¿Un libro de Stephen King?
Si, Carrie.
Gwen Shaw Pov.
Entro al cuarto de Finney ya que lo estoy llamando hace años y el muy hijo de nuestra madre no se digna en aparecer, al entrar lo veo sentado en su cama con un cofre de madera que es donde guarda sus ahorros los cuales ahora tiene en la mano.
-Hey Finney -lo llamo y levanta la vista- ¿Qué haces con eso?
-¿Qué? No, nada, bueno -parece algo nervioso- solo quería ver cuanto he juntado, es todo.
-Mientes muy mal -me acerco para sentarme a su lado- Finney soy tu hermanita, ya sabes que me puedes confiar lo que quieras.
-Si tienes razón -suspira- la cosa, es que en una charla que tuvimos Anna y yo cuanto estábamos... ya sabes -asiento- me contó que le gusta leer, uno de sus libros favoritos es Carrie de Stephen King... -pausa y sonríe- en verdad le gusta bastante, lo sé por que cuando habla de algo que le gusta siempre suelta grititos y suena chistosa pero también tiene -niega con la cabeza mientras sonríe.
Por dios si así voy a verme cuando esté enamorada prefiero no estarlo jamás.
-Estaba pensando en la posibilidad de ver si puedo comprarlo para leerlo -dice.
-¿Quieres leer su libro favorito?
-Si, más que nada por que se me hace que puede ser interesante -dice mi hermano- y así la voy a poder hablarle acerca de eso, podría animarla un poco, es... solo una tonta idea que tuve.
-Awwww -chillo de la emoción- esto es tan lindo por dios -suspiro- quieres leer su libro favorito ¡Por ella! -me lanzo hacia atrás cayendo en el colchón de la cama de mi hermano- que lindo es el amor.
-Ya cállate Gwen -Finney se recuesta a mi lado- eres pequeña no lo entenderías.
-Son tres años de diferencia Finney, no exageres -ambos reímos- me gusta verte así.
-¿Así como? -pregunta Finney.
-Enamorado de Annita -digo burlona- esto es tan tierno y asquerosamente cursi al mismo tiempo.
-Deja ya de burlarte de mi Gwen -me lanza una almohada.
-Jamás, soy tu hermana y ese es mi trabajo -digo- la única que puede ser tu bully soy yo.
-Ahh que fastidiosa es mi bully -se burla.
-Uy si, llama a Anna para que te defienda de mi -me burlo- Anna, Anna, oh voy a leerme tu libro favorito por ti Anna -digo burlona- Anna yo haría cualquier cosa por ti, besarme Anna -digo entre carcajadas- cásate conmigo Anna, y tengamos treinta gatos.
-Lo de los gatos no es mala idea -dice mi hermano entre risas.
-¿Entonces si le vas a pedir matrimonio a Anna cuando se recupere? -pregunto de forma dramática- ¡Finney, invitala primero a una cita!
-Nooo -dice mi hermano- yo no podría ni siquiera intentarlo.
-¿Por qué no? -pregunto.
-Es muy obvio, me pondría demasiado nervioso y me vería estúpido -responde mirando al techo- ¿te imaginas que diga que no?
-Jamás diría que no -respondo- después de todo, te gusta no?
-Si.
-Entonces no pierdes nada con intentarlo -digo- tienes conmigo el beneficio de la duda.
-Si, pero ya sabes... todo esto de que alguien te guste es muy complicado -dice- no quiero que por algún error mío o de ella se arruine la confianza.
-Mm si, creo -digo- y con lo del libro que quieres voy a ayudarte.
-¿En serio?
-Por supuesto, también podemos pedirle ayuda a Robin -digo- para poder conseguirlo, él conoce a mucha gente.
-Gracias gracias Gwen -mi hermano sonríe.
-No hay problema, somos hermanos después de todo.
Me da mucha felicidad saber que después de todo lo que pasamos y todo lo que hice, al final pude recuperar a mi hermano sano y salvo.
-Iré a hacer algo, esperame -me levanto de la cama y salgo de la habitación para dirigirme hacia el teléfono.
Marco el número y espero unos minutos hasta que al fin alguien responde.
-¿Hola?
-Hola señora Sarah, soy Gwen -saludo- ¿Se encuentra Robin?
-Si, dame un minuto...
-Por supuesto.
Después de unos minutos alguien volvió a agarrar el teléfono.
-Hola Gwensita ¿Qué pasa?
-Hola Robin, debemos hablar de algo.
-Por supuesto.
-¿Recuerdas que en el hospital me dijiste que mi hermano está enamorado de Anna?
-Claro que lo recuerdo, fue ayer -se burla.
-Robin.
-Si, lo siento -dice- continúa.
-¿Puedes venir ahora a mi casa?
-Tengo que pedirle a mamá que me lleve... después de todo lo que pasó, no me dejan salir solo.
-A nosotros tampoco...
-Ahora voy donde mi mamá para pedirle que me lleve a su casa -dice.
-Okay, te esperamos aquí.
Después de colgar les dije a Finney y a papá que Robin vendría. Papá estuvo hablando con Finney para que la próxima semana ya regrese a clases, que él va a comprar todo lo que se perdió aquel día para que no le haga falta nada.
.....
-Y bien ¿Cuál es el plan? -pregunta Robin.
-Lo que pasa es que, mi hermano aquí presente -digo y volteo a verlo- quiere conseguir un libro, pero no es cualquier libro.
-¿Qué libro quieres?
-Un libro de Stephen King, su nombre es Carrie -responde.
-Saben de Daniel Evans, no? -negamos- el chico es un idiota, una vez me desafió a una pelea.
-¿Y eso que tiene que ver con esto? -pregunta Finney.
-Que ese chico trabaja en la librería de su mamá junto con su hermana -dice Robin- ahí hay muchas cosas, podríamos preguntar si tienen el libro que quieres y a cuanto.
-Mmm no lo sé.
-Es solamente para empezar a buscar -digo- podemos pedirle permiso a papá o algo.
-¿Pero quién nos podría llevar? -pregunta Finney- por que no creo que papá acceda.
-Mmm -todos nos quedamos en silencio mientras pensamos.
-Ya sé -digo- ayer antes de dormir Rose llamó para ver como estábamos y me dijo que hoy se quedaría en su casa todo el día sin hacer nada... podemos salir juntos los tres y de paso vamos al lugar.
-Y así aprovechamos para salir un poco -dice Robin- me gusta esa idea.
-Si, pero y si dice que no? -pregunta Finney.
-Honestamente no lo creo, ella es muy buena y le gusta mucho pasar tiempo con nosotros... la ayuda a distraerse un poco, con preguntar no perdemos nada.
-No pues okay -Finney se encoge de hombros.
-Iré a llamarla -salgo de la habitación.
Robin Arellano Pov.
-Sigo sin entender por qué es tan importante este libro -miro a mi amigo.
-Ahh es... solo algo que, que quiero leer -dice Finn y se pasa la mano por el pelo- es uno de los libros favoritos de Anna...
-Oh ya entiendo -asiento con una sonrisa.
-Sé que es algo tonto, no tienes que decírmelo -dice.
-Claro que no es algo tonto -digo- es super cool que hagas cosas así.
-¿No crees que es patético?
-Por supuesto que no Finn, soy tu mejor amigo -digo negando con una sonrisa.
-Te agradezco eso -sonríe también.
-Iré a ver que pasó con Gwensita -me levanto y salgo de la habitación para ir a ver a la susodicha.
-Gracias, eres la mejor Rose... si hasta luego -cuelga el teléfono.
-¿Qué pasó, que te dijo? -pregunto.
-Pues terminé diciéndole todo...
-Chismosa -suelto una risita- ¿y que dijo?
-Dijo que con gusto va ayudarnos, en veinte minutos está aquí y nos invita unos helados -sonríe Gwensita.
-Dios, en serio es super genial -digo.
Que afortunado debió ser Vance de tener una hermana así.
Y ahora que Rose se unió a nuestra causa todo es mejor, tal parece que todos queremos que Finn y Anna estén juntos, o que se besen al menos.
Finn Shaw Pov.
-Okay ya entendí -dice Rose y le da una lamida a su helado de limón- no debe ser difícil de encontrar.
-Ya les dije, podemos buscar en aquella librería -dice Robin.
-Si, pero y el dinero? -pregunto- no sé si sea suficiente lo que tengo.
-Tú no te preocupes por eso --dice Rose- si lo encontramos yo te lo compro.
-¿Qué? ¡No! -digo rápidamente- no dejaré que gastes tu dinero en una tontería mía.
-No es una tontería Finney -me dice Gwen.
-Si, y no me cuesta nada -dice Rose- tómalo como un regalo.
-Mm... -me tomo mi tiempo para pensarlo- dependiendo de cuanto cueste si lo encontramos, te devuelvo la mitad... solo así acepto, hecho?
-Hecho señorito -estrechamos manos- bien vayamos antes de que se haga más tarde.
Subimos todos al auto de Rose y nos encaminamos a la dichosa librería que al parecer medio mundo conocía menos yo. Llegamos después de unos diez minutos... esto está a unas cuantas calles de la casa donde... bueno ya saben.
Bajamos del auto y vemos el lugar, no es muy pequeño ni muy grande, no recuerdo haber pasado por aquí antes, aunque casi nunca salía de casa y ahora mucho menos.
-Entremos -dice mi hermana.
Primero entra Gwen seguida de Robin, después yo seguido de Rose, veo por todo el lugar que está repleto de libros, giro un poco la cabeza y me llevo la sorpresa de mi vida al ver a dos personas acomodando unos libros en la esquina.
-Buenas tardes -dice Rose al chico detrás del mostrador.
-Solo tardes, por que buena estás tú -dice el chico, con Gwen y Robin compartimos una mirada confusa.
¿Y este idiota quien se cree?
-Bueno em... -dice la rubia- vengo a buscar un libro del autor Stephen King, quería saber si tienen de esos.
-La verdad no tengo idea -dice el chico- pero si dejas que te invite a tomar algo tal vez... pueda buscarlo.
-Daniel.
-Tú cállate, tonta -dice.
-Que sujeto más idiota -dice mi hermana.
-Yo les dije -dice Robin.
-No te atrevas a hablarle así -exclama Rose, parece algo molesta- vine aquí por un libro el cuál parece que no tienen, no a lidiar con un puberto que no sabe controlar sus estúpidas hormonas.
-Uhh... ‐exclamó Robin.
-Oh, cálmate preciosa, solo bromeaba -el chico levanta las manos, escuchamos un estruendo y volteamos todos a ver una pila de libros que se cayeron- ¡Eres una completa idiota! ¿Acaso no hay algo para lo que no seas una inútil?
‐Perdón -dice la de cabello corto.
-No fue su culpa, Daniel -dice el de lentes- por cierto, tus amigos ya están aquí.
Sonríe como un estúpido y toma un abrigo, se dirige hacia la puerta cruzándose con nosotros, le guiña el ojo a Rose la cuál por su parte solo se limita a alejarse con una mueca de desagrado e incomodidad en su rostro.
-Inútiles, están a cargo -le dice a los dos chicos y se va.
Todos nos quedamos en completo silencio tratando de asimilar todo lo que acaba de suceder. Fue como esos momentos extraños los cuales te preguntas ¿Esto en serio acaba de suceder?
-Una disculpa por eso -dice el de lentes.
-Mi hermano es un idiota -dice la de pelo corto- por cierto, hola chicos.
-Hola Donna -decimos todos al mismo tiempo a excepción de Rose.
-Y bueno ¿Cuál es ese libro que buscan? -pregunta Richie.
Si, ese chico, Richie Tozier.
-Buscamos un libro de Stephen King -dice Rose.
-¿Un libro de Stephen King?
-Si, Carrie -respondo.
-Pues, ayer le llegaron unos cuantos libros a mi mamá, siempre dice que los pongamos en orden clasificandolos por género -habla Donna- podríamos buscarlo.
-Si, gracias -dice Robin.
-Por cierto... -Donna nos mira fijamente- me da gusto ver que estén bien.
-Si, aunque no podemos hablar por Anna -dice Gwen en un tono bajo.
-Oh si, mi compañera de rana -Richie sonríe.
-¿Como está Anna? -pregunta Donna- todos saben ya lo de...
-¿Ya no es la rara?
-Finney -dice Gwen.
-No ella... -dice Donna- jamás fue la rara, y me disculpo por haberte dicho todo eso aquel día.
-Es a ella con quién debes disculparte -dice Robin.
-Si quieren, pueden visitarla al hospital un día de estos -ofrece mi hermana en un tono amable.
-¿De verdad? -el rostro de Donna cambió por completo.
-Si pueden, verdad Rose? -pregunta Gwen.
-No tengo problema -Rose sonríe.
-Bien, buscaremos el libro que quieren -dice Richie.
-Si lo encontramos hoy te lo llevaremos -dice Donna- o te llamo mañana si tienes tiempo para venir por él.
-Si, el precio me lo dicen a mi, yo seré quién lo pague -dice Rose.
-Perfecto.
Después de todo eso, salimos del lugar, no entiendo desde cuando mi hermana se convirtió en la defensora de Donna, tanta amabilidad de su parte hacia ella me extraña.
-¿Desde cuando tan amiga de Donna? -pregunta Robin.
-Okay me perdí un poco, pónganme al tanto de todo esto que no entiendo una mierda -dice Rose.
-Bien yo les explico -dice Gwen- el chico Daniel es el hermano mayor de Donna, es un completo estúpido como pudieron ver.
-Si -decimos todos.
-Donna y Richie son compañeros de clase de Anna y Finney -dice a lo que yo asiento- lo que pasó fue que un día no sé bien por qué, Anna y Donna tuvieron un mal entendido... pero tiempo después Donna se sintió mal por eso -explica- creo que el chico Richie Tozier es amigo de ella, antes en la escuela decían que eran algo más, pero yo no lo creo.
-¿Por qué no? -pregunta Robin.
-Dicen que a Richie... ya saben, le gustan los chicos.
-Ohh... -murmuramos.
-Pero yo no digo nada acerca de eso -dice mi hermana- cada quien con su vida.
-Gracias por compartir el chisme Gwensita -se burla Robin.
Entre risas y bromas volvemos todos a nuestras cosas, después del loco día que tuvimos es mejor que cada quien vaya a su cama y reflexione con la almohada acerca de su existencia miserable.