POV Jade/Hermione
Ya lo habían anunciado, no había vuelta atrás, los gemelos también estaban en shock justo como todos, y em vez de los aplausos y la emoción inicial, comenzó un zumbido de susurros enfurecidos que llenó el salón.
Algunos alumnos se levantaban para ver mejor a Harry, que seguía inmóvil, sentado en su sitio. En la mesa de los profesores, la profesora McGonagall se levantó y se acercó a Dumbledore. El profesor Dumbledore inclinaba hacia ella la cabeza, frunciendo un poco el entrecejo. Harry se volvió hacia Ron. Todos los demás ocupantes de la larga mesa de Gryffindor lo miraban con la boca abierta.
-Yo no puse mi nombre - dijo Harry, totalmente confuso - tú lo sabes.
Ronald le devolvió la misma mirada de aturdimiento. En la mesa de los profesores, Dumbledore se irguió e hizo un gesto afirmativo a la profesora McGonagall. Yo me sentí un poco abrumada por la situación actual que se presentaba en el GC, pero al instante desvié la mirada hacia Ojoloco.
-¡Harry Potter! - llamó Dumbledore, devolviéndome a la realidad - ¡Harry! ¡Levántate y ven aquí, por favor!
-Vamos. No seas necio y ve. - susurré en su dirección, pero el volteo aturdido y me vio por un instante para luego hacer lo que pedía Dumbledore. ¿acaso me escuchó otra vez?
Harry se puso en pie, se pisó el dobladillo de la túnica y se tambaleó un poco. Avanzó por el hueco que había entre las mesas de Gryffindor y Hufflepuff. notaba las miradas de cientos y cientos de ojos, como si cada uno de ellos fuera un reflector para él. El zumbido de susurros se hacía cada vez más fuerte.
-Bueno... cruza la puerta, Harry - dijo Dumbledore, sin sonreír.
Varios parecían en shock, Fred y George parecían disgustados con la situación, pero más que nada, por el hecho de que ellos estaban dispuestos a ayudar a Harry a participar si él lo hubiera querido, estaban heridos en el ego porque Harry lo hizo por su cuenta, y sobre todo, estaban heridos porque creían que eran amigos.
Aun así, cuando los profesores desaparecieron, por instrucciones de Dumbledore todos nos dirigimos a la sala común, al parecer justo como pensaba, todos planeaban celebrar a Harry con la intención de sacarle información, Fred me miró confundido cuando me dirigí a las escaleras en busca de los chicos, necesitaba planear quien sería la persona adecuada para ayudar a Harry con la primera prueba.
-Hermione ¿A dónde vas? - dijo mientras los demás iban en busca de comida y golosinas a las cocinas.
-A mi dormitorio, tengo que pensar - dije y pareció no entender.
-Hermione, tú tienes una idea de cómo Harry logró poner su nombre en el cáliz ¿no? - dijo y suspiré.
-No fue Harry - dijo y alzó una ceja.
-Entonces quien si no él metería su nombre - dijo y curioso - fuiste ¿tú? - dijo con sorpresa.
-No - dije firme.
-Ahora que lo pienso... tu podrías haber metido nuestros nombres en el cáliz ¿no? - dijo pensativo y yo rodé los ojos.
-Si, es muy probable que yo si tenga esa capacidad - dije y alzó una ceja.
-Entonces ¿Por qué no nos ayudaste? - dijo George.
-Porque no quiero que les pase nada - dije firme y me miraron con sorpresa - no quiero que salgan lastimados, ese "gran premio" los galeones, incluso "la gloria eterna" no lo vale, no vale sus vidas.
-Hermione, creo que estas exagerando - dijo Fred y negué.
-Alguien metió a Harry, un chico que no tiene conocimiento de séptimo año - dije y me miraron raro - no es tonto, tiene talento, pero sin ayuda puede morir - dije y al parecer Lee Jordan parecía desconcertado. - al lado de Fleur, Viktor Krum y Cedric, puede ser duro, pero Harry es un niño. - dije y alzaron una ceja.
-Hermione, Ojoloco te está pasando su paranoia - dijo Seamus y rodé los ojos.
-Allá ustedes - dije y me encaminé a mi dormitorio.
Al llegar a mi dormitorio, me dediqué a pensar qué haría, mientras comenzaba con la fabricación de otra arma mágica, basándome en las ideas de Doctor Strange, comencé con las botas impulsoras de Valtorr, ya que podrían ser efectivas y probablemente utilizadas de forma recurrente.
Necesitaba a alguien con la suficiente capacidad para enseñar a Harry, necesitaría el hechizo convocador, obstaculizador y aturdidor, todo para sobrevivir, no necesito al niño que vivió muerto. En mi lista se encontraban Fred y George, pero no estaba segura, ya que estarían ocupados haciendo planes de los productos. Por otro lado estaba Lee Jordan, pero creo que no era el más adecuado...
Pero todo el mundo juzgaría a Harry, después de todo, nadie parece pensar correctamente, hubiese sido genial que aprendiera de Tom, si tuviéramos esa opción, pero era muy poco probable, entonces ¿Quién?
Fue hasta que la reliquia comenzó a brillar haciéndome ver que iba por buen camino, que se me ocurrió una persona que sería la indicada, era perfecto para la tarea, pero no sabía si accedería, tendría que tratar ese tema en esta semana, ya que comenzarían los problemas para Harry a partir de ahora, solo me quedaba aligerar un poco el ambiente.
Pero si de algo estaba convencida, es que Theo podría aprender los hechizos sin problemas y enseñárselos a Harry en el proceso, después de todo, era calmado, analítico y talentoso, un potencial duelista si se adiestraba correctamente, pero no era momento de pensar en eso.
(...)
Duré haciendo mis planes hasta el amanecer sin darme cuenta de la hora, supongo que ya debía de haber pasado por la discusión con Ronald y por supuesto que ese idiota no le creyó, justo como Cedric y el resto del colegio, los únicos que realmente creíamos en lo que decía éramos Dumbledore, McGonagall, Hagrid y yo.
Durante el desayuno mande una nota a Theo, quien la leyó al instante y me buscó con la mirada, por lo que salimos del GC sin decir mucho, estaba nerviosa, pues no sabía cuál sería su reacción cuando le dijera de que se trataba ese favor. No había marcha atrás. Cuando llegamos a un aula en desuso me miró confuso.
-Hermione ¿estás bien? - dijo algo preocupado.
-Si... bueno, he estado algo ocupada - dije y alzó una ceja sin entender, pero parecía tener la intención de darme todo el tiempo necesario para que organizara mis ideas. - es que... necesito que ayudes a Harry. - dije decidida y el abrió los ojos con sorpresa, pero después frunció el entrecejo sopesando las palabras que habían salido de mi boca.
-No puedo - dijo con pesar después de unos instantes, mientras suspiraba y demostraba estar afligido.
-Theo, todavía no te he explicado - dije y este negó.
-Hermione, si hubiera sido cualquier otra cosa, la hubiera hecho sin dudar... pero ayudar a Potter... no deseo ayudar a una persona que te hizo daño, un mago de quinta que te hizo a un lado. - dijo y suspiré.
-Sé que puede ser así, pero no puedo permitir que muera - dije y pareció no comprender a qué me refería.
-Hermione, entro al torneo por su propia voluntad y acrecentado ego, no tienes que hacerte responsable. - dijo y suspiré con pesar.
-El no puso su nombre en el cáliz - dije y me miró fijamente a los ojos, entonces supe que me creía, a mí, y solo a mí.
-Entonces ¿Cómo llegó su nombre ahí? - dijo pensativo.
-Debió haber sido algo complicado, Harry no lo hubiera logrado, ni siquiera lo intentó - dije y asintió.
-Pero ¿Cómo lo ayudaría yo? - dijo Theo sin entender.
-Necesito que le enseñes... tiene que dominar ciertos hechizos para lograrlo, quien sea que lo haya planeado, no lo hizo con intensión de verlo triunfar - dije y asintió.
-Entonces quieres que le enseñe hechizos - dijo y asentí.
-Te enseñaré y practicaremos los hechizos para que se los enseñes a él - dije y me detuve abruptamente, él todavía no había aceptado - claro... lo siento... eso solo si así lo quieres... - al instante suspiró nuevamente.
-Si pensaste en mi es por algo... no entiendo por qué deseas ayudarlo a sobrevivir tan desesperadamente - dijo y desvie la mirada.
-Lo prometí... tal vez ya no seamos amigos, pero hice la promesa de ayudarlo, protegerlo - dije y asintió.
-Está bien - dijo y lo miré sin creerlo - lo haré, si con eso puedo ayudarte a ti a mantener tu palabra... si es algo importante... lo haré...
-¿no preguntarás nada más? - dije y sonrió.
-Iría a mi propia muerte solo por ti, si me dijeras que fuera incluso con los ojos vendados - dijo mirándome fijamente - no necesito saber nada más, solo el saber que estas bien, que no saldrás dañada - sus palabras eran como una caricia a mi corazón.
-Nunca pensaría en ponerte en riesgo - dije sin dudar y sonrió.
-Lo sé... - dijo desviando la mirada - por eso no entiendo cómo es que Potter te trata de esa forma.
-Mis decisiones no son las mejores, pero por lo menos intento tomar decisiones lo más correctas que pueda - dije y asintió. Realmente en este momento sentí que podía confiarle cualquier cosa, él me había dado esa seguridad.
-Empezaremos cuando tú lo consideres prudente - dijo sonriéndome y lo abracé al instante.
(...)
Horas más tarde me encontraba tranquilamente leyendo al lado del lago negro, disfrutando tanto como podía el día, no hacía calor infernal como en verano, ni un frío hostil como en invierno, era un día fresco y agradable para mí, amaba el otoño. Mientras leía varios libros, relacionaba y hacía teorías. Hubiese deseado que mi paz durará más.
Unos pasos me alertaron, fueron constantes, pero noté que todavía no se daban cuenta de mi presencia, lo que me hacía concluir que solo escapaban de todo el escándalo que se presentaba en el colegio. Cuando escuché los pasos detenerse abruptamente no muy lejos de donde me encontraba.
Escuché a alguien resoplar exasperado y con molestia para escucharlo marchar, cuando estaba a punto de volver a sumergirme en mi lectura escuché como los pasos volvían decididos, por lo que alcé la vista encontrándome con un Harry molesto.
-¿fuiste tu? - dijo y alcé una ceja.
-¿disculpa? - dije con total extrañeza.
-¿fuiste tu quien metió mi nombre en el cáliz? - repuso molesto, era una pregunta, pero parecía más seguro de ese hecho. Al no recibir respuesta volvió a hablar - lo hiciste para humillarme ¿cierto? - dijo molesto y sentí una presencia acercándose sigilosamente. - no te bastó con lo de Sirius, quieres verme muerto.
-¿si quiera te estas escuchando? - dije molesta y frunció el ceño.
-Tu deseas verme muerto - dijo molesto.
-Si quisiera verte así no necesito todo un espectáculo para hacerlo, no te hubiese cuidado los últimos tres años, y por último, no todo gira alrededor de Harry Potter, por lo menos no en mi mundo - dije y desvió la mirada, parece que me creía - además, si lo hubiese hecho, no te hubiera metido a ti, sino más bien a Ronald, para que fuera feliz y después sufriera ante la idea y se diera cuenta que es mucho más idiota de lo que cree. - dije encogiéndome de hombros.
-Pero ya no somos amigos, también podrías haberlo hecho - dijo frunciendo el ceño.
-Potter - dije y su expresión cambio a una de autentica sorpresa - también fue mi culpa, que nuestra amistad terminara es cosa de los dos, y reconozco mi error - dije y sus ojos se centraron en los míos, buscando dudas - no tengo que hacerte pasar por eso, no te metiste con las personas que amo - dije y un destello de molestia surgió en él.
-Pero tu si lo hiciste - dijo molesto. - arruinaste mi oportunidad con la unica persona que realmente me me aprecia en el mundo.
-Sigue vivo Harry - dije y se molestó.
-¡pero está en constante peligro! - dijo molesto.
-Todos lo están - dije y quedó atónito. - todos incluso tu lo estas, tu no metiste tu nombre, pero estas dentro, no es paranoia tuya, alguien te quiere muerto.
-Sabes quien es - dijo molesto y suspiré exasperada.
-El único que se me ocurre es en el que seguro tu ya pensaste - dije suspiró. - no sé como ha pasado, pero tiene que haber alguien infiltrado - dije y pareció comprender. - si eso es todo... - dije poniéndome nuevamente de pie - me voy Potter, has arruinado mi día.
Tras decir eso me encaminé al castillo, la persona que había escuchado la conversación seguramente también se había alejado, tal vez así este más alerta de los demás, pero es seguro que la primera prueba lo mantendrá más ocupado de lo que parece. Mientras me encontraba entrando vi a Cedric, quien caminó hacia mi sonriendo, sus amigos parecían burlarse de él, incomodándolo en el acto.
-Hermione... - dijo y sonreí.
-Felicidades Cedric - dije lo abracé al instante, él no dudó en responder el abrazo y escuché silbidos y gritos alrededor, de todos Hufflepuff presentes. Nos separamos algo incómodos con la situación.
-Te dijimos, ella te apoya, no es amiga del tramposo de Potter - dijo uno de sus amigos y Cedric me miró de reojo.
-Ya hablamos de esto - dijo y ellos rieron.
-Hermione ¿tú qué piensas? - dijeron y alcé una ceja.
-¿con respecto a qué? - dije haciéndome la desentendida.
-Tu también crees que Potter metió su nombre en el cáliz ¿no? - dijo uno.
-Chicos, basta - dijo Cedric poniéndose frente a mi - déjenla en paz.
-Potter no lo hizo - dije y me miraron alzando una ceja - no tiene el suficiente conocimiento para hacerlo, incluso los gemelos lo intentaron y fallaron, además - dije explicando y ellos dudaron un poco - aunque hubiese logrado poner su nombre, si fuera así no hubiese salido el de Cedric, o bien no hubiera salido el de Harry. - dije y quedaron de piedra. Cedric también pareció comprender. - solo es un campeón por colegio, no dos. Siempre ha sido así.
-Entonces... - dijo uno de los amigos de Cedric.
-Es ridículo que digan que un niño de catorce, en solo una noche logró evadir el hechizo de nuestro director, incluso siendo mejor que alumnos mayores que él. - dije encogiéndome de hombros. - es hábil, pero incluso su expresión al oír su nombre... estaba completamente pálido... el no es tan bueno mintiendo. - dije y asintieron.
-¿pero quién lo hizo? - dijo otro de los amigos de Cedric.
-Alguien que quería humillarlo seguramente- dije con simpleza - no tiene muchas oportunidades contra alumnos mayores y mejor preparados. - dije obvia. - sigue desconociendo cosas acerca del mundo mágico, es evidente que no tiene idea de cómo hechizar esa copa. Y en el mundo muggle con su tipo de tíos, es evidente que no puede practicar magia. - concluí encogiéndome de hombros.
-Tiene sentido - dijo uno.
Después de escuchar todas mis razones parecían algo apenados.
-Entonces lo apoyarás - dijo un amigo viendo de reojo a Cedric.
-No somos amigos, no tengo nada en su contra, pero no hay razón para apoyarlo más allá del hecho de que esta en Gryffindor. - expliqué con simpleza.
-Pero apoyaras a Cedric - dijo otro metiéndose.
-Claro - dije sonriendo para después mirar a Cedric - no hay duda de que siempre te estaré apoyando. - dije y sonrió. - bien, es momento de que me vaya, tengo que adelantar tareas - dije notando todas las miradas en nosotros.
-Nos vemos más tarde - dijo Cedric agitando su mano en mi dirección y asentí.
Me encaminé al séptimo piso, pero antes de llegar me encontré con Ronald, que me miró fijamente sopesando ideas, suspiré y pasé, pero antes de dar vuelta en el pasillo habló.
-Hermione... - dijo con duda.
-¿qué quieres Weasley? - dije indiferente.
-Lo siento. - dijo desviando la mirada.
-¿Eso es todo? - dije seria y asintió, suspiré y me fui rápidamente antes de que dijera algo más.
Cuando por fin llegué al séptimo piso paré abruptamente, giré para ver a la persona que me estaba siguiendo, era Draco, que traía consigo la insignia de "Potter apesta", suspiré, pero no le dije nada.
-No vas a perdonar a Weasley ¿verdad? - dijo y negué.
-Sé que el perdonar es importante para sanar y sentirte mejor contigo mismo, pero no puedo - dije y asintió.
-Mejor así, no te merece - dijo y sonreí.
-Y ¿tú me mereces? - dije y se sonrojó. No sabía por qué, pero disfrutaba esa relación que mantenía con él.
-¿por qué haces ese tipo de preguntas Granger? - dijo desviando la mirada.
-Sigo pensando que eres un hurón encantador - dije y su sonrojo se intensificó. Ante eso reí, pero el frunció el ceño y me acorraló contra la pared. ¿realmente estaba pasando esto?
-No hagas eso Granger - dijo, pero su sonrojo no se había ido. Ante eso sonreí mientras me impulsaba y le daba un beso en la mejilla, notando nuevamente que se había quedado de piedra corrí al otro lado para invocar rápidamente la sala de menesteres.
-¡Granger! - fue lo último que oí junto a sus pasos antes de desaparecer en la cámara.
(...)
Era momento de hacer unas cuantas pruebas, por lo que traje unos cuantos artículos para eso, las botas impulsoras de Valtorr, las cadenas inspiradas en el contenedor de Morgiana, aplicando un poco de la magia de Strange podía cambiar de mis manos a mis piernas sin problemas en el momento adecuado.
También había pensado en la creación de las "Bandas Carmesíes de Cyttorak" (son con las que Doctor Strange atrapó a Kaeciluis en su primer enfrentamiento) pero esas dependerían de más dedicación en vez de hacerse en una sola noche como la botas. Aunque con los chicos mantenía un pequeño proyecto que venciera a la poción de la verdad.
Volviendo a la razón principal por la que estoy aquí, canalicé mi magia a tal punto que las cadenas se encendieron el llamas, pronto comencé a elevarme un poco, no era para nada lo mismo al equipo de maniobras tridimensiones, lo que me hacía pensar ¿Qué tan diferente será la patineta que estaba fabricando?
El resultado de la primera prueba, una caída estrepitosa, choqué contra la pared de forma estrepitosa y por supuesto, se me desacomodó es brazo por meterlo para amortiguar el golpe, comencé a elevarme adecuadamente a partir del noveno intento, evidentemente apoyándome de la pared y yendo poco a poco al centro.
Tardé gran parte del día en dominarlo, cosa que no sucedió con las botas impulsoras, que dominé al instante, supongo que era porque lo que más practicaba en mis tiempos libres eran las artes místicas, me sentía una profesional con esas botas. también era momento de practicar con el equipo de maniobras tridimensionales más reciente, aunque seguía prefiriendo el primero.
No podía decir que me fue terrible, me adapté más rápido de lo que pensaba a este nuevo funcionamiento, pero seguía prefiriendo tener manos libres para atacar, aunque realmente sería un gran artefacto si tenemos squibs entrenados en la batalla final, pero aún así no estaba del todo segura.
No me había dado cuenta de la hora, ya había pasado la cena y definitivamente no llegaría para cenar, era pasado del toque de queda, por lo que salí sigilosamente, estaba por sacar el mapa para definir la ruta menos concurrida, cuando oí suspirar a alguien, tensándome, Draco estaba sentado, al parecer me había esperado todo este tiempo.
-Te tardaste Granger - dijo y me sentí extraña.
-¿Cuánto tiempo has estado aquí? - dije sorprendida.
-Creo que es obvio, no me moví de aquí esperando a que salieras, eres muy escurridiza y el que recibas la ayuda del mismo colegio lo hace más fastidioso - dijo cansando.
-¿por qué me esperaste? Nunca te dije que lo hicieras - dije confundida pero pareció ofenderse.
-Estoy preocupado por ti ¿sí? Y tú conversación con Potter me inquietó más - dijo y pareció arrepentirse de haber dicho eso.
-¿Qué tanto escuchaste? - dije algo nerviosa.
-Lo suficiente como para saber que estas jugando con fuego - dijo y abrí los ojos con sorpresa.
-Yo no puse el nombre de Potter en el cáliz - dije al instante.
-Lo sé - dijo serio - y sé que el cara rajada al parecer tampoco lo hizo - desvió la mirada - y lo que tu dijiste, tal vez a oídos de otros suenes paranoica, pero yo creo en lo que dices y deduces, ya que siempre es muy exacto. - dijo y me sentí aliviada, pero una leve punzada de culpa de presentó en mi pecho
.
-Gracias por creerme - dije y me sonrió.
-Granger, te creo, pero no quiero que te metas en esto si realmente es como sospechas - dijo y abrí los ojos con sorpresa ¿realmente me estaba pidiendo esto? - no ayudes a Potter, el estar con él te pone en constante peligro.
-Parece que estuviste pensando en lo sucedido todo el día. - dije agachando la cabeza.
-Hermione, eres una gran bruja, pero ya eres de los nuestros, nos preocupamos porque tiendes a ponerte en peligro constantemente - dijo acercándose a mí.
-¿qué más pensaste? - dije queriendo saber que tanto había cambiado por mi culpa.
-Puedo ser inmaduro y en ocasiones grosero, pero no soy tonto, creo que hay algo más allá que mantiene un muro invisible entre tu y todos nosotros, los chicos lo saben, Theodore se lo dijo a Blaise cuando bebieron de más la primera vez.
-Estabas con ellos o los escuchaste por casualidad. - interrogué.
-Casualidad - dijo con simpleza - después de eso, te observé y noté que efectivamente es así, pero con el paso del ultimo año ha cambiado, ese muro que parecía de acero indestructible se fue volviendo más delgado... - dijo y pronto acarició mi rostro - ahora es una hoja.
-¿qué piensas hacer con esa hoja? - dije mientras cerraba los ojos ante su tacto.
-No sabes como me encantaría destrozarla - dijo y podía jurar que se encontraba con su expresión de profunda frustración.
-Pero - lo animé a proseguir y abrí los ojos.
-Pero no quiero forzarlo, porque si lo hago, tal vez pongas un muro mucho más grueso e indestructible que el primero... o incluso tal vez desaparezcas de mi vista. Eso es algo que no quiero.
Ante eso lo abracé. Era realmente distinto a como era en los libros, tal vez sigue poniéndose esa mascara con la que se siente seguro, pero se la ha quitado conmigo y eso es suficiente para mí. Estaba a punto de decir algo, pero perdí el hilo de la conversación tras escuchar un gruñido de su estómago.
Pronto nos separamos y vi su cara completamente roja de la vergüenza por lo que estaba sucediendo, yo me reí un poco.
-Parece que antes de regresar a nuestros respectivos dormitorios tendremos que pasar por comida. - dije y pareció más avergonzado que antes.
Después de eso fuimos a las cocinas por algo de cenar y nos separamos, había tomado comida de más para Tom. Sabía que debía sacarlo de esa maleta pronto, pero no sabía como ni donde, tendría que pensar en mis próximos movimientos en estos días si las cosas realmente no se arreglan.
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Gracias por leer, a lo mejor este capitulo termina pareciendo relleno para ustedes, pero espero que lo hayan disfrutado.
Nos leemos pronto 💜💜💜💜