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Pasó un rato antes de que Hipo decidiera comenzar a guardar sus cosas y volver a calibrar su traje.
—¿Ya nos vamos?
—No, solo yo
—¿Por qué?
—Porque es hora de ir a buscar a Drago y detener esta locura
—Podría ayudarte
—Amor... Estoy tratando de evitar una guerra, además, estás lastimado y podrían lastimarte más
—Tú también estás lastimado
—No es lo mismo
—¿Según quién?
—Según yo
—Hipo
—No, ya tomé una decisión
—¿En base a qué?
—En base a lo que yo quiero
—Ay, vamos... Hace rato estabas súper cariñoso y meloso, ¿por qué este cambio?, ¿fue porque te dije que no?
—No
—Entonces me dejarás ir contigo
—No
—¡Hipo!, ¿¡qué te está pasando!?
Tomaste el brazo izquierdo de Hipo con bastante fuerza, incluso lograste dejarle una marca en el brazo aunque este estuviese cubierto por su ropa.
En ese momento Hipo se dio la vuelta para poder verte.
—¡SOLO NO QUIERO QUE VAYAS!
—...
—No... No es eso-...
—Ya entendí—soltaste el brazo del contrario y te diste la vuelta—disfruta de tus problemas... SOLO
—¡Oye, no!
Hipo corrió para ponerse frente a ti y así poderte forzar a verlo a los ojos.
—No es que no quiera que vayas... Ó sea, no quiero que vayas, pero eso es por algo
—¿Te estorbo o algo así?
—No... —suspiró pesadamente tomando tus manos con suavidad—Es que no quiero perderte... Otra vez
Jadeaste suavemente por la sorpresa, estabas esperando que Hipo se pusiera a la defensiva o te dijera que eras una molestia... No eso.
—Escucha, ya te perdí una vez cuando te fuiste al bosque e ibas a irte de Berk por mi culpa, estuve a punto de perderte cuando los atrapadores te secuestraron y ahora no quiero ponerte en más riesgo... Desde que somos niños siempre te arrastro conmigo.
Si, eres aventurero... Pero cuando vienes conmigo siempre terminas metido en problemas y siempre terminas lastimandote o forzado a protegerme... Si te llevo conmigo a razonar con Drago sería arrastrarte de nuevo, ¿y si los atrapadores vuelven a llevarte?, ¿y si sale mal y no te vuelvo a ver nunca? Por eso quiero que tú te quedes aquí, si algo malo te pasa por mi culpa nunca me lo voy a perdonar
—Hipo, no soy de cristal... No me voy a romper si me caigo y lo sabes
—Lo sé, pero... Aún así quiero que te quedes—admitió soltando lentamente tus manos—cuando los atrapadores te llevaron fue porque me estabas protegiendo, cuando eso pasa me siento tan... Inútil como lo era antes de conocer a Chimuelo.
Por favor, déjame arreglar esto solo
Antes de que Hipo pudiera continuar, tomaste cuidadosamente su brazo derecho para mostrarle su propia herida.
—Esto te lo hiciste protegiendome a mi de los atrapadores—recordaste aquello y luego seguiste hablando—cuando me caí del barranco por escapar de esa gallina, el que me salvó fuiste tú, cuando el barco en el que estaba encadenado se prendió fuego, priorizaste salvarme a mi antes que a Chimuelo... Cuando me lastimo, lloro, me molesto, me duele algo o simplemente no estoy de humor... El que está ahí eres tú.
Siempre has sido así, desde mucho antes de conocer a Chimuelo, él solo hizo que-..
—Que fluyera y que todos lo notaran...
—¡Exacto! Hipo, te protegí de los atrapadores y del pesadilla monstruosa que te iba a matar en tu examen final... Pero tú también me has protegido demasiado.
Al final de eso se trata, ¿no? De cuidarnos y protegernos mutuamente
Hipo mantenía su mirada agachada mientras tú hablabas, así que le tomaste las mejillas para levantarle el rostro y que te viera a los ojos.
—Tú siempre me cuidas la espalda así como yo cuido la tuya... Si no quieres que vaya contigo para buscar a Drago está bien, pero no se te olvide que si necesitas que alguien te cubra la espalda, aquí estoy...
El oji Esmeralda sonrió besandote la frente y luego te abrazó con gentileza.
—Gracias...
Asentiste cerrando los ojos, después de ese abrazo Hipo te tomó de la mano y comenzó a caminar.
—Ok, tú ganas... Iremos juntos a buscar a Drago
Sonreiste con emoción, hasta que alguien jaló para arrebatartelo y después le tapó la boca.
Chimuelo inmediatamente se puso a la defensiva junto a Bella que te rodeó con su cola para evitar que cualquier persona te tocara.
Aunque ambos dragones bajaron la guardia cuando se dieron cuenta de que aquél que había "secuestrado" a Hipo, era Estoico que se había colado a la fortaleza para sacarlos de ahí.
—________...
—Ah- hola suegrito
—¿¡Qué haces aquí!? Hipo casi se vuelve loco buscandote, no, todos nos estábamos volviendo locos por buscarte... Espera, tengo una mejor pregunta: ¿¡QUÉ HACEN USTEDES DOS AQUÍ!?
—Ah, es una larga historia... Todo comenzó porque yo estaba tomando agua y-
—Ya me contarán en el camino, pero-... Un momento, ¿qué ocurrió en tu cuello?—cuestionó señalando el chupetón que Hipo te dejó antes.
—Ah... ¿Esto? Es un moretón, me caí
—En los labios de Hipo—interrumpió Bocón con un tono sarcástico—Te dije que a los dos les iba a gustar el pepino, Estoico
—Bueno, no es nada que yo no haya hecho antes... ¡Ahora vámonos de aquí!—ordenó jalando a Hipo del brazo izquierdo, Bocón se les adelantó para ver que no hubiera nadie y Chimuelo y Bella iban detrás de ustedes.
—¡Papá espera, debo decirte algo importante!
—Me lo dirás en el camino
—¡Esto no es como las otras cosas "importantes", esto de verdad no puede esperar, papá!
—Ajá si
—¡Estoico por favor, no nos lo va a creer!
—Si, de verdad va a ser tan creíble como ustedes dos fingiendo ser "heteros" hace 5 años y medio
Tuvieron que detenerse en seco cuando vieron a Bocón caminando hacia ustedes.
—Los muchachos tenían razón, Estoico... Es algo importante que debes arreglar tú mismo—pronunció Bocón dándole una palmada en el hombro a su amigo.
El pelirrojo tomó su martillo comenzando a caminar, pero se vio forzado a bajar la guardia cuando vio a Valka frente a él.
—Valka...
—Estoico...
Ambos se miraron unos segundos en silencio.
Mientras que Bocón e Hipo se mantenían a una distancia prudente, tú estabas demasiado cerca de ellos con tal de escuchar lo que ocurría, incluso Hipo te tuvo que jalar un poco para que les dieras espacio.
—¡Pero quiero oir!
—¡Al menos trata de disimular un poco!
—Bu...
Tuviste que observar de lejos como Estoico se quitaba su yelmo y se acercaba lentamente hacia Valka.
—¿Qué?, ¿vas a reclamarme por haberme ido?, ¿por no volver, por dejarte solo con nuestro hijo?, nunca me diste indicios de que ibas a cambiar Estoico...
El pelirrojo no dijo nada, solo siguió acercándose.
—por favor, ¡deja de ser tan "Estoico", Estoico! Gritame, reclamame, ¡di algo!
Cuando Valka estuvo acorralada contra el hielo, Estoico se acercó para tomar su mejilla con dulzura y acariciarla.
—Estás tan hermosa como el día en que te fuiste...
En ese momento, la mujer no pudo más y terminó por quebrarse en llanto, lágrimas brotaban de sus ojos, lágrimas que rápidamente eran secadas por las manos firmes pero gentiles de Estoico que eran acompañdas de pequeñas frases como "tranquila, todo estará bien"/"aquí estoy"/"Estoy tan feliz de verte de nuevo"/"te amo, Valka".
—Ah, mujeres... No se puede vivir con ellas, pero tampoco sin ellas.
El matrimonio es una gran responsabilidad y es muy complicado, por eso nunca me casé... Y por algo más—susurró Bocón mientras se acomodaba el bigote.
Hipo y tú se miraron el uno al otro con confusión ante eso último, ¿cuál será la otra razón por la que Bocón nunca se había casado?
De todas formas, no tenían mucho que decir en ese momento.
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[💎✨] Díganme por favor que no soy el único raro que se imagina a rayito como un "fem queen" o sino voy a llorar-