Capitulo 26

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-¿Que...-susurro pálida sin todavía creer lo que me pregunto.

-Alexa...-el también está pálido-. ¿Ese hombre...te...violo? ¿Qué te hizo ese hombre?

-Solo me secuestró...-empiezo diciendo pero él me corta

-Alexa, tú y yo sabemos que eso no es cierto. Fue más que el secuestro. -da un paso y yo instintivamente retrocedo. Siento como se me resbala una lagrima. Se detiene-. Nena...

Antes de que supiera lo que él iba a hacer, sentí cómo presionaba la boca sobre la mía. No de una forma brutal, a la que hubiera podido enfrentarme, no, sus labios acariciaban los míos con suavidad y eso hizo que mi pulso se acelerara, al mismo tiempo que mi corazón latiera con fuerza, como si fuera una adolescente. No tenía sentido, no había una razón lógica para que él despertara esta reacción en mi.
Me estaba seduciendo. Con la lengua me acarició la boca aún cerrada, excitándome sin palabras, haciendo que mi cuerpo desobedeciera las órdenes de mi cerebro. Me mordisqueó el labio inferior de una manera tan erótica, que me estremecí de modo visible, sabiendo que si no le detenía pronto, no podría controlar mis sensaciones.

Abrí los puños que tenía sobre el pecho de él e hice presión tratando de retirarle. Él me oprimió la nuca para evitar que separara la boca, pero de alguna manera, encontré la fuerza para alejarme y murmurar:

–Muy bien... te lo diré... -tratando de ganar algo de tiempo y que se separa de mi.

Cuando mire los ojos de Connor, eran muy oscuros y brillaban con una intensidad que me hacía sentir calor bajo la piel. Había pensado que él era frío y trataría de dominarme al principio que lo conocí, pero el calor de su mirada cuando me veía me decía otra cosa. Siempre supe que él no sería como Jack. Solo yo trataba de decirme eso a mí misma al principio, pero no. Connor es mil veces diferente a como era Jack.

–Demasiado tarde. –el sonido de las palabras vibró contra mi boca cuando me besó, de una manera ardiente y profunda.

Me tenía la mano puesta en la nuca y la inclinó hacia atrás hasta que mi cuerpo quedó tenso como una cuerda y mis senos se oprimieron contra el pecho masculino y mi boca quedó vulnerable a cualquier asalto que el quisiera hacerle. Tuve que sostenerme de sus hombros para evitar perder el equilibrio. Había perdido el sentido, mi boca tibia y dócil bajo la de él, traicionaba lo que mi cerebro me ordenaba, expresando una necesidad que salía desde mi interior.

No. No, no, no. ¿Qué estoy haciendo?

-Noo...no...no-digo separándome y después me doy vuelta y me alejo lo más rápido posible. Siento como empieza a comenzar un ataque de pánico. Corro con todo lo que puedo con tacones.

-¡Alexa! -giro la cara y veo a Connor demasiado cerca de mi. Corro más pero no es suficiente. Me agarra de la cintura y grito cuando me pone sobre su espalda.

-¡Maldita sea Connor! ¡Bájame ahora mismo! -le gritó dándole de puñetazos en su espalda

-Tu y yo nena, vamos hablar. -y con eso me da una azote en el culo-. Basta de huir de mí. De nosotros.

Dos camionetas nos esperan en la entrada. Nos abren la puerta, me tira sobre el sillón y se mete.

-Casa de Alexa. -le dice Connor al chofer.

Recargo mi cabeza en el vidrio, veo pasar la cuidad.

¿Hablar con Connor de lo que me pasó? Tan siquiera pensarlo hace que me ponga enferma y me den ganas de entrar en pánico. No le puedo contar a Connor la verdad, me mataría ver en sus ojos lastima o otra cosa. Me mataría saber que al hombre que quiero me viera diferente y me tratara diferente.
Digo inconscientemente.

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