Abrí los ojos lentamente y al girarme me encontré con Camila acostada a mi lado. Dormía pacíficamente y continuaba abrazada a mí con la misma fuerza que la noche anterior.
Me tomé el tiempo suficiente para estudiar sus rasgos faciales, todo en ella era perfecto y no podía entender como de alguna manera se había fijado en mí.
Me mantuve en la misma posición alrededor de una hora sin querer despegarme de su lado, reproduciendo lo que había sucedido entre nosotras y aun me costaba creer que la más joven había viajado a New York solamente para verme, era la primera vez que alguien hacia algo así por mí.
Parecía una idea loca, teniendo en cuenta que no éramos una pareja real; Ni siquiera sabía que era lo que teníamos.
Mis ojos cayeron a sus labios que estaban ligeramente abiertos e hinchados; Producto de la sesión de besos.
No podía contenerme más, despacio deje un suave beso sin intenciones de despertarla pero lamentablemente lo hice.
Ella abrió sus hermosos ojos chocolate mirándome con ternura y una sonrisa apareció en su rostro al darse cuenta que estaba conmigo.
"Buen día" susurro con voz ronca. Podía ser completamente sexy sin darse cuenta y eso me volvía loca.
"Buen día bella durmiente" respondí en tono de broma levantándome para preparar el desayuno.
"¿A dónde vas?" pregunto Camila haciendo pucheros. Se veía tan hermosa por las mañanas y me sentía afortunada de estar presenciando ese momento.
"A prepararnos el desayuno" respondí sonriendo dejándola sola en la habitación.
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"¿Te estas divirtiendo hasta el momento?"
"Si, es una lástima tener que volver mañana" Camila confesó reflejando tristeza en sus palabras.
Estábamos sentadas en el parque en un tipo de picnic que había preparado para ella después de un largo día paseando por la ciudad.
Hice mi mayor esfuerzo por hacerlo especial y hasta el momento todo había salido bastante bien.
"Bueno, la próxima vez tienes que quedarte más tiempo" me devolvió una sonrisa y vi como los hermosos ojos chocolates se iluminaron.
"¿La próxima vez?" sus cejas se elevaron ligeramente.
"Si, la próxima vez que quieras visitarme." Enfatice mis palabras y por alguna razón mi pulso se aceleró inmediatamente debido a que no habíamos hablado sobre qué rumbo tomaría nuestra relación. ¿Habría una próxima vez?
"Si por mi fuera, te visitaría todos los meses" respondió entre risas, tranquilizándome de alguna manera.
Mis ojos se centraron en sus labios rosas que brillaban a causa del brillo de labios que siempre usaba y quería besarla más que nunca, pero no sabía si eso estaba bien.
A pesar de haber compartido una acalorada sesión de besos la noche anterior hoy nos habíamos tomado las cosas con calma por lo que no quería arruinarlo y mucho menos asustarla.
"Encantada te recibiría" mi mirada seguía fija en sus labios, sabía que la estaba incomodando por lo que me enderece mirando hacia los niños que jugaban cerca de nosotras aunque verla a ella era mi nueva fascinación.
"¿Cuándo vuelves a Miami?" me pregunto con curiosidad.
"¿Ansiosa por volver a verme?" le di una sonrisa pícara. "Probablemente dentro de dos meses"
Camila se quedó con la vista fija en ningún lado. Quería más que nunca entrar en su mente, saber que buscaba al venir aquí y sobre todo que quería de mí.
"Necesito saber qué piensas sobre nosotras." Finalmente pregunte
"Mira, Lauren" trago saliva antes de hablar y supe que se le estaba haciendo tan difícil como a mí. "No sé cómo actuar cuando estoy contigo, realmente me gustas, pero también sé que esto es... imposible"
"Si lo sé, es realmente difícil nuestra situación... Si quieres que nos olvidemos de lo sucedido por mi está bien" dije desilusionada porque esperaba que nuestra conversación tomara un rumbo diferente pero mi orgullo no me permitía mostrarle lo que realmente sentía.
"¡No!" prácticamente grito y al darse cuenta se sonrojo. "Es decir, no es lo que quiero... ¿Tu si?"
"No, claro que no." Pensé muy bien las palabras que iba a decirle...
"Te propongo un trato" dije sonriendo. "Podemos seguir como hasta ahora. Hablarnos cuando estemos lejos y cuando estemos juntas, disfrutar el momento... sin presiones" levante los hombros intentando disminuir el significado que realmente tenia lo que le estaba proponiendo "Pero si en algún momento no te sientes bien con esto, me lo dices y dejamos de hacerlo. ¿Está bien?"
"Me parece perfecto." Tomo mi mano cuidadosamente y me miro a los ojos con una ternura que nunca antes había visto en ella. "¿Podemos agregarle algo al trato?" preguntó curiosa.
"Sí, claro, lo que quieras" dije mientras jugaba con su mano.
"Si por alguna razón estas con alguien más quisiera saberlo. Me parecería bien ser completamente honestas" Me miraba con preocupación, como si su pedido me haría cambiar de opinión. Camila no sabía que jamás cambiaría de opinión; Ella es todo lo que quiero.
"Bien, de todos modos siempre me termino enterando lo que haces por Taylor" dije bromeando aunque era cierto.
En ese momento habría aceptado cualquier cosa si eso significaba volver a besarla, probablemente no era bueno ser tan vulnerable, pero había algo más fuerte que yo cuando se trataba de la chica menor.
"Lo se... ¡Es tan fastidioso!" suspiro.
Antes de comenzar a tener sentimientos por ella, Taylor me mantenía al tanto de la vida amorosa de su amiga, pero nunca le había prestado demasiada atención.
Ahora que intentaba recordar detalles de aquello, me era imposible. Solamente sabía que tenía un ex novio llamado Austin y aparentemente había sido importante para ella. No recordaba los motivos por los cuales habían terminado, ni el tiempo que habían estado juntos así que decidí indagar un poco más sobre el asunto.
"¿Qué hay de Austin? Pregunte con cuidado ya que no sabía si ese era un tema que a ella le incomodara.
"Estuvimos juntos durante unos pocos meses, fue mi primer novio, mi primer beso, pero por alguna razón no funcionábamos. Rompimos y ahora somos buenos amigos." Camila se encogió de hombros "¿Qué hay de ti? ¿Algún chico importante en tu vida?"
"Tuve dos novios, ninguno que valga la pena recordar."
"En serio no entiendo como alguien como tú, no está en una relación. Es decir... ¡Mírate!"
"Aparentemente soy demasiado complicada." Dije entre risas
"Creo que eres tú la que no les da la oportunidad a los demás... Deberías hacerlo, de lo contrario nunca sabrán lo que se pierden" se encogió de hombros
"Tal vez tengas razón..." respondí, aunque a la única que quería darle una oportunidad era a ella.
Me perdí en su mirada una vez más hasta que la más joven me saco de mis pensamientos.
"¿Porque me miras de esa manera?" me agarro el brazo dándome un pequeño apretón mientras sus mejillas se sonrojaban.
"¿Cómo?" intente parecer inocente
"Como si no pudieras creer que esté interesada en ti" ahí estaba de vuelta esa mirada llena de ternura que recientemente había utilizado
"Porque no puedo. Una parte de mi cree que es un tipo de apuesta que tienes que cumplir y estoy esperando a que me lo confieses" me sincere por completo.
"Cada vez que pienso que no puedes ser más perfecta, me dices algo así dejándome totalmente desorientada ¿Lo sabes? Pero para serte sincera soy yo la que no puede creer que estés interesada en mí. Sigo pensando que soy un juego para ti" Bajó la mirada
"Jamás jugaría contigo Camila. Espero que no tengas dudas sobre mis intenciones ¿Por qué piensas eso?" Pregunte sorprendida.
"Siempre te he visto como una persona inalcanzable, además soy más chica que tú. ¿Qué ves de interesante en mí? Me cuesta entenderlo" su voz salió demasiado bajita. Obviamente tenía miedo de explicarme como se sentía.
"Ninguna planeo sentirse atraída de esta manera tan poderosa. No puedo explicarte lo que veo en ti, pero debo decirte que estoy completamente fascinada" ahora ella estaba sonrojada. "Además no pareces como las chicas de tu edad, eres más madura y supongo que eso ayuda, sin mencionar tu fabuloso cuerpo" le guiñe un ojo para intentar suavizar la charla que se estaba volviendo un poco rara.
"Eres perfecta" soltó sin decir nada más haciéndome sonrojar a mí por aquel cumplido.
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Al llegar al departamento ambas estábamos demasiado cansadas por lo que decidimos ver una película.
Estábamos acostadas en mi cama y en lo único que podía pensar era en cuanto la deseaba en ese momento.
Afortunadamente mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí un par de labios haciendo presión sobre mi cuello. Al parecer ella también me deseaba. Sonreí al pensar esto.
Era la primera vez que la chica menor comenzaba algo y ambas estábamos sobrias, que era lo más impresionante.
Cerré mis ojos por instinto y sentí su suave lengua rozando mi piel. ¿Esto en verdad estaba sucediendo?
Su mano estaba apoyada en mi pierna mientras continuaba con la tortura. Mis ojos aún estaban cerrados antes de darme cuenta que se había detenido.
Al abrirlos me encontré con unos ojos chocolates expectantes mirándome fijamente.
"¿Quieres que te deje ver la película?" pregunto con una sonrisa traviesa
Tome su cara entre mis manos y la acerque hacia mí, ver una película era lo último que quería en ese momento.
Caímos en un ritmo cómodo entre besos y no quería que esto acabara nunca. Desafortunadamente Camila se iría mañana y no volvería a verla en dos meses.
Me estremecí con cada juego de besos y caricias que la chica menor me daba. Notaba su mano jugar en el borde de mi camisa mientras los besos se hacían más y más necesitados.
Casi no podía respirar por lo que tuve que romper el beso intentando conseguir un poco de aire.
"¿Estas bien?" pregunto ella sonriendo al darse cuenta en el estado que me había dejado.
"Sí. Bien." Dije con un poco de dificultad "Dios ¡Camila que tienes para dejarme de esta manera! Haces que sea imposible respirar"
Ella se sonrojo ante mi comentario negando con la cabeza. "Eso mismo me pregunto yo" respondió dejándome otro pequeño beso en los labios.
"Creo que es hora de dormir" dijo finalmente al darnos cuenta que la película había terminado.
"Linda película ¿no?" bromee y sus mejillas se pusieron ligeramente coloradas.
"Hermosa" afirmo mirándome fijamente y supuse que no se refería a lo que yo había preguntado.
"Bueno, vamos a dormir pequeña." Se me formo un nudo en mi garganta al darme cuenta que era la última noche que la tendría conmigo.
Pase mi pierna por encima de la de ella y mi brazo por su cintura acercándola lo más posible hacia mí. No quería dejarla ir nunca.
"Buenas noches Lolo" susurro Camila suspirando.
"Buenas noches princesa." Respondí abrazándola aún más. Por un lado quería dormir porque estaba realmente cansada, pero por otro no quería porque sabía que ella se iría al día siguiente. No podía dejar de aspirar su aroma, era alucinante.
Tratando de sacar los pensamientos negativos de mi cabeza decidí disfrutar de su cercanía y lo bien que me hacía sentir su respiración haciéndose cada vez más lenta.
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La maldita alarma me saco de un hermoso sueño que incluía a la chica que dormía a mi lado, para avisarme que en una hora debíamos estar en el aeropuerto.
Tenía ganas de llorar pero debía ser fuerte, por ella y por mí
No me había dado cuenta lo mucho que me afectaba estar lejos de ella nuevamente hasta que tuve que despedirme.
"Camz..." susurre y vi como poco a poco comenzaba a despertarse.
"Mmm ¿No podemos quedarnos para siempre aquí?" preguntó arrastrándome nuevamente a su lado.
"Podría secuestrarte y pedir dinero a cambio" sonreí y bese sus dulces labios
"No creo que quieran pagarte demasiado por mi" ella acariciaba mi rostro de una forma sumamente cariñosa.
"Yo definitivamente los pagaría" le respondí
"Y yo encantada me dejaría secuestrar por ti"
Después de desayunar y preparar su equipaje nos fuimos hacia el aeropuerto.
Comenzaba a odiarlo por ser la razón por la cual terminaba alejada de ella siempre.
Ambas íbamos calladas en el camino pero sabía que no era necesario decir nada más. Los días a su lado habían sido suficientes como para arruinarlo con palabras. Este era uno de esos momentos en los que no necesitabas hablar ya que todo estaba dicho.
Al despedirnos ella rompió el silencio y luego de abrazarme me susurro al igual que la última vez "Cuídate" pero esta vez agregó "Voy a extrañarte Lolo"
Odiaba ser tan sensible pero por alguna razón quería llorar, intente ser fuerte, y me contuve solamente para no parecer una niña. Me sorprendía ver que a pesar de ser dos años mayor que ella muchas veces parecía yo la menor.
"Te extrañare más Camz" le confesé. "Gracias por venir, realmente la pase bien estos días".
Lo último que alcance a decirle fue "cuídate" pero en realidad todo mi ser gritaba quédate conmigo.
"Adiós farolitos" diciéndome eso se alejó, regalándome su sonrisa que tan feliz me hacía.
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Holaaaaa espero que les este gustando lo que va del fic. Voten, comenten, diganme que les parece! Gracias por leer :)