¡¿Soy Hermione Granger?!

By yuiCervantes7

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Jade Baker es una chica fan de Harry Potter, ella muere en un accidente y reencarna en uno de los personajes... More

Capítulo 1: Recuerdos
Capítulo 2: Trabajo
Capítulo 3: Hogwarts
Capítulo 4: Clases
Capítulo 5: Troll
Capítulo 6: Quidditch y Navidad
Capítulo 7: Adiós Norberto y Hola Castigo
Capítulo 8: ¡Memoria no me falles!
Capítulo 9: Acechada
Capítulo 10: la historia debe continuar
Capítulo 11: La prodigio
Capítulo 12: Sangre sucia
Capítulo 13: Ayudando a un camarada
Capítulo 14: Una duelista con talento
Capítulo 15: Sinceridad
Capítulo 16: El diario de Tom
Capítulo 17: Una batalla contra el destino
Capítulo 18: Esperanza
Capítulo 19:Venganza/Revancha
Capítulo 20: Otro final feliz
Capítulo 21: Maldición
Capítulo 22: Crookshanks
Capítulo 23: Dementores
Capítulo 24: La loca y Buckbeak
Capítulo 25: Culpa
Capítulo 26: Boggart
Capítulo 27: ¿Descubierta?
Capítulo 28: Siguiendo el curso
Capítulo 29: Quidditch, Dementores y problemas
Capítulo 30: El mapa del merodeador
Capítulo 31: Nuevo problema
Capítulo 32: Regalos
Capítulo 33: Feliz navidad
Capítulo 34: Feliz cumpleaños
Capítulo 35: Patronus y ¿Qué somos?
Capítulo 36: Perro sarnoso
Capítulo 37: Escarmiento
Capítulo 38: La final de quidditch
Capítulo 39: Sentencia
Capítulo 40: Comienza al juego
Capítulo 41: Traidor
Capítulo 42: Giratiempo y Dementores
Capítulo 43: Diluvio de corazones
Capítulo 44: paso a paso
Capítulo 45: Madriguera
Capítulo 46: Reencuentro
Capitulo 47: Rumbo al Mundial
Capítulo 48: Mundial de Quidditch
Capítulo 49: ¡No eres mi madre!
Capítulo 50: ¿Explicaciones?
Capitulo 51: Slytherins
Capítulo 52: ¿Amigos?
Capítulo 53: Hurón albino
Capítulo 54: Maldiciones e imperdonables
Capítulo 55: Colegios
Capítulo 56: Cáliz de fuego
Capítulo 57: ¿Quién fue?
Capítulo 58: Búlgaro sensual
Capítulo 59: Apuestas
Capítulo 60: Confusión
Capítulo 61: ¡No es una cita!
Capítulo 62: Te creo
Capítulo 63: ¿quieres ir conmigo?
Capitulo 64: Baile de navidad
Capítulo 65: ¿Qué paso ayer?
Capitulo 66: Segunda Prueba
Capítulo 67: ¿Tregua?
Capítulo 68: Irremplazables
Capítulo 69: ¿Qué perdí?
Capítulo 70: Te perdí
Capítulo 71: Persuasión
Capítulo 72: Cerrando ciclos
Capítulo 73: Caminemos juntos
Capítulo 74: ¿Pitufisuerte?
Capitulo 75: Todo es confuso
Capítulo 76: Percy
Capítulo 77: Ministerio
Capítulo 78: Juicio
Capitulo 79: Tristan
Capítulo 80: Nostalgia
Capítulo 81: La Orden
Capítulo 82: Regreso
Capítulo 83: Unidos
Capítulo 84: Intenta callarme
Capítulo 85: Venganza
Capítulo 86: Castigo con el Sapo
Capítulo 87: La suma Inquisición
Capítulo 88: Reunión
Capítulo 89: Drecreto Número 24
Capítulo 90: Ejercito de Dumbledore
Capítulo 91: Hermanos
Capítulo 92: Partido
Capítulo 93: El regreso de Hagrid
Capítulo 94: Thestrals
Capítulo 95: Relicario
Capítulo 96: a salvo
Capitulo 98: Fin de vacaciones

Capítulo 97: Nuevas oportunidades

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By yuiCervantes7

POV Jade/Hermione
Cuando entraron los gemelos junto con Ginny, vieron a todos los presentes, pero entonces los gemelos me miraron a mí, parecían analizarme con algo de sorpresa en sus ojos, entonces recaí en la pijama de Tom, tenía sentido, pero no me molestaba, Tom quería esto y era mi forma de pedirle perdón.

— ¿Qué pasa, Harry? — preguntó Ginny, que tenía aspecto de estar muerta de miedo — La profesora McGonagall dice que has visto cómo atacaban a papá...

— Su padre ha tenido un accidente mientras trabajaba para la Orden del Fénix —explicó Dumbledore antes de que Harry pudiera hablar — Lo han llevado al Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas. Los voy a enviar a casa de Sirius, que está mucho más cerca del hospital que La Madriguera. Allí se reunirán con su madre.

— ¿Cómo vamos a ir? — preguntó Fred, muy afectado — ¿Con polvos flu?

— No — respondió Dumbledore — Ahora los polvos flu no son seguros, la Red está vigilada. Utilizarán un traslador. — Señaló la vieja tetera de aspecto inocente que había dejado encima de la mesa. — Estamos esperando el informe de Phineas Nigellus. Antes de enviaros quiero asegurarme de que no hay ningún peligro.

— Dejémonos de tonterías, por ahora la casa de Sirius no se ha visto comprometida como para tener que preocuparnos, y lo principal es que estén ahí — dije interrumpiendo a Dumbledore — su padre va a estar bien, no hay de qué preocuparse, pero ahora lo importante es que estén — dije abriendo el portal. — pasen. — dije y los cuatro hermanos no dudaron en hacerlo. Miré a Harry. — ¿no vas a ir? — dije y me miró fijamente.

— Quiero hacerte muchas preguntas... Hermione... ven con nosotros, tú lo salvaste y...

— Está bien, pero tengo que regresar esta misma noche — dije mirando a Dumbledore, quien me analizó y nuevamente asintió.

Pasamos el portal justo cuando Fawkes dio la señal de que Umbridge ya se había dado cuenta de que estábamos fuera de la cama y que seguramente pasaba algo, cuando lo cerré nos encontramos de lleno con los gemelos, Ginny y Ron.

— Ya están aquí esos mocosos traidores a la sangre. ¿Es verdad que su padre está muriéndose? — dijo Kreacher apareciendo, alcé una ceja con incredulidad y retrocedió un paso.

— ¡FUERA! — gritó otra voz.

Sirius corría hacia nosotros con gesto de preocupación. Iba sin afeitar y todavía llevaba puesta la ropa de calle; despedía un olor a alcohol parecido al de Mundungus. Se estaba deteriorando y al parecer para él era lo de menos, eso me hacía sentir mal.

— ¿Qué ha pasado? —preguntó — Phineas Nigellus me ha dicho que Arthur está gravemente herido.

— Pregúntaselo a Harry — sugirió Fred.

— Sí, yo también quiero enterarme — dijo George. Los gemelos y Ginny miraban fijamente a Harry. Los pasos de Kreacher se habían parado en la escalera.

— Fue... — empezó Harry; aquello debía ser aún peor que contárselo a la profesora McGonagall y a Dumbledore, me miró buscando ayuda.

— Harry, no te van a juzgar... todo está bien... — aseguré, pero no pareció muy seguro, aun así se irguió y encaró a la familia Weasley.

— Tuve una... especie de... visión...

Y les contó todo lo que había visto, pero alteró el relato, de modo que pareciera que lo había contemplado desde fuera, mientras la serpiente atacaba, y no con los ojos del reptil. Ron, que todavía estaba muy pálido, le lanzó una mirada fugaz, aunque no hizo ningún comentario. Cuando Harry hubo terminado, Fred, George y Ginny se quedaron observándolo con atención un momento.

— ¿Está nuestra madre aquí? — le preguntó Fred a Sirius.

— Seguramente ni siquiera sabe todavía lo que ha pasado — contestó Sirius — Lo más importante era sacarlos de Hogwarts antes de que la profesora Umbridge pudiera intervenir. Supongo que ahora Dumbledore estará contándoselo a Molly.

— Tenemos que ir a San Mungo — dijo Ginny con urgencia, y miró a sus hermanos, que, naturalmente, todavía iban en pijama — Sirius, ¿puedes dejarnos unas capas o algo?

— ¡Un momento, no pueden ir todavía a San Mungo! — la atajó Sirius.

— Claro que podemos ir a San Mungo si queremos — le contradijo Fred con testarudez — ¡Es nuestro padre!

— ¿Y cómo van a explicar que sabían que Arthur había sido atacado antes incluso de que lo supieran el hospital o su propia esposa?

— ¿Qué importancia tiene eso? — preguntó George acaloradamente.

— ¡Importa porque no queremos llamar la atención sobre el hecho de que Harry tiene visiones de cosas que ocurren a cientos de kilómetros de distancia! —repuso Sirius con enfado — ¿Tienen idea de cómo interpretaría el Ministerio esa información?

Era evidente que a Fred y George no les importaba cómo lo interpretara el Ministerio. Ron, por su parte, seguía lívido y callado. Suspiré mientras tenía una ligera idea de qué podríamos hacer para que nadie supiera que fuimos, pero que ellos vieran a su padre para estar más tranquilos.

— Podría habérnoslo contado alguien más... — insinuó Ginny — o podríamos habernos enterado por otra fuente que no fuera Harry.

— ¿Ah, sí? ¿Por quién? ¿Hermione? — preguntó Sirius con impaciencia — Escuchen, su padre ha resultado herido mientras trabajaba para la Orden, y las circunstancias ya son lo bastante sospechosas para que encima sus hijos lo sepan sólo unos segundos después de que haya ocurrido. Podrían perjudicar gravemente los intereses de la Orden...

— ¡Nos trae sin cuidado la maldita Orden! — gritó Fred.

— ¡Nuestro padre se está muriendo! — añadió George.

— ¡Su padre ya sabía dónde se metía y no va a agradecerles que le pongan las cosas más difíciles a la Orden! — replicó Sirius, tan furioso como ellos — ¡Esto es lo que hay, y por eso no pertenecen a la Orden! ¡Ustedes no lo entienden, pero hay cosas por las que vale la pena morir!

— ¡Qué fácil es decir eso estando encerrado aquí! — le espetó Fred — ¡Yo no veo que tú arriesgues mucho el pellejo!

— ¡basta ya! — grité molesta y todo se sumió en un silencio.

— Vaya, parece que si puedes hablar — dijo George y lo miré mal, sabía por qué se comportaban así, pero esas palabras me hirieron tanto como a Sirius.

— Su padre está bien ¿sí? Se desmayó, pero no perdió mucha sangre y logré extraer el veneno antes de que siquiera se esparciera por su sistema — dije y callaron — no tienen que hablarle así a Sirius, él lo daría todo por poder salir y hacer algo ¡lo que sea! él daría la vida si eso significa darles un futuro mejor a todos nosotros, y pasa lo mismo con su padre, toman riesgos por proteger a las personas que aman, no es fácil estar encerrado, ustedes no lo soportarían, así que no lo tomen a la ligera, se dejan dominar por sus emociones y les está nublando el juicio — dije y parecieron arrepentidos, toda la acalorada situación se aplacó.

— Hermione — llamó Ginny insegura.

— Y si no había dicho nada, es porque estaba pensando en una forma de llevarlos a ver a su padre — informé y alzaron la mirada con esperanza mientras Sirius me lanzaba una mirada de reproche. — ¿qué? soy parte de la orden ¿no? mi punto de vista también es válido y dijiste que confiabas en mí, nadie nos va a ver, y solo veremos el estado del señor Weasley. No podemos ponernos en evidencia, si están de acuerdo con esas condiciones lo haré posible — ofrecí viendo a los pelirrojos, quienes no dudaron en asentir.

— Voy con ustedes — dijo Sirius y miré a Harry.

— Harry ¿puedes quedarte? Necesito que esperes a la señora Weasley — pedí y asintió. Esta era también la única manera de sacar a Sirius y que tuviera un poco de libertad. — Gracias. — sonreí y desvió la mirada.

Al instante tomé sus manos y nos adentramos a la dimensión espejo, haciendo sobresaltar a todos, pues parecía que todo se rompía cual cristal, pero una vez dentro, vimos a Harry mirar a todos lados y suspirar, él necesitaba estar solo por ahora, no quería molestarlo.

Rápidamente abrí el portal hacia el hospital, donde se encontraba el señor Weasley, siendo seguida por todos, cuando lo encontré suspiré aliviada, realmente lo habían atendido, no de la mejor manera, pero se veía mejor, al instante Ginny sollozó siendo abrazada por los gemelos. Al instante estreché la mirada y suspiré.

— No se muevan de aquí — dije y me miraron sin entender.

Puse una ilusión sobre mi volviendo a tener una capa negra con mi rostro cubierto con un cabello morado, para después salir de la dimensión, me acerqué al señor Weasley, suspiré, cerré mis ojos tomando su mano y poco a poco imaginaba como una luz brotaba de mí, imaginaba como esa misma luz envolvía poco a poco el cuerpo del señor Weasley sanando sus heridas, todo al ritmo de mi respiración, que era la representación de un impulso de vitalidad.

Cuando abrí mis ojos, seguía inconsciente, pero sus heridas estaban casi completamente curadas, creo que con esto era más que suficiente, pronto volvería como nuevo para navidad.

— ¡Hey! ¡¿Quién es?! — dijo un medimago viéndome en la distancia — ¡llamen a los aurores! — gritó alarmado y sonreí mientras daba un salto hacia atrás desapareciendo nuevamente en la dimensión espejo, donde me envolvieron en un abrazo tomándome por sorpresa haciéndome caer para atrás.

— Gracias — dijo Ginny hipando — enserio, gracias.

— Tranquila... está bien — respondí mientras le devolvía el abrazo y los gemelos tenían los ojos cristalinos y unas lágrimas escapaban de sus ojos. — prometí que si estaba en mi posibilidad iba a ayudar — ante eso Sirius asintió.

(...)

Cuando volvimos, Ginny abrazó a Harry, y Sirius nos mandó a dormir, a lo que le avisé que tenía que volver a Hogwarts, que volvería con él para las fiestas junto con Tom, aunque él no parecía muy contento con eso, pero no dijo nada, así que abrí el portal, cuando estaba por cruzar los gemelos me detuvieron, por lo que suspiré y los miré, evidentemente estaban más calmados.

— Hermione... perdón...

— No me tienen que pedir perdón a mí, fueron mucho más groseros con Sirius y él se preocupa por ustedes y por Arthur, esta frustrado y ustedes no lo entendieron, es molesto no poder salir, sentirse impotente por no poder hacer nada, estar por perder a alguien y solo poder recibir noticias — dije y desviaron la mirada.

— Le pediremos perdón pero... es que... nos ganaron las emociones Hermione... queríamos saber de nuestro padre.

— les dije que yo haría hasta lo imposible para evitar que los demás murieran, no tienen que agradecer algo como eso dije firme, mientras abría el portal. — no veremos pronto. Adiós.

(...)

Si... digamos que yo también miento, pero son mentiras piadosas, claro que volvería a Hogwarts, es mi hogar después de todo, solo que lo haría después de otra pequeña parada a la sección de "DAÑOS POR HECHIZOS" en la cuarta planta del hospital, sabía que podía hacer algo por alguien más antes de navidad.

— Hola — saludé apareciendo frente a dos señores que conocía muy bien.

Su aspecto demacrado dejaba mucho que desear, sus ojos apagados y sin vida, fijos en mi persona con completa confusión, mi aspecto volvió a la normalidad haciendo que se sorprendieran, sonreí levantando mi mano a mis labios como si fuera un secreto, no sabía por qué, pero no parecían temerme, cosa que agradecía, tomé sus manos mientras veía para todos lados, viendo que no había moros en la costa.

Concentrándome nuevamente, dejé a mi energía salir, un dorado tan puro se hizo presente, los envolvía a ambos que parecían no saber cómo reaccionar, poco a poco la claridad volvía a sus ojos, me sentía agotada, mas no desistiría. Cuando todo terminó, sus miradas volvieron a centrarse en mí, me sentía mareada.

— ¿Q-quién eres? — murmuró alarmada la mujer frente a mí, que aunque no tan regordeta como en la foto de la orden que mencionaban los libros, ahora se encontraba más saludable, su cabello ya no eran canas y la lucidez se notaba ahora.

— Y-yo, soy Hermione, amiga de su hijo Neville — expliqué y se miraron entre ellos — están en San Mungo.

— Neville apenas tiene un año, él no-

— Neville sufrió su ausencia todos estos años, la maldición cruciatus afectó su mente, tal vez eso si lo recuerdan ¿no? ahora yo soy parte de la orden del fénix, y vine aquí para poder sanarlos y devolverlos a los brazos de su hijo — expliqué llevando mi mano izquierda a mi cabeza que dolía a horrores.

— E-eso, es imposible, ¡apenas eres una niña! ¡no puedes tener más de dieciséis años! — exclamó alarmado y señale que bajaran la voz. — ¿Qué pasó con la orden? ¿Cómo están los Potter?

— Han pasado muchas cosas, claro está, pero eso se los podrá contar su hijo, tienen que volver con él, esta es la oportunidad que ahora les ofrezco, es una locura por todos los años que han pasado, pero él los ama y los necesita.

— ¿por qué hacer esto por nosotros? Si bien eres amiga de nuestro hijo... — comenzó el padre de Neville.

— Es uno de mis mejores amigos, ha estado conmigo incluso cuando todos me dieron la espalda, siempre confiando y creyendo en mí, y si encontré la forma de devolverle a sus padres, no sería digna de su amistad si no lo intentaba. Es tan preciado para mi como si fuera mi hermano, daría lo que fuera por él. — sonreí ligeramente levantándome, era hora de irme.

— E-espera — dijo la mujer y me giré nuevamente hacia ellos. — ¿Qué ha pasado con la guerra?

— Los tiempos oscuros vuelven — respondí — pero les aseguro que no pararé hasta acabar con esto.

— ¿y Neville? — preguntó nuevamente el padre de Neville.

— Por hoy descansen, seguramente mañana podrán notificar su grata recuperación y podrán escuchar que ha sido de su vida de la boca de él mismo. — sonreí y parecieron sorprendidos, pero asintieron.

(...)

Me encontraba abrazada a Tom, le había enviado un Patronus a Dumbledore y le había escrito en respuesta a Viktor, por lo que estaba más tranquila con respecto a lo que tenía que hacer, solo era cuestión de tiempo para ser atrapada por la loca de Umbridge. Ya quería ver la cara del sapo deformada al saber que había perdido contra mi gran ingenio.

(...)

Las buenas noticias no se hicieron esperar, pues Neville se fue a primera hora del día en busca de sus padres, la noticia llegaría rápidamente al profeta y claro, la usarían para desviar la atención, aun así, nunca podría olvidar el rostro de Neville al recibir la carta, realmente le había cambiado la vida, y no me arrepentía de eso, esperaba que su vida fuera más y más feliz.

(...)

Para las vacaciones de navidad Sirius nos recibió en Grimmauld Place junto con los Weasley, Harry parecía incómodo y fuera de lugar, por lo que me lancé a abrazarlo y revolví su cabello, bueno si se podía revolver más de lo que estaba ese cabello alocado que poseía, era gracioso verlo aturdido, lo quería hacer sentir más humano, porque lo era, por mucho que tuviera una conexión con Voldy, aunque dudara ahora.

Ya me oiría Ojo loco, pero no esta noche, aunque ahora que lo pienso, seguramente había una probabilidad de que mencionaran mi participación y lo extraño que es que me inmiscuya y este en los lugares menos apropiadas en momentos exactos, seguramente me mantendría vigilada estas vacaciones, y yo que pensaba que tenía suficiente con burlar a Quejicus en Hogwarts.

Ahora me encontraba en mi habitación (la de Regulus) sacando mis cosas cuando un Plop se hizo presente, a lo que sonreí. Sabía que no era Winky, dado que por fin pude liberar al malhumorado de Barty de la maleta y la mandé a hacerle compañía, por lo que solo quedaba Kreacher, quien me miraba fijamente con recelo, supongo que por seguir ocupando la habitación de su amo Regulus.

— Hola Kreacher — saludé y masculló. — si sigues con ese humor no te voy a dar tu regalo — advertí con suficiencia y bufó a lo que reí. — vamos, te lo voy a dar por adelantado, así que extiende tu mano — pedí y con desconfianza lo hizo.

— ¿como? — dijo al ver el guardapelo — usted-

— Fui sola, si, lo conseguí para ti, como promesa de que de una u otra forma te devolvería a tu amo — aseguré y me miró con asombro — digo, te considero ahora un aliado y parte de la familia aunque no quieras, y pues creo que no hay ser más confiable para cuidar este objeto que tú. Llévalo siempre contigo y que nadie te lo quite, eres más que digno de portarlo. — vi como sus ojos se tornaban llorosos y desapareció el instante.

Misión parcialmente cumplida, lo había logrado, ahora espera y verás, no me rendiré hasta que Regulus esté caminando nuevamente entre nosotros. Cuando salí, busqué por todos lados, pero justo como esperaba, Harry se había recluido en algún lugar, al final si necesitaba hablar.

— Harry — lo llamé tocando la puerta de su habitación — abre, sé que estás ahí — dije y abrió lentamente la puerta.

— Pensé que irías a esquiar con tus padres — mencionó y reí suavemente.

— Por mucho que me guste esquiar, sé que ustedes me necesitan más, además, Ojoloco dijo "nada de vacaciones" ¿recuerdas? Mi excursión a Bulgaria, Francia y Estados Unidos no le hizo ni una pizca de gracia a nadie aquí — comenté con gracia, pero desvió la mirada. — ¿quieres hablar? — ante eso negó, estaba por revolver su cabello pero se echó para atrás.

— No te ofendas, pero no estoy de humor para ser tratado como un niño por ti — se defendió con cierta molestia en su voz.

— Que gracioso, yo no pienso que hacer eso significa que te trate como un niño Harry, simplemente me gusta tu cabello incontrolable — comenté y pareció sorprendido — sea lo que sea que estés pensando, deja tu cabeza llena de basura sino quieres que lo sacuda yo, hazlo por tu cuenta, pero algo es seguro Harry, sino hubieses tenido esa conexión, no podríamos saber que el señor Weasley estaba en peligro, ni siquiera yo — aseguré y pareció sorprendido.

— Pero llegaste a tiempo — señaló y suspiré.

— Si, pero porque te oí tener pesadillas y supe que nada estaba bien, entonces se podría decir que supe a donde ir, te quiero confiar tantas cosas que tal vez ahora harían que me vieras más loca que ahora, pero te puedo ofrecer aprender a proteger tu mente para que no vuelva a pasar — ofrecí y se incorporó.

— ¿puedes hacer eso? — preguntó y asentí — ¿Cuándo empezamos? — ante eso sonreí.

— Tienes que entender algo, esta técnica es más centrada en la concentración, crearás barreras para proteger tu mente, y de ti dependerá que tan fuerte será, te voy a entrenar, pero tendrás que darlo todo de ti si quieres bloquear esa conexión — advertí y asintió rápidamente, ante eso sonreí.

Si bien la conexión era bilateral y una parte de mi tiene curiosidad de saber si puedo hacer algo para fastidiar a Voldy, no quiero jugar y arriesgar la mente de Harry, sería arriesgado y estúpido.

— Hermione... Gracias.

— Mejor ve a ver a los chicos, Ron y Ginny también estaban muy preocupados por ti — ante eso asintió y salimos del cuarto.

(...)

Salí en busca de comida con la señora Weasley, cuando estaba por entrar a la cocina unos brazos me envolvieron alzándome en el aire mientras repartía besos en mi mejilla causándome cosquillas, oí la risa de Tristan en mi oído, suave y agradable, contagiosa y despreocupada, fue entonces que unos brazos me cargaron arrebatándome de los brazos de Tristan.

— Cuidado con lo que haces Lambert, ya hablamos acerca del contacto físico. — masculló Sirius y Tristan se cruzó de brazos.

— Eso debería hablarlo con alguien más señor Black, yo siempre la trato con respeto, sin embargo hay quienes pasan su autoridad por alto con mucha facilidad — contestó Tristan, a lo que me sonrojé.

Sirius se giró hacia mi como si de pronto se hubiese convertido en la niña del exorcista, si, era hora de huir a la cocina, pero entonces fui rodeada por otros brazos que me levantaron ¿Qué tenían con separarme del suelo? La risa de Bill se hizo presente junto a la de Fleur, ¡mi francesa favorita! ¡la segunda persona que me hace dudar de mi heterosexualidad!

— ¿Cómo está mi leona favorita? — exclamó una ves me dejó en el suelo.

— Ginny se pondrá furiosa si te oye — comenté riendo algo mareada, fue entonces que fui rodeada por Fleur.

— Ha pasado un tiempo — saludó para separarse y sonreír de reojo a Tristan. — ya me enteré de ciertas noticias, felicidades. — Bill alzó una ceja confundido.

— ¿de qué hablas amor? — preguntó un tanto confundido.

— Nada, cosas de chicas — respondí y ella pareció entender, por lo que sonrió y asintió.

— Si, cosas de chicas — le aseguró y Bill se encogió de hombros satisfecho con la respuesta de su novia.

— Espera — ¿ya eran novios? bueno, sabía que pasaría, pero vaya grata sorpresa — ¡¿por qué nunca me dijeron que comenzaron a salir?! ¡Felicidades! ¡hacen una hermosa pareja! — exclamé volviéndolos a abrazar.

— Bueno, por lo menos tengo tu aprobación — agradeció aliviado Bill.

— Yo sabía que terminarían juntos, pero es una grata sorpresa que fuera antes de lo que esperaba, es la mejor noticia en mucho tiempo — dije y sonrieron.

— No me vas a cambiar de tema jovencita, tenemos que hablar — recordó Sirius y chisté con la lengua haciendo que abriera los ojos con sorpresa.

— ¿Dónde aprendiste eso? ¿desde cuándo te volviste respondona jovencita? — pareció alarmado Sirius.

— Oh vamos, tú eras peor con la abuela Walburga, no me vengas con eso — ante eso se mostró ofendido.

— No me compares con ella, a tu cuarto — ordenó y rodé los ojos.

— No me podrás controlar para toda la vida Black, soy una rebelde sin causa — advertí mientras subía y azotaba la puerta.

— se parece mucho a ti — escuché a Remus mientras robaba comida de la cocina por medio de un portal.

— Solo está en su etapa rebelde, ya pasará — defendió Tonks.

— No, así empiezan, se juntan con Slytherins, salen sin permiso, y después ¡Bum! Pierden su virginidad en un concierto con desconocidos y amanece con seis tatuajes y una adicción por el alcohol — habló Sirius y la sala se quedó en silencio.

— ¿recuerdos de Vietnam? — susurré irónica.

— ¿qué? — pareció ofendido por el rostro de los demás.

— Espero que en eso si se parezca a James y se guarde para el indicado — comentó Remus y reí llamando la atención, por lo que cerré el portal.

¿Cómo se les ocurre hablar de mi virginidad tana la ligera? Estos idiotas insensibles ¿por qué Remus diría eso si era el mássensato? Además, aunque la terminara perdiendo de una u otra forma parece queno sería pronto, digo, con cada interrupción que me han dado pareciera que el universome escupe en la frente y no es la brisa en mi espalda. Si, Modern Family amigos.

★*****★*****★*****★*****★*****★
Gracias por leer espero que lo hayan disfrutado ❤✨ si, estoy de vuelta gracias a las vacaciones que se vienen, equilibrar mi vida, deberes y horarios de escritura es difícil, agradezco que sigan leyendo y comentando a la espera de uma actualización.

Me alegra saber que no les ha aburrido mi historia y que realmente la esperan con tanto animo. 💜 tengo muchas notas que estoy poniendo s trabajar para esta historia. Esperenlo con ansias.

Nos leemos pronto 😉✨💜

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