexa, no puedo ignorarla. Además, coquetear para Quinn sólo es un juego. Podría gustarle ganar, claro, pero lo más importante es la persecución.

-Entonces no bajes la guardia con Quinn—suspire—. Por algún motivo los hombres tienen la costumbre de subestimar de lo que es capaz una mujer.


—Deja de preocuparte, Alexa. Podré ir por delante de Quinn. Aunque no debemos olvidar que es el tipo de mujer que si se siente rechazada, podría decirle algo a Frank y fastidiamos el negocio para vengarse.


—¿Debo sorprenderme?


—Lo único que te digo es que sería inteligente que dejaras de provocarla cada vez que abres tu linda boquita.


—¿Yo? —abrió mucho los ojos-. ¿Qué yo la provoco? Connor Black  ¿has llevado tapones en los oídos toda la noche? No ha dejado de dispararme perdigones desde que llegamos. No he hecho nada deliberado para agitarla.


—¿De verdad? Entonces el beso que me diste no fue para provocarla, sino para excitarme a mí, ¿no?


—¿Qué te...? ¡No seas ridículo! ¡Por el amor del cielo, ese beso no fue peor de los que tú me has dado!


—Coincido contigo en un punto —dijo—. Aparte estaba a dos de golpearlo.

—¿De verdad? —lo mire con expresión de sorpresa-. Pues no se te veía. Estas demasiado tranquilo. ¿Y se puede saber porque lo ibas a golpear?

-Por mirarte. –me dice muy cerca de mi boca mirando intensamente.

No pude contener un ligero jadeo de sorpresa cuando Connor bajó la cabeza y comenzó a juguetear con el lóbulo de mi oreja, y si el brazo que me rodeaba la cintura no se hubiera tensado en ese preciso momento, sin duda me habría desplomado en el suelo. Esforzándose por superar las caóticas respuestas de mi cuerpo ante la representación demasiado convincente de mi novio, sin éxito trate de retirarme un poco.


—¿Eh...Connor... Hmm... no te estás excediendo... un poco? —logre soltar.


—Shhh —susurró y añadió—: No hagas nada.


¡Qué no hiciera nada! ¡Debía estar bromeando! ¿Es que no tenía idea del efecto que surtía en mi? Demonios, desde el momento en que me abrazó apenas había sido capaz de respirar... El corazón me latía como si fuera a salirme del pecho, y empezaba a sentir tanto calor que comenzaba a sudar en sitios que no se veían afectados por la temperatura ambiental. El aroma de su loción para después del afeitado era tan seductor y delicioso, y el sólo hecho de pasarse la lengua por las comisuras de la boca invocó el sabor del beso anterior.


«¡No, Alexa !», gritó su cerebro. «¡Deja de mover la lengua en este mismo instante!»
¡Demonios! ¿Qué estaba pasando? Bueno, de acuerdo... no era tan inocente como para no reconocer que sus hormonas despertaban, pero, por el amor del cielo, había bailado con hombres atractivos cientos de veces y jamás se había excitado como con Connor. Aunque ninguno nunca me había mordisqueado la oreja ni pasado su mano por mi trasero de esa forma tan sexy y estimulante.

¡Cielos! Las cosas que me hacía sentir. Y todavía ni siquiera me había besado. Señor, si lo hacía... tendrían que llamar a los bomberos para apagarme.

-Connor...-le susurré y lo empuje con la fuerza que encontré-. Será mejor que regresemos y acabar con esta velada.

Nos quedamos viendo

-Tienes razón. Vamos. –me dice dándome su mano. La tomo y caminamos hacia la mesa.

Connor parecía tranquilo explicándole al borracho Del Sr Frank y a su suspicaz esposa que yo no me encontraba bien y que deseaba llevarme a casa.

-Te juro que si pasábamos un minuto más con Sr Lujuria y lady Lascivia me mataba. –le dije a Connor con los ojos cerrados en el coche de vuelta a casa. Escucho una risita

-No seas exagerada, Alexa.

-Si, bueno, pues casi. –gimo-. Mañana tengo que ir a comer con tus cuñadas y tú madre.

-¿Y porque haces ese sonido de dolor? –escucho Connor decirme muy cerca de mi

-Porque me van a ser un interrogatorio. Me van a decir que porque no les había dicho de lo nuestro. –le digo y al final me sale un bostezo-. Lo siento. Estoy cansada. –abro los ojos y lo miro. Me ve divertido

-No te preocupes –me dice. Se ve súper sexy sin la corbata y tres botones desabrochados-. Y con lo de la comida mañana, va a estar bien.

-Si, como tú lo dices y no vas a estar ahí. Me tengo que comportar como la mujer enamorada. –le digo con un puchero. Pasan unos minutos sin decirme nada

-Alexa –me llama Connor y lo miro. Me ve con una mirada extraña-. ¿Has estado enamorada?

Lo miro perpleja.

-¿Por...-me aclaro la garganta- Porque lo preguntas? –le preguntó tratando de sonar indiferente

-Porque pareces muy cínica en esas cosas del amor.

-Por qué lo soy y no me digas que tú no.

-Puede ser que nunca me haya enamorado, pero sí creo que hay una persona destinada para cada uno. Incluso para mí.

Me quede quieta como una estatua y lo miro boquiabierta asombrada

—¿Qué? —dice con el ceño fruncido-. ¿Qué he dicho?


—La cosa más romántica que he oído que ha salido de tu boca, Connor Black —sacudí la cabeza—. ¿Quién lo habría imaginado?


—Eh —protestó—. Quiero que sepas que he dicho muchas cosas románticas en mi vida.


—¿Y porque siento que es mentira?

-Olvídalo.

-Olvidado. –le respondo mirando la ventana. 

Todo el camino de regreso estuvo en silencio hasta que John anunció que ya aviamos llegado a mi edificio.

-Gracias. –les digo bajándome-. Buenas...¿a donde vas? –le pregunte a Connor cuando se bajó del coche

-A acompañarte. Vamos. –me dijo. Me despedí de John y Marcus. Lo seguí.

-Buenas noches, Jye. –le dije a mi portero y nos subimos al elevador.

Me quito mis tacones y hago un sonido de alivio. Connor me ve divertido

-Me hubieras dicho que te molestaban.

-¿Y qué hubieras hecho? –le preguntó burlona

-Llevarte en brazos. Es más...lo voy hacer.

Me toma en brazos y grito.

-Connor, bájame. Por favor. –le suplico poniendo mis brazos alrededor de su cuello

-No. –me susurra.

Llegamos a mi piso y me deja en el suelo.

-Gracias. –le digo cuando abro la puerta. La empiezo a cerrar pero Connor pone su mano para detenerla.

-Alexa, ¿Quisieras ir a cenar conmigo mañana?

Me quedo en silencio y me empiezo a morder el labio nerviosa. Suspiro.

-Me gustaría. –le digo-. Pero no puedo mañana.

-¿Porque no?

-Mañana iba a ir a cenar con Gina y Kyle. –le explico. Lo miro y parece decepcionado pero cambia su expresión súper rápido. La verdad es que si lo quiero ver-. Oye, ¿quisieras venir mañana con nosotros?

-Me encantaría. –me dice con una de sus sonrisas de galán de Hollywood

-Perfecto.-me acerco a besarlo en la mejilla-. Buenas noches, Connor.

Y con eso cierro la puerta dejando a un Connor como estatua.









-¿Porque rayos no nos dijiste sobre tú y Connor? –me reclama Jessica

-¿Desde cuándo sales con mi cuñado? –me pregunta Sara

Estoy comiendo con las señoras Black y me están haciendo un interrogatorio del tercer grado. Victoria solo me ve divertida viendo mi cara abrumada por sus preguntas que ni me dejan hablar.

-Chicas, dejen hablar a Alex. -por fin interrumpe Victoria

-Gracias. La verdad es que solo paso. Salimos desde hace dos meses, pero no quería decirlo porque no sabía si iba en serio.

-¿Entonces ahora sí van enserio? –pregunta Emily con una sonrisa

-Si. –les digo con una sonrisa tímida

-Ya me lo veía venir. –dice Sara. La miro sin entender-. Lo suyo. Tú y Connor. Siempre se veían y tenían una química sexual impresionante. –explica y me ruborizo. Se atacan de la risa.

-Si, bueno. Estamos juntos y ya. –y doy por acabado el tema.











Mientras Connor rodeaba el coche, me fije en que parecía cansado y no pude evitar preguntarme por qué me parecía todavía más atractivo así.

¿Tal vez porque aquello le confería un toque de vulnerabilidad que no había visto antes en él? Fuera por lo que fuese, me sudaban las manos.

—¿Has tenido un mal día?—le preguntó cuando Connor se puso al volante—. Perdona que te lo diga, pero no tienes muy buen aspecto.

Connor sonrió.

—Digamos que he tenido días mejores—confesó, inclinándose hacia ella y besándola en los labios—. Olvídate de lo que acabo de decir. Hoy es un día maravilloso.

Sentí que la felicidad se apoderaba de mi. Me apresure a decirme que, probablemente, ya habría utilizado esa frase con otras muchas mujeres. Aun así, me había gustado.

-¿Qué hiciste hoy? –me pregunta Connor después de un rato sin apartar la vista de enfrente.

-No mucho. Fui a trabajar. Lo normal. –me enojo de hombros.

En un semáforo me ve detenidamente. Le sostengo la mirada

-Al parecer no soy el único que está cansado. ¿Qué pasa? Parece que no has dormido mucho

Me ruborice

-No mucho. –le digo viendo por la ventana. Me volteo a mirarlo y me encuentro con su mirada de "sigo esperando". Suspiro-. Digamos que no he dormido bien por unas personas que se quedan conmigo.

-¿Porque? –me pregunta cuando se pone en verde y avanza

-Cosas. –me limito a decirle. No pienso decirle que es porque han tenido un maratón de sexo en el cuarto de al lado y que se oye hasta Brooklyn aunque ellos piensen que no se oye nada. Digamos que las hormonas de una mujer embarazada están muy activas y despiertas.

-Ya llegamos. –anuncia deteniéndose en el valer parking. Sale del coche, rodeándolo y me abre la puerta.

-Gracias –le digo cuando me ayuda a salir.

Pone una mano en la parte baja de mi espalda. Se me acelera el corazón.

Caminamos hacia el restaurante.

-Hola –saludo a Gina y a Kyle cuando llegamos a nuestra mesa. Ven detrás mío con curiosidad y más Kyle. Me aclaro la garganta-. Quiero presentarles a alguien. Connor ellos son mis mejores amigos Gina y Kyle. –me giro hacia ellos-. Gina, Kyle él es Connor Black. Él es...mm bueno, estamos saliendo. –digo por fin. Kyle tiene los ojos abiertos. Se para y Gina lo sigue. Se acercan

-¿Estás saliendo con el? –me pregunta Kyle todavía sin creérselo. Asiento. Kyle sabe de todo y él sabe que todavía no estoy muy bien respecto a lo que pasó y que no había salido con nadie después de eso.

-Si. Estamos saliendo. –le dice Connor cuando pasa su brazo por mi cintura y me jala hacia el-. ¿Algún problema? –le pregunta Connor retándolo.

Se quedan viendo los dos hasta que Kyle le tiende la mano.

-Me gustas. –le dijo a Connor. Me mira y me sonríe-. Abrázame. –me separo de Connor y lo abrazo fuerte. Siento un peso menos de encima. Desde lo que pasó todos los hombres de mi vida me protegían demasiado y prometieron nunca dejarían que saliera con alguien que ellos no hubieran investigado. Nos separamos y doy un paso para atrás. Connor me vuelve a poner el brazo en la cintura y me jala hacia el. Veo en los ojos de Kyle aceptación

-Aunque tengo que investigarte y decirle a los otros tres sobre esto. –me mira-. ¿No les has dicho, verdad? –niego con la cabeza

-Aún no quiero hacerlo...

-Pronto lo vamos hacer. –me interrumpe Connor-. ¿No es cierto, cariño? –me besa antes de que pueda responder

-Bien. Vamos a sentarnos. –dice Kyle y nos sentamos en la mesa Connor al lado de mi y del otro lado Kyle y Gina.

-Bueno, no son los únicos con una sorpresa.-dice Kyle con una sonrisa mirando a su mujer-. Vamos a tener un hijo. –declara orgulloso y feliz.

Me hago la sorprendida, me paro de la mesa y los felicito, Connor hace lo mismo.

Me la pase súper bien, la cena fue todo un éxito. Connor y Kyle se cayeron bien al momento, al parecer tienen demasiadas cosas en común y se hicieron amigos. Gina y el también se cayeron muy bien.

Connor los invito a la próxima cena familiar de su familia y ellos aceptaron contentos.

Connor insistió en regresarnos y cuando llegamos a mi edificio me sostuvo la mano para que no siguiera a Gina y a Kyle que subían por el elevador.

-¿Qué pasa? –le pregunte

-Quería despedirme de ti como se debe. –me dice antes de depositar su boca en la mía-. Sueña conmigo. –dice eso,  se da la vuelta y se va.

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