Hace unos minutos creí que mi relación con Lauren estaba destinada a terminar o una mala relación a distancia. Pero ahora Lauren estaba frente a mi; con el anillo entre sus dedos y una propuesta en sus labios.
-Lauren, sólo dilo.- La animé.- Me has tenido en suspenso durante 5 minutos.
-Recapitulemos: no queremos una relación a distancia. Tú porque tienes miedo de que nos distanciemos y yo porque temo que aferrarnos nos duela ¿cierto?- Yo sólo asentí.- Y claramente no queremos terminar ahora.
-Lauren, ve al grano.- Ella se acercó a mi y tomo mis manos entre las suyas.
-Terminaremos el nudo al que se refiere el anillo...cuando vuelvas.
-¿Qué?
-El tiempo que nos queda juntas lo pasaremos increíble. Y crearemos más recuerdos. Pero terminaremos.-En ese momento, sentí mi corazón caer e inevitables lágrimas salir de mis ojos. Tuve que sentarme para procesar lo que me acaba de decir.
-Pero eso es justo lo que no queríamos, Lauren.-Dije, con mi voz cortandose.
-Escuchame,- Se puso de rodillas frente a mi.- Tú y yo tenemos un lazo, Camila, y los lazos son tan difíciles de romper que 4 años separadas difícilmente nos romperan. Pero no quiero que la desconfianza y compromiso o aferrarnos a algo nos duela ¿entiendes?
-Eso creo.- Limpie mi rostro con el dorso de mi mano.- Pero...
-Estaremos en constante comunicación: cartas, email, etc... Nunca estaremos separadas, ni siquiera por los kilómetros.
-¿Y cuando regrese?
-Cuando regreses, si ambas estamos dispuestas y seguimos sintiendo lo mismo, terminaremos el nudo.- Acarició el dedo donde estaba el tan mencionado anillo.- Será como esa canción de Ed Sheeran, aquel día en la playa ¿recuerdas?
-Fue uno de mis mejores días...
-También el mío.- Me dedicó una mirada vaga y una dulce sonrisa.- Guardaremos las memorias, las fotografías, todo, para esperar el día en que vuelvas.
-¿Lo que sugieres es una pausa en nuestra relación?
-Pues, se podría decir que sí.
-¿Por qué?- Pregunte, encogiendome de hombros.
-Lo último que quiero es una relación a distancia donde habrá desconfianza y más problemas, Camz. Y no quiero terminar definitivamente contigo. De las dos maneras, te arrepentirías de estar allá y no quiero eso. Camila, es una gran oportunidad la que tienes y no podemos negarlo. De esta manera, no perdemos nada ¿aceptas?
Lo que me estaba sugiriendo Lauren era una locura. La clase de locura que sólo ves en las películas románticas que te hacen suspirar y esperar algo así. Pero tener la propuesta frente a mi, era diferente. Y muy complicado. Bueno, el amor es complicado. Pero esto no lo podía decidir en tan sólo unos minutos.
-No lo sé, Lo.- Pase las manos por mi cabello. Me sentí cansada.- Necesito pensarlo.
-Está bien, Camz.-Me sonrió comprensiva.- No hay por qué apurarse ¿quieres hacer algo?
-Quiero que me beses.-Pedí.- Bésame y dime cosas lindas como cuando éramos amigas y estábamos descubriendo sentimientos por la otra.
Lauren no dijo nada y sólo se inclinó hacia mis labios.
-Eres la chica más linda que he conocido.-Dijo antes de besarme. Yo sentí su sonrisa en mis labios.
-Acabo de llorar y mi cara está roja cual tomate.- Reí.
-Tu nariz se pinta roja y tus pestañas quedan mojadas con tus lágrimas. Me gusta eso.- Todo eso me lo dijo entre beso y beso. Pero parte de mi necesitaba que ya profundizara el beso.
Sólo quería sentirme como cuando no tenía idea de lo que hacía. Y que lo único que sabía es que me encantaban los labios de mi mejor amiga Lauren sobre los míos. Y no quería estar con nadie más que con ella porque, aunque no sabría decir si ella es lo mejor que me ha pasado, estaba muy feliz de que me haya pasado y de todo lo que me hacía sentir.
Quería perderme entre sus labios y recuerdos por un ratito.