· · · ─── 6 años después ─── · · ·
—¿Y qué tal la escuela de arte? —preguntó Charlie a Devon.
Devon, que sostenía la mano de Edward sonrió con orgullo.
—Muy bien. Me dejarán presentar una exposición fotográfica en un edificio muy importante de Nueva York el mes que viene. Les mandaré una invitación y espero que puedan ir.
—Me alegro. Y por supuesto que iremos sin falta —le dijo Charlie con sinceridad— ¿qué hay de ti, Edward? No recuerdo qué es lo que estabas estudiando.
—Historia —le recordó— estamos en la misma facultad aunque no nos vemos con tanta frecuencia durante las horas de clase.
Charlie asintió.
—Ya veo. Me alegra que les vaya muy bien.
—¡Ya pueden ir sentándose! —escucharon a la madre de Bella que andaba corriendo por toda partes.
—Bueno... iré con Bella —les dijo a ambos chicos— seguramente se está muriendo de los nervios ahora mismo y necesita a su padre.
Devon sonrió.
—Claro, Charlie. Nos vemos mas tarde.
Charlie se marchó y tan pronto como se fue, apareció Ronan quien abrazó a ambos chicos por la espalda.
—Eddy, ¿no sientes extraño asistir a la boda de tu ex?
Edward puso los ojos en blanco.
—La verdad es que no —contestó— en todo caso, me sorprende que nos haya invitado a todos. Especialmente porque estamos rodeados de lobos —miró a su alrededor.
—¿No hizo Carlisle un tratado de paz con Jacob y Sam? —comentó Devon.
—Sigue siendo extraño. No me acostumbro por completo.
Ronan dejó salir un bufido que pareció más una risa.
—Los lobos son lindos —miró a su alrededor— pero nadie tan lindo como mi Devon —besó su mejilla rápidamente y se alejó cuando Edward le dirigió una mirada asesina— ¿ya pensaste en mi propuesta de tener un trío? —se burló pero Edward sólo se molestó más.
—Di una palabra más y juro que te prenderé fuego mientras duermes —alejó a Devon de Ronan y colocó su mano sobre su cintura haciendo presión.
Devon rió y también pasó su mano por la cintura de Edward pero él dejó un beso en su mejilla.
—No le hagas caso —le dijo Devon y se escuchó una fuerte risa por parte de Ronan.
Pero de pronto escucharon un golpe seco y los tres miraron a su alrededor, encontrándose con uno de los lobos que había caído de rodillas mientras miraba fijamente a Ronan. Ronan frunció el ceño y miró a Devon y Edward, este último parecía estar aguantando la risa.
—¿Y a ese qué le pasa? ¿Por qué me mira así?
Edward se acercó a su hermano para murmurar algo a su oído.
—Parece que un lobo se imprimó de ti —fue lo que murmuró.
Ronan sonrió con suficiencia y cierto orgullo por escuchar eso. Acomodó el caro y bonito saco que estaba usando y se acercó a aquel lobo, inclinándose hacia adelante pues el pobre seguía de rodillas sin poder pensar con claridad.
—Me llamo Ronan Denali —se presentó con una sonrisa bastante coqueta— ¿cuál es tu nombre, cariño?
El chico sintió que sus mejillas comenzaban a arder pero no podía apartar la vista de ese hombre tan hermoso.
—Se... Seth Clearwater —tartamudeó.
A Ronan le pareció más que adorable.
—Que lindo —murmuró más para sí mismo y le extendió una mano para ayudarlo a ponerse de pie. Seth miró la mano de Ronan que estaba llena de anillos y tragó pesadamente antes de tomar su mano sintiendo una fuerte descarga eléctrica que lo atravesó de pies a cabeza.
De pronto era incapaz de pensar con claridad o de formular una frase completa. ¿Qué era esa extra sensación? Le gustaba pero no comprendía del todo lo que ocurría.
Devon y Edward los miraron alejarse aunque Ronan volteó a verlos rápidamente guiñándoles un ojo antes de desaparecer junto a Seth.
Devon rió mientras negaba y Edward puso los ojos en blanco pero enseguida se dirigieron a sus lugares pues la ceremonia estaba por comenzar.
Bella había terminado su carrera en letras inglesas y Jacob había decidido no asistir a la universidad, prefiriendo quedarse con la manda en La Push y hacerse cargo del taller. Le iba bastante bien pues muchos turistas paraban por allí y aprovechaban para arreglar sus autos.
Sin embargo, hacia un mes y medio que les llegó la invitación a su boda. Devon y Edward estaban sorprendidos pero les alegraba que por fin pudieran dar el siguiente paso igual que ellos lo harían aunque no le habían dado la noticia a nadie, prefiriendo esperar a que la boda de Jacob y Bella pasara para que no pensaran que querían opacarlos o algo por el estilo.
Así fue que viajaron de Nueva York de regreso a Forks para la boda. Bella había invitado a todos los Cullen a la celebración y todo parecía ir con calma.
La ceremonia sería en La Push, cerca de la casa de Sam, y todo era realmente precioso. La decoración era bonita y el ambiente era bastante agradable.
Al terminar la ceremonia, dio inicio a la fiesta y fue cuando Devon y Edward se acercaron a los recién casados para felicitarlos. Después de todos esos años, ya no era extraño ni incómodo para ninguno por lo que incluso se abrazaron y hablaron durante un momento antes de ir a sus lugares.
Edward estaba feliz de ver a Isabella tan feliz junto a Jacob. Ambos ahora habían madurado mucho y estaba seguro de que tendrían un largo y feliz matrimonio con una gran familia.
🥀
Dos meses después Edward y Devon se encontraron sentados en la sala frente a Charlie y Amy. Hacia poco más de un año y medio que Amy abrió por fin su pastelería y había prosperado de maravilla.
Devon les entregó un sobre y ambos lo miraron con el ceño fruncido. Fue Charlie quien lo abrió y se quedó sin palabras cuando terminó de leer.
—Felicidades, chicos —les dijo Amy mientras se ponía de pie para abrazarlos.
Cuando se separó, la pareja miró a Charlie quien tenía los ojos llenos de lágrimas por la felicidad. Él también se acercó a ellos para darles un gran abrazo.
—Estaremos encantados de ir.
—Toda la celebración será aquí en Forks, ambos lo decidimos —explicó Devon— Alice ya se está encargando de todos los preparativos y parece ser la más emocionada de todos. Además, quería preguntarle a mamá si podría hacer nuestro pastel de bodas.
Amy sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas pero evitó soltarse a llorar mientras volvía a abrazar a su hijo.
—Me ofendería si se lo pidieras a alguien más. Será el pastel más hermoso que haya preparado nunca.
—Gracias, mamá.
Luego de eso, ambos viajaron a California para entregarle la invitación personalmente a Margo.
La mujer comenzó a llorar de la felicidad inmediatamente y abrazó a Devon durante varios minutos. Estaba verdaderamente feliz por él y se alegraba de que por fin hubiera encontrado la felicidad que siempre había merecido.
Una vez que la mujer se separó, la habitación se quedó en silencio un momento.
—Margo... hay algo más que me gustaría pedirte.
La mujer lo miró con los ojos hinchados.
—Claro, cariño. Lo que sea.
—¿Podrías ser tu quien me acompañe por el altar?
La mujer se quedó en shock durante un momento y rápidamente se volvió a soltar en llanto mientras lo abrazaba con fuerza.
—Por supuesto, sería todo un honor.
Devon sonrió mientras le acariciaba la espalda y miraba a Edward quien sólo sonreía.
Había pensado en Charlie para pedirle aquello pero aunque Charlie fue el padre que Devon nunca tuvo, Margo fue la madre que siempre necesitó. Y tenía un vínculo muchísimo más fuerte con ella que con cualquier otra persona en el mundo. Consideraba a Margo como su propia madre.
Las demás invitaciones fueron envidas por correo. Devon y Edward permanecieron en Forks para los preparativos de la boda pero Edward comenzaba a irritarse de su hermana. Devon no tanto pues le seguía muy bien el ritmo a Alice y ambos iban de un lugar a otro para asegurarse de que todo estuviera perfecto para el gran día.
Y así fue.
Casi dos meses más tarde el bosque que estaba detrás de la casa Cullen estaba hermosamente decorado. Parecía casi mágico. Incluso Edward estaba encantado con el resultado final.
Los trajes de ambos eran de color blanco pero las solapas eran negras igual que las empuñaduras de las mangas.
Todos sus familiares, conocidos y amigos estuvieron presentes. Los Denali, la manda de lobos, sus antiguos amigos de la preparatoria.
Fue una noche mágica y espectacular para Devon y Edward. Pues aunque sabían que su amor duraría para toda una vida y mucho más, ahora todo el mundo era testigo de ello.
—Te amaré por siempre. Lo sabes, ¿cierto? —murmuró Devon mientras bailaban en la pista.
Edward sonrió y se inclinó para besar suavemente los labios de Devon.
—Lo sé —sonrió un poco— y yo te amaré en esta vida y en las que siguen. No lo olvides.
Devon sonrió y ambos unieron sus frentes mientras se movían al suave ritmo de la música.
Todo sería perfecto para siempre.
Fin
perdón si el final es terrible 😭😭 en mi cabeza todo se veía mejor jajan't