High pt2 (George Weasley)

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Las imágenes de aquella noche no paraban de pasar por mi cabeza.

Fue después de un impresionante fin de semana que había pasado con George, en ese momento creía que había dejado las drogas, y estaba muy feliz de haber recuperado a mi novio. Parecía él de nuevo.

Después de descubrí que la actitud de George había cambiado porque había empezado a consumir cocaína, y eso me hizo cambiar todos mis recuerdos, ya no eran felices, sino que sentía impotencia y tristeza. Solo fue un paso más hasta perderlo del todo.

Pero en ese momento, antes de descubrir la verdad, estaba feliz, demasiado feliz. Pensaba que por fin podríamos encaminar nuestra vida, que podríamos superar las cosas juntos y, finalmente, ser felices. Pobre ilusa.

El caso es que ese fin de semana pasamos mucho tiempo.... en la cama. Celebrando...

—...T/N...—dijo Draco, saludándome, cuando entró a la habitación.

—Draco—respondí de la misma manera, jugando con mi pelo, claramente nerviosa.

Él traía una poción entre sus manos, la dejó sobre la mesa y se sentó en la silla, frente a mi. Se quedó quieto y en silencio, esperando que me la tomase.

—¿Es efectiva?—pregunté tomando el vaso con la mano.

—Sí, la más efectiva del mundo mágico— respondió.

Solté un fuerte suspiro antes de llevarme el vaso a la boca, y tomándome el líquido que había dentro.

—Ahora debemos apagar la luz, si te brilla la piel es porque tu cuerpo está produciendo la hormona del embarazo—explicó el rubio sacando su barita.

—Si brillo hay bebé, sino brillo no hay bebé—susurré intentando tranquilizarme, estaba demasiado nerviosa, sentía mis manos temblar.

Draco asintió dándome la razón. Además me ofreció su mano libre para tranquilizarme. La tomé rápidamente.

—Nox—lanzó Draco el hechizo.

Estaba tan nerviosa que cerré fuertemente los ojos. No quería mirar. Esto podía cambiar mi vida drásticamente, y me haría tener que tomar demasiadas decisiones. Si salía que estaba embarazada ¿debía buscar a George? ¿debía contárselo? Ahora que por fin había conseguido alejarme de él...

Sentí los dedos de Draco moverse suavemente sobre mi mano. Abrí lentamente un ojo...

La habitación brillaba, bueno no, yo brillaba, como una maldita bola de discoteca. Mi cerebro comenzó a ir rápido, tan rápido que comencé a marearme. Rápidamente intenté levantarme, quería irme a casa. Pero, claramente, tan rápido como me levanté caí de nuevo contra la silla.

—¿Quieres llamar a alguien T/N?, no deberías estar sola...—dijo Draco soltando mi mano suavemente.

A mi solo se me ocurría una persona. Después de perder a toda mi familia durante la segunda guerra mágica, ella era la única a la que podía llamar.

Draco me dio varias pociones y consejos sobre como debía actuar ahora que sabía que estaba embarazada. Después me quedé esperando en la sala de espera, Draco me dijo que no me fuese sola a casa, que viendo los mareos que me daban podía ser peligroso, tanto para mi como para el bebé.

Cuando vi aparecer la cabellera pelirroja me levanté de golpe. La señora Weasley caminaba rápidamente por la sala, preocupada, buscándome entre toda la gente.

En cuanto me vio, a lo lejos, me escaneó con la mirada, sonrió y se acercó rápidamente.

—Querida ¿estás bien?—preguntó, claramente preocupada, mirándome de arriba a abajo.

Draco no le había dicho nada. Por una parte sentí alivio, no me gustaría que se hubiese enterado por él, pero a la vez no sabía como decírselo...

—¡T/N! Se me olvidaba darte esto, es para las nauseas matutinas—dijo Draco apareciendo de repente y dándome otro frasco con una poción. Tan rápido como apreció desapareció, dejándome de nuevo sola con la señora Weasley.

—¿Nauseas? ¿Está todo bien corazón?—dijo Molly, cogiéndome del brazo, mientras caminábamos hacia las chimeneas de la salida.

—Molly...—dije, pero ella me paró al ver lo nerviosa que estaba.

—Vamos a casa, y primero te tomas un té...—dijo sin soltarme ni un momento, hasta que aparecimos en su salón.

Al llegar me dejó sentada en el sofá y se fue rápidamente a la cocina. Yo estaba un poco ausente, tenía demasiadas cosas en la cabeza, casi ni me di cuenta en el momento en el que Molly volvió al salón.

—¿Qué pasa cariño? No tienes buena cara—dijo tomándome de las manos. Estaba preocupadísima, se le veía en la cara. Ella era como una madre para mi, y ahora que no tenía otra me sentía mucho más cercana a ella.

—No sé como decirte esto, me acabo de enterar. Estoy aterrada...—dije evitando su mirada, no quería ponerme todavía más nerviosa.

—....estás embarazada...—dijo ella leyéndome la mente, no literalmente.

—¿Có...cómo....cómo lo sabes?—pregunté atónita.

—Yo también he tenido esta conversación, muchísimas veces—dijo riéndose. Me sentí más cómoda después de eso, el ambiente estaba claramente más tranquilo.

No hablamos mucho más del tema, ella claramente no quería presionarme. Además, como Arthur debía trabajar hasta tarde, me quedé a cenar con ella.

—¿Vas a tenerlo?—me preguntó Molly nerviosa cuando me despedía de ella.

—Sí...... Pero no sé si quiero decírselo......—le respondí.

Ella me miró preocupada.

—Deberías darle, al menos, la oportunidad de saberlo, pero no te preocupes por eso ahora—dijo abrazándome fuertemente. Me dio un beso en la frente antes de irme.

Durante los siguientes días estuve en mi casa, vivía en mi cabeza, no podía parar de pensar. No sabía que debía hacer: ¿Debía buscarle para decírselo? ¿O debía decírselo solo si me buscaba en algún momento? Ni siquiera sabía si quería decírselo.



Habrá una tercera y última parte. Bueno, solo si la queréis ;)

Nos vemos <3

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