Pov. David
Estaba furioso, tanto que deseaba despellejar cualquier cosa que se me pusiera enfrente, ahora sí que estaba jodido, todo por culpa de ese maldito de Drake como se atrevió a encarcelarme.
- Vaya que bonita princesita, y dime porque estás aquí- me dijo el prisionero de al lado, con una mirada lujuriosa que me daba asco.
- Eso a ti no te importa- gruñí con ganas de romperle lo que se llama cara al imbécil ese.
- Vaya quien lo diría la niña tiene carácter- dijo un joven que no parecía ser mayor que yo con una sonrisa, era muy sexy, espera que estoy pensando.
- Si no se han dado cuanta par de imbéciles soy HOMBRE- grite hasta el punto de quedarme sin voz.
- Ya calma bonita y dinos porque esta una preciosura como tu aquí, no creo que fuera por robar o matar- cuando dijo eso mi corazón salto, mierda ahora que los miraba parecían ser no podían esperen si son ¿PIRATAS?
- Pues no yo no he hecho absolutamente nada para estar aquí- dije con un tic en la frente, causando la risa de más de uno de esas celdas.
- Darme una patada en la entrepierna, eso es suficiente para estar aquí- se escuchó una voz y todos los presos hicieron silencio y es que ahí frente a todos se encontraba el príncipe Drake.
- Tú te lo buscaste además, a que vienes aquí- dije mirándolo con furia ya que era su culpa que yo estuviera rodeado de asquerosos ladrones, matones, violadores y PIRATAS que técnicamente hacían todo lo anterior.
- Viene a que reconsideraras la idea de casarte conmigo- dijo y pude ver como todos se les caía la boca, incluso hasta los guardias que desde hace rato me veían sin entender la razón por la que estaba ahí.
- Me niego- rugí mientras le daba la espalda no me casaría con ese arrogando, estúpido y mujeriego... ash es de lo peor.
- David por favor, si aceptas te sacare de este mugroso lugar te llevare al castillo, tendrás todo lo que quieres y los más hermosos vestidos- me está comprando el muy imbécil, lo está haciendo.
- Eso JAMAS ya te dije soy HOMBRE y yo nunca usare vestido si te gustan tanto úsalos tú- grite mirándolo desafiantemente este me miro y se sobo la cien.
- Yo soy el príncipe, eso te queda mejor a ti- me dice sonriéndome con arrogancia- además tengo tan buenas proporciones como hombre que en un vestido me vería ridículo- dijo mirándome con descaro.
- Claro tienes tantas proporciones lástima que son del tamaño de mi dedo- dije señalando mi dedo meñique este me miro con furia pero aun así trataba de calmarse.
- Para que lo sepas yo tengo un miembro y es muy GRANDE- me grito, ya había perdido el control de sus propias palabras.
- Si tan grande como una cucaracha- dije mientras hacia una mueca de asco, todos los presentes veían como los insultos iban y venían.
- Bien si no piensas ser MIO pues no serás de NADIE te quedaras aquí hasta que aceptes casarte conmigo- grito mirándome con los ojos llenos de furia.
- Pero que romántico eres- dije con sarcasmo, este se dio la vuelta y en un ataque de enoje me quite el único zapato que me quedaba y se lo lanza en la cabeza, golpeándolo con éxito.
- Muy maduro de tu parte- gruño mirándome enojado, le saque la lengua y me senté en el piso abrazando mis piernas me estaba dando frio.
- Lárgate que no quiero ver tu mugrosa cara- dije queriendo llorar del miedo y la impotencia por no poder hacer nada contra él.
- Oye lo siento vale no debí insúltate, pero en verdad tan feo soy que no quieres salir conmigo- dice Drake mirándome con ojitos de cachorrito triste.
- Sácame de aquí y tal vez te diga- dije aun enojado con él, mi orgullo me lo impedía.
- No lo are hasta que aceptes casarte, mi padre lo a ordenada y yo no puedo hacer nada contra esa decisión, sin contarte que aún está enojado por el zapatazo que le lanzaste en la cabeza- susurro Drake mientras una pequeña carcajada se le escapaba, los guardias me vieron con horror y algunos prisioneros con burla, no pudo evitar sonrojarme al recordar eso.
- El tubo la culpa como se le ocurre pedirme nietos acaso está loco-digo avergonzado mientras trataba de mantener la calma.
- Así que hasta frente el rey muestras ese carácter princesita- susurro aquel chico mirándome intensamente.
- Cállate nadie está hablando contigo- dice Drake mirándolo con enojo, mientras se acercaba a su celda.
- Solo me callare si la princesita lo quiere- dijo mirándome de manera tan profunda que sentí como mi garganta se secaba.
- Todos pueden hablar lo que quieran- dije casi tartamudeando haciendo que Drake mira con más furia al desconocido.
- Quien coño te crees que eres- casi rugió, me sorprendí ver su mirada estaba furioso la verdad nunca lo había visto así.
- Que pasa príncipe acaso tiene miedo a la competencia- dijo con una sonrisa de medio lado, guiñándome un ojo. Me sonroje y con nerviosismo baje mi mirada.
- Acaso te interesa el- gruño Drake mirándome como si él fuera un cazador y yo su presa, mordí mi labio.
- A mí no me interesa nadie, quiero que los dos les quede algo en claro YO no me ENAMORO y es por ello que YO no le pertenezco a NADIE que les quede claro- gruñí recuperándome del incomodo silencio.
- Créeme bombón que eso está por verse- dijo mientras se relamía los labios, y miraba a Drake como si la guerra estaba a punto de comenzar.
el de la imagen es el pirata aun desconocido el nombre jajaj...=D