Jimin bajó las largas escaleras con un gran abrigo blanco junto a unos shorts beige y unos tenis muy lindos color caqui. Aquel tenía una gran sonrisa y un panqué en la mano.
- Oh, esperen. ¿De verdad vamos a ir?. -
«¿Esta gente realmente está bien de sus cinco sentidos?, eso o necesitan ayuda urgentemente ». Pensé.
Aunque ni de broma me creía que iríamos a un lugar tan lejos, menos cuando yo aún estoy adaptándome y tomando una decisión concisa.
- No necesitamos ayuda, eventualmente lo entenderás. Jin tiene el don de teletransportación, no necesitamos reservar o algo así. -
« "¿Don?". ¿De qué carajos está hablando el rubio?. Espera... ¿Si quiera hablé? ».
-No, no hablaste. Yo escucho tus pensamientos - me dió un golpecito con el codo -. Increíble, ¿no?. - se burló, con aquella hermosa sonrisa.
- ¿No?. ¿Acaso aquí no hay nadie qué no sea un bizarro de mierda? - bufé -. Quiero decir, acabo de descubrir qué los vampiros existen y no es solo una obra clásica qué te obligan a leer en la escuela; esto es mucho para mí, ¿sabes?. -
« Encima está embarazado, esto no puede ser más extraño ».
- ¿Me estás diciendo raro?. - alzó las cejas con indignación
- ¡Deja de hacer eso! - exclamé con incomodidad, fingiendo qué no sabía absolutamente nada y prefería quedarme en mí ignorancia, la cuál me salvara de la locura en estos momentos-. Están acostumbrados a decir muchas mentiras. -
- Pruebame. - me retó el rubio
- ¿Ah?.
Comencé a pensar, probablemente en... ¿Besos?. Es algo bastante habitual, probablemente solo se sonroje o lo ponga incómodo. Al menos así dejaría de hacer, bueno, cualquier cosa qué esté haciendo.
- ¡Basta! Le diré a Jungkook... -
Le miré con sorpresa. Sabe lo que pienso, encima un par de escenarios de besos dentro de films y ya está más rojo qué un lava de volcán.
- Rubio, ¿cómo es qué estás embarazado si te sonrojas con un beso?. - alcé las cejas. Dándole una mirada por el rabillo del ojo qué, seguramente, sintió hasta los huesos.
- Qué te importa... No vuelvas a mostrarme eso. A mí solo me gustan los piquitos con mí esposo. - murmuró
« Bizarros ».
La risa tan peculiar de Seokjin se adueñó del pasillo.
Increíble, realmente estaban diciendo la verdad.
- Tae, ve a ponerte algo bonito. Mientras Jimin te peinará. Quiero ver cómo le hierve la sangre fría a Jeon cuando te vea más lindo de lo que estás y qué no puedas estár con él - sonrió con cierta maldad en su semblante.
- ¿Por qué me hablan como si me conocieran de años?, es raro - murmuré para mí mismo —. Ni siquiera somos amigos
- Te conocemos... Desde hace mucho. No diremos que Jeon está obsesionado; aunque si lo está. Solo estamos... - aclaró su garganta - aclarando que sabemos sobre tí.
Hice una cara de desagrado, pero cambio a una neutra cuando imaginé a ese molesto pelinegro en un pensamiento fugaz. Jimin me sonrió ladino.
- Puedes dejar de ver mí mente, por favor - le di un pequeño empujón a su zapato -. Soy nuevo aquí, hay límites. -
- Mmmh...
« "Mmh". Deja de leer mí mente o te mostraré cosas explícitas" ». Pensé algo enfadado
- Bien, bien. Ni lo intentes...-
Al parecer Jimin era una prueba más de que esto no era broma... Estoy jodido.
Estoy muy jodido.
- Ustedes no pueden intervenir en el mundo humano, entonces. - musité
- Lamentablemente no. Por eso no fue por tí antes; y creo, se arrepentirá de ello toda su vida ... Ten algo de paciencia - sonrió -. Al menos hasta qué encuentres un lugar dónde quedarte y a salvo. Aunque no sea aquí. -
🦇🥀ﾉ*.✧
Fuimos a la habitación de la pareja, al parecer Jin le dió otro toque a esta, había color y posters por una esquina. Como un cuarto normal... Tal vez yo también pueda decorarlo a mí manera.
- Muy bien, tengo el conjunto perfecto - sonrió hacia mí -. Una disculpa si crees que todo va rápido, así somos aquí. Más a parte, no quiero que pienses demasiado por qué eso te puede enfermar, así que vamos a distraernos un poco. -
Jin se dirigió a su gran armario mientras Jimin me sentaba frente al espejo.
- Oh. Puedo ver tú reflejo... - apunté con sorpresa, a lo qué Jimin solo me miró con una mirada confundida.
- Claro que si, las historias no siempre cuentan la verdad. ¿Cuando viste a un vampiro embarazado? Eso ni siquiera en crepúsculo pasa -
-En realidad si. Por ejemplo, Bella -
- Taehyung, Bella es mujer... -
« O sea, sí pero... Bueno, es verdad. Ya no tengo nada más que decir ».
- En fin, déjame hacer algo con ese reseco cabello. -
¿Reseco? Tal vez hace un año no le doy mantenimiento, pero para mí está bastante decente.
- ¿Le llamas decente a eso?. Puedo ver rastros de color rojo en las puntas. - murmuró Jimin.
« "li llimis dicinti i isi"».
- Chicos, escuché que van de paseo por ahí.
Un pelinaranja entró en la habitación.
- Hobi, estás invitado. Al final eres el único que puede viajar sin protector solar. Aún no entiendo. - Habló Jin, mientras sacaba ropa al azar buscando aquello que sería "perfecto" para mí.
- Jamás revelaré mi secreto, me lo llevaré hasta la tum... - sonrió con vergüenza -. Bueno, hasta que alguien me asesine -
Ahogué una risa ante su comentario. No debía tomar confianza tan rápido, ahora qué lo pienso.
Estos malditos me trajeron aquí en menos de cuarenta y ocho horas, y yo solo necesito un momento de paz mental.
Uno.
- Oh, Taehyung. Jeon está como loco buscándote. Lastima que jamás podrá entrar a la habitación de Jin, dice que entra mucha luz indirecta. -
Ah,si. Su habitación es un asco ni siquiera hay luz y las cortinas son color vino. Debería cambiarlas.
Me gustaba más la de Jin.
- Y... - hice una pausa intentando elegir bien mis palabras -. ¿Cómo llegaron a esto?. -
Aún tenía mis dudas, y muchas sinceramente. Pero al parecer estar aquí era mil veces mejor que estar en casa por ahora.
A menos que en realidad esté alucinado y me encuentre muerto en un callejón o un hospital mental.
Jimin soltó una suave risa, mientras ponía un sérum por mí cabello - Taehyung, no somos imaginarios. Somos de carne y hueso. -
Dudé de igual manera. Dudo hasta de mí propio reflejo demacrado en el espejo.
- Hoseok por igual era humano, sin embargo, él no recuerda absolutamente nada de su vida pasada. Namjoon lo convirtió hace ya décadas. - contestó Jin sacando una camisa de vestir azul, aquella brillaba por la tela satinada. Junto a unos pantalones tonos más fuertes y oscuros que la blusa.
- Si, muy crepúsculo para mí. - les miré juzgon.
- Digamos más como... "Clastevania". ¿No te parece? - sonrió -. Este lugar se quedó atrapado en el siglo pasado. Solo mira nuestras ropas. -
Una verdad entre muchas mentiras. Todos traían cosas de colo blanco, negro o tinto de terciopelo, Jungkook usaba una gran capa bordada de flores y cristales rojos.
Lo ví cuando caí sobre mí cara.
Sus cabellos eran largos, al menos los del azabache. Sedosos y brillantes como el mar, su piel palida hacía contraste junto a sus largos dedos huesudos.
Es como si todo aquí se quedó... En el pasado.
- Jin, hum. Sinceramente uso cosas un tanto holgadas, me da miedo ya sabes... -
No quería usar eso, la última vez que use ropa ajustada me trataron de fácil en la universidad. Claro, cómo si un hombre no pudiera usar ropa ajustada ya que eso le quitaba masculinidad. Cada quien.
Es una idiotez. Pero, ¿Qué no lo es en el mundo?.
- Taehyung, ya no estás en casa. Aquí todos somos diferentes y lo sabemos. Todos tenemos maneras diferentes en los cuales expresarnos, ser y vivir. No tengas miedo en ser tú. - Hoseok se sentó a mí lado, tal como un ángel con sus palabras. Me sentía seguro con aquellos tres.
Era cómo tener un amigo, la definición de la verdadera amistad. Era cómo si alguien se preocupara por mí. Era calido.
Jeon era buena persona, sin embargo, me hacía sentir nervioso y asustado. Debía separar el como era de como me hacía sentir y lo qué me hacía ayudado.
Jimin me miró a través del espejo con una sonrisa algo triste.
- Se lo merece creo, ¿quién carajos trae al castillo a un humano sin preguntar si quiera su opinión...? -
« Oh, no ».
- ¡Deja de leer mí mente!. - bufé, levantándome del tocador de Seokjin.
Reí persiguiendole por aquella gran habitación. Hoseok nos sonrió al ver cómo lo seguía al rededor de la cama de Jin.
- ¡Están arrugando mí cama!. - lloriqueo intentando arreglar el desastre.
Claro, como sí su cama no estuviera más tiesa qué Dorian gray en sus delirios.
Creo que pasaría un buen tiempo con ellos. No me molestaba del todo.
- Por fin te encuentro. -
Un humo rojo se puso frente a mí se repente, para después volver a estampar contra una figura un poco más alta que yo.
- Te encanta hacerme caer, hijo de... -
« Oh, Jeon ».
- Oh él, oh él - Me respondió -. Si piensan que se llevarán a Tae sin mí consentimiento, están locos. -
Todos nos quedamos en silencio, y yo crucé mis brazos con el entrecejo fruncido. Al ver que nadie decía nada, y hasta Seokjin se quedó perplejo en su lugar con una mirada asustada y suplicante, me di cuenta qué había algo que no me cuadraba del todo.
-¿Y tú quién eres para darme órdenes? -
Me levanté, Aquel tenía los ojos como platos al ver mí tono de voz.
- No, Tae es que... -
- Es que nada, gasparin. Yo voy si quiero, ahora voy a cambiarme y voy a ponerme lo más lindo que pueda. Y tú no tendrás el pecho de decir nada, ¿Quieres qué me adapte a este lugar en lo qué considero quedarme como un hogar? Entonces yo haré lo que se me de la maldita gana. -
Tome su cabello y lo arrastré a la salida de la habitación. Todos me miraban asustados y Jin solo abría la boca tratando de buscar las palabras correctas. Las cuáles eran inexistentes a este punto.
Algo qué odiaba más qué todo, en realidad, era para alguien quisiera tener control sobre mí. Odiaba eso.
- Tae, no deberías... -
- Si debería - lancé su cuerpo al pasillo -. Fuera de aquí loco. Me voy a cambiar y no quiero que te aparezcas frente a mí hasta que regresemos. -
Furioso, tomé la puerta de la habitación y la estampé en su cara. Dejando en claro qué, no por ser mí salvador, tenía el derecho de poner órdenes sobre mí o mí persona en general.
Hoseok se escondió detrás de Jimin, mientras escondía su cara en él con los ojos bien cerrados. Mientras Jin me tomó de los hombros.
Tenía los ojos bien abiertos, su respiración si ya per se era inexistente, ahora no era ni un átomo en pared.
- Estamos muertos. - susurró Jimin
- Taehyung... ¿Qué hiciste?. -
- ¿Por qué dicen eso? - reí -. No es para tanto, no lo jale fuerte del cabello. ¿Por qué me miran así?. -
Jin se veía sumamente asustado, se volvió más pálido de lo qué ya era, tomándome de la muñeca mientras miraba todos lados con pavor.
- Tenemos que sacarte de aquí o... -
Nos quedamos callados unos segundos.
- Si, mí vida... -
« Así me gusta. No fue para tanto ». Sonreí
- ¡¿Qué?! -
gritaron aquellos tres al unisono. Hoseok se colocó de puntitas y dejó caer todo su peso al colchón de Seokjin.
- ¡El hijo de Drácula fue totalmente dominado!-
Jimin corrio hacía mí y me miró asombrado con una gran sonrisa.
- Taehyung se nuestro próximo Rey, por favor. - Murmuró Jin
- De verdad, no puedo creerlo. ¿Se fue así sin más? -
Hoseok se acercó a la puerta tratando de escuchar - Se fue. Si hubiera sido otro, te hubiera colgado del candelabro. ¡Increíble Taehyung!. A él de verdad le gustas. -
¿De qué carajos hablaban?. No hice nada malo, ¿por qué se sorprenden tanto?.
⊰⊹ฺ