[💎✨] Ayuda, mis viejos compraron el mismo detergente para ropa que usaba mi ex y ahora mi ropa huele a su detergente y me voy a volver loco pq por más perfume que uso no deja de oler a él JAKSJAJAJA 😭
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—Esto es Berk, su nuevo hogar lejos de su hogar—decía Hipo dándoles la bienvenida a los nuevos dragones—¡Un destino increíble! con todo incluido y sin que tengan que pagar nada así que acomódense y dejen sus preocupaciones atrás... El servicio es de altura, la comida es flamante y los locales son bastante animados. Cualquier paraíso común cuenta con playas y sol, pero nosotros tenemos algo que ellos, nosotros tenemos algo que nadie más puede tocar; nosotros tenemos dragones, cientos y cientos de dragones, así que amigos, conozcan a los berkianos
Bajaste de Bella para acercarte a Hipo y darle un golpe en la cabeza.
—¡Auch! oye, ¿por qué me golpeas?
—En vez del jefe de la aldea deberías ser el guía turístico
—Jaja, que gracioso... Pero no negarás el hecho de que la misión fue increíble, de que tenemos nuevos dragones y de que Patapez está más que ilusionado con el grandulón de allá
—Si... Eres un buen guía para los dragones, pero últimamente has dejado descuidada a la gente
—Los dragones son parte de nuestra gente
—Si tú lo dices...—te encogiste de hombros.
Niebla inmediatamente corrió hacia Bella para comenzar a frotar su cabeza contra sus plumas, como respuesta obtuvo suaves ronroneos de Bella quien frotaba su cabeza contra el cuello y barbilla de Niebla.
Decidiste dejarle de prestar atención al tema de Hipo, tal vez estabas exagerando así que era mejor distraer tu mente con los jinetes... Pero esta vez en específico, Patán fue el que te llamó la atención.
—Ah, de nada amigos, fue un placer traer a estas bellezas—Alardeó—Acabé con unos 100 atrapadores, no, ¡miles de ellos!
—JAJA si, con su trasero en llamas—se burló Brutilda.
—¡Mi gruesa y tupida barba casi se quema!—se quejó Brutacio acomodando la barba que se había hecho con su propio cabello.
—Jaja, ¡por las barbas de Brutacio!
—Oye... Esa expresión me parece bastante apropiada, ________
—Soy un genio, lo sé
Te deshiciste la media cola dejando tu cabello suelto, con tu mano derecha tomaste unos cuantos mechones para lanzarlos y así volverlos a acomodar.
Te acercaste a la señora Valka para preguntar respecto a la misión, pero Patán te robó las palabras.
—Y bien, mamá de Hipo... Entonces, ¿tiene comentarios sobre mi devastador ataque?, ¿o fue perfecto?
—Ah, eso fue... No tengo palabras... Y por favor, dime "Valka" que ya ha pasado un año
—Uff, ya agarró confianza
—Fue horrible...—susurró la mayor viendo como Patán se alejaba pavoneándose de un lado a otro.
—Pff, comparto su opinión, ma' Valka
—Me esperaba de todo, pero, ¿que se le quemaran las pompis? Eso me agarró desprevenida
—JJAJAJA, podría burlarme de él durante el resto de nuestras vidas por eso
—Ah, jóvenes...
—Y dime, ma' Valka... Respecto a lo de la misión-
—Fue un desastre, pero sacamos a los dragones, no hubo heridos y esta vez no tuve que meterme yo a protegerlos, vamos progresando
—Técnicamente hablando, si hubo heridos
—Tienes razón, pero, no los conocíamos
—Pero-
—Por cierto, no tenía idea de esas habilidades tuyas con el arco
—Supongo que gracias... Hipo me consiguió ese arco hace un año, lástima que se haya roto
—Era bonito, pero es mejor que se rompa el arco a que te rompas algo tú
—Buen punto, por cierto-
Ambos fueron interrumpidos cuando uno de los pilares que sostenían algunas casas se cayeron dando vueltas y destruyendo todo a su al rededor, cuando volteaste a ver a Hipo para ver qué había pasado notaste que la mueca que había hecho era igual a la que hizo hace 6 años cuando por su culpa, una antorcha se cayó, rodó varios metros y quemó todo a su paso.
—Ay, Hipo...—murmuraste llevando tu mano izquierda a tu rostro sin saber si sentir pena ajena o si reírte de él.
—Muy bonito—regañó Bocón—¿De qué sirve tener al alfa en la aldea si no los va a controlar?
Tremendo regaño que se estaba llevando Hipo por parte de Bocón, así que te cubriste completamente la cara con la mano sin saber si reírte, preocuparte, sentir pena ajena o si aprovechar para regañar a Hipo tú también.
—Hipo, ¡¿en dónde esperas que pongamos a todos estos dragones?!
—Bocón, díselo tú porque yo no puedo...
—Vaya, al parecer alguien está teniendo un conflicto interno
—Oh, Astrid...
—Dilema respecto a las decisiones de Hipo, ¿verdad?
—Si... Es decir, amo que Berk sea así, que estemos rodeados de dragones y que convivamos en paz con ellos, incluso me parece más divertida y bonita de lo que era cuando éramos niños... Yo siempre había soñado con esta Berk
—¿Una Berk con dragones? No me digas que ese era tu sueño
—¡Si, desde siempre!
—Que adorable sueño...
—Entonces, dime Astrid, ¿por qué aunque todos nuestros sueños se hagan realidad no conseguimos ser felices?
La rubia se quedó en silencio unos segundos, sin saber qué responder a esa pregunta.
—Estás muy agobiado por lo que acaba de pasar y por la desorganización del lugar, ¿por qué no vas a casa a quitarte la armadura y a descansar?
—¿No íbamos a ir al gran salón?
—Si, pero me parece que va a estar igual o incluso más agitado que acá afuera
—Solo me quitaré la armadura, te veré allá
—Ah... Está bien, te veré al rato
Asentiste antes de marcharte sin dar explicaciones.
Unos minutos después, entraste al gran salón ya con tu ropa habitual y cargando ese bolso de cuero que tanto te gustaba porque ahí podías guardarte de todo.
Al entrar, el lugar era un caos total, así que te dispusiste a caminar ignorando a todos hasta que viste a Valka jugando fuercitas con Eret y ganándole sin problemas.
—Vaya, esa es mi suegra
—¡Ja! Eret me dio batalla, ¿por qué no intentas con él?
Miraste a Eret quien se encogió de hombros y colocó su codo en el barril retándote a jugar.
—Anda, solo dejé ganar a la señora Valka porque es mujer, pero contigo no tendré piedad
—Gracias, pero no soy muy fan de estos jueg-....
—Anda, ¿o es que tienes miedo?
Inmediatamente moviste tu cabeza a la derecha para acomodar tu cabello y te colocaste en el barril frente a Eret.
—Si gano, tendrás que ponerte una de las faldas de Astrid—amenazó.
—Y si yo gano vas a tener que limpiar los establos—amenazaste de vuelta.
—Hecho
Ambos tomaron sus manos mutuamente y en cuanto Valka les dio la señal, comenzaron la pelea.
Eret era completamente incapaz de mover tu brazo, pero al mismo tiempo tú tampoco podías mover el brazo de Eret quien claramente usaba toda su fuerza porque podías sentir su mano calentarse y sus músculos contraerse, pero el problema era que tú también estabas usando toda tu fuerza.
Pasaron 5 minutos y ninguno de los dos cedía, incluso llamaron la atención de otros vikingos que se acercaron a ver ese reñido encuentro en el que por momentos uno iba a ganar pero el otro recuperaba fuerzas de la nada y volvía a declarar la guerra.
O fue algo así hasta que Hipo pasó a un lado ignorando completamente a Bocón que seguía sermoneándole.
—¿________?, creí que no te gustaban este tipo de juegos...
—¡Hipo!—jadeaste su nombre son sorpresa.
Volteaste a ver a Hipo dejando de ponerle atención al juego, por lo que sin darte cuenta lograste bajar el brazo de Eret y no solo eso, también habías volteado el barril y como ambos estaban recargados en él, Eret se cayó al suelo.
Ibas a caerte también, pero Hipo te tomó por la cintura para estabilizarte y evitar que cayeras tú también.
—Ay dioses, ¿le gané?
—Si, le ganaste y por mucho
—¡Ja, tarado! ahora vas a tener que limpiar los establos
—Jódete, ________....
—Prefiero que Hipo me joda, permiso
—¿Qué?-
Antes de que Hipo pudiera reaccionar, llevaste tu mano a su pecho para darle un pequeño empujón a la vez que le guiñabas un ojo.
—No deberías ignorar a Bocón mientras te habla, querido, es de mala educación
—Gracias, ________—dijo el mencionado.
—Pero, amor-
Le mandaste un beso al castaño para molestarlo y después te fuiste a sentar a la mesa dejando a Hipo lidiando con un molesto Bocón que seguía sermoneándole por no mantener el orden de la aldea.
—¡Se supone que eras la generación que nos lideraría hacia el futuro!—regañó el mayor sentándose en medio de Hipo y de ti.
Justo cuando él estaba diciendo eso, Patán inició una guerra de comida y Brutilda se subió a la mesa estando medio ebria.
El más tranquilo eras tú y eso podías ponerlo a discusión porque literalmente tenías problemas para controlar tu ansiedad cuando estabas lejos de Hipo... Aunque claro, año 739, ¿qué iban a saber ustedes de ansiedad por separación? Todos (incluyéndote) pensaban que simplemente eras una persona muy sensible y nerviosa. Eso sin mencionar la clara dependencia emocional que Hipo y tú se tenían mutuamente aunque obviamente no le habían prestado atención a ese tema antes.
—Ah, dioses, ayúdennos... Ya no hay que preocuparse por los problemas de allá afuera, mejor enfrentemos los que tenemos justo aquí— aconsejó Bocón ya desesperado a la vez que te abrazaba a ti y a Hipo al mismo tiempo dejando a Hipo sin querer justo debajo de su axila.
—O-Ok lo voy a pensar
—Olvídense de las aventuras y cásense de una vez
Inmediatamente todos se quedaron en silencio y los voltearon a ver en shock.
—Dijo la palabra con "c"—dijo Brutacio
—¡Que asco! si no es conmigo—bromeó Brutilda y después volvieron a su pelea de comida.
—¡Gobiernen ya como una pareja real en forma! Ya cásate con él, ________, siendo tú el de los pantalones aún tenemos esperanzas—suplicó Bocón—¡Eres el único con algo de cordura en Berk!
—¡Ah! Eso no fue para nada incómodo, eh—te quejaste liberándote del agarre de Bocón y luego te levantaste de la mesa para irte.
—¡________!, no seas así, ¡cásense!—rogó Bocón levantándose para seguirte.
Saliste del gran salón para tomar aire y comenzar a caminar con bocón siguiéndote.
—¿Por qué no?, ¡Si Hipo ya te presentó como su futuro esposo!
—¡Si, pero eso fue hace 6 años! Era un niño idiota de 15 años cuando lo hizo
—No creo que su opinión haya cambiado, ¿por qué la tuya si?
—No voy a hablar de eso
—¡POR FAVOR!
—no
—¡No seas así con él!
—No
—¡Le hace mucha ilusión casarse contigo!
—¿Le aplaudo o qué?
—¡¿Por qué no quieres casarte con él?!
—¡YO SI QUIERO CASARME CON ÉL, EL QUE NO QUIERE ES HIPO!
Bocón se echó hacia atrás unos segundos, quedándose en silencio.
—"No estamos listos", "somos muy jóvenes", "es muy pronto aún", "me agobia el matrimonio"
Si, nada más tenemos 6 años de relación y llevamos conociéndonos 16 años, es muy poco tiempo—dijiste con sarcasmo.
—Pero, a él le hacía-
—¿Ilusión casarse? Si, porque era un niño de 15 años que no comprendía las responsabilidades de un matrimonio, no comprendía el compromiso y ahora que lo comprendió se asustó y se echó para atrás mientras que yo siempre lo comprendí y siempre estuve dispuesto a afrentarlo para estar con él, pero no el señorito tenía que echarse hacia atrás a último momento
—________... No tenía idea de que-
—Pues ya la tienes
Te dirigiste a casa para entrar y cerrar la puerta de golpe, luego de eso te dejaste caer al suelo recargándote de la puerta y te llevaste una mano a la cabeza tratando de calmar tu jaqueca... Dioses, tantas emociones y estímulos agobiantes te causaban migraña.
Y lo que venía a continuación iba a hacer que las cosas fueran de mal en peor.
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