La siesta se había extendido más de lo que habían pensado, pero ese tiempo dio lugar para que los mayores pudieran organizar toda la casa que se encontraba de patas arriba.
Y el terminar de cocinar el almuerzo los había tranquilizado un poco a todos, a Jin le relajaba cortar las verduras, convinarlas en las ollas y oler cada ves que hervía los alimentos, lo llenaba de una gran satisfacción.
Namjoon adoraba ver a su esposo moviéndose como un experto por la extensión de la cocina, a veces intentaba ayudar a pasarle los instrumentos; pero era mejor que hiciera el agua para tomar ese día, así estaba más tranquilo y tenía una vista perfecta de todo el lugar y de sus hijos.
—" Te amo" -decía mirando al de cabellos castaños y boca de besito, admirando cada párate de él.
Jin solo se ponía rojizo y escondía entre las ollas o las verduras, tratando de disimular el rojo de sus mejillas, por el tono tan natural de su esposo.
—"Incendiaria el gobierno si me lo pides" —exclamo el moreno hacia el amor de sus amores.
—"Cómo si fueras capas" -río en tono burlesco, su esposo no sería capas de incendiar algo a propósito, de casualidad y sin quererlo, sí, pero a propósito ¡Jamás!
—"¡Claro que sí! "-resongo levantándose estrepitosamente de la mesa donde estaba haciendo el agua —"Sería capas de sacrificar a quien se tropezara en nuestro camino, incendiar el congreso, !Hasta secuestrar al presidente! Solo si tú me lo pides" -dijo alzando sus manos en puños.
-— "Mi amor por ti va más allá del bien o el mal, mi amor por ti se sale del planeta tierra y se esconde entre tus piernas" ‐
Namjoon corrió por su vida viendo la olla vacía que Jin ya tenía entre sus manos dispuesto a ser lanzado hacia el moreno.
Ji solo reía por lo rojo de los mofletes de su cuñado, pero en el fondo no quería sentirse una infiltrada en el momento y el hogar de su hermano, pero era hermoso el ambiente tan relajante y reconfortante, que no quería salir de ahí, le recordaba cuando mamá preparaba sopa de kimchi para la cena y todos estaban ayudando de alguna forma, mientras papá le hacía bromas que la hacían reír.
El sonido estridente de la olla sonó por toda la casa y Namjoon estaba listo para recibir la ola de llantos y sustos de parte de los pequeños de la sala.
—"¡AAAAAAAAH!" - gritaron Tae y Jimin comenzando a llorar y viéndose uno al otro para después abrazarte y consolarse entre ellos.
Antes, siempre habían sido solo ellos dos.
Pero esta vez no estarían solos, esta vez, de tras de ellos estaba el moreno abrazándolos y diciéndoles que todo estaba bien, que solo era un olla que se calló en la cocina y que ellos estaban sanos y salvos.
Arrullandolos de lado a lado logró calmar sus lágrimas por el susto y en un abrazo final los pequeños pudieron estar tranquilos entre los brazos fuertes y grandes del moreno.
—"Señor Namjoon" - hablo Tae —" Dime tae tae" -contesto Nam con una sonrisa grande en el rostro.
—"¿A que sabe la fresa?" - pregunto intrigante, no la había probado y verla en el libro de frutas de Jungkook era algo nuevo pensando que su sabor sería muy delicioso.
Pero...
¿A que sabe la fresa? Se pregunto el propio Nam, nunca había podido explicar algún sabor si no conocían alguno parecido para poder asimilarlo.
Pero...
¿Qué sabor se parecía a la fresa?
El silencio del lugar incomodaba un poco a los pequeños, teniendo la intriga y sin saber si moverse o hablar decidieron quedarse quietos.
¿Y si dije algo mal? - pensó el pequeño ‐ Papá decía que no debiera hacer preguntas estúpidas- re pensó, sarmoneandose del porqué había hecho alguna pregunta, quizá hizo sentir mal al señor Namjoon y por eso no contestaba.
Sus ojitos comenzaron a llenarse de agua nuevamente, queriendo salir de ahí por haber hecho algo mal y que por ello iba a recibir un castigo muy pesado.
Y nuevamente como no había pasado en días su mente se lleno de momentos dolorosos de bajo del puente, botellas de vidrio rotas por todos lados, bagabundos y borrachos tendidos en el suelo, basura regada por acá y por allá, y a lo lejos un señor obeso que venía gritando.
—¡Dong Taehyung! -gritó con una voz asqurosamente áspera y grave, con la salida derramándose por los lados, caminaba de lado a lado borracho y sin sentido común.
—¡Dong Taehyung! - se acercaban más y la panza que colgaba por encima de su pantalón se notaba con más asco, Tae trataba de moverse, de correr, de gritar, pero él miedo ya lo estaba inundando —¡Te mataré, inútil malnacido! -grito por último cuando estaba a menos de diez metros de él.
Un estrepitoso golpe sonó, y la sangre se fundía con la sartén que fue azotada en la cabeza, su mamá, en sus pocos sentidos de lucidez defendía al pequeño Tae de la inepta acción de su pareja.
Y no pudo hacer más, las piernas del pequeño temblaban, sus ojos se apretaban soltando lágrimas en cantidad, sus puños estaban cerrados y se masticaba sus labios mientras Nam intentaba sacarlo de su ensoñación.
—"Tae, amor" -decía mientras lo movía de lado a lado bruscamente.
—"¡Señor Namjoon lo va a romper! - grito Jimin alzando sus manitos tratando de agarrar a su hermano.
—"Trae agua Jimin" -dijo el moreno, con los ojos asustados. Se paró y contradiciendo su palabra ambos ingresaron a la cocina y colocaron a un Taehyung de piedra en la encimera.
Jimin corrió por la mini escalera que ya había visto en la cocina y la arrastro, colocándola delante para poder estar con su hermano, sabía que el señor Namjoon era un poco despistado.
Agarro al pequeño de sus hombros y lo sacudió asustado.
Namjoon sin dejar de sostener al pequeño tomo un trapo de cocina y lo mojo para luego sobar la cara del pequeño que ya había ingresado a un shock.
Jin agarro de la nada a Jimin y lo saco de la cocina ordenandole que vigilará a Kook, pero no era necesario, el pequeño dormía plácidamente aferrado a la mano del gatito de la familia.
Ji mojaba trapo tras trapo para colocarlo en el cabello del pequeño y pasarle a Nam otro y que le lavara el rostro.
La desesperación se notaba en ambos rostros con ojos de dragón, asustados y temerosos de perder una de su manada y no poder ver extender sus alas.
—"¡Oh!" - exclamo Tae en una inspiración profunda, con la cara mojada y desorientada, los cabellos revueltos por todos lados; pero, sin esperar ni un segundo se mando a llorar pidiendo un abrazo del moreno, quien también con lágrimas en los ojos lo abrazo y apretó contra su pecho.
—"Ahora estas conmigo Tae, nada malo te va a pasar" -afirmó, sobando la pequeña espalda del menor.
Jimin al escuchar el llanto dejo la mano de Kook, quien no le intereso nada más que seguir aferrado a Yoongi, y salió corriendo a la cocina, siendo levantado por el castaño y llevado junto a su hermano.
—"Gracias" -susurro al oído de Jin como si de un secreto se trataría.
—"Señol Namoon" -dijo Tae moqueando pegado al pecho del moreno, —" Señol Namoon, nunca me deje" -
Lloró aferrado a la camisa del mayor, temeroso de volver a un pasado que lo seguía atormentando.
—" Nunca los vamos a dejar" - contestó Nam abrazándolo y uniendo a Jimin y a su esposo en el abrazo —" Nosotros nunca los vamos a dejar" —"Ahora somos una familia" -termino por decir y beso las cabecitas de cada uno de ellos.
Luego del abrazo reconfortante, se sirvió el almuerzo, Ji despertó a los pequeños que faltaban.
Entonces la bulla comenzó, la radio se prendió y los pequeños piecitos de Hoseok comenzaron a bailar corriendo para no lavarse las manos en un movimiento extraño.
Jungkook se sentó aburrido y con mucha hambre así que comenzó a llorar, Ji quería ir a levantar lo pero Yoongui se apresuró a pedir la leche del pequeño a Jin quien con la serenidad del mundo se lo dio.
Así que la carrera para atrapar al bailarin de la familia continuaba.
—"Señor Namjoon, soñé que iba a la luna y bailaba con los estaterestred y que luego aparecían dinosaurios que nos retaron a un duelo de danza donde ganamos "- contó Hoseok emocionado cuando Ji lo tenía en sus hombros e ingresaban al comedor de mesa grande para poder almorzar.
—"¿Qué hay de postre?" -pregunto Ji, quien seguía queriendo su pie de Limón.
—"Hay fresas picadas" -contestó guiñando le un ojo a Tae.
💐 I N E F A B L E 💐
Perdón por la desaparición mis estimados, me puse demasiado mal en cuestión de autoestima.
Los amo mucho gatitos, ya estoy retomando la escritura