Tres meses antes.
Desperté con un sonido agudo penetrando mis oídos, mi cabeza palpitaba e inmediatamente un dolor fuerte y punzante se instaló permanentemente en mi nuca. No podía enfocar la vista, no sabía si me encontraba en un sueño, pero todo era negro. Comencé a darme cuenta de que estaba acostada sobre algo blando, una cama, probablemente me encontraba en un cuarto pero, ésta sin duda alguna, no era mi habitación.
No estaba soñando, estaba en algún lugar silencioso, obscuro y frío. No recordaba nada, mi cabeza daba vueltas y mis pensamientos eran disparatados. Algo me decía que esto no estaba bien, que algo estaba sucediendo y que tenía que tener mucho cuidado.
Me senté sobre la cama intentando controlar mi respiración, pero me era imposible, mi corazón latía de una manera descontrolada y sentía las ligeras gotas de sudor recorrer mi rostro, restregué mis manos repletas de sudor contra mis muslos intentando secarlas.
El dolor en mi nuca no cesaba y se prolongaba cada vez más. Tenía que saber que estaba pasando y en dónde diablos me encontraba.
Tomé toda la fuerza y el coraje que tenía muy en el fondo obligándolos a salir, cerré mis puños fuertemente sintiendo mis uñas hundirse con firmeza sobre mis palmas. Me levanté con extrema precaución sin causar el mayor ruido posible.
La habitación seguía completamente obscura.
Comencé a caminar y de inmediato sentí el frío estamparse contra mis pies, estaba descalza. Me encontraba en algún lugar verdaderamente frío y eso me asustaba incluso más. Negué repetidas veces con mi cabeza, intentando sin éxito, silenciar las molestas vocecitas que se encargaban de recordarme una y otra vez lo terrible de la situación.
Lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, tenía miedo, estaba muerta de miedo y los únicos pensamientos que venían a mi cabeza eran escalofriantes.
¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Alguien más está aquí? ¿Cuánto tiempo llevo aquí? ¿Por qué mierda hace tanto frío? ¿Qué día es? ¿Esto es una maldita broma? ¿Volveré a ver a mi familia? ¿Moriré? ¿Me matarán de una manera lenta y dolorosa? ¿Acaso están pidiendo a mi familia dinero a cambio de mantenerme con vida?
Y conforme más preguntas se formulaban en mi mente más indefensa e impotente me sentía. Tenía miedo, pero incluso temía más saber las respuestas a mis preguntas.
Y sin darme cuenta de cómo ni cuándo, me encontraba tirada en el suelo hecha un ovillo, llorando desconsoladamente, muerta de miedo y frío. Sollozando e intentando hacerme creer que todo esto era una pesadilla, que pronto despertaría y que me encontraría en mi cama, acurrucada con mis almohadas; yo sabía que eso no pasaría, que esto en verdad estaba pasando y que tarde o temprano tendría que encontrarme con la realidad. Así que continué llorando, susurrando cosas sin sentido, sollozando y sin fuerzas para poder intentar escapar de este lugar.
De pronto el silencio que emitía el ambiente se vio interrumpido, escuchaba pasos, pasos lejanos que conforme pasaba el tiempo se escuchaban más claros y cercanos.
No estaba sola, o al menos ya no.
El miedo que sentía era indescriptible, quería gritar, llorar, golpear y esconderme al mismo tiempo. Pero era tarde, los pasos pesados cesaron y en su lugar el sonido de una chapa botando el seguro fue lo único que oí. Por el sonido estaba casi segura que me encontraba a unos solos metros de distancia de la puerta, estando totalmente enfrente de ésta.
El chirrido de la puerta siendo abierta puso mis pelos de punta, cerré los ojos fuertemente y me abracé a mi misma lo más fuerte que mis brazos me permitían. El interruptor de la luz hizo click y la habitación ahora se encontraba alumbrada.
Quienquiera que estuviera a unos escasos y dolorosos metros de distancia únicamente avanzó dos pasos hacia mi dirección y paró en seco totalmente. Yo aún tenía los ojos cerrados y así continué esperando lo que fuera que se aproximaba. Pero no pasó absolutamente nada.
Lo único que me confirmaba que alguien más se encontraba ahí era el sonido de su respiración fuerte y agitada.
¿Por qué no hacía algo? ¿Estaba ahí parado mirándome? ¿Qué mierda sucede con él o ella?
Tomé todo el aire que mis pulmones me permitieron y aflojé mi cuerpo sin soltarme, levanté mi rostro con los ojos cerrados y los abrí de golpe.
Al principio todo era confuso, mi vista era demasiado borrosa y no era estable, veía todo darme vueltas al rededor, y fue entonces cuando mi vista se enfocó en la persona que estaba justo enfrente mío.
Me llevé las manos a la boca y ahogué un grito, lo conocía, sabía perfectamente quién era la persona que se encontraba justo enfrente mío. Su cabello desordenado y predominantemente pelirrojo, sus lentes en forma cuadrada, su mandíbula firme, sus ojos azulados mirándome intensamente y su boca mostrando una perfecta y ensayada sonrisa.
Y justo en ese momento mi memoria cobró vida, reviviendo cada segundo y cada momento de lo ocurrido.
Recordaba absolutamente todo, mis mejillas estaban empapadas en lágrimas y fue sólo hasta ese momento cuando deseé nunca haber cruzado ni una sola palabra con el monstruo que tenía enfrente.
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Todos los créditos de la portada a: ValeryHoranHemmings.