~NARRA SEVERUS~
Era tan hermosa que me resultaba difícil apartar la mirada de ella, varias veces me había encontrado siguiéndola por el pasillo, solo para poder verla un rato más, su platinada melena, sus hipnotizantes ojos azules...
Me dolía ver como otras personas se acercaban a ella y podían mantener una conversación normal, mientras que yo apenas podía controlar las taquicardias o los temblores cuando estaba en la misma habitación que ella.
No sabía que era lo que sentía por ella, me había gustado otra chica antes, Lily Evans, que me había rechazado por el estúpido de Potter. Pero no se podían comparar mínimamente con mis sentimientos por T/N.
Estaba en la biblioteca, corrigiendo el libro de pociones, no entendía como podían darnos un libro con tantísimos errores y dificultades en las fórmulas. Levanté ligeramente la mirada, sin ninguna razón aparente, y entonces la vi...
T/N, caminaba hacia la puerta, para marcharse. Pero en cuanto tomó la manilla miró hacia atrás, sus ojos se encontraron con los míos y me guiñó un ojo antes de marcharse por el pasillo. Casi como un fuerte reflejo, me levanté de un bote de la silla. Quería saber a donde iba.
Todos a mi alrededor me miraron, no había sido muy sutil levantándome de golpe. Entonces recogí rápidamente todas mis cosas y me marché de la biblioteca, en busca de la peliblanca.
—¡T/N!—grité cuando la descubrí, al fondo del pasillo.
Me arrepentí de gritarle en el mismísimo momento en el que ella se giró hacia mi de nuevo. Se quedó parada, parecía que me fuese a esperar hasta que llegase a su lado, por lo que aminoré la marcha, dejé de correr, pero, en el momento en el que estaba llegando a su lado ella me volvió a guiñar el ojo y desapareció doblando la esquina.
Volví a correr para alanzarla, pero cuando llegué al pasillo por el que debería haber desaparecido me encontré completamente solo. Ahí no había nadie. ¿Me estaba ignorando? ¿T/N me estaba ignorando?
~NARRA TN~
—¿Por qué le ignoras?— me preguntó mi amiga Narcissa cuando Severus pasó por nuestro lado. Podía notar su mirada clavada en mi nuca, pero ni siquiera levanté la mirada de la poción que estábamos haciendo Cissy y yo.
—No para de mirarme....—respondí mientras tomaba uno de los ingredientes y empezaba a machacarlo con un mortero.
—Por que le gustas, tanto o más que él a ti—dijo Narcissa haciendo que me sonrojase. ¿Le gustaba a Severus?
Cissy se levantó para coger más ingredientes mientras yo comenzaba a echar lo que había machacado, pero no pude echarlo todo, pues antes de que me diese cuenta la poción cambió rápidamente de color, del verde al rosa, y cuando llegó al amarillo explotó.
De repente la sala se llenó de humo, y yo acabé tirada en el suelo, tosiendo. Escuché algunos gritos y al profesor intentando mantener la calma.
Sentí unas manos tomarme de los brazos para levantarme, al hacerlo levanté la mirada, Severus estaba frente a mi, mirándome preocupado, mientras me sujetaba de los hombros para que no me volviese a caer.
El profesor se acercó a nosotros y nos mandó salir del aula. Entonces vi como Cissy me tomaba de la mano y me sacaba de allí, alejándome de Severus.
Las cosas comenzaron a calmarse, el profesor hizo un par de hechizos y el aula volvió a la normalidad.
—Por hoy hemos terminado, recoged vuestras cosas—dijo el profesor cuando pudimos volver a entrar en el aula.
Podía notar la mirada de Severus sobre mi, como siempre. El profesor se acercó a mi, para enviarme a la enfermería. Narcissa me acompañó.
—Es la tercera vez que haces explotar una poción T/N, eres malísima—dijo Cissy riéndose de mi, después de asegurarse de que estaba bien.
—No lo he hecho aposta Cissy— respondí mostrándole mi cara, que estaba llena de ceniza por la explosión.
—Igual deberías pedirle ayuda a alguien, sino acabarás suspendiendo la asignatura...—dijo la rubia algo más seria.
—¿Harías eso por mi?—pregunté emocionada.
—¡No lo decía por mí estúpida! ¡Me refería a Severus!—respondió Narcissa riéndose de mi. Y de que me había sonrojado.
—Vamos, es una buenísima oportunidad para acercarte a él, seguro que te lo agradece, él es demasiado tímido como para tan siquiera hablar contigo—continuó Narcisa, pegándome un codazo en las costillas.
Todo el tiempo que estuve en la enfermería le estuve dando vueltas a lo que había dicho Cissy, porque tenía razón, ya no solo que quería pasar más tiempo con él y que era una buenísima excusa, sino que, además necesitaba la ayuda, no podía suspender pociones, mi madre había sido profesora y si se enteraba me mataría.
Tenía que pedirle ayuda.
Después de la cena me despedí de Narcissa y me marché en busca de Severus cuando vi que se marchaba. Lo encontré camino a nuestra sala común, y pude ver su cara de absoluta sorpresa cuando me coloqué a su lado mientras seguíamos caminando.
—Severus—dije saludándole.
—¿Estás bien? ¿Te has hecho daño en pociones?—preguntó preocupado, mirándome de arriba a abajo, en busca de alguna venda o pomada curativa.
—Sí, si, estoy bien... Pero, de eso quería hablarte...— le respondí.
Su cara cambió a absoluto terror.
—Lo siento si te he incomodado, solo quería ayudarte, estabas en el suelo, te iban a pisar...—comenzó a decir el moreno, hablando muy rápido. Yo le paré rápidamente.
—No, no es eso, que, por cierto muchas gracias...—pude ver como él se sonrojaba, aparté la mirada de él rápidamente, no quería sonrojarme yo también. Tenía que apartar mis sentimientos por él, al menos un momento. Por lo que me escondí bajo una máscara cuando continué:
—Quería pedirte más ayuda Sev....— dije lentamente, mientras paraba en medio del pasillo y empezaba a jugar con su corbata. Pude ver como él tragaba grueso y no pude evitar sonreír, le estaba poniendo nervioso.
—¿Podrías ayudarme con pociones? Es que se me da muy mal y sé que tu eres muy bueno....—continué mientras seguía juagando con su corbata, enredándola entre mis dedos.
Él comenzó a asentir rápidamente con la cabeza, de arriba a abajo.
—Muchas gracias Sev...—respondí, y lentamente fui empujando su corbata, para acercarle a mi, acercándome lentamente a su cara, para poder darle un beso en la mejilla, muy cerca de su boca. Pude notar que la cara prácticamente le ardía de lo sonrojado que estaba.
Después de eso me alejé de él, le sonreí y desaparecí por el pasillo, intentando llegar rápidamente a mi habitación. En cuanto llegué a un sitio en el que Severus no podía verme comencé a notar como se me subían los calores a la cara.
Lo había conseguido.
~NARRA SEVERUS~
T/N era un desastre con las pociones, y yo, con lo nervioso que me ponía a su lado, también. Habíamos estado dando algunas clases extras durante las últimas semanas, y yo estaba empezando a volverme completamente loco.
Estaba enamorado de ella, ahora sí que no cabía duda. Y con el paso del tiempo, y de las clases, empecé a ser capaz de hablar con ella, incluso habíamos mantenido una conversación de más de dos frases durante nuestra última clase.
La idea de pedirle salir empezó a rondar mi mente, no sabía muy bien por qué, pero sentía que, de alguna manera, yo también le gustaba, y que, lo que más le gustaba era ponerme nervioso. Había pasado varias veces que, me tomaba de la corbata para jugar con ella, o jugaba con mi pelo, o me daba un beso demasiado cerca de la boca.
Si buscaba volverme loco lo estaba consiguiendo.
Habíamos vuelto a quedar, debíamos volver a intentar hacer la poción que había explotado en clase, para que le saliese perfecta. Y estaba dispuesto a pedirle que fuese mi novia, o quizá simplemente la invitaría a salir un día a Hosmeade, dependiendo de lo valiente que me sintiese, igual solo me daba para pedirle un chicle.
—Sev, llegas tarde—dijo ella, con esa voz que no era capaz de quitarme de la cabeza.
—Perdón, me he dormido—dije poniendo una excusa. Porque haber estado frente al espejo practicando como pedirla salir quedaba muy de pringado.
—¿Soñando conmigo?— dijo ella pasando frente a mi, entrando al aula. Yo me quedé solo en el pasillo por un momento, solo con eso había conseguido que me sonrojase.
Tuve que tomarme un momento para respirar antes de entrar con ella
La clase transcurrió como siempre, yo sonrojado, ella tonteando conmigo, yo nerviosísimo. Lo único que cambió fue que, esta vez, la poción salió sorprendentemente bien.
—¿Podemos hablar un momento?— le pregunté antes de que se marchase.
Ella sonrió y volvió a dejar sus cosas sobre la mesa mientras sonreía.
—¿Qué pasa Sev?—preguntó ella acercándose peligrosamente a mi, de nuevo.
Solté un fuerte suspiro intentando tranquilizarme, ya estaba suficientemente nervioso y con ella ahí, tan cerca de mi, sentía que podría desmayarme en cualquier momento.
—Quería hablar contigo de una cosa— conseguí decir.
—¿Sobre nosotros?—preguntó ella de nuevo, acercándose más a mi, cogiendo mi corbata para jugar con ella.
Yo solo pude asentir, mientras intentaba recobrar la compostura. Las palabras se habían quedado atascadas en mi garganta, no podía hablar.
Ella se iba acercando a mi cada vez más, lentamente, pero sin parar, lo que hacía que cada vez estuviese más nervioso. Legó un punto en el que sentía su nariz rozando con la mía, me iba a volver loco, no podía hablar. No podía expresar lo que sentía, solo quedaba una opción.
No sé de donde saqué la valentía, pero coloqué mis manos en su nuca, y antes de poder procesar su cara de sorpresa, la pegué a mí y la besé.
Noté como ella sonreía sobre mis labios mientras me devolvía el beso. Sus manos subieron desde mi corbata hasta mi cuello, mientras que una de las mías se quedó en su mejilla y la otra bajó hasta su cintura, pegándola a mi.
Cuando nos separamos mis manos no se alejaron de ella, dejándola pegada a mi. Ese beso me había envalentonado lo suficiente como para poder decir:
—¿Quieres ser mi novia?—susurré sobre sus labios.
—Estabas tardando mucho en preguntar—respondió ella volviendo a besarme.
Esto era un pedido y por eso no está dentro de los songfics de One direction, y tiene una segunda parte ¿queréis que lo publique? Espero que os haya gustado <3
PD: quiero preparar algo especial de NAVIDAD, y estoy completamente abierta a cualquier sugerencia... Gracias <3
Nos vemos :)