POV Jade/Hermione
Ya que ahora era una mujer libre, estaba preparándome para ir a visitar a Tristan el fin de semana, después iría con Viktor, pero al parecer mis planes no le simpatizaban para nada a Tom y los gemelos, que puedo decir de Sirius y Remus, incluso y para mi sorpresa, Barty estaba de su lado.
- Hermione, es un momento crucial, no podemos dejar que te expongas de esa forma - dijo Barty.
- Además, Fudge no lo va a dejar pasar, va a tener su atención en ti - dijo y negué.
- Tal vez, pero la atención es compartida, el centro de sus preocupaciones es Dumbledore, seguido de Harry, Cedric y yo pasamos a segundo plano - dije y suspiraron. - Además, antes de regresar tengo que pasar por unos amigos a América - dije y voltearon a verme con sorpresa.
- ¿Cuándo conociste unos americanos? Nunca lo mencionaste - dijeron Sirius y Tom, a lo que reí cuando se miraron fulminándose.
- Al parecer se están tomando enserio lo de padre e hijo - dije con gracia mientras Remus y los demás se reían, incluso Moody hizo un intento de sonrisa, pero me miraron mal, por lo que carraspee - bueno, volviendo al punto. Eso ya tiene su tiempo, además, ellos asistirán a Hogwarts a partir de ahora, son de mi entera confianza - dije y alzaron una ceja.
- No es por nada Hermione, pero no estoy seguro de que los conozcas lo suficiente como para decir eso - dijo Sirius y Remus le dio un leve codazo en las costillas.
- Hermione, nos preocupa que confíes tan rápido en las personas - dijo Remus con cuidado.
- Lo sé, pero no es así, a ellos los conozco se puede decir que de toda la vida - dije y parecieron sorprendidos.
- Nunca mencionaste tener amigos - dijo Ron extrañado. - y no parecías- - iba a decir, pero ante las miradas serias de Tom y los gemelos junto a Barty se calló.
- En un futuro les contaré, pero es una historia complicada.
- Bueno, quiero ir al tema más importante - dijo Sirius llamando la atención de todos - ¿son chicos? - dijo seriamente y todas las miradas se centraron en mí.
- ¿es enserio? - dije mientras Moody bufaba y se iba - me hieres Canuto - dije, pero no pareció vacilar.
- Caroline y Elian Allen - dije e hizo una mueca.
- Son de una familia sangre pura - dijo y rodé los ojos.
- son mellizos, son agradables y son como hermanos para mi - dije y suspiró.
- Está bien - dijo Sirius.
- te rindes muy rápido Black - comentó Barty. - ¿realmente el muchacho te considera como una hermana? ¿Cómo te trata? - dijo y rodé los ojos.
- Mmm exactamente igual que a su hermana - dije y suspiró.
- ¿Cuándo sales? - dijo Tonks y sonreí.
- Justo ahora - dije abriendo el portal directamente a casa de Tristan, justo como en la casa de la foto que me envió, a las afueras de un pueblo en Francia oí exclamaciones, pero hice caso omiso.
Me puse a admirar todo alrededor, era pintoresco y al mismo tiempo elegante, era una vibra agradable, respiré profundo, llenando mis pulmones de este aire, peonias, realmente encajaban con el tipo de personalidad de Tristan. Aquí todo se sentía tan tranquilo... como si la guerra que me esperaba fuese inexistente.
- ¿Hermione? - dijo una voz, cuando voltee lo vi sorprendido bajando las escaleras de la entrada principal. - no pensé que llegarías a esta hora ¿fue por traslador? - dijo y reí nerviosa.
- Si, algo así - contesté, y pude admirarlo con otro estilo distinto, más allá de su uniforme, pero salí de mis pensamientos cuando vi a una niña escondida tras de él. - oh ¿es tu hermana? - dije y asintió regalándome una sonrisa.
- ¿es tu amiga? - dijo jalando el chaleco azul marino que portaba, y él asintió, por lo que salió un poco más decidida - un gusto, soy Colette Alissa Lambert, un gusto - dijo con una reverencia.
- Hermione Jean Granger, es un gusto poder conocerte por fin - dije y sus ojos brillaron al oír mi francés, justo como Tristan, quien parecía algo sorprendido.
- hablas francés - dijo y sonreí.
- Claro - dije sonriendo. - lo dominé hace tiempo - dije con seguridad. Pero nuestra atención volvió a su hermanita, quien volvía a jalar el chaleco de su hermano.
- Es muy linda ¿es la chica que te gusta? - dijo y la cara de Tristan se tornó roja mientras a su hermanita se le escapaba una pequeña risa.
- Isa - dijo apenado. Y ella se volvió hacia mí.
- ¿te gusta mi hermano? - dijo y me sorprendí ante sus palabras - él es muy amable, además es alto y guapo, tiene unos lindos ojos ¿no? ¿por qué no aceptas ser su novia? - dijo y ambos nos ruborizamos.
No esperaba esto miré a Tristan, quien parecía sumamente avergonzado, como si quisiera que la tierra lo tragara. Sonreí con ternura y volví otra vez mi mirada a su hermanita mientras me agachaba a su altura para susurrarle.
- Es muy lindo, pero creo que ya le ganaste - dije con gracia y ella miró a su hermano con lástima - tranquila, sé bien que es muy lindo y tímido, además de apuesto, tiene su encanto, justo como las peonias de aquí - dije y su mirada se iluminó.
- ¡es cierto! ¡pero pasa! ¡mamá y papá están dentro! ¡se tomaron el día de hoy porque no sabíamos a qué hora llegarías! - dijo contenta y me tomó de la mano sorprendiendo a su hermano. - ¿tienes hambre? Tris hizo unas galletas deliciosas ¡en serio! - dijo y lo miré con sorpresa, mientras desviaba la mirada sonrojado.
Observándolo bien, parece que si tenía un poco de harina casi imperceptible en el rostro, al mirar a la pequeña castaña, tenía sentido, ella había tenido la idea, además, por los pequeños cortes en sus deditos, podría jurar que ella ayudó, pero decidió darle en crédito a su hermano en disculpa por su pequeño error hace un momento, definitivamente una hermana muy dulce.
Cuando entramos a la sala, me quedé, sorprendida, todo estaba impecable por aquí, se veía que aquí todos habían estudiado en Beauxbatons, pero parecían personas y amables, sonreí mientras era escoltada por ambos hermanos.
(...)
Los días pasaron, los padres de Tristan fueron amables y no escatimaron en gastos, me habían llenado de regalos, y no entendía por qué cada vez que rechazaba uno me daban ese y otros dos, eso puso algo nervioso a Tristan, pero decidí no tocar el tema, mi habitación donde dormí estaba justo al lado de la de Tristan, por lo que me la pasaba con él y su hermana todo el tiempo.
Me había percatado de los intentos de su hermana de emparejarme con su hermano, comenzando con la ropa en pareja que me hacía ponerme, después estaban los curiosos y muy oportunos "accidentes" donde terminaba encima de él o él encima de mí, o siendo salvada por él, era obvio que ella junto a su elfina hacían ciertas travesuras.
Podría decir que no me molestaba, pues de una u otra forma parecía demasiado feliz, y estando casi todo el tiempo sola en esta mansión, era evidente que abundaba el aburrimiento si estaba lejos de su hermano, y ahora me tenía a mí en la mira.
Y si, el fin de semana se convirtió en una semana, ya mañana tendría que ir a visitar a Viktor, seguido de eso, tendría que ir en busca de mis amigos Olivia y Lucas, claro que tendríamos que hacer una parada en México para comer tacos y empanadas. Pero eso estaba de más.
Nuevamente no pude conciliar el sueño, pero entré en un bloqueo y tampoco podía escribir, así que decidí salir al jardín, el olor dulce de las peonias nuevamente llenó mis pulmones, embriagándome y haciéndome sentir tranquila, la imagen era bellísima, el viento frío golpeaba mi rostro, pero no me importaba, las hojas volaban y la luz de luna parecía hipnotizante, encajando a la perfección con el paisaje.
Sentí como me cubrían con algo cálido, y cuando voltee me encontré con esa mirada dorada de Tristan, le sonreí y el me devolvió el gesto. Tomó mi mano guiándome a una gran fuente en la parte trasera, atravesando un pequeño puente con varias rosas azules, lo que llamó mi atención.
Pero mi atención volvió a la fuente cuando vi la figura que se centraba en esta, dos jóvenes bailando, ante eso vi a Tristan y me sonrió, tomamos asiento a un costado de la fuente. Mientras la miraba a detalle, definitivamente uno de ellos se parecía mucho a Tristan, por lo que concluí que podían ser sus padres.
- Supongo que ya lo habrás notado... son mis padres - dijo mientras señalaba las figuras en la fuente. - lo que más valora mi familia, no es la sangre, clase social, dinero o poder... lo que consideran más importante que cualquier otra cosa es el amor.
- ¿por eso son muy amables? - dijo y sonrió para mirarme.
- Ellos son amables es cierto, pero contigo es diferente... gracias por aceptarlos aún si te llegaste a sentir incómoda - dijo y negué.
- No hay nada que agradecer, la verdad hay cosas que no comprendo, pero tus padres son muy buenas personas, se aman y te aman tanto como a tu hermana. - dije y asintió.
- ¿te importaría el hecho de escuchar una historia? - dijo mirándome con intensidad.
- Puedo escuchar todo lo que quieras - dije y asintió.
- En mi familia, hay una "bendición mágica" es algo que llevamos en la sangre, nosotros tenemos una pareja enlazada a nosotros... - comenzó a explicar. - de ahí que valoremos el amor, estas parejas con la fuerza, la paz y la sabiduría para nosotros, pero solo es una... - ante eso lo miré la fuente.
- Nuestro abuelo siempre les inculcó a mi padre y mi tío que lo más importante, el amor, era por lo que debían guiarse, y que el primero en encontrar su pareja, en su momento se volvería la cabeza de la familia. - dijo y comprendí.
- Naturalmente ese deber lo tenía el primogénito, pero en su familia es distinto. - dije y me sonrojé por interrumpirlo, pero contrario a lo que esperaba, él me sonrió.
- Es correcto, lamentablemente mi tío, quién es mayor que mi padre, fue quien encontró a su pareja primero - dijo y lo miré raro.
- Pero ¿eso no es bueno? - dije y tomó mi mano.
- No cuando tu pareja la encuentras muerta - dijo y me quedé helada - eso lo hizo entrar en un estado de locura, rencor y odio, cuando mis abuelos murieron, hizo todo lo posible por ser él el sucesor, tomando en cuenta que mi padre no había encontrado a su pareja.
- Eso suena lógico - susurré y asintió.
- Lo que no esperaba, era que comprometiera a mi padre con alguien que no era su pareja - dijo y entonces comprendí un poco todo - de ese matrimonio nací yo, poco después mi madre murió y mi tío también lo hizo, mi madre era su amante, con un gran parecido a su anterior pareja, y al perderla, se quitó la vida. Mi padre nunca quiso verificar que fuera hijo suyo o de mi tío, pero parecía sumamente herido - dijo y me vio.
- Debió ser duro para ti vivir eso - dije mientras tomaba su mano, él al instante entrelazó nuestros dedos.
- Poco tiempo más tarde, mi padre encontró a mi madre, fue entonces que volvió a sonreír, se veía tan lleno de felicidad, una en la que yo me sentía tan fuera de lugar, una felicidad a la que tal vez, muy en mi interior quería destruir...
- Entonces nació tu hermana y años después nació esa conexión. - dije descifrándolo y asintió.
- Aun así, se decía que al haber nacido fuera de las leyes que rigen mi familia, nunca encontraría mi pareja, pasaron los años y me desanime, sabía que mi padre había conseguido tarde a su pareja, pero normalmente se encontraba a los dieciséis años, edad aceptable para formalizar un compromiso. - dijo y asentí - me había decepcionado de mi mismo, y mi decisión era dedicar mi vida a mi familia, pero entonces la encontré, fue como un tornado de emociones. - dijo y lo miré raro.
- ¿Qué sentiste cuando la viste? - pregunté con interés, nunca había visto algo así.
- Creo que enojo, confusión porque fue completamente inesperado, felicidad al verla tan perfecta, alivio por saber que realmente la había encontrado y ganas no sé, tal vez ganas de llorar, no lo había reconocido al instante porque estaba abrumado y entré en shock, pero poco después, me di cuenta, estaba emocionado, y a la primera persona a la que le conté fue a Fleur. Después le mandé una carta a mi hermana, quien le dio la noticia a mis padres. - era curioso, suspiré más tranquila, por un momento pensé que era yo.
- Debe ser una persona curiosa si te hizo sentir esa tormenta de emociones - dije sintiéndome relajada y al instante guio mi mano a su boca depositando un beso, ante eso quedé de piedra.
- Si, creo que realmente eres curiosa - dijo y estaba segura de que mis ojos se saldrían.
- ¿qué? pero tu- nosotros- - intenté articular, pero no pude.
- Cuando chocamos me encontré con tus ojos chocolate, y un olor a peonias y libros, lo cual me hizo pensar que podría ser un perfume o bien, un filtro de amor, lo cual me hizo enojar, pero tu ni siquiera parecías interesada en mí, no estabas nerviosa, y cuando hiciste la mención de mis ojos realmente perdí el hilo de lo que pasaba - dijo y me ruborice.
- Si, lo siento - dije y negó.
- Cuando te vi nuevamente olí peonias y libros, y después comprendí que eras tú, pero me distraje y me molesté cuando te sentaste con los de Durmstrang y no me querías ni ver, fue entonces que tropecé, me sentí frustrado. - contó - cuando fuiste tras de mí me molesté dejándome llevar por mis celos y mis inseguridades, terminé gritándote, y lo siento - dijo y negué.
- No debes disculparte, yo te provoqué - dije bajando la mirada, pero me tomó del rostro con su mano libre haciendo que la levantara de nuevo.
- Yo sé que tu destino no solo esta entrelazado al mío - dijo y lo miré con sorpresa - pude verlo cuando platicamos en las cocinas... no te voy a forzar a elegirme, pero quiero que sepas que te amo, mi destino fue entrelazado al tuyo y no puedo estar más agradecido...
- ¿Cómo lo viste? Me refiero- - intenté decir.
- Naturalmente es como lazos que me unen a ti, pero contigo fue distinto a como me contaron, ya que no solo yo estaba destinado románticamente a ti - dijo y asentí - eso me frustró un poco, y en la tercera prueba, cuando sentí tu dolor, y te seguí, logré ver que otro ya estaba contigo - dijo y me tensé.
- ¿por qué no me dijiste nada antes? - pregunté sin poder evitarlo.
- Estabas sufriendo, seguías con dolor, no podía darte una noticia como esta en ese estado, así que dejé que esa persona te consolara, pues algo me decía que confiabas en ella y era lo que necesitabas, yo era prácticamente todavía un extraño para ti, aunque éramos amigos. - dijo y asentí. - quiero estar a tu lado, no me importa esperar pacientemente - dijo y negué, a lo que vi como sus ojos se estrecharon con dolor.
- No me malentiendas... me gustó estar contigo, nunca pensé que lo necesitaría, pero así fue... ahora mismo las cosas se están volviendo algo caóticas, una guerra está por estallar, y aunque me gustaría tenerte a mi lado, quiero que estes con tu familia, no te quiero arrebatar de ellos... ellos realmente sufrirían si te pierden. - dije y en parte hablaba por mi... por mis hermanos, si me hubieran dado la elección, no sé si hubiera elegido venir a este mundo, sabiendo que mi familia se rompería de la forma en la que lo hizo, que mis amigos morirían por mi culpa.
- Hermione, ellos entienden que tu eres a la persona a la que quiero acompañar y seguir a donde sea que vayas, yo lo elijo así, déjame estar a tu lado, sé a lo que me enfrento, pero prefiero mil veces perecer en batalla a tu lado que ignorar el hecho de que estas peleando en una guerra, tengo miedo de perderte, no pienso pedirte que te quedes aquí conmigo, porque sería egoísta de mi parte, pero no me pidas que no este contigo... - dijo y me estremecí, tanta sinceridad en su mirada me hizo entender que realmente estaría conmigo en todo momento, sin importar nada.
- Y-yo... esta bien, pero vendré por ti dentro de una semana, tal vez un poco más ¿sí? -dije y asintió.
- Gracias - dijo para abrazarme, cuando nos distanciamos un poco nuestras miradas conectaron y tragamos saliva ¿Por qué me demostraba tan hormonal estos días? No puedo - ¿puedo probar tus labios? - dijo en un susurro apenas audible e hipnotizante.
- No quiero lastimarte - dije del mismo modo.
- No lo harás - respondió.
De pronto unió nuestros labios sujetando firmemente mi cintura. El olor de las peonias alrededor me embriagaba junto al sabor a menta de sus labios, pero nos vimos separados y sacados del momento cuando escuchamos un grito.
- ¡SI! ¡LO HICIMOS LOTTY! - dijo la voz de la hermana quien estaba detrás de unos arbustos levantando las manos festejando su victoria, al instante ambos nos ruborizamos.
- Isa, te dije que fueras a tu cuarto - dijo Tristan llevando su mano libre a su rostro.
- Es que si te llegabas a estar en problemas pensaba interferir. - dijo firme. - ¿entonces ya son novios? - dijo y miré a Tristan mientras el parecía nervioso. - ¡ah! ¡lo sabía! ¡sabía que se te había olvidado!
- ¡Isa! - dijo algo alterado mientras se levantaba - no se me olvido. ¿ves? - dijo acercándose a ella mostrándole algo que no podía ver.
- ¿entonces por qué no se lo has dado? - dijo y el me miró de reojo nervioso. - tranquilo, lo has hecho bien, ahora yo me encargo - dijo arrebatándole algo de las manos caminando hacia mí.
- ¡Isa! - dijo y ella me sonrió.
- Toma - dijo abriendo la cajita - es una joya familiar que se da a la pareja, se modifica mágicamente dependiendo de la pareja, creo que su versión ahora es muy linda - dijo y la miré con sorpresa. - es un placer que a partir de hoy ya seas parte de la familia, cuñada - dijo y el sonrojo de Tristan se podía distinguir incluso en la sombra.
Ante eso sonreí y tomé el obsequio cuidadosamente mientras lo admiraba, una peonia nació dentro de la joya, y se convirtió en un collar. Era hermoso, no cabía duda, al instante Alissa me abrazó y le correspondí, Tristan me miró con sorpresa, pero una sonrisa deslumbrante apareció en su rostro, una sonrisa tan sincera que hizo cosquillas en mi pecho.
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Bien, creo que ya es algo tarde, pero aqui en mexico todavía entra, ¡feliz día de san valentin!
Espero que les haya gustado, digo conocer un poco mas de Tristan y así, estoy practicando un poco mas mi construcción de personajes.
Tuve un bloqueo, pero logre superarlo para traerles esto.
Nos leemos pronto 💜