Era un día común y cualquiera, solo que era viernes y en su mayoría (a diferencia de mi y unas cuantas personas más) se convencían de terminar su semana temprano y hacer grandes cosas durante el fin de semana. Eso y también sobre sus experiencias paranormales con el espejo.
Yo, en este caso, y como siempre ya había decidido por mí misma no llegar más lejos de mi propia curiosidad, no hablaba, ni comentaba, ni escuchaba acerca de eso. Las razones son simples, si teníamos que numerarlas fuera en:
1. No me gustan las cosas así.
2. Tengo miedo.
3. Vivo en un departamento amplio. Y, aunque sea compartido, no me arriesgo a eso.
—¡Sora! — Escuché un grito en mi oído, mientras veía como todas sus pertenencias eran dejadas en la mesa. Por supuesto, Byun Baekhyun, mi mejor amigo, y el hombre con más cojones del mundo, en mi opinión.
Nada lo asusta, a menos que seas una de sus novias con una prueba de embarazo en la puerta de nuestra casa, o su papá preguntándole en qué gastó toda su mesada.
— ¿Qué? — Pregunte mirándolo.
—Invocaras al Espejo. ¿Verdad? —Preguntó riéndose, mientras buscaba su caja de chicles. Empecé a reírme con el, antes de darle una respuesta. Pero después la borre y lo mire con seriedad.
— ¿Estás loco?—Le pregunté, pestañeando lentamente y esperando a que tomara una idea.
—Vamos, superarás esto y podrás hacerlo. —Dijo pasando su brazo por mis hombros, dándome un abrazo—. Invocarás al espejo, ¿Y sabes que pasará? Serás otra estudiante normal más que siguió la tendencia del momento
— ¿Es anormal no llamar al diablo? —Pregunté, confundida.
—No, es anormal no seguir las tendencias de la facultad. —Me corrigió. Gire los ojos y seguí mirando mis notas—. Hoy, en mi visita a la clase de estudio forense... —Sacó su teléfono y fue mostrando unas imágenes de un hombre abierto por la mitad, básicamente un cadaver. No era que él estudiara aquello, pero, no había mucho que un profesor podía hacer si un estudiante más con el vestuario adecuado quisiera hacer.
—¡Baekhyun! ¡Joder! ¡Que asco! —Exalte asqueada, mientras me alejaba de el.
—Ay, Miedosora.—Se burló— Así nos volveremos todos.
—No quiero ver tu gente muerta. —Respondí mientras respiraba profundo—. Y tampoco saber de tus visitas a la morgue. Lo cuál deberías dejar de hacer.
—No. —Respondió con una sonrisa—. Hoy iré una fiesta, ¿Quieres venir? — Preguntó, cambiando de tema.
—No. Tengo examen. —Negué, mientras empezaba a recoger mis cosas para irme a clase.
—Entonces eso será un problema. —Dijo haciendo una mueca—. Estarás sola.
—¿Y que? —Pregunté, sin darle importancia. El me miró, y se acercó a mi, lo suficiente para decir que invadía mi espacio personal, lo miré directamente a los ojos sin saber cómo responder, más que alejarme un poco de él.
—Sé que invocarás al espejo, y no tendrás estos bebés para protegerte. —Dijo mientras flexionaba sus bíceps en mi cara. Empuje su brazo de mi cara, ya irritada y el se rió mientras volvía a mirarme con diversión.
—No lo invocaré. —Le repetí, una vez más.
—Si, claro. Lo harás. —Dijo mirando a otra dirección, pude sentir su silencio por más de tres segundos, siendo eso raro y miré a la dirección en la que iba su rostro. Susan Cho, una chica de intercambio que daba unas clases con el.— Si lo haces, llámame, iré a casa si te da miedo.
—Te perderías una fiesta por mi, ¿En serio?— Pregunté, de manera sarcástica y sorprendida.
—No, pero seguramente perderé unos buenos polvos por ti. Eso perderé. Pero, valdrán la pena, tal vez. —Dijo besando mi mejilla, haciendo ruido, como odio, y levantándose para irse junto a Susan Cho.
Gire los ojos y negue con la cabeza, mientras emprendía mi camino al salón de Dramatización Teatral. Tomé asiento al llegar en uno de los lugares asignados del prototipo de teatro que habían construido en una de las aulas, notando el grupo de personas alrededor de un espejo buscando tal vez algo, o haciendo eso que yo juraba nunca hacer.
Intenté no darle mente a eso, y concentrarme más en terminar mis asignaciones. Hasta que de un momento a todo el mundo empezó a gritar y correr fuera del salón. Me había asustado, si, pero no lo suficiente para correr también.
— Gente loca...— Susurre mientras continuaba con mi tarea.
La clase de la maestra Sang hacía referencias a diferentes temas los cuáles cambiaba con frecuencia, y aunque intentara tomar los apuntes necesarios, siempre lograba distraerme con las palabras de Baekhyun.
¿Por qué se perdería de la fiesta y vendría por mi si lo llamaba? ¿Que quería decir con eso?
— Entonces, nuestras emociones están siendo controladas por nuestros impulsos. No existe una felicidad o miedo. Es Impulso. Las emociones que no sean impulsadas por acciones que representan cada uno de estos.— Dijo la maestra dándonos la última explicación, y señalando a la pizarra detrás de ella—. Para la próxima clase, espero que todos tengan listo el argumento de su propia obra. —Dijo liberando un ligero suspiro—. Vayan a casa. Pero dejen las revisiones aquí. —Dijo señalando el pequeño banco donde estaba recostada.
Todo el mundo empezó a salir, mientras todos estaban saliendo y entregando sus deberes. Yo estuve parada como una estatua con estos en la mano.
—¿Lo vas a hacer, Sora? —Preguntó con interés la maestra Sang, sin mirarme mientras miraba una de las carpetas, cuando levanto su vista me sonrió.
—¿Uhm...? No lo sé... —Le dije mientras apretaba los dedos en la carpeta.
—¿Lo terminaste? —Preguntó con curiosidad.
—Si. Hice todo. —Le confesé.
—¿Estás segura de entregarlo hoy? —Preguntó otra vez.
—No, profesora Sang. No me siento segura. —Dije mirando otra vez al suelo, y esperando un reproche.
—Está bien. Vuelve a casa. Lo recibiré justo cuando estés lista, pero no esperes una nota muy grande. —Dijo ella con tranquilidad—. ¿Acabaste el libro que te di?
—Si, aquí está. —Dije pasándole el libro que me había dejado leer hace unas semanas. Ella lo tomó y fue organizando todos los papeles.
—Ve a casa. Y ten un buen fin de semana. — Dijo mientras daba una sonrisa simpática. Asentí y salí del salón algo nerviosa. Odiaba como los maestros tenían ese trato especial conmigo. Y tambien odiaba aceptarlos.
—¿Iremos a casa? —Preguntó Baekhyun acercándose a mi, y volviendo abrazar mis hombros con sus manos. Asentí con la cabeza y él sonrió. —¿Entregaste la revisión? —Preguntó mirándome, de la misma manera negué con la cabeza y el suspiro.—Tonta.
—Lo sé. — Dije mirándolo a los ojos, sintiendo remordimiento. Pude notar el arrepentimiento en sus ojos.
—No eres una tonta. Sabes que no es en serio.— Dijo mientras ponía su mano en mi mejilla—. Únicamente, tienes que aprender a ser segura de ti y tu talento.
—Sabes que no podría...— Murmuré, mientras volvía a mirar al frente.
—¿Qué no? —Baekhyun tomó una de mis mejillas, volteando mi rostro hacía el para hacerme verlo a los ojos.
No caigas. No caigas.
—Si quiero besarte. ¿Qué harías?— Pregunto acercándose poco a poco.
Otra vez el...
Lo empujé de repente y miré al frente algo sonrojada. Mirando a mi alrededor si alguien estaba mirando lo que ocurría.
—Fuiste segura ahora. —Dijo señalando aquel acto. Mostrando una pequeña risa en sus dientes perfectos.
—Idiota. —Dije mientras llegábamos a los estacionamientos.
Porque si, yo era la chica a la que todos miraban por únicamente vivir y hablar con el grandioso Byun Baekhyun. Quien sorprendentemente era muy reconocido por las fiestas, ser amigable, ser apuesto y coqueto con todo el mundo.
Era normal para mí ser saludada por sus amigos, y que sus amigas se interesaran en mi y en que tipo de relación teníamos.
—¿Quieres comer algo? —Preguntó mientras abría la puerta de piloto del auto, dejando su mochila en el asiento de atrás.
—Pagarás tu, ¿Verdad?—Pregunté, mientras entraba al auto y colocaba mis cosas en el piso del auto y el cinturón de seguridad.
—Mitad/Mitad. —Dijo el encendiendo el vehículo y saliendo del campus.
—Quiero pollo. —Le dije mientras sacaba la parte de dinero que me correspondía, y lo que usualmente gastábamos en comida.
— Pollo entonces. —Dijo el dando un giro en U a la calle donde estaba el restaurante. En el camino yo estaba mirando mis dedos. Mientras que Baekhyun conducía y apretaba el mando sin saber qué decir.
—Estás callada. —Dijo otra vez riendo o rompiendo el hielo.
—No te esperabas eso, ¿Verdad? —Pregunté riéndome, mientras lo miraba frunciendo el ceño.
—La verdad, si. Tu silencio es lindo. Pero tu voz hablando es más linda. —Dijo mientras entraba al Drive Thru. Fruncí el ceño una vez mas, esta vez intentando entender que era aquello que quería decir—. ¿Que sabor tu bebida?
—Sprite. —Le respondí, ignorando lo que había dicho anteriormente.
— Está bien.—Dijo mientras doblaba su cuerpo a la máquina que tomaba nuestra orden.
Aleja tus inútiles pensamientos ahora mismo.
No va a suceder.
— ♡—
Mientras estaba estudiando para el examen del lunes a primera hora, podía escuchar la música fuerte y los constantes gritos de Baekhyun quién caminaba de un lado a otro alistándose para su fiesta.Yo estaba lo suficientemente concentrada estudiando, o al menos eso intentaba para no gritarle.
— ¡Sora! —Levanté la vista y mire que Baekhyun solo andaba en bóxer—. ¿Me prestas tu Shampoo?
— Solo vete de aquí. —Le dije moviendo mi mano cómo dándole luz verde, y volví a memorizar las notas que había sacado. Hasta llegar al último tema. El último tema de la práctica que la maestra Sang me había dado era: "Una evaluación personal."
Pero, ¿En esto que pondría?
Mi nombre es Kwon Sora. Cumpliré 22 años. Vivo en un lugar muy bonito y costoso. Y tengo un compañero ruidoso y todo lo contrario a mi: Byun Baekhyun. Al que no necesariamente tengo que incluir, pero es algo interesante de mencionar.
Odio depender de las personas.
— ¡Sora! ¿Me pasas la toalla? —Una voz desde el interior del baño se escucho. Maldije internamente, únicamente porque su habitación tenía propio baño y el podía perfectamente buscar una por el mismo. Fui entrando a las habitaciones y llegué a la de Baekhyun. Vi que no había nadie tanto en la habitación como en el baño, lo cual me confundió un poco.
— ¿Dónde estas? —Pregunté mientras tenía su toalla en la mano.
—¡Tu habitación! —Dijo desde el otro lado.
— ¿Por que estas en mi habitación? —Le grité, mientras entraba en esta y abriendo la puerta del baño como si olvidaba el detalle de que Baekhyun se encontraba ahí. De las caderas hacía arriba veía a un Baekhyun desnudo y mojado. Las gotas caían de su pelo negro azabache al suelo de cerámica.
—¿No ibas solo a tomar el Shampoo? —Pregunté, tirándole la toalla en la cara y saliendo del baño inmediatamente.
— Ya estaba en el baño. —Dijo, siendo obvio. Saliendo del baño y caminando fuera de este—. Sé que te encantó verme. —Alardeó con emoción.
— Ya quisieras. —Le respondí, cuando ya se encontraba fuera de la habitación. Volví a mi completa concentración en el estudio del arte en el siglo XX. Era el examen que mas podía equivocarme, y que de repente ya no me podía concentrar.
—No actives la alarma. —Me dijo mientras salía con una camisa blanca y unos pantalones a juego. Su pelo estaba como siempre. Alborotado. —Volveré... a la una.
—Está bien. — Dije tranquila, volviendo a anotar.
—Si piensas invocar al espejo, me llamas. Yo simplemente vendré.—Dijo mientras jalaba mi cachete al lado izquierdo y besando el derecho. Cerré mis ojos irritada.
— No lo haré. —Grité. Él soltó un Aja desde el recibidor y luego de este pude escuchar cómo la puerta de la entrada se cerraba.
Eran casi las una de la madrugada, había decidido terminar por hoy y empezar con mi rutina nocturna. No tenía nada de sueño, así que lo único que me quedaba era pasar los canales en la televisión, buscando por algo que ver o que valga la pena tener de fondo.
—Iugh... — Dije pasando los canales desbloqueados por Baekhyun. Que seguro lo habría hecho cómo una broma. Desgraciado, ¿Por que tiene porno en la televisión de la sala?
Rodando los ojos, y apagando la televisión vencida. Tomé mi teléfono y busque en Naver algo sobre el "Espejo."
"Juego endemoniado: El Espejo."
"Mírame. El espejo."
"Experiencias de: Mírame."
Entre en la tercera opción y empecé a leer.
«Invoque al espejo, y no se que paso. Pero el dijo cosas que todos veían de mi. Incluso, se cosas que mi marido ve en mi y no me dice. Ahora puedo llevar una perfecta vida de casada. No es tan endemoniado como dicen.»
Tonterías.
Debería de ir a dormir. Arrastré mis pies a mi habitación y me entré en mi cama, dando miles de vueltas. Y forzándome a dormir. Pero, el pensamiento absurdo sumándoles mis impulsos atacó de repente. Tengo que comprobarlo.
Me paré de la cama y busque lo necesario: Luces apagadas, otro espejo, y algo para escribir. Que en este caso, un lápiz labial.
Escribí con el lápiz labial rojo que una de las amigas de Baekhyun me había regalado el día de mi cumpleaños el año pasado. Y escribí: "Mírame." Suspiraba una dos-tres veces y coloque el espejo delante del otro.
Uno y otro y otro reflejo de mí sosteniendo el espejo vinieron. Esto es una mala idea.
— Espejo, Espejo... Dime que estás viendo. —Dije nerviosa temblando con el otro espejo que tenía en las manos.
No sucedió nada. Nada.
—Espejo, Espejo, ¿Estás viendo algo? —Pregunté, ahora aburrida. Deje salir un suspiro, Baekhyun tenía razón, solo es un mito.
Pero el silencio del apartamento en el que vivo fue abrumador. Silencioso y tenebroso. Pesado y frío.
—Miedosora. — Susurró alguien en mi cuello.
Mis pelos se pusieron de punta y podía sentir que había alguien atrás de mi. Tiré el espejo wue tenía en mano, al otro espejo haciendo que se rompiera. Mientras empezaba a correr gritando como loca. Corriendo en la oscuridad, estuve a punto de tropezarme unas varias veces. Salí de la casa y me quedé sentada en la entrada.
Tomé mi teléfono algo nerviosa y le marque a Baekhyun. El tardo en responder.
— ¿Qué pasó Sora? —Preguntó en un tono risueño, podía escuchar la música detrás y un montón de gente gritando.
— ¡Baekhyun! —Grité al teléfono, mientras mi respiración se entrecortaba, creo que tendré un ataque de pánico pronto—. Por favor, ven. Por favor. —Le suplicaba mientras miraba todo alrededor sumergida en llanto.
—Está bien. Quédate tranquila. Ya estoy de camino. —Me avisó en un tono calmado, intentando transmitirme confianza,
Cerré el teléfono y seguía aún temblando.
¿Qué mierda había pasado?
_________
editado 2023
actualizaciones todos los viernes 🤍