Andrea:
¡Bien! Ha pasado más de una hora desde que llegamos y mis padres siguen mencionando que ya casi terminan sus deberes, ¿Por qué tardan tanto? Nunca los había visto demasiado ocupados, en la única cosa que he logrado ver que si tardan una eternidad; es cuando comienzan a gritar y discutir hasta más no poder. Era algo horrible tener que aguantar cada milímetro de voz que salía de sus bocas al enojarse, gracias a dios, eso no volvió a ocurrir.
Kendall: Ahorita vienen, un momento más. -Dijo mi guerejo hermano tomando asiento en el sofá.
James: Eso lo dijeron desde que llegamos. ¿Como has estado Kendo?
Kendall: -Suspira- Bien, dentro de lo que cabe, ¿y tú? ¿Como te encuentras?
James: Igualmente, con trabajo y más trabajo. Nunca se acaba.
En ese momento, escuchamos pisadas dentro de la estancia, así que no éramos los únicos individuos que permanecían en la sala.
Sr. Schmidt: Lo mismo digo, mi querido James Maslow. -Mi padre caminó hacia nuestra dirección; o más bien a la de James, mi cuerpo se relajó al saber que las pisadas pertenecían a mi padre.
James: ¡Que gusto me da verlo señor! -Dijo gustoso mientras se levantaba del sofá a recibir a mi padre. -Extrañaba ver a todos ustedes. -Nuevamente tomó asiento.
Por dios Maslow, no seas flojo, ¡Quedate en pie!
Sr. Schmidt: El placer es todo mío James. -Se sienta junto de Kendall -¿De que quieren o querían hablar con nosotros?
Pude notar la reacción de James al escuchar la estruendosa voz de mi padre, sus mejillas tomaron diferente color; entre morado, rosa y rojo. Lo comprendo, ¿Como no se pondría así? En especial mi padre.
James: De un asunto, solo necesitamos que la Sra. Schmidt se reúna aquí con nosotros.
Mi padre asintió, se levantó y caminó en dirección a la pequeña puerta que dirigía al patio trasero.
Sr. Schmidt: ¡Gorda! ¡Te necesitamos un momento en la sala!
"Gorda" el único apodo de mi mamá, a mi padre le gusta mucho hablarle por su apodo y no por su verdadero nombre. Es raro para mí, ya que mi mamá es delgada y mi subconsciente me dice que la insulta indirectamente. En realidad, hay muchas cosas que no logro comprender de mi familia. Han permanecido mucho tiempo discutiendo y yo aguantando aquellos gritos.
Desde que tengo memoria, Kendall se traumatizó por demasiadas discusiones, hoy en día es un chico inteligente y de buen corazón, pero, tengo miedo que algún día recaiga.
Narradora:
Al escuchar los gritos de su esposo, la Sra. Schmidt dejó sus tareas por el momento y decidió observar lo que sucedía. Llegó a la estancia, limpiando sus manos con un trapo de algodón viejo y usado. Andrea, por el contrario aún no estaba decidida en revelar la noticia de su vida. En sus pensamientos, ella se preguntaba;
• ¿Como cuidaría de un bebé a futuro?
•¿Donde viviríamos James y yo?
•¿Como pagaríamos cada uno de los gastos?...
En cambio, la Sra. Schmidt al ver a James, su rostro arrugado y de cansancio, tomó forma alegre y esperanzada.
Sra. Schmidt: James -Dijo con un nudo en la garganta -¿Eres tú?
James: ¿Como ha estado señora Schmidt? -Menciono mientras se levantaba de nuevo. -Se ve muy bien, ¿Bajo de peso?
La Sra. Schmidt corrió hacia James para darle un caluroso abrazo de bienvenida, los dos intercambiaron abrazos largos, fuertes y silenciosos. La calma del ambiente provocó que derramara lágrimas de alegría, la futura suegra de James.
Sra. Schmidt: Si bajé un poco de peso. -Miro su cuerpo alegremente y levantó su mirada a James -¡Te extrañamos mucho hijo! ¿a qué se debe tu visita?
James: Andrea y yo necesitamos decirles algo a todos.
La Sra. Schmidt miró a James y Andrea con ojos de extrañeza, preocupada y nerviosa, pues ella no se imaginaba que de un momento a otro, les llegaría una noticia por parte de su novio, quien se fue por voluntad de sus padres.
Kendall: ¡Vamos, hablen! -Dijo emocionado, dando pequeños saltos en su lugar.
Andrea:
Y como James se encontraba nervioso, hablé primero... ¡Rayos!
Andrea: Querida Familia, como ustedes saben yo estoy en la mayoría de edad. La edad en la que puedo tomar decisiones, donde yo misma me daré cuenta si son buenas o malas, y además...
Kendall: Al grano hermana, quiero ver mi nove... ¡Digo el Fútbol! -Mi hermano interrumpió descaradamente.
James: Querida familia, Andrea y yo nos vamos a casar.