mirror ー p. chanyeol

By chenslay

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❝Somos uno... ¿Lo somos?❞ [ chenslay© | 2014 ] - primera edición [ chenslay© | 2023 ] - seg... More

prologue
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By chenslay


Chanyeol entró al estacionamiento del centro comercial, lo cuál me hizo fruncir el ceño. Si ya no tenía idea de qué esta cita podía ser, Chanyeol se había encargado de vaciar todas las opciones.

—¿Por qué luces asustada? —Preguntó riéndose—, ¿No venías aquí después de la escuela?

—No, iba a estudiar a casa. —Le respondí, lo cuál hizo a Chanyeol fruncir el ceño—. ¿Qué?

—Nada, nada. —Dijo, mientras daba una fuerte respiración.

Una vez bajamos del auto y entramos al centro comercial, las luces de los locales eran llamativas, seguía a Chanyeol entre toda la gente que había, hasta que habíamos llegado a un arcade que estaba ahí dentro. Una vez en él, noté que eran muchas luces, poca gente y demasiados juegos. Chanyeol se había encargado de conseguir los tokens, lo cuál era una bolsa enorme.

—¿Qué es todo eso? —Le pregunté, intentando no burlarme—, ¿Viviremos aquí?

—Solo por si acaso. —El aseguró, un poco avergonzado mientras—. ¿Dónde vamos primero?

—No tengo idea. —Murmuré, mientras miraba todo un poco agobiada—. Normalmente iba a dónde mi madre quería que fuéramos.

Y usualmente mis hermanos eran quienes se encargaban de jugar hasta saciarse.

—¿Segura que no tienes una opción en mente? —Preguntó, por lo cuál me encogí de hombros.

—¿En serio debo elegir? —Pregunté, el asintió—, Oh, bueno... Uhm... ¿Hockey de mesa?

—¿Sabes jugar hockey de mesa? —Chanyeol me preguntó, alzando una ceja. No, no sabía—. Vamos entonces. —Chanyeol sonrió.

Cuando llegamos a la mesa, Chanyeol me pasó uno de los discos y ponía los tokens en la máquina, para luego ponerse en su lugar. Tenía cierta idea de cómo se jugaba, solamente tenía que implementarlo.

—Tienes que hacer que el disco entre en mi lado, así anotas un punto. Luego de 5 ganas. —Me dijo, yo asentí—. El que pierda, le debe un favor al otro.

—¿Un favor? —Pregunté, frunciendo el ceño. Chanyeol asintió y así fue cómo empezamos a jugar—. Espero que no hagas trampa.

—Soy un hombre justo, Sora. —Chanyeol respondió—. Y competitivo, no voy a tener compasión contigo.

Rodé los ojos, mientras ya habíamos empezado a jugar. Intentaba coordinarme lo suficiente para no dejar que el disco llegara a mi zona. No duré mucho tiempo para que el tablero mostrara un punto a mi favor, lo cuál sorprendentemente me hizo emocionar y di algunos saltos cuando ocurrió.

—Señorita no sé jugar, ¿Me mentiste? —Chanyeol se rió mientras ponía el disco otra vez en la mesa.

—Tuve suerte. —Sora dijo, mientras intentaba ocultar su sonrisa para seguir jugando.

Había sido más intenso aún, dónde Chanyeol había anotado dos seguidas, y luego yo había anotado tres. Estábamos 4 a 3, y si yo anotaba otra ganaba el juego. Por alguna razón no quería perder ahora. Podía darme cuenta que Chanyeol era sumamente competitivo, y por alguna razón me fascinaba ver cómo estaba intentando todo lo posible para ganar.

—Mierda. —Chanyeol dijo, viendo el disco caer en su zona y cómo yo anotaba los 5 puntos. Grité emocionada mientras que veía cómo le había ganado.

—Si que estás feliz. —Se rió de mi, entonces asentí—. ¿Qué otro juego no sabes jugar? Mentirosa.

—Oye. —Le dije, empujando su brazo un poco y haciéndolo reír—. Estoy un poco segura de que me dejaste ganar.

—¿Por qué te dejaría ganar? —Chanyeol frunció el ceño, lo cuál me encogí de hombros—, Bueno, si te hace sentir tranquila, no lo hice.

—Claro, claro. —Respondí, entonces Chanyeol se rió—. Elige uno tu.

Chanyeol asintió de acuerdo, tomando mi mano y llevándome hasta el área de las canchas de basket. Hice una mueca, porque si en algo era mala, era en los deportes.

—¿Esta es tu venganza? —Pregunté, Chanyeol me miró riéndose.

—Voy a enseñarte, boba. —El dijo mientras ponía los tokens y las pelotas cayeron a nuestro lado, y un timer de 5 minutos había iniciado—. Ven.

—Cuando vayas a tirar la pelota, mantén la muñeca relajada. No te tenses, solo déjala caer. —Me explicó, para luego tirar la pelota y hacer una canasta.

Tomó la pelota y me la pasó para que lo intentara, y así lo hice, o tal vez intenté. Mordí mis labios cuando vi que había fallado en eso, lo cuál hizo a Chanyeol reír y pararse justo detrás de mí, mientras que me pasaba la pelota y tenía mis manos debajo de las suyas.

—Cuando vayas a tirar la pelota, relaja la muñeca. —Me explicó en un tono bajo—. Codos separados. —Asentí y así lo hice, que luego de intentarlo había fallado otra vez—. De nuevo.

Y así habíamos hecho unas dos veces más hasta que el tiempo se había agotado. Chanyeol volvió a poner tokens en la máquina.

—Tu puedes hacerlo. —Me dijo—. Solo inténtalo otra vez.

—Esto es vergonzoso. —Le dije, tomando la pelota nuevamente.

—Puedes hacerlo. —Me aseguró.

Respiré profundo mientras volvía a lanzar la pelota, y que por primera vez haya caído en el aro. Ambos gritamos, creo que Chanyeol estaba más emocionado que yo al respecto, sin darnos cuenta ambos estábamos abrazándonos.

—Deberías considerar entrenar para las olimpiadas, estoy seguro que lo harías bien. —Chanyeol dijo con sarcasmo, lo cuál me hizo rodar los ojos y separarme de él.

El se rió mientras continuaba tirando las canastas que faltaban y viendo como la máquina tiraba los tickets que había ganado. Antes de ir a otra de las máquinas, mi teléfono vibró en la parte de atrás de mi pantalón, lo cuál llamó mi atención y am buscarlo pude ver que eran unos 20 mensajes de mi hermana, junto a 5 llamadas perdidas.

Frunciendo el ceño, le di media sonrisa a Chanyeol mientras marcaba a mi hermana ya que sus mensajes eran de "Llámame" y emojis para hacer spam. Camine fuera del arcade, estando en un lugar donde no hiciera tanto ruido, luego de timbrar unas tres veces ella respondió.

—¡Unnie! —Ella chilló al contestar, note en su tono desesperación—, ¿Qué haces? ¿Estás ocupada?

—¿Qué pasó? —Pregunté, ignorando su pregunta.

—¿Puedes venir conmigo a la clínica?

Respiré profundo, poniendo las manos en mi frente mientras largaba un suspiro.

—¿Y mamá?

—Sabes que no es lo ideal. —Ella murmuró, lo cuál me hizo voltearme para mirar a la puerta, donde estaba Chanyeol esperándome—. Por favor.

—Te encuentro allá. —Le dije, y antes de colgarle pude escuchar cómo repetía gracias en múltiples ocasiones.

Miré a Chanyeol, apenada con la situación y me acerqué. Rasque mi mejilla antes de decirle algo.

—¿Me vas a abandonar? —Preguntó, lo cuál me hizo reírme antes de decirle otra cosa. Negué con la cabeza al principio pero luego asentí—, ¿Si o no?

—Surgió algo de lo cuál debo hacerme cargo ahora. —Le dije, entonces hice una mueca—. Podemos pausar nuestra "cita" y... no lo sé, seguirla después.

—¿Es muy importante?

—Yuri. —Respondí—. No sé que tan importante sea, pero necesita un tutor.

—No se podría hacer mucho, entonces. —Chanyeol asintió—. No pasa nada, te llevo con ella.

Luego de haberle dado la dirección que Yuri me había proporcionado a Chanyeol, simplemente mantuve mi mirada sobre el camino. Sabiendo cuáles eran los posibles escenarios sobre aquella visita, y temiendo de cuál fuese el resultado de uno de ellos.

Yuri estaba en su último año de secundaria, y mis padres habían puesto sobre su plato una educación mucho mejor que la mía y la de Jiyong. Esperaban que Yuri entrara a la mejor universidad cómo lo hice yo, y que de la misma manera tuviera un futuro lleno de éxito. Pero, para su desgracia, Yuri tenía intereses distintos, y mis padres permitían las cosas que hacía hasta cierto punto. Habían cosas que Yuri no podía mencionar acerca de su vida a nuestros padres, que solamente confiaba en mí porque era la única que nunca la tiraría al medio. Sin embargo, todo era muy relacionado a que tan graves las cosas sean para ella.

—Oh, mírala ahí. —Le dije a Chanyeol, mirando cómo Yuri caminaba la acera con un rostro sereno. Chanyeol se orilló y tocó bocina un par de ocasiones, ella confundida y luego tranquila se acercó a nosotros.

—Oh, no sabía que estabas con mi cuñado. —Yuri sonrió apenada, mientras se acercaba al auto.

—Sube al auto. —Le dije en un tono serio, lo cuál ella hizo y no dijo nada mientras se ponía el cinturón—. ¿Me dirás qué pasó?

Ella se rió con nerviosismo. —Bueno, tu sabes que...

—No, no lo sé. —Le respondí.

—Mi estómago está vuelto un desastre. —Ella dijo—. Pero no quiero preocupar a mamá porque sé que va a insistir en que es otra cosa.

—¿Y por qué tu estómago está un desastre? —Le pregunté.

—Estrés. Estoy en exámenes. —Ella masculló mientras rascaba cabeza.

—¿Algo más que deba saber? —Al preguntarle eso, volteé un poco para verla directo al rostro. Yuri apretó los labios, para luego soltar un bufido.

—No puedo creer que me estés preguntando todo esto delante de... —Yuri se quejó, bajando su tono mirando a Chanyeol, miré en su dirección y el sonrió de lado.

—No sé de que hablan. —Chanyeol le respondió, lo cuál hizo que Yuri me mirara con un puchero. Miré al frente, viendo cómo ya estábamos en la entrada del hospital—. Yo las esperaré en el estacionamiento.

—En realidad no tienes por q–

—Gracias. —Yuri dijo con alegría, mientras bajaba del vehículo primero que yo lo hiciera. Al cerrar las puertas del auto, cerré los ojos por unos segundos.

—La voy a matar. —Murmuré, Chanyeol se rió mientras acariciaba mi cabello.

—Todo estará bien. —Me aseguro—. Si necesitas algo avísame.

Asentí, dándole una sonrisa pequeña antes de bajarme del auto y caminar por los consultorios de siempre. Me junté con Yuri, quien esperaba por mi en la puerta antes de acercarse conmigo para su registro.

—Hola, ¿Cómo las ayudo? —Preguntó la amable enfermera con una sonrisa.

—Un chequeo. —Le pedí, entonces miré a Yuri—. Una menor de edad.

—Oh, claro. —Ella asintió, tomando una de las tablas y un bolígrafo antes de indicarnos que nos sentáramos en la sala de espera. Yuri simplemente camino tras de mí en silencio.

—¿Me vas a decir por qué estamos aquí de verdad o no? —Le pregunté, empezando a llenar sus datos y tachar la información adecuada.

—Hace poco me quité el DIU. —Me contó, entonces la miré, deteniéndome de lo que estaba haciendo—. Mamá estaba preguntando mucho que por qué casi no le pedía que me comprara toalla sanitarias, y tampoco me escuchaba quejarme de mi periodo y...

—Yuri. —Le miré, intentando mantener la calma—. La última vez que lo hiciste, ¿Tenías el DIU?

—No. —Ella negó con la cabeza, cerré los ojos unos segundos—. Pero si nos protegimos, te lo juro por mi vida.

—Yuri. —Dije, dejando el bolígrafo sobre la tabla—. ¿Sabes que va a pasar contigo si las cosas salen mal? ¿Tienes idea de lo grave que es esto?

—¡Lo sé! —Ella gritó, llamando la atención de todos en aquella sala. Un poco avergonzada me miró—. Lo sé, Sora, por eso necesito que me ayudes aquí en lugar de actuar cómo una perra.

—Oh, una perra, okay... —Dije, intentando no reírme al respecto—. Eres una malagradecida, y una niñata. Y pase lo que pase después de hoy, ya no me interesa.

Dije, completando los datos que faltaban y poniéndome de pie. Sonriéndole a Yuri de manera irónica mientras le entregaba la tabla a la enfermera quién empezaba a revisar la misma. Me devolví a mi asiento, sin decirle una palabra a Yuri, quién miraba al frente con enojo, pude notar cómo una o dos lagrimas bajaban de sus ojos y ella enojada las quitaba de sus ojos.

—¿Sehun sabe que estás aquí? —Le pregunté, rompiendo el hielo.

—No. —Ella respondió, entonces la miré—. Solo le dije que venía por unas vacunas.

Minutos de silencio, frustración y culpa de hicieron presentes. Yuri tenía las manos sobre su rostro, apoyada de sus rodillas mientras que yo miraba los cárteles alrededor. Muchos de ellos hablaban de la maternidad, métodos anticonceptivos, procesos abortivos y clases prenatales.

—Kwon Sora. —La enfermera avisó desde la puerta del consultorio—. Pueden pasar.

Ambas nos paramos y caminamos a un amplio consultorio, en el cuál había una doctora revisando el papeleo antes de decir algo más.

—Pueden sentarse. —Dijo la amable mujer de edad madura—. ¿Quién es Yuri?

—Yo. —Yuri levantó su mano, para entonces mirarme a mí.

—Soy su hermana mayor. —Le respondí, haciendo una mueca—. No ha tenido su periodo hace varias semanas, hace poco se removió el DIU y también ha tenido relaciones.

—Oh, entiendo. —Dijo ella, mientras tomaba una de las plantillas—. ¿Cuantos años tienes?

—17. —Respondió con timidez.

—¿Tu último periodo fue hace cuantos meses? —Preguntó, mirándole con el ceño fruncido.

Toda la situación parecía irreal para mi, a pesar de que la ansiedad me estaba matando por dentro. Quería hacerme ver cómo si esto no me estuviera afectando lo suficiente. La doctora sacó de su cajón unas cajas y se las pasó a Yuri.

—Entra a ese baño, y orina sobre estas dos pruebas. Una es de embarazo y la otra es de ovulación. —Le pidió—. Luego de esto voy a chequearte, ¿Bien?

Yuri no dijo nada, tomando ambas cajas y poniéndose de pie. Caminando al baño dentro del consultorio para empezar a hacer lo indicado. La doctora, quién sonrió un poco apenada se puso de pie para acercarse al baño y vigilar a Yuri más de cerca, simplemente miré a otro lado. Luego de unos 5 o 6 minutos, Yuri se encontraba recostada en la camilla mientras la doctora esperaba los resultados de ambas pruebas.

—Bien, vamos a ver. —Dijo, mientras tenía en su mano un gel y en otra una máquina de ultrasonido—. Levántate la camisa.

Yo me paré de mi silla, sentándome en la silla junto a la camilla que estaba Yuri, quién estaba temblando ante toda la situación. La doctora frotaba el gel en su vientre con la máquina, y mirando la pantalla con atención. La pantalla se visualizaba imágenes extrañas o poco claras, hasta que llegó a observar un punto negro redondeado de algo blanco y dentro algo negro. Ella congeló la imagen.

—Bien. —Ella dijo, soltando un breve suspiro—. Las pruebas ambas dieron positivas, y cómo pueden ver aquí, está un embrión.

El rostro de Yuri palideció cómo el mío tenía las manis sobre mi boca. Miré a Yuri, quien me miro aterrada. Obvio, tiene que estarlo.

—Esto es una locura. —Murmuré, mientras me paraba de aquella silla. La doctora limpiaba el abdomen de Yuri con cuidado.

—Puedo deducir que tiene una o dos semanas, así que pueden considerar las opciones que se adapten a sus necesidades. —La doctora aseguró mientras ayudaba a Yuri a sentar—. Voy a indicarte algunos estudios y puedes volver a mí para el viernes.

—Gracias. —Yuri dijo, aún sin saber que decir. Ambas salimos del consultorio, luego de yo cargar con todas sus indicaciones salí de primera de este, queriendo gritar hasta quedarme sin voz.

—¿Sabes qué va a suceder ahora verdad? —Le pregunté a Yuri al voltearme. Ella se detuvo, mirándome con asombro.

—Voy a tener un bebe. —Respondió ella con naturalidad. Mordí mis labios frustrada y la miré—. ¿Vas a ser tía?

—Yuri. —Dije, respirando profundo antes de seguir—. Eres una niña. ¿Bien? Apenas sabes cómo usar una tarjeta de débito. Mis padres te van a matar. ¿Qué piensas hacer ahora?

—Tengo que hablar con Sehun. —Ella respondió, entonces asentí mientras cerraba un poco los ojos—. ¿Puedes por favor relajarte al respecto? Tú no eres la que tiene el problema y actúas cómo si es así.

Y no negaré que eso se sintió cómo si me acabaran de disparar.

—Yuri, el día en que cada vez que vayas a cometer una idiotez, o al menos tengas la menor idea de lo que es ser responsable... —Dije, para entonces respirar profundo—. Piensa una o dos veces antes de involucrarme en tus problemas.

—Sora, no quise... —Pude ver su rostro arrepentimiento, miré a otra parte.

—No, no es mi problema en lo absoluto que vayas a hacer con tu vida de ahora en adelante. Creo que ya vas a ser una adulta dentro de poco, y todo lo tienes bajo control. —Le aseguré, entonces le miré dándole una sonrisa—. Pero siento empatía por ti, y la situación que te buscaste.

—Sora. —Ella dijo, en un tono bajo y luego apretando sus labios.

—Vamos, tenemos que irnos. —Le dije mientras empezaba s caminar hasta el estacionamiento, Yuri me seguía unos pasos atrás sin dirigirnos la palabra. No iba a negar que sentía arrepentimiento de haberle hablado así, pero al mismo tiempo no me sentía culpable.

Vi a Chanyeol fuera del auto, apoyado de este que al ver que caminábamos hacía el dejó el teléfono a un lado y nos dio una pequeña sonrisa.

—¿Todo bien? —Preguntó, yo apreté los labios sin darle una respuesta y camine directamente al asiento de copiloto para subirme al auto—, Okay.

Una vez Yuri se subió y colocó su cinturón de seguridad se quedó mirando a la ventana. Chanyeol subió al auto sin decir mucho.

«¿Fue tan mal de lo esperado?»

«¿Qué tu esperabas?»

«Tu rostro ya me lo dice.»

Miré a Chanyeol directamente, quién apretó un poco los labios una vez los míos conectaron con los suyos. Yo, sin quererlo, deje salir una carcajada de la cuál Chanyeol luego de varios segundos nerviosos siguió. Respiré profundo, para luego mantener la calma.

—¿Nos vamos a casa? —Preguntó él, encendiendo el auto.

—Puedes dejarme en la estación de tren. —Yuri dijo luego de guardar silencio.

—¿Segura? Puedo llevarte a tu destino. —Chanyeol ofreció mirándola por el retrovisor.

—Gracias, pero no. —Ella dijo aún mirando la ventana—. Iré con unas amigas.

—Entendido.

No dije nada al respecto y simplemente quise dejar mi mente fuera de eso. Aunque no era mi problema, tarde o temprano iba a tener que estar envuelta en la situación, o recibiría directamente la culpa de lo que estaba pasando. Pero no era un problema que quería ahora.

—Llámame cuando llegues a casa. —Le dije, Yuri asintió bajando del vehículo y cerrando la puerta sin decir nada más para caminar a la estación de tren.

—Está un poquito enojada. —Chanyeol murmuró.

—Su hermana mayor se desligó completamente de ella y se rió de que estuviera embarazada, creo que es lo normal. —Dije mientras apretaba un poco los labios—. Se le pasará en par de días.

—¿No vas a disculparte?

Mire a Chanyeol sin decirle nada, entonces negué con la cabeza.

—Muy bien. —Chanyeol alzó su mano al aire, esperando que chocara la mía. Copie su acción y el procedió a sostener mi mano con la suya—. ¿Qué haremos ahora?

—Uh. —Lo miré, aún en silencio y simplemente me encogí de hombros—. Lo que quieras.

—Bueno, lo que quieras no es una buena respuesta, pero la voy a tomar. —Chanyeol dijo riéndose un poco pícaro, y por lo cuál pude sentir mis mejillas calientes, me miró por pocos momentos mientras manejaba el auto de vuelta a la autopista—. Te daré otra oportunidad. ¿Qué haremos ahora?

—Comer.

—¿Nos? —Chanyeol añadió, para mirarme de reojo después.

—No. —Le dije, un poco irritada lo cuál lo hizo reír.

—Piensa en qué quieres comer, lo que sea y cualquier cosa no está en el menú. —Me advirtió.

Me reí de solo escucharlo. —Ya no me dejas opciones.

—Tú cabeza da para más, lo juro.

Y justo así, nuestra tarde rindió para más.

______
editado 2024

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