Hola, Robin...
Finn Shaw Pov.
Seguimos en la ambulancia, ya llamaron a nuestro padre quién en cualquier momento llegará por nosotros, ahora mismo lo único que quiero es poder ir al hospital, ellos están ahí...
Nuestro padre al fin llega, viene hacia nosotros y al llegar al instante me abraza, yo me quedo quieto en mi lugar.
-Perdón... yo... yo lo siento -dice con la voz quebrada- por favor perdónenme.
Ni Gwen ni yo décimos nada, ella recuesta su cabeza sobre mi hombro y yo mi cabeza sobre la suya.
Honestamente todavía estoy asimilando todo lo que ocurrió, todo lo que ocurrió desde el principio... creo que mi historia comienza aquel día...
Cuando iba con mi hermana a la escuela y escuchamos a alguien caer, era una chica de cabello rojo que se cayó de su patineta, todos se acercaron a ver, y mi amigo Robin la ayudó... mi vida cobró un nuevo sentido la primera vez que la vi.
Anna llegó a mi de una forma tan particular... y ahora ya no me veo sin ella, no quiero estar sin ella nunca más, no ahora que podemos empezar desde cero.
Y Robin, es de mis únicos amigos, mi mejor amigo... el miedo que sentí cuando dijeron que desapareció no voy a olvidarlo jamás... todos lo ven como el típico chico malo y violento que solo sabe agarrarse a golpes con la gente... nadie conoce al chico divertido que ama ver películas y comer dulces.
La rara y el bravucón. Eso es lo que ven todos.
Yo solo veo a... la chica que se robó mi corazón y a mi mejor amigo.
Sueno cursi y tonto, lo sé, pero a estas alturas siento que tengo todo el derecho del mundo de decir lo maravillosos que son ambos.
-Papá...
-¿Si? Dime hijo.
-Quiero ir al hospital -digo.
-¿Por qué, acaso estás herido? -pregunta con preocupación.
-Nono yo... -pauso- mi amigo y alguien muy importante para mi están ahí, solo quiero ver que estén bien.
-Creo que primero tienes que ir a la estación de policía o algo así y debes asearte y descansar -dice- mañana, si hijo?
-¿No hay posibilidades de ir hoy? -pregunto.
-Finney... mejor mañana -dice Gwen.
-Bien...
No quiero ir mañana, quiero estar con ellos ahora, pero no puedo.
Narradora Omnisciente.
Se llevaron a Anna a emergencias, con ella fue Rose quién quiso estar al tanto de su condición en todo momento, le pidieron que se quedara a esperar afuera mientras atendían a la chica y a regañadientes así lo hizo.
Vió salir a un medico así que rápidamente se acercó a él.
-¿Como está la chica? -pregunta Rose.
-Su estado es crítico, pero tuvo suerte -dice el de blanco- si no la hubieran traído a tiempo, se hubiera desangrado y hubiera muerto.
-¿Se va recuperar?
-Esperemos que si... ya le limpiamos la herida, pero...
-¿Pero?
-Tiene unas cuantas heridas externas que se infectaron, vamos a limpiarlas... pero en su brazo tiene una que... no es muy profunda pero si más que las demás.
-No le estoy entendiendo.
-Me refiero a que tiene cortes en el brazo -explica el médico- le tallaron algo, sea quién sea que le haya hecho eso buscaba marcarla.
-Ese degenerado... -susurra la rubia entre dientes.
-Más allá de eso... no hay nada grave, pero la mantendremos en observación, lo que pase esta noche es crucial.... mañana le haremos unos análisis para asegurarnos de que no dejamos pasar nada.
-Bien, gracias.
El doctor asiente para después irse.
Por otro lado nuestro querido Robin gracias al cielo no está grave, más allá de golpes y heridas superficiales... al parecer fue expuesto a cierto tipo de drogas para mantenerlo inconsciente y que no pudiera hacer mucho para tratar de escapar, cuando estos estupefacientes estén fuera de su sistema él estará completamente bien...
.....
Finn Blake Pov.
La mañana llegó demasiado lento, pero al fin llegó... me desperté muy temprano para poder ir rápido al hospital a ver a Anna y a Robin, no voy a estar tranquilo hasta saber que están bien.
-Bien vayamos -dice papá encendiendo el auto.
- Tranquilo Finney, van a estar bien -dice Gwen.
No digo nada y solo me quedo mirando por la ventana, las calles, casas y demás, después de unos quince minutos que se me hicieron eternos al fin llegamos.
Bajo rápido del auto e ingresamos al hospital.
-¿En qué podemos ayudarles? -pregunta una señora del otro lado del mostrador.
-Hola si, buscamos a...
-Anna Collins y Robin Arellano -digo.
La señora no dice nada y solo se pone a revisar unos papeles, escuchamos unos pasos y volteo, es la oficial de ayer.
-Oiga -voy hacia ella- ¿usted sabe algo de Anna... o de mi amigo Robin?
-Oh, sisi -pausa- ven conmigo.
Tanto Gwen como yo y papá la seguimos, fuimos a una habitación en el segundo piso. Admito que estoy algo ansioso por todo esto.
-Voy a preguntar si puedes pasar a ver a tu amigo -dice.
-¿Y que hay de Anna? -pregunto.
-Después vamos a discutir eso -dice.
Toca la puerta y al escuchar un "pase" por parte de una voz, no sabría decir si es una masculina o femenina, tarda unos minutos mientras que yo camino de un lado al otro.
-Hijo tienes que calmarte -dice mi padre.
-Papá tiene razón, Finney.
-Es que no puedo -digo y la oficial sale- ¿Y entonces?
-Pueden pasar, pero solo unos minutos.
Sonrió casi al instante y volteo a ver a Gwen quién también tiene una gran sonrisa en su rostro, de la habitación salen dos adultos... son la mamá y el tío de Robin.
-Por dios, Finney -la señora Arellano me toma de las mejillas- me alegra mucho ver que estás bien.
-Que bueno que ya estén todos a salvo -dice el tío de Robin.
-Si.
-Gracias -digo- ahora si nos lo permiten, iremos a ver a nuestro amigo.
Ellos se hacen a un lado dejándonos el camino libre hacia la puerta, hay unos asientos justo al lado y mi padre y el tío de Robin se sientan en este junto a su madre.
-Vuelvo en un momento -la oficial empieza a alejarse.
Camino hacia aquella puerta con Gwen adelante mío, ella entra primero y luego yo.
Por dios, al fin voy a ver a mi amigo.
-Odio la comida de hospital, da asco -escucho su voz, mi corazón empieza a latir con mucha fuerza.
Ingreso por completo y lo veo, está justo ahí, en esa camilla con una bata de hospital y el cabello hacia atrás... siento tanta felicidad y alivio justo ahora que creo que no me cabe tanta alegría en el cuerpo.
-Hola, Robin...
Levanta la vista del plato de comida y me ve, una sonrisa se forma en su rostro al igual que en el mío.
-Hola, Finn.
Me acerco a él y sin pensarlo dos veces lo abrazo con todas mis fuerzas, mi amigo me corresponde el abrazo y estoy haciendo un esfuerzo para no empezar a sollozar pero me es imposible.
-¿Qué onda amigo? -dice y se me escapa un sollozo- no llores.
-No lloro -me separo de él y rápidamente me limpio la cara- es solo que... te extrañé mucho, Robin.
-Es normal, yo también me extrañaría -dice y se me escapara una risa, hace tiempo que no me sentía completamente feliz al reír- era broma -dice- también te extrañé, amigo.
Volvemos a abrazarnos y escuchamos como alguien carraspea, volteamos y vemos a mi hermana cruzada de brazos.
-También estoy aquí tontitos.
-Enana ven acá -Gwen se acerca y los tres compartimos un cálido abrazo.
Me siento feliz, por primera vez en bastante tiempo me siento feliz, lo único que me hace falta es tener a Anna aquí para que este momento sea completamente perfecto, pero estoy seguro de que será así muy pronto.
Vamos a estar los cuatro juntos, lo sé.