Somos cuatro... ¡Cuéntalos!
Clover
—¿Es verdad? —Me pregunta Kevin dándome la sacudida de mi vida con sus manos sobre mis hombros.
No hay saludos, abrazos o rodeos. Mi amigo simplemente me sacude con tanta fuerza como puede antes de liberarme, moverse hacia Callum, quien se encuentra a mi lado sonriéndole a una de las tantas personas que conoce. A Kevin no le importa interrumpirlo para tomarle la mano para evaluar el anillo.
—¡Dios mío! Es verdad —Se ríe— y este es un anillo caro, es oro de al menos...
Carraspeo mi garganta y debido a que posiblemente no lo escucha por encima de la música, lo pellizco deteniendo su indiscreción.
Es cierto que es un anillo caro, es la primera vez que le doy a un novio un regalo tan costoso: seis mil quinientas libras esterlinas. Y fue con la tarjeta de papá, esa que me dice que es para uso de emergencia, para mí darle un anillo caro a mi hermoso novio, era una emergencia.
Estoy preparando mentalmente mi discurso y expresión de víctima cuando papá vea el registro de compras y luego sepa que de hecho fue un anillo que no era para mí y que además, es de compromiso.
Pero volviendo al punto, es un anillo caro que le queda precioso y que ahora lo declara mío oficialmente. Nunca fui una mujer posesiva, celosa o territorial, pero Callum me ha hecho descubrir muchas cosas de mí misma y debido a que está más loco que yo, me queda claro que ese tipo de cosas lo encienden.
—No toques mi anillo si tienes la mano sucia con tu bebida —Le aleja la mano Callum y Kevin arquea una ceja.
—Delicado —Sonríe— ¡Felicidades! No puedo creer que realmente se comprometieron, que son los primeros del grupo en hacerlo.
—Sí —dice Stephan llegando y pasándole un brazo por los hombros a Kevin—, todos pensamos que esos serían Oscar y tú.
Kevin frunce el ceño de manera inmediata, pero también me doy cuenta de su expresión de dolor antes de que ruede los ojos y sacuda la cabeza en negación.
—Oscar ni siquiera piensa en casarse, piensa que todas las celebraciones son un malgasto de dinero.
—Eso es lo que piensa la gente pobre —dice Stephan y Callum tose para ocultar su risa.
—Oscar no es pobre —Defiende Kevin—, tiene más dinero que tú.
—Oh, ahora eres clasista —Lo fastidia Stephan.
—Tú empezaste.
—Hablaba de Oscar, no de ti.
—Y te digo que no es pobre.
—Pero no tiene tanto dinero como tú —sigue Stephan.
—Sin embargo, tiene más que tú.
—¿Lo ves? —Se burla Stephan— Clasista.
—Ni siquiera discutiré contigo el punto y cómo hiciste todo este problema, Stephan.
—El punto es que se supone que Oscar y tú serían los primeros —retoma el mencionado su punto de vista.
—Y hablando del chico sexi —dice Callum antes de gritar el nombre de mi amigo.
Todos volteamos y miramos a Oscar conversando con una guapa mujer que claramente está interesada, no sé si él lo está, pero parecía entretenido.
—Típico, nunca está solo —dice Kevin.
Oscar nos da una mínima sonrisa antes de inclinarse para decirle algo a la mujer y acercarse a nosotros a un paso algo lento y saludando a unas cuantas personas en su camino.
—¿Está modelando? —pregunta Callum.
—No, Oscar simplemente camina así, cada día es una pasarela —Le hago saber.
—Nunca caminaré a su lado —asegura Stephan—. Solo mírenlo, pareciera que va en cámara lenta.
—Es sexi —convengo.
—Está modelando —insiste Callum.
—Así camina —Me apoya Kevin.
—Es caliente —insisto.
Nuestra apreciación sobre mi amigo termina porque finalmente llega hasta nosotros y arquea unas cejas al darse cuenta de la manera cautivada en la que los vemos todos, menos Kevin.
—Feliz cumpleaños, irlandés —Habla decidiendo ignorar nuestro comportamiento— y felicidades a ambos por la futura boda.
—Justamente hablaba con tu ex sobre cómo todos pensamos que él y tú serían los primeros en casarse —Le hace saber Stephan sin ningún tipo de sutileza.
—Oscar ni siquiera quiere casarse —Repite Kevin, ahora en su presencia, antes de dar un sorbo a su trago.
Oscar con lentitud dirige la mirada hacia Kevin y no sé cómo no se retuerce bajo tanta intensidad.
—Nunca dije que no hubiese querido hacerlo contigo —corrige con sequedad y Kevin se atragante con la bebida a lo que Stephan le da fuertes palmadas en la espalda.
Más que salvarlo, creo que podría sacarle un pulmón.
—Bueno —dice Moira apareciendo nuevamente con Kyra, ambas llevan una bebida en la mano—, pero si es el famoso grupo universitario de la diversidad.
—¿Te estás burlando de nosotros o nos halagas? —pregunta Callum.
—Solo está siendo Moira —responde Kyra deslizando la mirada por todos nosotros como si intentara familiarizarse puesto que solo nos conoce a Stephan y a mí, quizá mira un poco más a Oscar.
Pero estamos hablando de Oscar ¿Quién no se queda mirándolo por largos segundos de más?
—Hay tantos tipos y tipas de la MI que resulta emocionante.
—¡Moira! Cierra tu gran boca —Le ordena Kyra mientras Callum le frunce el ceño a la mayor de los hermanos.
—¿Qué es la MI? —pregunta Oscar con interés.
—Es la agencia de seguridad a la que contraté, ya sabes, todos esas personas armadas y vestidas de negro —miente mi novio, ejem prometido, con facilidad.
—No eres un príncipe y tienes dinero, pero no entiendo por qué tanta seguridad, no es como si fueses un gran heredero —comenta a la ligera Kevin.
—¿Ves? Clasista —Lo fastidia Stephan.
—Voy a golpearte, Stephan. No soy clasista.
—¿En dónde está Edna? —interrumpe Moira.
—No la busques demasiado —Le hace saber Kevin—. Ahora anda en el rollo de follarse a Stephan, creo que una vez tuviste la misma onda ¿No? La última vez que viniste...
—¿Te follaste a Edna? —Se preguntan Stephan y Moira al mismo tiempo.
—¿Te va el rollo de enredarte con mujeres? —pregunta Kyra a su hermana.
—¿Eres la otra hermana de Callum? —Ese es Oscar hacia Kyra.
—¿Por qué nos rodeamos de gente jodidamente rara? —Y ese es Callum haciéndome la pregunta.
—La verdad es que resulta entretenido —Me limito a decir antes de ahogar un gemido cuando veo a Christian acercándose a nosotros.
—¡Feliz cumpleaños a uno de los hombres más hermosos que he conocido!
Tiene la audacia de hacerme a un lado para abrazar a Callum y Stephan aprieta los labios, Oscar también, pero dudo que sea por las mismas razones.
—Esa es una felicitación con un abrazo demasiado largo para lo poco que conoces a mi machote —Habla Stephan con sequedad—. Hazte a un lado que ese es el lugar de nuestro trébol, quien también es su prometida por si no lo sabías.
Rio por lo bajo y Kevin me lanza una mirada a lo que me encojo de hombros. Desde la fiesta en la que bailaron la verdad es que no sé que se traen esos dos, Kevin es muy vago en sus respuestas cuando se lo pregunto.
Moira se interesa en saber quién es Christian, pregunta que obviamente hace sin ningún tipo de disimulo y mirándolo de arriba abajo con el ceño fruncido. Y es precisamente quien Oscar responde a su pregunta:
—Es Christian, alguien que aparece cuando no lo llaman.
—Yo lo invité —Hace saber Kevin alzando la barbilla en desafío.
—En realidad este es mi cumpleaños por lo que yo lo invité —habla Callum, porque es su cumpleaños y el anuncio de su compromiso y nadie puede robarle la atención.
—En fin, soy Oscar —Sonríe mi amigo dando un paso hacia Kyra que lo evalúa sonriéndole.
En mi mente suenan las alarmas y por la mirada de pánico en el rostro de Callum, en su cabeza también.
—Un gusto, soy Kyra, hermana de esas dos cosas pelirrojas, es solo que soy tan especial que mientras todos ellos son un copia y pega pelirrojo, lo mío es ser más rubia rojiza.
—Eres una bastarda envidiosa —Le hace saber Callum.
—Ni siquiera tenemos el mismo tipo de pelirrojo, solo eres una marginada celosa de no tener pelos rojos —Ataca Moira.
Kyra los ignora adrede estrechando su mano con la de mi amigo y miro el agarre de sus manos antes de que la liberen mientras se sonríen. Pensé que ella era la hermana tranquila, centrada, de pocas fiestas y analítica, pero eso fue porque nunca la vi ligando, sin embargo ¿Qué esperaba? Después de todo es una Byrne y solo el cielo sabe cuán encantadores son en esa familia.
Kyra se pasa mechones de cabello detrás de la oreja, lo mira a través de espesas pestañas cubiertas de rímel y posiciona la barbilla de tal manera que parece que consiguió una cirugía para tener el perfil más impresionante y simétrico e incluso yo podría estar deslumbrada en este momento por su belleza y seducida por sus encantos.
—Eh, eh, no mires al Byrne equivocado —Me trona los dedos Callum frente al rostro y parpadeo saliendo del trance.
—¿Quieres bailar? —Le pregunta Oscar a Kyra.
Mi amigo tiene una sonrisa que muestra sus dos hoyuelos y la hermana de Callum parpadea dos veces antes de devolverle la sonrisa.
—Solo si prometes hacerlo bien.
—Puedo hacer eso —dice extendiendo la mano que ella toma antes de que se alejen para bailar.
Solo bailar... Espero.
—Intenso —aporta Stephan viviendo el intercambio como una serie televisiva—. ¿Alguien va a comentar lo poderosos que se ven juntos? Como una pareja de Hollywood creada para despertar envidia, celos, resentimiento, amor y mucha pasión en los que lo miren.
—Impresionante, un coqueteo hetero me está excitando —Y ese es Christian lo que tiene a Stephan rodando los ojos porque odia todo lo referente al mencionado incluso si apoya lo que dice.
—¿Alguien que si me importe quiere opinar sobre lo que dije? —pregunta Stephan ignorando a Christian.
—Cómo sea —dice Kevin tomando la mano de Christian—. Vayamos por unos tragos.
—Lo que tú quieras —Le responde con sonrisa coqueta y clavándole la mirada en el culo a mi amigo mientras se alejan.
Tristemente soy testigo de cómo Oscar y Kevin se van por caminos separados y con personas diferentes.
—No sé cómo sentirme sobre mi hermana con Oscar —comenta Moira—. Es decir, quiero sacudir el puño en felicidad porque se agarró a uno de los tipos más sexi, hermosos y seductores que he visto en mi vida, pero en mi última visita fui mi fan de OK, tengo mi corazón dividido en dos team, me siento como si fuese un triángulo de algún libro.
—Entonces ¿Te follaste a Edna? —pregunta Stephan sin prestar atención al monólogo de Moira.
—¿Qué? No, no follamos —responde Moira—, pero hicimos otra cosa.
No dice más, simplemente le da un pellizco en la mejilla a su hermano y se aleja bailando en tanto Stephan la sigue, insistiendo en que le dé detalles.
—Tenerlos a todos juntos es caótico —murmuro antes de que Callum tire de mi mano y ubique sus manos en mi culo plantándome un beso en los labios.
—Hazme olvidar que mi mejor amigo y mi hermana discuten cosas sexuales sobre Edna, que Oscar se está ligando a mi otra hermana y que Kevin se fue con un tipo que me cae bien, pero que todo mi grupo de amigos detesta.
—Puedo hacer eso —prometo riendo, tomando su mano y llevándolo a la zona del bar para pedir dos chupitos de un buen tequila.
Es que a Callum no le gusta lo barato.
Mientras preparan nuestros chupitos, Callum acepta el abrazo de una entusiasta mujer que me da una sonrisa cordial antes de que mi mirada nuevamente se deslice entre todos esos hombres vestidos de negro, armados y con auriculares protegiendo la fiesta de mi novio.
Hombres de mafia que tienen a Callum emocionado y a mí preguntándome cómo terminé envuelta en esta situación: Ah, cierto, todo fue culpa de ese sujeto en el que no me gusta ni siquiera pensar.
Regreso mi mirada a Callum que asiente y conversa con su invitada mientras extiende su mano con el anillo para tomarme la mano y jugar con mis dedos para hacerme saber que está consciente de mi presencia y que no está ignorándome.
Es tan hermoso y sexi, pero también tan peculiar y admito que peligroso. Ya no puedo andarme con rodeos ni adornar el hecho de que Callum tiene peculiaridades fuera de lo normal, emociones, fascinaciones y curiosidades por cosas alarmantes no propias de lo que se considera correcto dentro del marco de la ley y lo moralmente bueno.
No me asusta y tampoco lo entiendo, no sé cómo funciona su cabeza o la percepción que tiene sobre la vida. Si un día él me dijera que asesinó a alguien, no creería que es un chiste y me pregunto cuál sería mi reacción. Es decir, no creo que él simplemente mate por locura, pero siento que simplemente necesita de empujones e incentivos para cruzar la línea y mientras en su mente tenga sentido, no habrá arrepentimientos.
Sus manos generalmente son suaves o duras en mí, pero reconozco que hay habilidad en ellas. Puede que yo sea la que estudie para especializarme en ciencias forenses y estudiar el cuerpo humano tras su deceso, pero por algo él es el mejor de nuestras clases compartidas y las suyas propias, esas manos son capaces de abrir, cortar, extraer y reconocer puntos exactos sobre el dolor, la agonía y la muerte, además, lo he pillado leyendo libros sobre el cuerpo humano tantas veces, siempre parece estar aprendiendo y lo sabe todo con respecto a sucesos que provocan la muerte ya sea de manera rápida o lentamente, también conoce de torturas. Reconoce sobre las evidencias, los crímenes perfectos, los fallos comunes y no tan comunes cuando se comete asesinato y no tiene paciencia para las injusticias o las personas que considera que están arruinando el mundo.
Echa la cabeza mientras ríe lo que me hace sonreír y no me pierdo la ironía de lo inofensivo y divertido que puede ser en tanto se guarda todo eso en su interior, ocultándolo porque pocas veces se deja vislumbrar los rastros de eso que llama "su chispa especial." Posiblemente sería catalogado como un peligro para la sociedad, pero yo decido verlo como alguien con mucho potencial para hacer un impacto en el mundo.
Callum Byrne no es un hombre que vaya a ser olvidado en el mundo.
Callum Byrne es alguien que seguramente por alguna razón, pasará a la historia.
—¡Listos los chupitos! —Nos anuncia el bartender atendiéndonos.
La mujer, que conversaba con él, le da un toque en el brazo y le dice que lo ve luego antes de darme un asentimiento e irse. Ambos giramos hacia la barra y nos aplicamos sal en el dorso de la mano.
—Tomaré el limón de tu boca —Me hace saber y todo lo que hago es arquear una ceja antes de alzar el pequeño vaso.
—Esto es por ti, mi irlandés, porque hagas historia y el mundo nunca olvide quién es Callum Byrne.
—¡Duendes! Es el brindis más conmovedor que han hecho en mi nombre ¡Salud, mi trébol!
Sin importarnos si lo hacemos bien o no, el lame mi dorso y yo el suyo, bebemos el trago, muerdo el limón extrayendo el jugo ácido y luego su boca está en la mía tomándolo mientras nos besamos.
Delicioso.
Después de eso, la fiesta realmente comienza.
Callum y yo nos dirigimos a la pista de baile en donde nos movemos con provocación uno contra el otro, girándonos y abrazándonos e incluso besándonos cuando nuestros rostros están a corta distancia. Cantamos y reímos, también nos enamoramos otro poco más mientras acepta todas las felicitaciones que llueven sobre él, es demasiado popular, y también acepto las felicitaciones sobre nuestro compromiso, algo que ya todos parecen saber.
Hay fotos, muchas bebidas y veo una que otra píldora de éxtasis ser consumida, estoy segura de que incluso pudiese haber drogas más fuertes y alucinógenos estimulando a todas estas personas que quieren disfrutar la fiesta como si no hubiese un mañana.
Callum me hace girar adhiriendo mi culo a su entrepierna y me muevo al ritmo de la canción, llevando mis brazos hacia atrás para aferrarme a su cuello mientras su mejilla está contra una de mis sienes y sus manos en mis caderas. Él se mueve siguiendo mi ritmo, seduciéndome y atrapándome en un trance.
Mis ojos se cierran y me dejo atrapar por el momento, sintiéndome libre de la manera en la que lo hago siempre que estoy con él.
Cuando estamos juntos, de esta manera, me es más fácil lidiar con mis mentiras, esconder mis miedos y solo disfrutar de lo bueno. Me es más fácil engañarme e ignorar el desastre en el que me estoy convirtiendo.
—Mira, mi trébol, tenemos un público interesante —murmura contra mi piel.
Abro los ojos y por un momento me cuesta entender a qué se refiere, es cierto que algunos nos miran de pasada, pero nada muy intenso, sin embargo, segundos después mis ojos consiguen conectar con unos azules en un rostro pequeño muy hermoso rodeado de rizos rubios: Millie y ella no está sola, Alaric está detrás de ella y también tiene su atención en nosotros.
Me muevo con más lentitud contra Callum, consciente de la atención y una de sus manos viaja desde mi cadera a mi abdomen, pasando por uno de mis pechos, endureciéndome el pezón, y llegando hasta mi garganta en donde envuelve sus dedos y aprieta, mis labios se abren para emitir un gemido que solo él alcanza a escuchar.
—¿Quieres que los invitemos?
Asiento porque no es capaz de escuchar mi respuesta susurrada por sobre la música y una de mis manos abandona su cuello para hacerle una señal a la pareja que bailando comienza a acercarse a nosotros.
Se detienen a poca distancia de nosotros y Millie me da la espalda para colgarse del cuello de Alaric y comenzar a bailar. Las manos de él se afianzan en el culo de ella cubierto en una falda de cuerina en volantes que juega a querer mostrar sus bragas. Los ojos de Alaric están en nosotros mientras Millie baila con una de las piernas de él entre las suyas.
Bajo la mirada a la espalda de Millie descubierta debido a que su camisa está atada por cintas delgadas alrededor de su cuello y en su espalda baja, su piel brilla con sudor y sus movimientos van a la par de los míos pese a que no puede verme. Tomando la mano de Callum alrededor de mi cuello, nuevamente la traslado a mis caderas y me inclino hacia adelante mientras presiono el culo contra él, deslizando mis manos a la cintura de Millie y ella se arquea. Cuando mi mirada sube me doy cuenta de que Alaric mantiene sus ojos en Callum.
Siento que me humedezco, el deseo es arrollador y me siento segura sabiendo los límites que Callum y yo hemos interpuesto ante esto. Confío en él y él confía en mí, ambos sabemos hasta dónde podemos llegar y lo que definitivamente no está permitido hacer.
Bailamos de esa manera, acercando mi cuerpo mucho más al de Millie y luego ella gira, sonriéndome y acercándose más, hasta que nuestros pechos se rozan. Somos casi de la misma altura y agradezco que al igual que yo prescindiera de los tacones. Es mucho más delgada que yo y también está tonificada, su cuerpo denota su entrenamiento y sin embargo, mira mi cuerpo con la misma admiración con la que miro al suyo... Es intrigante y seductor.
No sé exactamente cómo, porque es cómo estar en un trance, pero termino con uno de mis brazos en su cintura y su mano está en mi cuello, estoy bailando con ella y un vistazo detrás de mí me hace saber que Alaric baila con Callum, tan cerca.
—Es caliente mirarlos ¿Verdad? —Me pregunta Millie casi sobre mis labios— Y también es caliente estar juntas.
Su mirada está en mis labios.
—¿Puedo besarte? —susurra, dejando un beso en mi barbilla.
Miro detrás de mí, conectando mi mirada con Callum que tiene una mano en el hombro de Alaric y otro en su cintura. Compartimos una larga mirada en la que decimos mucho y él me sonríe haciéndome esbozar mi propia sonrisa antes de volver mi atención a Millie.
No le respondo.
En lugar de ello tiro de su cuerpo contra el mío, ladeo el rostro y la beso.
Sus labios son suaves, pequeños y carnosos, también son ávidos y expertos abriéndose para mí para que mi lengua se encuentre con la suya y saboree el sabor del vodka y chicle de fresa. No dejamos de besarnos mientras nos movemos y mis dedos se enredan entre los rizos suaves de su cabello mientras una de sus piernas está entre las mías y sus manos viajan hasta mi trasero.
Nos besamos con lentitud y en profundidad, se siente bien y lo disfruto, es una besadora excelente que sabe exactamente qué hacer con sus labios, lengua y dientes.
Cuando nos separamos nuestras respiraciones son pesadas y ella me sonríe en tanto se lame los labios antes de hacernos girar y hacerme mirar la forma en la que Alaric tiene sus dedos dentro del cabello de Callum mientras lo besa de manera firme y contundente.
Por un momento temo sentir celos, pero no hay rastro de ellos debido a mi seguridad, a que lo hablamos y a que ¡Mierda! Es todo un espectáculo la manera en la que se besan y cuando Callum abre los ojos, me mira mientras sus labios se mueven contra los de él, me hace sentir que soy yo, afirma que soy parte de esto.
—Son hermosos —Me dice Millie detrás de mí, bailando con sus manos en mis caderas antes de hacerme girar para que nuevamente estemos de frente— y nosotras también lo somos.
Vuelve a besarme y le devuelvo el beso que esta vez es más ansioso y rápido mientras bailamos, pero luego hay unas manos masculinas en mis caderas y una presencia mucho más alta detrás de mí. Cuando abro los ojos al alejar mi boca de la de Millie, encuentro a Callum frente a mí, detrás de ella, bailando y cuando Millie gira, nuevamente los ojos de él están sobre mí cuando comienza a besarla con una mano extendida en el centro de su espalda, un sonido ronco sale de mí.
—¿Esto está bien? —susurra la voz de Alaric detrás de mí y asiento.
Cuando Callum cierra los ojos, ladeo el rostro y miro hacia arriba a este hombre guapo, atractivo y con magnetismo sexual impresionante. Le sonrío.
—Ahora puedes besarme.
Ríe por lo bajo antes de empujar sus lentes por encima de su cabeza, reteniendo su espeso cabello castaño, tomarme la mandíbula con una mano y en esta posición llevar su boca a la mía. Su rastro de barba me roza la piel y sus labios son más amplios. Es fornido y alto lo que me hace sentir más pequeña mientras me envuelve desde atrás y me besa con firmeza y en profundidad. Su lengua es juguetona y sus manos se mantienen firme una en mi mandíbula y otra en mi cadera.
No decido si me gusta más besarlo a él o a Millie, pero definitivamente Callum es la única opción para mí incluso si me divierto con otros.
Cuando sus labios me permiten respirar, me hace girar y bailamos, sonriendo y cantando la letra de la canción sonando antes de que Callum tire de mis caderas llevándome de nuevo contra su cuerpo y convirtiéndonos en un baile de cuatro y en un intercambio de besos intensos y variados entre los cuatro que seguramente destaca o posiblemente es ignorado.
Mi boca se siente hinchada, los besos vienen desde diferentes lugares y mi garganta se siente seca cuando tras el profundo beso de Callum, que incluía manoseo. Consigo que baje su cabeza para pueda escucharme por sobre la música.
—Tengo mucha sed, vamos por algo de beber y volvemos.
Asiente plantándome un beso en la sien y hablándoles a Millie y a Alaric que se quedan en la pista de baile besándose... No estoy muy segura de sí los encontraremos al volver porque tengo la impresión de que tienen demasiadas ganas de follar luego de lo que acaba de suceder.
Callum pide una ronda de chupitos a la que se une Edna y Maida, también pide una botella de agua que compartimos para no emborracharnos.
—Mis amores, los vi besándose locamente con otra pareja caliente —dice Maida mientras esperamos los chupitos.
—Sí —rio—, eso fue intenso.
—¿Todo bien? —Me pregunta Callum atrayéndome contra su cuerpo—. ¿Arrepentimientos o incomodidad?
—Todo bien —Le aseguro sonriéndole y asiente devolviéndome el gesto.
—¿Por qué brindamos? —pregunta Edna cuando nos entregan los chupitos.
—Por los futuros novios que caminarán por el altar, porque este siga siendo un comienzo que no conozca de finales —Ofrece Maida.
—¡Salud! —decimos al unísono antes de beber.
—Esto es tan fuerte —Se estremece Maida.
—No tanto —decimos Callum y yo al mismo tiempo antes de sonreírnos.
—Dejen de restregarnos en la cara que están hechos el uno para el otro —Exige Edna con fastidio—. Ni pensar que Clover tontamente ni siquiera quería decirte que era la de las notas.
—Por fortuna ya yo lo sabía —dice él con arrogancia haciéndome rodar los ojos.
—Iré al baño, necesito con urgencia liberar líquidos —anuncio por si alguna de ellas o ambas también quiere ir. No me gusta ir sola cuando estoy en fiestas.
—Que elegancia para decir que vas a mear —Se ríe Edna—. Vamos, también necesito ir, ya sabes, cambio de tampón y todo eso.
—Yo me quedaré a bailar con Callum —anuncia Maida y él le ofrece el brazo que ella no duda en tomar.
—Vamos a encender esa pista de baile, Mai.
—¡Vamos por ello, amor!
Los miro irse y sonrío de manera tonta. Edna me propone que nos bebamos otra chupito de tequila a lo que no me niego mientras Callum y Maida destrozan esa pista de baile volviéndose las estrellas del lugar.
Me permito ver a mi novio bailar con mi amiga durante unos buenos minutos hasta que Edna me toma de la mano guiándome hacia los baños y tal cómo Callum nos indicó más temprano, nos dirigimos hacia uno de los dos baños individuales, ignorando la larga fila en los baños de cubículos que dejamos detrás.
Uno de los hombres de la seguridad del establecimiento (no los "amables" mafiosos") nos reconoce tras decir la palabra clave para el uso de estos baños.
—Uno está ocupado por dos de ustedes —Nos informa.
Y dudo esté siendo usado para orinar o hacer del dos, claramente se trata de otro propósito y tiene que ser Oscar o Kevin porque Edna no está ahí con Stephan, Maida está con Callum, al menos que sea Moira porque la última vez que vi a Kyra ella estaba con Oscar.
Que puto desastre tienen Oscar y Kevin, en este momento los odio.
—Vamos, vamos, ya me has visto la vagina muchas veces, no me importa que entremos juntas —dice Edna metiéndonos en el baño y cerrando la puerta detrás de nosotras—. Si están follando en el otro baño, no creo que salgan pronto.
—¿Crees que sea Oscar o Kevin?
—Si no es Moira, es uno de ellos dos. Creo que llegó el momento de aceptar que fue el final para la perra de Kevin y el bombón de Oscar. Que en paz descanse OK.
—Me duele —digo y ella se encoge de hombros.
El baño es amplio, huele bien y está limpio por lo que haciendo mi dolor sobre la relación muerta de mis amigos, camino hacia el inodoro, me levanto el vestido y de pie, pero medio agachada comienzo a orinar tras bajarme las bragas mientras Edna se retoca el maquillaje frente al espejo.
—Es una gran fiesta, estoy segura de que será recordada —Me dice.
—Sabes que Callum ama ser el centro de atención.
—Y parece que ustedes dos la pasan extra bien, es decir, mírate nada más teniendo besos de cuatro ¡Esa es mi niña!
—¿Nos viste? Se sintió increíble, aunque no es algo que vayamos hacer con frecuencia, simplemente dejamos que sucediera y ya está, no es una pasión que haga falta en nuestra relación.
—No puedo creer que verdaderamente le pidieras matrimonio.
—Soy una astuta ¿Eh? —presumo, aunque me queda claro que la idea no fue mía, pero tomo el crédito descaradamente.
Tomo papel y me limpio antes de subirme las bragas y bajar el retrete.
—¿Por qué tenía que tener la regla para esta fiesta? Las ganas que tengo de saltar sobre Stephan por un rapidito son muy grandes, pero en su lugar el tonto se follará a alguien más.
—¿No te molesta? —pregunto, sacando mi teléfono de donde lo ate estratégicamente al muslo tras lavarme las manos.
—No. Follamos con otras personas, somos casuales y eso está bien. Tenemos sentimientos platónicos, pero nada de enamorarse o al menos no por ahora.
—Mierda. Tengo seis llamadas perdidas de papá.
—Oh, prepárate, debe de saber lo que hiciste, sobre el compromiso.
Justo entonces mi teléfono vibra otra vez y me aclaro la garganta antes de responder.
—Hola ¿Cómo están todos, papá?
Se hacen unos largos segundos de silencio y me remuevo sobre mis pies antes de escuchar su respiración profunda.
—¿Vas a casarte, Clover?
Cierro los ojos y hago una mueca porque suena enfadado de esa manera calmada en la que me inquieta porque no sé qué tan grande es su enojo, si está decepcionado o simplemente pensativo.
—Bueno, sí, pero no ahora... ¿Cómo es que siquiera sabes?
—Instagram —Parece que escupe la palabra como si fuese un delito federal.
—¿Qué? —Mi voz refleja a la perfección mi sorpresa— ¿Desde cuando tienes una cuenta de Instagram?
—Ese no es el punto —Desestima con firmeza y hago una mueca porque se viene un regaño fuerte—. ¿Qué se supone que estás haciendo? ¿Qué es toda esa publicación de ese muchacho?
—¿Sigues a Callum en Instagram? Guau, eso lo hará feliz.
—Ese tampoco es el punto, Clover Mousavi.
Me encojo un poco al escucharlo llamarme por mi apellido. Está totalmente enfadado, aunque su voz no lo demuestre. No necesita gritar ni necesito verlo, simplemente lo sé.
—¿Es una especia de broma? ¿Y por qué hay tantos me gustas y gente comentando esa publicación?
—Es que Callum es muy popular —No puedo evitar decir.
—Voy a reportar su cuenta, denunciarlo por infracción.
—¿Qué? Papá no está infringiendo nada —emito una risa nerviosa—, no van a eliminarle la cuenta, así no funciona Instagram.
—No vas a denunciar la cuenta de Callum, sus publicaciones son geniales —Alcanzo a escuchar a Valentina.
—Clover —dice papá de manera contundente.
—¿Si? —digo con cautela escuchando la fuerza de su respiración.
La risita de Edna me hace voltear a mirarla mientras destapa un tampón nuevo.
—Ehsan tiene que estar enloqueciendo —Se burla mi amiga de mí y me giro para darle privacidad de encargarse de lo suyo.
—Déjame ver si lo entiendo —dice papá luego de una pausa— ¿Le compraste un anillo y le pediste matrimonio a ese chico?
Y ni siquiera sabe que fue con su tarjeta porque no quise gastar de la mía.
—¡Me encantan las mujeres tomando la iniciativa! Así se hace, cariño —Escucho de nuevo la voz de Valentina y luego el llanto de mi hermanito—. Ya, Santi, no llores, mami está aquí y tu hermana se va a casar.
—No es gracioso, Valentina —Le dice papá—. Clover Mousavi...
—Papá...
Me callo abruptamente cuando un grito resuena por el lugar, por un momento pienso que lo imaginé, pero segundos después no es un solo grito, son muchos antes de que se escuchen cosas caer junto a un sonido muy parecido al de una estampida.
—¡Mierda! ¿Qué está pasando? —grita Edna subiéndose las bragas y el short.
—Clover ¿Qué sonidos son esos? —Pasa de enfadado a preocupado de manera inmediata.
—Papá debo colgar...
—Clover...
—Te llamó mañana, todo está bien, ya sabes como son las fiestas —Rio de manera nerviosa escuchando todo el caos proveniente desde afuera—. Los amo.
Y habla, pero finalizo la llamada y Edna se lava las manos con rapidez antes de tomar la mía cuando la puerta del baño se abre y diez personas ingresan presas del pánico, empujándonos y tirándome del cabello cuando intento salir para saber lo que sucede.
—¡No, no! No dejen que abra la puerta —Grita un chico mientras me tironean del cabello—. Deténganla, no la dejen abrir la puerta.
—Quiero verte detenerla, hijo de puta ¡Suéltale el cabello! —grita Edna y los ojos se me humedecen porque siento que me están arrancando hebras mientras mi cabeza se inclina hacia atrás debido a la fuerza con la que me retienen del cabello.
Edna le da un puñetazo a alguien y tira de mi mano consiguiendo apenas salir para mirar el caos de personas corriendo. Disparos resuenan y de inmediato Edna y yo nos lanzamos al suelo.
Los gritos son fuertes y frente a mí miro a una muchacha inconsciente a la que parece que las personas le han pasado a encima. No está bien e intento gatear hacia ella, pero otro disparo resuena.
—Mierda, mierda, mierda —dice Edna presa del pánico.
—Estaremos bien —Le prometo.
Intento mirar alrededor y encuentro a varios de los hombres y mujeres enviados por Lorcan con armas en las manos, pero sus disparos no resuenan y van de un lado a otro.
¿En dónde está Callum?
El corazón se me acelera porque no lo encuentro y me doy cuenta, cuando alguien casi cae sobre mí, que en esta posición también estamos vulnerables.
—Edna van a aplastarnos, las personas están histéricas corriendo, levántate.
—¡Están disparando! No podemos levantarnos.
—Detrás de la barra, vamos, vamos —Le ordeno obligándola a levantarse.
—¡Ayuda! —grita una voz desgarradora— ¡Alguien ayúdelo!
Volteo encontrando a Millie en el suelo, abrazando al cuerpo sangrante de Alaric.
—¿Está muerto? —susurro pese a que no hay nadie que pueda darme una respuesta.
—Abajo, abajo —Me ordena una de las mujeres vestidas de negro y con un acento irlandés.
Ella apunta al frente protegiéndonos junto a otro hombre y abrazo a Edna cuyo cuerpo tiembla.
—Estará bien, todo esto pasará —Le prometo antes de tragar fuerte, escuchando los gritos de Millie y los de otros tantos llenos de desesperación, angustia y otros de dolor.
¿En dónde está Callum? ¿En dónde están Moira y Kyra?
¿En dónde está el resto de mis amigos?
—Todo estará bien, Edna —Le susurro, apretando mi mano en puño para que no vea lo mucho que tiembla.
Helloooo, vamos, vamos a comentar para leer lo que sigue.
Perdón que el capitulo fuese tan largo jejej sé que fastidia cuando tienen tantas palabras, pero una cosa llevó a la otra.