[💎✨] No quiero seguir actualizando pq cada capítulo que avanza es un capítulo menos para acabar la historia y por alguna razón siempre me duele cuando termino cualquiera de mis obras por más qlera que esté JAJAJAJA 😭😭
Este va a ser el último capítulo de relleno antes de comenzar el arco de la tercer película, estoy ansioso en el mal sentido-
Pd: quiero amigos pa' jugar pony town 😿
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Esa misma tarde, ibas caminando por la playa junto a Bella.
Llevabas ropa más cubierta de lo normal, además de no recogerte el cabello y de llevar un parche en la mejilla para tratar de disimular todas las marcas que Hipo te dejó la noche anterior.
Te acercaste al mar un momento para sentir la brisa cuando alguien te salpicó, al voltear tu mirada se encontró con las orbes doradas de Bella que te observaba de manera juguetona antes de lanzarte agua aprovechándose de las plumas de su cola.
—¡Oye!, ¡no hagas eso!—reclamaste entre risas—sin mi
Te sacaste las botas para poder meterte a la mar de manera más cómoda y luego patear el agua para salpicar de regreso a Bella quien se mostraba sonriente.
Luego de un par de minutos, la dragona comenzó a correr de un lado a otro aún en la orilla del mar, así que comenzaste a perseguirla.
—¡Ven aquí!
—¡Rawr!
La dragona aprovechaba los momentos en que te dejaba atrás para mojarte con su cola y después volver a echarse a correr, aunque había pequeños momentos en los que lograbas lanzarle agua a la cara provocando que la dragona pegara pequeños saltitos por la impresión y luego se echara a correr otra vez.
Aún si estabas completamente solo en el mundo, si Bella se mantenía a tu lado ibas a poder encontrar una razón para sonreír... Y estos pequeños momentos que compartían juntos eran lo que lo confirmaban.
En algún punto, la dragona comenzó a correr mar adentro así que la seguiste hasta que el agua fría te llegó a las rodillas, pero aún así, Bella siguió corriendo mar adentro aprovechándose de la clara diferencia de tamaños de ustedes dos.
—¡Oye, eso es trampa!—alegaste a lo que Bella solo respondió riéndose de ti y sumergiéndose al mar.
Te quedaste esperándola unos segundos, aunque fue una gran sorpresa que Bella saliera de la mar antes de tan siquiera pasar dos minutos enteros sumergida.
Estaba muy alterada, tanto que en cuanto salió se dirigió hacia la orilla para ponerse detrás de ti como si se estuviera escondiendo.
Hasta que claro, se acordó de su tamaño y después de tu tamaño, obviamente no ibas a poder protegerla así que no tardó en colocarse ella frente a ti y colocarse en una posición defensiva.
—Ay dioses... ¿Qué ocurre?, oye amiga, ¿qué te pasa?
La actitud repentina de Bella te estaba poniendo un poco nervioso, hasta que del agua salió otro dragón.
Este dragón era de la misma especie que Bella, pero era un macho.
Aunque a diferencia de sus compañeros, este no mostraba una pigmentación colorida, sino que era albino, dándole un color negro bastante lindo en sus escamas y plumas.
Ya conocías a este dragón, era de los que Valka tenía refugiados y uno de los tantos macho que trataba de acortejar a Bella, pero, ¿por qué se había asustado?, ¿qué no se conocían ya?
El macho no tardó en aterrizar frente a Bella y sentarse, la dragona rodó los ojos con fastidio y le soltó un pequeño gruñido de disgusto.
Ahora todo tenía sentido: el otro dragón se había escondido y le había hecho una broma a Bella para asustarla.
El dragón se acercó otro poco a Bella para entregarle un pedazo de coral, la dragona lo olfateó unos momentos y después lo mordió en señal de que lo aprobaba.
—Vaya, disculparte después de haberla hecho enojar.... ¿dónde vi esto antes?—bromeaste al tiempo que te acercabas al otro dragón—Aprendiste bien, Niebla
Originalmente estos dragones no tenían nombre, Valka no los había nombrado así que en cuanto todos llegaron a Berk les pusiste un nombre para reconocerlos.
Bella se acercó para entregarte el coral y luego señalar tu bolso con la mirada.
—¿Quieres que te lo guarde?..
La dragona ronroneó a modo de afirmación, así que guardaste el coral en tu bolso.
Niebla se acercó a Bella y la mojó un poco para invitarla a jugar, Bella no tardó en unirse al dragón y comenzó a correr de un lado a otro con Niebla detrás de ella, él si le estaba dando pelea pero aún así se dejaba ganar a propósito solo para que Bella se sintiera feliz.
Mientras, te sentaste en la arena para observar la escena manteniéndote lo suficientemente lejos para que los dragones no te fueran a tirar mientras jugaban, pero lo suficientemente cerca para que Bella no fuera a pensar que la ibas a dejar sola o algo así.
En eso un rugido te llamó la atención así que volteaste de manera rápida solo para encontrarte con un feliz Chimuelo corriendo hacia ti cual perrito.
Tras él iba corriendo Hipo con algo de dificultad porque se le hundía la prótesis en la arena.
—¡Chimuelo!, ¡sabes que no debes hacer eso!—gritó el vikingo al furia nocturna solo para ser ignorado.
—¡Chimuelo!—saludaste al dragón que inmediatamente se acostó en tu regazo pidiendo caricias en la cabeza, caricias que obviamente obtuvo sin necesidad de pedirlas mucho—¡hola!—el dragón comenzó a ronronear con felicidad.
—Ah... ________, lo siento, Chimuelo y yo estábamos de paso terminando de arreglar unos asuntos con un par de mercaderes pero te vio a lo lejos, salió corriendo y-... ¿me estás escuchando?
—Ay~
¿quién es el furia nocturna más bonito de todos? Así es, eres tú! Aunque también eres el único... Pero eres el más bonito, el más bonito bebé dragón, ¿quién es un buen chico? Muak—hablabas con Chimuelo como si él fuera un bebé, ignorando completamente a Hipo.
—Uh... ¿________?
—Que bonitos ojos tienes Chimuelo, y esas escamas son adorables~—volviste a ignorarlo a la vez que el dragón se tiraba panza arriba demostrando su confianza hacia ti.
El vikingo rodó los ojos, quedándose en silencio y sentándose a tu lado haciendo un pequeño berrinche porque ahora Chimuelo se estaba llevando tu atención.
De nuevo fue ignorado.
Hasta que por fin se acercó a empujar a Chimuelo para levantarlo de tu regazo, dejando al furia nocturna confundido.
El dragón vio a Bella y a Niebla jugando, así que al ver que Hipo no pensaba compartirte, se fue con ellos dos a jugar.
Por suerte fue muy bien recibido en el juego y ahora los tres dragones estaban corriendo de un lado a otro, mojándose y sumergiéndose en el mar.
—¿Ya vas a hacerme caso?
—Perdón, ¿dijiste algo?
—...
—¿Por qué me miras de esa manera?, ¿de verdad vas a ponerte celoso de un dragón?
—Si
Esa respuesta... Ese no era Hipo.
Te quedaste unos segundos pensando, así fue como las piezas de tu mente comenzaron a encajar.
—¿Estás molesto?
—Si
—¿Acabaste todas tus tareas de jefe?
—Si
—¿Preparar embarcaciones?
—Si
—¿Desembarcar mercancía?
—Si
—¿Problemas en el gran salón?
—Si
—¿Plantas para Gothi?
—Si
—¿Establos sucios?
—Si
—¿Taller de Bocón?
—Si
—¿Vikingos molestos?
—Si
—¿Estrategias para sobrevivir el invierno?
—Si
—¿Mercaderes difíciles?
—Si
—¿Todo eso en menos de 5 horas?
—Si
—¿Mal día?
—Si
—Ay, Hipo... ¿por qué no lo mencionaste antes?
El castaño se encogió de hombros a lo que te acercaste para poder observarlo mejor.
—Oh, cielo... Cuéntamelo todo
—Todo inició cuando por fin nos levantamos, cuando preguntaron dónde había estado dije que despertaste con dolor de cabeza y que me quedé a cuidarte, luego de eso tuve que ir al muelle a ayudar a preparar los barcos pero durante el proceso algunos torpes dejaron caer comida al mar, comida que obviamente no se va a recuperar y que probablemente iban a necesitar para el camino pero ya no podían posponer más el viaje, después llegó un barco con mercancía que tuve que bajar, comida, frutas... ¿tienes idea de cuántas cosas estaban podridas? Exacto, casi todo, ¿y quién tuvo la culpa? Claro, el jefe porque el jefe es el que tiene que arreglar y hacerse responsable de absolutamente todos los errores de los demás, luego de eso...
Entre más hablaba, menos lo entendías porque por la frustración comenzó a trabarse, a veces tartamudeaba y a veces cambiaba el orden de las palabras o las pronunciaba mal sin querer.
Incluso llegó a divagar un poco sin darse cuenta, así que tuviste que regresarlo al tema.
Mientras hablaba, comenzaste a trenzar su cabello.
Había tenido un día bastante difícil, así que querías dejarle tu amor trenzado entre el cabello.
—Desde que conocí a Chimuelo, absolutamente TODOS quieren que resuelva sus problemas, entiendo que como jefe mi responsabilidad es ayudar y procurar a mi gente, pero están cansandome ya porque por poco quieren que yo mismo vaya a limpiarles las casas o a darles de comer en la boca, ¿qué les pasa? Pero claro, no puedo quejarme porque sino "soy un jefe que no procura a su gente", ¿procurar qué? Ya no sé qué hacer con ellos, es como si quisieran que actuara como si fuera el padre de recién nacidos, ¿por qué no me respetan como respetaban a mi papá? Voy a matar a alguien un día de estos
Cuando por fin se quedó callado, tomaste su mano derecha con gentileza y comenzaste a pasar tu dedo índice por la palma de su mano.
—¿Qué haces?
—Shhh
El castaño se quedó en silencio observándote con una combinación de confusión y molestia.
—Hablé con los dioses a través de tu mano
—¿Eso es posible? Oye, por favor, no estoy de humor para que juegues conmigo de esa manera-
—Me dijeron que eres un buen jefe..
—¿Todo eso te dijeron los dioses?, ¿de casualidad no te dijeron también cuál es la razón por la que me odian tanto? No sé, como a veces te crees chamán-
—¿Podrías cerrar la boca y escucharme?
—El que debería escucharme eres t-
—¡Que te calles, caramba!
Hipo se quedó callado mirando la arena con el ceño fruncido, así que aprovechaste para acariciar su mano.
—Hipo, tú y Estoico son los mejores jefes que Berk pudo tener...
Esto solo fue un mal día en una maravillosa vida.
Si, es cierto que a veces piden cosas demasiado fuera de lugar, pero amas tanto a tu gente que tratas de mantenerlos felices aunque eso te cueste tu propia energía
El oji esmeralda por fin te miró de reojo, aún manteniendo algo de molestia en su semblante.
—Estás cargando con mucha presión... Hipo, un mal jefe no se preocuparía por la mercancía dañada, no se preocuparía por ayudar a reparar monturas o por evitar las peleas de borrachos, no se preocuparía por mantener bien a la curandera del pueblo o por tratar de mantener alimento para el invierno...
Hipo, haces más cosas de las que deberías, es verdad que el pueblo depende de ti, pero estás dejando caer absolutamente todas las responsabilidades de todos en tus hombros.
El vikingo regresó la dirección de su cuerpo hacia ti, su semblante ya no se veía tan molesto como antes.
—El pueblo te quiere muchísimo... Nosotros vimos como Estoico controlaba todo como si de un simple juego para niños se tratara, pero no vimos todas las veces que falló, todas las veces que las cosas no salían como él quería o si sintió la misma frustración que tú...
Hipo, no llevas ni dos meses como jefe, es normal que te equivoques y aún así tratas de arreglarlo al instante y de hacer lo mejor que puedes, eso habla de que en el futuro serás el mejor jefe de todos.
Estás cansado, si... Aunque también deberías tratar de evitar que te traten como si fueras su criada o algo así, eres literalmente el jefe y deben respetarte. Además de que no eres egoísta si te quejas, todos tenemos derecho a quejarnos de vez en cuando...
—¿De verdad crees todo eso?, ¿o lo estás diciendo solo porque eres mi novio?
—Si
—¿Si qué?
—Las dos cosas
—¿O sea que lo dices solo porque eres mi novio?
—Y porque soy tu novio te conozco, por eso lo digo
Hipo ahora parecía más confundido que molesto.
—Te conozco de toda la vida, antes de ser tu novio fui tu mejor amigo y tu compañero... Es por eso que creo de manera genuina todo lo que dije, porque he visto todas las cosas maravillosas de las que eres capaz: no solo eres un buen jefe, eres un buen jinete, amigo, compañero, consejero, acompañante, novio... ¿entiendes?
Hipo sonrió levemente antes de acercarse a ti para abrazarte y ocultar su rostro en tu hombro, su abrazo fue correspondido cuando lo envolviste en tus brazos como si quisieras protegerlo de algo.
—Si me estabas escuchando..
—Siempre lo hago, ¿qué dices?—reclamaste a la vez que dejabas salir una pequeña risa.
—Gracias, ________...
Hipo se separó de ti solo para poder darte un pequeño beso en los labios y luego recostarse en tu regazo, instintivamente acercaste tu mano para acariciar su cabello.
Acababa de anochecer y sus dragones seguían jugando en el mar, solo que ahora recolectaban pequeñas caracolas y molestaban a los cangrejos que trataban de salir de la arena aprovechando la noche.
Hipo descansaba tranquilamente en tu regazo a la vez que recibía caricias en su cabello, ya no estaba tenso.
Era como si aprovechara este pequeño momento para re-ordenar los pensamientos y crisis que tuvo durante el día y por fin poder poner su mente en paz un rato.
¿Sabes, Hipo? A veces cuando camino en la oscuridad, por más miedo que tenga continúo caminando con la esperanza de encontrar una estrella que me ilumine.
♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)
[💎✨] Esto me va a doler más a mi que a ustedes