Eᴊᴇʀᴄᴇ ᴇʟ ᴄᴏɴᴛʀᴏʟ sᴏʙʀᴇ ᴍí ||...

By almightyy-

323K 19.7K 5.1K

❝Melissa Hetfield, una oficial de policía con honores, es enviada por su jefe a territorio "enemigo" para ser... More

Ejerce el control sobre mí || Zayn Malik
Capítulo » 1
Capítulo » 2
Capítulo » 3
Capítulo » 4
Capítulo » 5
Capítulo » 6
Capítulo » 7
Capítulo » 8
Capítulo » 9
Capítulo » 10
Capítulo » 11
Capítulo » 12
Capítulo » 13
Capítulo » 14
Capítulo » 15
Capítulo » 16
Capítulo » 17
Capítulo » 18
Capítulo » 19
Capítulo » 20
Capítulo » 21
Capítulo » 22
Capítulo » 23
Capítulo » 24
Capítulo » 25
Capítulo » 26
Capítulo » 27
No es un capítulo, sólo quiero desahogarme :).
Capítulo » 28
Capítulo » 29
Capítulo » 30
Capítulo » 31
Capítulo » 32
Capítulo » 33
Capítulo » 34
Capítulo » 35
Capítulo » 36
Capítulo » 37
Capítulo » 38
Capítulo » 39
Capítulo » 41
Capítulo » 42
Capítulo » 43
Capítulo » 44
Capítulo » 45
Capítulo » 46
Capítulo » 47
Capítulo » 48
Capítulo » 49
Capítulo » 50
Capítulo » 51
Epílogo
Típico apartado que nadie lee

Capítulo » 40

4.7K 281 49
By almightyy-

¡Hola, chiquillas! :)

Bueno, les quería decir tres cosas. La primera... ¡QUEDAN DOCE CAPÍTULOS PARA QUE SE TERMINE ESTO! Síp. Ya iba siendo hora de que terminara éste fanfic... Y lo he hecho. En mi 'cuaderno de ideas' ya tengo escrito lo que irá en cada uno (y el epílogo), así que no me demoraré tanto en actualizar por el tema de la inspiración/imaginación y esas cosas. Lo segundo... Debido a un tema de logística (no, en realidad no sé) debo decir que algunos capítulos serán un poco fomes/aburridos y serán llamados 'capítulos de transición', que son súper importantes para el desarrollo de la historia, así que no se enojen ni me dejen :'( jajaj. Lo tercero... Quiero agradecerles de corazón por su paciencia y apoyo, es que... Sé que he sido súper irresponsable y floja en algunas ocasiones y me disculpo por eso. Ojalá algún día me perdonen, ah. Y... Eso es todo. Ojalá les guste y se queden conmigo hasta el final <3.

***se aceptan comentarios y votos***

__________________________________


Melissa's POV.


Hoy era el día número tres desde que mamá nos había dejado a Isaac y a mí. Si me pedían ser sincera, tendría que decir que había pensado que su ida me afectaría más de lo que lo hizo. Quise decir, obviamente sí me afectó y lloré como una bebé, pero en el fondo, creí que me costaría mucho más salir adelante. Esa parte debía agradecérsela infinitamente a Olive, Zayn y Liam, quienes se convirtieron en un apoyo incondicional para mí y mi hermano desde que nos dieron la horrible noticia de nuestra amada Janett Hetfield.

Olive fue quien se tomó la libertad de nombrarse a sí misma como vocera de la familia Hetfield-Finley y se ocupó de llamar a todos los familiares aún vivos, hermanos de mamá, primos y sobrinos (hasta Ernie y su esposa) para que estuvieran con nosotros en el funeral que llevamos a cabo en Miami. Jamás creí que mamá estaría tan bien acompañada en su partida. Nuestra pequeña familia siempre estuvo encerrada en su pequeño círculo social y no nos importaba tanto compartir con los demás parientes (de hecho, ni siquiera recordaba que tenía tantos tíos), pero momentos así, y aunque fuera triste, demostraban que la unión familiar era lo más importante que hay en la vida. Cada individuo debería preocuparse de pasar la mayor cantidad de tiempo con sus seres queridos, porque al fin y al cabo, la familia nunca te daría la espalda.

Este tercer día decidí que tendría que levantarme y conseguir las respuestas que deseaba obtener. Porque después de estar las veinticuatro horas pasadas en cama y bajo el cuidado de Zayn, era hora de hacer algo por mí y seguir adelante, tal y como mamá me lo había pedido en su carta.


—Hey, bonito —murmuré hacia Cuddles quien, sorpresivamente, se subió a la cama y se acostó en mi regazo—. Aprovechemos nuestros pocos minutos juntos antes de que Zayn te eche fuera.


Si bien Zayn había aprendido a 'soportar' más a Cuddles, aún le molestaba que se acostara en nuestra cama y dejara todo lleno de pelos... Así que habíamos llegado a un acuerdo: mientras Él no lo viera ni encontrara evidencia de que había estado allí, todo bien.

El sonido de la puerta del baño me alertó y obligó a sacar a Cuddles fuera. Zayn salió de allí dentro con una toalla blanca en su cabeza mientras con sus manos secaba su cabello húmedo. Cuando me vio fuera de la cama y con una cola alta sonrió ampliamente y bromeó:


—Bien, ¡Mi novia ha decidido levantarse! —tiró la toalla a la cama y se acercó con rapidez a mí, besando mis labios superficialmente—: Estoy tan enamorado de ti que no me importa que no te hayas bañado hace dos días.

—Eso es asqueroso, Zayn Malik —sentí que mis mejillas se pusieron algo calientes y corrí mi vista hacia el suelo. Sí, tenía confianza con Él (después de todo era mi novio), pero aun así daba vergüenza—: Pero tienes razón, debo apestar.

Zayn me mantuvo la mirada por tres segundos y sonrió—: Lo haces, pero no me importa. —admitió y rápidamente intenté alejarme, pero no me soltó de su agarre—. ¿Qué quieres para desayunar?

—Sorpréndeme —sonreí con amplitud y, tras darle un beso en su mejilla, me fui directo al baño.


Bajo el intenso chorro de agua tibia que caía sobre mi espalda comencé a pensar qué haría el día de hoy. Mi mente se debatía entre dos posturas: una de ellas afirmaba que tenía que ir a trabajar porque este sería mi tercer día ausente (primero fue por el funeral, después fue porque no tenía ánimo para levantarme) y no sabía cómo reaccionaría Ben; por otra parte, quería ir a casa de Ernie a exigir explicaciones de por qué todo este tiempo me ocultó la verdad...

Mientras me quitaba el acondicionador de mi cabello sonreí, sabiendo con certeza cuál sería mi paradero.


Zayn's POV.


En realidad no sabía cómo podía sorprender a Melissa con un desayuno genial. La única mierda que sabía cocinar eran huevos... Así que le hice honor a los desayunos estilo americano y puse huevo, tocino y queso en un sartén, exprimí una naranja y media para ella en un vaso, una taza de café cargado para hacerla despertar y tosté un poco de pan. No era lo que había imaginado, pero en vista de que no podía hacer más, tuve que conformarme.

Cuando escuché que salió del baño tomé asiento en mi habitual puesto y comencé a leer el New York Times. Me fui directamente hacia la sección policial y un gran título llamó mi atención. Éste advertía que varios traficantes de droga aún no podían ser detenidos ni por la Policía ni por el FBI. Diablos.


—Wow, aquí huele increíble. —escuché su melodiosa voz desde el pasillo, y cuando bajé el periódico, pude verla—: Sí te esmeraste en el desayuno, gracias.

—¿Por qué no estás con tu ropa de trabajo, Mel? —ladeé mi cabeza y la examiné. Estaba usando un jean rasgado y una camiseta negra.

—Porque no iré a trabajar, es obvio —contestó encogiéndose de hombros y tomando el juego en un largo y único sorbo—. Delicioso.

—Deberías saber que Ben lleva un conteo de todas las ausencias que tienen los chicos de la policía... —murmuré sin querer revelar la amenaza que me había hecho hace unos días—. Sé que estás pasando por un momento difícil, pero Schneider siempre dice que hay que separar los asuntos familiares del trabajo.

—Me cago en Él —contestó frunciendo el ceño mientras preparaba una rebanada de su pan—. Sabes que mi familia está primero, ¿No? También sabes que debo solucionar algunas cosas con Ernie Stratom y Él no me lo va a impedir.

—Melissa, no entiendes —apoyé mi mano sobre el puente de mi nariz y apreté mis muelas—. Si te ausentas otra vez, Ben tomará medidas en contra de ambos y... —me interrumpió.

—Tengo una excusa bastante buena para respaldar mis ausencias, Zayn —me miró directo a los ojos y comió un bocado—: Además, ¿Qué tan malas pueden ser esas medidas?


Que nos separen. Que a ti te pongan bajo la tutela de Niall y que a mí me coloquen a cargo de otra chica. ¿Qué te parecería eso?

Algo en mi interior me decía que debía decirle para hacerla cambiar de parecer y que fuera conmigo, pero también sabía lo importante que era para mi novia aclarar de una vez por todas la situación entre ella y su abuelo materno. Ernie.

Lamí mis labios con pasividad y solté un suspiro.


—Bien, haz lo que quieras —sonreí de lado y me levanté de la mesa para encaminarme a la habitación.

—Zayn... —llamó ella desde atrás, pero no me detuve—: Hey, cariño. ¡No te enfades conmigo! —chilló desde el comedor, luego sentí que se colocó detrás de mí y me abrazó con fuerza—. Por favor...

—No estoy enfadado contigo —me di vuelta y puse mis manos en su rostro—. Es sólo que conozco a Ben... —y también sus amenazas—. ... Y sé qué es capaz de hacer cuando alguien incumple las normas, Mel. Es todo.

—Te prometo que no será nada malo —sonrió con seguridad, haciéndome olvidar instantáneamente lo que ya sabía que ocurriría.


Melissa poseía aquél poder. Ese poder para hacer creer que algo estaba completamente bien aun cuando todo el mundo sabía que no era cierto. Me tenía embobado, en un ciento por ciento bajo su hechizo.


**


Treinta minutos más tarde, y luego de haber sido parte de una intensa mañana a su lado, aparqué mi vehículo en mí lugar de siempre. Estiré mis brazos con suma relajación y me propuse una meta: evitar todo el día a Ben, así quizás olvidaba la estúpida amenaza que me había hecho días atrás sobre alejarme de mi novia si osaba faltar de nuevo. Coloqué la alarma y los seguros correspondientes y, con una amplia sonrisa, entré a recepción.

Me aseguré, superficialmente, de vigilar si mi jefe se encontraba por el pasillo, pero al no dar con ningún rastro de Él, fui directamente hacia el despacho que compartía con Liam cuando debíamos hacer papeleo importante sobre las investigaciones que nos encomendaban. En otras palabras, nuestra oficina.

Tenía la esperanza de encontrar a Liam allí dentro, y en efecto, allí estaba cambiándose de ropa.


—¡Hijo de puta, tienes que tocar antes de entrar así como así! —vociferó cuando abrí la puerta y la hice chocar contra la pared.

—No es como si nadie conociera tu pene, Liam —me encogí de hombros y sonreí. Procedí a tomar asiento en mi escritorio y subí mis pies en él.

—Todas conocen el tuyo, amigo. No lo olvides —terminó de subirse su bóxer y luego se colocó el pantalón. Liam decía que todas las chicas del FBI comentaban acerca de mi amigo de allí abajo, pero, ¿Qué culpa tenía yo?—. Te veo contento, Zayn. ¿Cómo está Melissa?

—Mucho mejor, hoy ha decidido levantarse de la cama y tomar una ducha —sonreí—. También decidió hacer otro tipo de cosas en las que estuve envuelto, pero no te voy a contar nada. —miré al techo recordando nuestra divertida mañana. Liam rió.

—Me alegra que haya recobrado la energía... Se veía bastante mal cuando estábamos en Miami —calzó una camiseta blanca en su torso y abrochó un reloj en su muñeca.

—Sí, hombre. Ayer también estuvo mal, no habló casi nada... Me sorprendió verla de pie esta mañana —rasqué mi barbilla con mi dedo índice y solté una gran cantidad de aire entre dientes. Iba a decir algo más, pero Payne me interrumpió.

—Ayer Layla Woolters me entregó un sobre con una invitación para Olive y para mí a su matrimonio... Se va a casar con Styles, ¿Puedes creerlo? —alzó sus cejas con diversión y yo fruncí el ceño—. ¿Qué ocurre?

—Estaba a punto de hablarte sobre algo parecido... —miré al techo nuevamente. Luego apoyé mis pies en el suelo y mis antebrazos sobre mis muslos—. He estado dándole vueltas al asunto y creo que yo...

—¿Quieres casarte con Melissa? —sugirió con una divertida sonrisa en su rostro que pasó a ser una risa. Al verme serio y mirándolo con el ceño fruncido se quedó callado al instante—. Diablos, Zayn. ¿Qué quieres decir?

—Eso, Liam. Voy a convertir a Melissa en mi esposa.


Liam abrió sus ojos con suma sorpresa y llevó una mano a su boca abierta. No dijo absolutamente nada por cerca de un minuto completo, y cuando tragó un gran cúmulo de saliva y estuvo a punto de hablar, alguien tocó la puerta de nuestro despacho.


Mi amigo corrió hacia ésta y la abrió. Una conocida voz inundó mis oídos y soltó—: Buenos días, Liam. Zayn, a mi oficina en cinco.

Gruñí con suma frustración y puse las manos sobre mi cara. Liam aclaró su garganta y noté que me observó—: ¿Qué fue eso?

—Traté por todos los medios de pasar desapercibido por Ben, pero ese hijo de puta es un psíquico. ¿Cómo diablos supo que estaba aquí? —vociferé de nuevo.

—Quizás preguntó por ti en recepción... —se encogió de hombros—. ¿Por qué te quiere en su oficina?

—Se debe haber enterado que Melissa no está aquí. La semana pasada me dijo que si ella se ausentaba una vez más la iba a sacar de mi lado y la pondría bajo la tutela de Niall, ¡Y a mí me pondría con otra chica que no conozco!

—Diablos... —murmuró, tomando asiento en mi escritorio—. ¿Y por qué no vino?

—Asuntos familiares —respondí mientras me levantaba—. Ben hijo de puta.


Abrí la puerta con fuerza, salí y subí las escaleras que conducían a la oficina de mi superior dando grandes zancadas. Sabía que había atraído la atención de unos pocos compañeros de oficio que merodeaban por los pasillos, pero no me importó en absoluto. Toqué la puerta de su oficina con aún más ímpetu, y sin esperar que dijera algo, entré.

Ahí dentro estaba el mismo Ben sermoneando a Niall por algo... Pero cuando sintieron mi presencia se quedaron en silencio.


—Buen día, Zayn —pronunció Schneider. Niall hizo un leve asentimiento de cabeza al que no correspondí.

—Buen día —murmuré en voz baja, tomando asiento al lado de Horan.

—Supongo que sabes por qué estás aquí... —se quedó en silencio para escuchar mi respuesta, así que sólo me encogí de hombros—. Excelente entusiasmo ese que traes. Bien, quiero escuchar tu excusa de por qué ha faltado Melissa el día de hoy.

—Se está recuperando de la fuerte conmoción emocional que sufrió. Recuerda que te conté por un mensaje de texto lo que había ocurrido —señalé frunciendo el ceño.

—Sí, eso fue hace dos días atrás. ¿Qué pasó hoy? —ladeó su cabeza y comenzó a jugar con un lápiz.

—Aún está delicada, Ben. —sentí mis muelas apretadas y mis manos hechas puño. Por una esquina de mi ojo noté Niall me miró algo preocupado mientras apretaba sus manos.


Ben no dijo ni una sola palabra, sólo se giró en su silla negra, se levantó y caminó hacia el estante en que guardaba la información personal de todos los que componían el FBI. Sacó una carpeta azul que tenía de título "Internos" y la colocó suavemente en la mesa. Buscó el último apartado de ésta y alcancé a leer el nombre 'Stephanie'. Diablos.


—Estoy dando por sentado que recuerdas qué fue lo que acordamos la última vez que ambos estuvieron aquí —pasó la vista por mí, luego por Niall—. Así nos ahorramos tiempo y discusiones.

—Ben... —Niall intentó entrometerse pero no lo dejó continuar.

—Todos aquí somos gente adulta y estamos conscientes de nuestros actos, así que no toleraré ninguna queja. —entrelazó sus manos y las apoyó sobre el expediente—. Zayn, te remuevo definitivamente del cargo que tienes como tutor de Melissa Hetfield. Dado que hoy es viernes, desde la próxima semana pasarás a trabajar con Stephanie Bennett, la chica de la que hablamos en nuestra reunión anterior. Por otra parte, Niall pasará a ser el responsable de Melissa Hetfield.


Escuchar esas palabras salir de la boca de mi jefe me volvían loco. ¿Cuál era su puta idea?, ¿Alejarme de mi novia? Porque si ese era su objetivo no lo dejaría cumplirlo nunca, ni aunque me costara mi puesto de trabajo.

A pesar de que no lo creí posible, Niall no demostró (en ningún momento) felicidad ante su nuevo cargo. Ni siquiera tenía esa puta sonrisa de superioridad que siempre ponía cuando conseguía lo que quería... Lo cual era bastante raro.


—Bien, sin más preámbulos... —reanudó Ben—. Daré a conocer las reglas sobre el cambio. Si osan volver a golpearse como la última vez den por hecho que expulsaré a ambos del programa. No quiero problemas entre ustedes. Niall, no te metas en la relación de Zayn y Melissa, compórtate profesional... Y creo que no debería ni siquiera pensarlo, pero Zayn, tampoco hagas nada con Stephanie.

—Ni siquiera se me pasó por la cabeza —comenté sarcásticamente.

—A mí tampoco —susurró Niall, quien recibió ambas miradas incrédulas—. Lo digo en serio. Permiso.


Nos dejó a mí y a Ben solos en su oficina. Me había descolocado un poco su reacción, ya que Niall siempre había sido el que más deseaba que esta sanción se cumpliera.

Schneider soltó un jadeo de sorpresa que atrajo mi atención.


—Vaya...

—Sí, vaya y una mierda. —murmuré—. Te juro que si esto hace que Melissa y yo tengamos problemas... Te voy a golpear tan fuerte que desearás nunca haberme metido en esto.


Ben asintió con firmeza y me echó de su despacho.

Diablos, ¿Ahora cómo le decía esto a Mel?


Melissa's POV.


Eran cerca de las cinco de la tarde. Decidí utilizar el metro de Nueva York para ir a casa de Ernie y asegurarme de obtener respuestas. Hacía bastante tiempo no ocupaba este medio de transporte ya que Olive y el mismo Zayn me había acostumbrado a movilizarme en auto y ellos me llevaban hacia donde yo quería.

Cargué mi tarjeta (un roñoso pedazo de plástico con una huincha negra que había que pasar por una maquinita), esperé la máquina que me servía y, luego de quince minutos, me subí al vagón indicado. Dentro de éste comencé a pensar cómo diablos iba a abordar a Ernie, ¿Cómo podía ir directo al grano sin matarlo de un ataque al corazón? Ni siquiera lo sabía... Y yo no era muy conocida por ser una persona sutil.

Bajé directo en la estación 87th y después caminé en línea recta hasta llegar a la intersección con la calle Broadway. Por algún motivo mis manos estaban húmedas y sentía mi corazón palpitar a mil por hora en mi garganta. Estaba bastante nerviosa como para dar media vuelta e irme por donde había venido... Pero no.

Toqué la humilde puerta de mi 'abuelo' y esperé mientras me comía las uñas. Betty fue quien me abrió.


—¡Chiquita! —chilló como si no me hubiera visto en años, lo cual era gracioso porque nos habíamos visto hace dos días, en Miami. Funeral de mi mamá—. ¿Cómo has estado?, ¿Qué te trae por aquí?, ¿Tienes hambre?

—Hola, Betty —sonreí ampliamente dándole un apretado abrazo—. No, no te preocupes, comí un abundante desayuno. Hmm... ¿Está Ernie?

—Sí, está dentro viendo un partido de fútbol inglés. Adelante —se movió de la puerta y me dejó entrar.


Busqué con la mirada el lugar en que estaba Erns, y cuando lo vi echado en el sofá con uno de sus brazos encima del respaldo de éste, sonreí. No se parecía en nada al ordenado y formal cartero que siempre veía en la calle. No se había dado cuenta de mi presencia, por lo que me puse delante de la televisión y sonreí como una niña pequeña.


—¡Jesús, Melissa! —vociferó colocando una mano en su pecho como si lo hubiese asustado—. ¿Qué haces aquí, chiquita? —preguntó con una sonrisa. Estiró sus brazos hacia mí y me dio un cálido y fuerte abrazo.

—Yo... —¿Cómo se lo decía? Era ahora o nunca—. Te parecerá raro, pero... Vine a preguntarte algo de suma importancia.

—Uh, Melissa... Me asustas. ¿Qué pasa? —con el control apagó la televisión detrás de mí. Por lo que pude apreciar antes era un partido entre Arsenal y Manchester City—. ¿Qué sucede?

—Esto es bastante complicado para mí, Erns... —fruncí el ceño y suspiré. A lo lejos, en el umbral de la cocina, divisé a Betty limpiando un vaso y observándonos—. Escucha... Cuando estaba en el hospital visitando a mamá... —sentí que mi voz se quebró, pero rápidamente alejé los pensamientos tristes y me concentré en la historia—. Una enfermera me entregó una carta hecha por ella. Aquella carta decía lo mucho que me quería y... También revelaba una gran verdad que te... Concierne.

Ernie amplió sus ojos unos segundos. De la nada, Betty vino hacia nosotros, colocó su mano en la espalda de su esposo y asintió—: Melissa... Chiquita. —murmuró Él.

—Sé que te he pillado por sorpresa, pero en serio necesito saber la verdad desde tus labios. —apreté mis mejillas internamente—. En su carta mamá decía que tú eres mi abuelo. Su papá. ¿Es eso cie...? —me interrumpió.

—Lo es. —tensó su mandíbula y cerró sus ojos con pesar.

Alcé mis cejas como un acto reflejo y ladeé mi cabeza—: Escucha, estoy enteramente contenta de saber la verdad... Lo que no entiendo es por qué me lo ocultaron todo este tiempo, veintiún años... —me quedé en silencio viéndolo mirar a su esposa—. Lo único que quiero es que me cuentes tu versión.


Noté que Ernie estaba teniendo una lucha interna consigo mismo y no sabía si era porque le costaba recordar o era demasiado doloroso para Él decirlo. Quizás había hecho algo de lo que no estaba orgulloso y no me lo quería decir.


—Quiero que sepas que sea cual sea la verdad... No dejaré de quererte ni mi cariño por ti, por ambos, desaparecerá —aseguré. Ernie clavó sus arrugados ojos en mí y suspiró.

—Escucha, chiquita. Tuve una adolescencia bastante alocada —rodó sus ojos—. No me enorgullezco de eso porque sé que no estuvo bien. Estuve con decenas de mujeres antes de conocer a tu abuela... —miró unos segundos a Betty y ella se retiró de la sala—. Pensé, en ese instante, que ella sería el amor de mi vida y que podría sentar cabeza y ser feliz a su lado toda la eternidad...

Vaya, las que se traía Ernie Stratom. Asentí con interés mientras esperaba a que prosiguiera—: ¿Y...?

—Y no lo fue. —se encogió de hombros, suspirando—. Sí, con ella tuve varios hijos. Tu madre, tus tíos... Pero no estaba contento a su lado. Le tenía bastante cariño, pero ese cariño se fue desgastando con el paso del tiempo. Decidimos divorciarnos porque lo nuestro nunca dio para más. —miró sus manos, luego a mí—. Todos mis hijos terminaron odiándome, pero la que más lamentó mí 'huida', como ella decía, fue tu mamá. Me dijo que no me atreviera a buscarlos de nuevo porque ya no me consideraba como un padre, que yo estaba muerto para ella por todo el daño que le había hecho a su mamá... Y claro, lo entendía.

Mis ojos estaban abiertos con sorpresa—: Vaya, Erns. Eso es sorpresivo...

—Sí, lo es. Me fui de Miami hacia San Francisco. Comencé a trabajar como mecánico automotriz y abrí mi propio negocio. Tres años después conocí a aquella mujer que ahora está en la cocina... —A Betty, por supuesto—. Y algo me dijo que ella era la indicada. En efecto, lo fue. Pasó el tiempo, envejecimos juntos y decidimos volver hacia Miami. —asentí, inserta totalmente en su historia—. Los años no pasaron en vano por mí, ya no tenía la fuerza necesaria para seguir trabajando como mecánico, así que encontré un trabajo como cartero —ambos sonreímos. Él me acarició el rostro—. Decidí volver a trabajar en el barrio en que mis hijos y mi ex mujer vivían, y ahí me enteré que ella había fallecido y que la casa era de Janett, tu mamá. Supe que se había casado con un inglés y que había tenido dos niños, Isaac y tú. Ambos eran muy lindos... Y claro, Janett había sacado mis genes.

Largué a reír con efusividad y negué con mi cabeza—: Creo que yo fui la más beneficiada.

—Claro. Después, en tu cumpleaños número dieciocho, supe que te mudarías sola hacia Nueva York porque darías las pruebas para entrar en la policía... —lo interrumpí.

—¿Cómo supiste eso? —fruncí el ceño.

—Isaac. Nunca perdí el contacto con Él... —contestó. Mis ojos se abrieron con sorpresa una vez más. ¡Mi hermano sabía esto y nunca me lo dijo!—. Decidí mudarme con Betty a Nueva York también para estar cerca de ti y cuidarte, aunque tú no lo supieras. Siempre puse un ojo sobre ti para que no te toparas con hijos de puta como yo, pero de tu edad, claro... —suspiró nuevamente—. Y creo que lo hice bien. Al principio tuve mis dudas con ese novio tuyo, Zayn... Pero ya no más. Demostró ser un buen chico contigo.

—Lo es.


Justo en ese momento mi celular vibró, y como si fuera magia, el aludido me había enviado un mensaje de texto. Reí para mí misma y lo abrí, leyendo: "Tengo que hablar contigo cuando llegue a casa. Te llevo pasteles xo". Sonreí y Ernie tocó mi hombro.


—A eso me refiero, se nota que te hace muy feliz —asentí un par de veces y luego sentí mucha pena—. Chiquita, ¿Qué pasa?, ¿Ahora me odias por la historia? No lo hagas, por favor...

—No, no. No... —negué levemente y sonreí—. No sé, a pesar de todo lo malo que me ha pasado... Me siento feliz, pero desearía tener a mamá aquí conmigo, terrenalmente, para completar mi felicidad.

—Terrenalmente no lo está, pero sí en tu corazón y tu mente. —respondió Él—. Pero no llores, ¿Sí?

—Sí, abuelito —alcé una ceja con diversión y Ernie jadeó con sorpresa.

—No, eso es raro. ¿Puedes sólo decirme Ernie o Erns? —alzó sus cejas en señal de piedad.

—Claro. Aún no puedo creer que eras algo así como un puto —sugerí, llevándome una molesta expresión de Erns—. Sólo bromeo... Creo.

—Dejemos este caso como resuelto... ¿Te quedas a tomar el té?

—Nop, Zayn me llevará pasteles —sonreí encogiéndome de hombros—. Le diré que venga por mí.

Continue Reading

You'll Also Like

7.8M 467K 96
Esta es la historia de Katsuki Bakugou y _____. Dos adolecentes con una misma meta, ser héroes profesionales, pero también un mismo sentimiento. ¿Qué...
17.1K 754 8
Primer historia terminada
182K 12.2K 46
Aubrey quiere ser madre, así que toma el asunto en sus propias manos. » Todos los créditos de la hermosa portada para: @Fraternityimperfect y @pairan...
206K 13.7K 50
"No te vayas, hay muchas pero no hay de tú talla"