Mi Telequinesis © [En Edición]

By danissanne

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Tras los conflictos de una familia rota se encuentra Emily, una chica de dieciocho años con un ligero Don, a... More

Mi Telequinesis ©
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26 - Extra ♥
Capítulo 27
Capítulo 28
Información
Capítulo 29 - Extra ♥
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32 - Extra ♥
Capítulo 33 - Extra ♥
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37 - Extra ♥
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Agradecimientos y Datos Curiosos
Información
Capítulo Extra - 51
Noticias Nuevas

Capítulo 16

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By danissanne

Estoy soñando con mi hermano, con una casa llena de césped, flores silvestres, y mi hermano y yo estamos riendo, pero es solo un sueño, un absurdo sueño.

Estoy en mi habitación, en mi cama con las piernas encogidas y los dientes apretados aguantando el dolor que aún tengo en el cuerpo, estoy cansada, triste y no tengo esperanza alguna de que las cosas vayan a mejorar.

Las personas siempre dicen "La esperanza es lo último que se pierde", pues yo les digo que la esperanza es lo primero que yo perdí.

Lilly entra a mi habitación a darme comida con una bandeja. Mi cuerpo está lleno de magulladuras tanto como en las muñecas y piernas, y tengo un tobillo vendado a causa de mi caída en el salón.

La Doctora al parecer ya no quiere atenderme, cree que con lo que me mando a hacer dejare de darle problemas, pero se equivoca. Esto recién está comenzando.

La sopa de verduras esta tibia, Lilly no es capaz de mirarme a los ojos y en todo momento mira la cuchara, tampoco es capaz de decirme algo. Supongo que sabe lo que hizo y sabe que eso me ha dejado marcas de por vida tanto en el cuerpo como en el alma.

Cuando termina me limpia la boca y se va sin decir nada. Han pasado tres días de lo ocurrido en el salón, todo el mundo aún lo comenta, al parecer es la única noticia interesante.

El salón quedo completamente quemado y ya comenzaron su reparación, ahora nuestro comedor es ocupado por los hombres.

No me han dejado salir, ni tampoco han dejado a Winnie visitarme a pesar de su insistencia, aunque yo lo prefiero así, no quiero que vea las marcas que me han dejado, ni tampoco puedo moverme de donde estoy. Todo me duele y me arde.

Nadie me visita y así transcurre el día, no uso mi "Don", porque hace que me duela la cabeza y eso sumado a mis quemaduras, lo hace un infierno.

No he sabido nada de Colton ni de Thomas, pero no me siento preocupada por ellos, ni siquiera me preocupa mi estado, lo único que me preocupa son los días que pasan y en lo que estará pasando mi pequeño hermano.

Al cuarto día Lilly se preocupa de curarme las heridas, la miro fijamente, pero me sigue esquivando la mirada.

-¿Tanta culpa sientes, que no puedes ni siquiera mirarme a los ojos? -alzo la voz con el ceño fruncido.

Levanta la mirada por primera vez hasta toparse con mis ojos.

-Yo no siento culpa -susurra -y menos por ti.

-Eres igual a ella después de todo ¡Hipócrita!, todos dicen que este lugar está hecho para rehabilitar, pero torturan a sus pacientes.

- ¡Yo no soy igual a nadie! -frunce el ceño -y si tu no crees en la rehabilitación que aquí se brinda, es cosa tuya. No tienes por qué juzgar la experiencia ni el profesionalismo de los médicos y autoridades que resguardan este Psiquiátrico.

- ¡Yo sí puedo! -exclamo - ¡Es a mí a quien han torturado!, juzgo a quien se me da la maldita gana Lilly -le aparto de un manotazo su mano de mi herida. - ¡Eres una maldita hipócrita! estuviste presente cuando me torturaron y no hiciste nada, dejaste que me llevaran como un puerco al matadero, ¿Y aun así hablas de profesionalismo?

-Tú no eres un médico, ni siquiera una enfermera, así que no puedes opinar.

- ¿Qué no puedo opinar? -levanto las cejas - ¿Es enserio? por todos los pacientes que están aquí, pagan tu salario de todos los malditos meses Lilly, es a nosotros a quienes hacen daño, mientras personas de mierda como ustedes nos dicen que estamos locos y que necesitamos recuperación.

- ¡No vuelvas a hablarme así! -exclama enojada - ¡Yo no tengo porque aguantarte esto y menos ayudarte con tus heridas, tú te buscaste esto, tú desobedeciste las reglas desde el día en que llegaste a este lugar! ¡Tú eres el problema!

- ¡Cállate! -la lamparilla del techo explota y Lilly se tapa la cabeza asustada. Pequeñas partes de vidrio caen sobre mí y la cama.

Lilly me queda mirando asustada -Malditas lamparillas viejas.

-La única maldita aquí eres tú Lilly, no eres capaz de pensar por ti misma, ni por los demás, dicen que yo necesito rehabilitación cuando en realidad son ustedes los que están enfermos, sometiéndonos a torturas y electrochoques. ¡Te juro! -le apunto enojada - ¡Que lamentaras todo esto, te lo juro!

Me queda mirando por unos segundos, toma las cosas del botiquín y sale rápidamente de la habitación sin decir nada.

Me quedo sola y me pregunto si quizás, así como recién se rompió la lamparilla, así también comenzó el incendio en el salón. No lo sé y tengo miedo de tan solo pensarlo.

"Reporte"

Paciente: Emily Wilde.

Edad: 18 años.

Observaciones: El aumento de la esquizofrenia de la paciente N°0663819, ha estado marcado de una serie de sucesos psicóticos, extraños y peligrosos que ponen en riesgo la salud, seguridad e integridad de los demás pacientes tanto como de los profesionales que resguardan esta institución.

La paciente fue examinada con electrochoques que revelaron su resultado en una bitácora, dando positivo para esquizofrenia psicótica, lo que me lleva a poner a la paciente en vigilancia y en un completo y arriesgado tratamiento que se otorgara cada semana.

Si los electrochoques no funcionan como ayuda a su salud tanto mental como física, haré una lobotomía y luego pondré a la paciente con otra serie de electrochoques para evaluar las reacciones de su cerebro"

Directora y Médico especialista Doctora Mónica Johnson.

A eso de la tarde, el dolor vuelve a aparecer.

Tocan la puerta, supongo que es Lilly, así que me quedo aguardando hasta que aparezca, en silencio el pomo de la puerta gira y entra alguien con disimulo.

Cierra la puerta tras de ella, me acomodo rápidamente en la cama.

Su mirada es extraña, entre una victoria todavía por vencer y... ¿Lástima?, imposible, ella no nunca sentiría lástima por mí ni yo por ella.

- ¿Así que no era mentira? -levanta una ceja, mira mis muñecas vendadas.

Los moretones aún no han desaparecido de su rostro y camina con un gesto adolorido.

- ¿Qué haces aquí Cassey? -frunzo el ceño.

-Solo me vine a cerciorar que lo que me contaron fuese verdad y al parecer es así, ¿electrochoques? ¿eh?

Me tenso enseguida - ¿Quién te lo contó?

-Emily, aquí siempre se sabe todo, solo debes saber a quien preguntarle.

- ¿Qué es lo que quieres?, ¿Quién te ha dejado entrar?

-Es fácil burlar la guardia -sonríe con malicia -solo vine a hacerte una visita.

-Tus visitas nunca serán bienvenidas de mi parte.

-Lo sé, pero necesitaba refregártelo en la cara. Tú me lastimaste a mí y tú recibes electrochoques. La vida es justa ¿no?

Me quedo en silencio observandola molesta.

-Aun así -agrega -te merecías mucho más que las muñecas quemadas.

- ¡Lárgate! -exclamo enojada.

-No te agrada ¿cierto?, ¡Pues a mí tampoco me agrada tener una costilla rota, por tu culpa!

- ¡Por mi te hubiese roto todas las costillas Cassey! Y por tu bien será mejor que te largues antes que lo haga.

-Si claro, como si en ese estado pudieras hacerme algo, además también tienes lastimado el tobillo ¿no? con suerte puedes mantenerte en pie.

Trago el nudo que siento en mi garganta. Si no fuera por mis heridas, ya habría acabado con ella y me ahorraría muchos problemas.

- ¡Lárgate! ¡Vete de aquí demente!

Sonríe como si eso le hiciera gracia -Tu y yo no somos tan diferentes Emily.

- ¡Yo no soy igual a ti! ¡Maldita loca!

-Créeme que a mí también me cuesta reconocerlo, pero yo también me he arriesgado a ir al pabellón de hombres, aunque yo no termine causando un incendio.

- ¡Yo no cause nada! -exclamo a la defensiva.

-Deja de ser patética Emily ¿o acaso me negaras que fuiste al pabellón de hombres solo por Colton?

Abro los ojos. ¿Cómo se enteró de todo eso?

-Fuiste por el ¿verdad? -levanta una ceja -te arriesgaste a un castigo por Colton, ¿no es así?

-Eso a ti no te interesa.

-Una vez creí advertirte sobre él y creo que no me hiciste caso.

- ¡Lárgate Cassey! ¡No quiero oírte!

-Colton no es quien crees que es, así que sácatelo de una maldita vez de la cabeza, porque ambos no están del mismo lado.

- ¿Y si no quiero ¿qué?, ¿Ah? -levanto una ceja. Si ella juega sucio, pues yo también.

-Entonces será mejor que te cuides las espaldas -me advierte -porque no me conoces y no sabes de lo que soy capaz.

- ¿Me amenazas?, ¿Tú? que yo sepa en la última amenaza termine dejándote una serie de lesiones y una costilla rota, así si yo fuera tú me las guardaría porque conmigo ya no funcionan.

-Ya te lo advertí, cuídate o quizás lo que más quieres pagara las consecuencias.

¿Lo que más quiero?, ¿Acaso ella está hablando de...? ¡No, imposible! ¡No puede ser! ¡Ella no puede conocerlo, ella no sabe nada sobre él!

- ¡No! -exclamo furiosa y el mueble de la ropa se sacude cayéndose al suelo -¡Lárgate! ¡Sal de aquí Cassey! ¡No quiero verte, lárgate de una maldita vez!

Cassey mira el mueble con el ceño fruncido y luego dirige sus ojos a mí, sonríe y se larga.

Miro el mueble caído y siento un escalofrío, yo no cause eso, ¿cierto?

Me abrazo las piernas mientras las lágrimas recorren mis mejillas. No sé cuándo comencé a llorar continuamente que ahora se ha hecho un hábito.

La noche se acerca y la luz de la luna aparece dando reflejos por la ventana, no puedo dormir, me miro las muñecas, están rojizas y en algunas partes tengo ampollas.

Tomo pedazos de venda que Lilly dejo y me vendo cada muñeca y cada tobillo. Hago un gesto de dolor cuando me paso a llevar las heridas e intento apretar los dientes para no gritar.

Cierro los ojos, suspiro fuerte y comienzo con el proceso de ponerme de pie.

Saco los pies e intento ponerme las zapatillas, pero es imposible, me duelen tanto los tobillos que me es mejor estar descalza.

Me doy impulso y mis pies se adhieren al suelo. Corro las cortinas y observo el jardín. Hay un árbol con ramas secas cerca de la ventana y la luz de la luna se filtra por el haciendo extrañas sombras.

Distingo algunas luciérnagas revolotear por ahí. A pesar que el lugar es seco y sin vida, las luciérnagas le dan un aspecto menos sombrío.

Me quito las lágrimas y también intento sacarme el recuerdo de la voz de mi hermano en mi mente.

"Mira Emi -me había tomado de la mano y me llevo al jardín de la casa -están bailando -apunto a las luciérnagas -mira como bailan Emi -me sonrió"

Muevo la cabeza hacia ambos lados intentando desterrar ese recuerdo. Lo extraño y demasiado.

Salgo de la habitación, camino con los dientes apretados para no gritar de dolor.

Cuando estoy por llegar a la recepción me agacho y paso por debajo del mostrador. La enfermera de turno se encuentra leyendo una revista de moda vieja mientras bebe una taza de café. No se percata de mí y camino hasta la habitación.

Cuando entro veo a Winnie despierta pintando sobre su cama, cuando me ve entrar deja todo de lado.

-¡Emily! -exclama.

-Sigues sin poder dormir por las noches ¿no?

Me siento en su cama con un gesto de dolor.

- ¿Estas bien? -su tono de preocupación me hace sentir reconfortada. Es la única persona que se interesa por mí de forma protectora.

-Ajá.

-He intentado verte, pero Lilly no me lo ha permitido.

-Lo sé -hago una mueca -¿Aun sigues enojada?

- ¿Crees qué si estuviera enojada, hubiera ido cada segundo a verte? -levanta una ceja -lo que paso ya no me importa, es pasado.

-De todas formas, lo lamento Winnie, yo no quise decir esas cosas sobre ti.

-Está bien Emi, ya no me interesa -hace una pausa -además estaba preocupada por ti, cuando vi que te llevaban a rastras, yo...-traga saliva -me imagine lo peor, luego me enteré lo del incendio y todo eso, no pensé que estabas implicada, pensé que se trataba de una confusión, todo paso muy rápido... yo... lo lamento.

Hago un gesto de dolor.

- ¿Segura que te encuentras bien? -frunce el ceño.

Para que pueda entender tengo que mostrarle, así que levanto mi camisa y dejo al descubierto las dos vendas de mis muñecas. Desenrollo cuidadosamente cada una y le muestro mis quemaduras.

Winnie me mira con la boca abierta.

-Pero sin son iguales a.... -se lleva una mano a la frente -esas quemaduras, ¿como es posible?

Frunzo el ceño y vuelvo a vendarme cada muñeca - ¿Qué pasa?

-Te han dado electrochoques.

-¿Cómo lo sabes? -frunzo el ceño.

-Esas marcas son iguales a... ella también las tenía.

- ¿Qué?, ¿De qué hablas? -pregunto sin comprender nada.

-Marie tenia las mismas marcas que tú, solo ocupaban electrochoques cuando ella tenía alguna crisis, pero era solo con ella.

- ¿Qué?, ¿Quién es Marie?

-Marie era mi compañera de habitación, la chica que se suicidó en las bodegas.

- ¡Oh! -exclamo -recuerdo que me hablaste sobre ella cuando llegue a este lugar.

Asiente -La habitación de electrochoques se clausuro hace mucho tiempo, nunca la volvieron a ocupar hasta ahora...

-Conmigo -termino la oración.

Nos miramos por unos segundos.

-Lo lamento mucho Emi, debe haber sido horrible.

-No importa -intento sonreír, pero hago una mueca -intentare huir.

- ¿Qué? -alza las cejas -hay personas que lo han intentado y han acabado mal.

-Supongo que es hora de arriesgarme -me encojo de hombros -no puedo seguir siendo el conejillo de indias, no dejare que me electrocuten de nuevo -me da miedo pensar que puedo volver a esa habitación, no sé si podre volver a aguantarlo.

-No quiero que acabes mal Emily.

-Lo sé, pero creo que se me han acabado las opciones.

-Pero esta no es una opción -dice seria.

- ¿Y cuál sería? -respondo a la defensiva - ¿Esperar que algún día milagrosamente me den el alta? nunca lo harán, la Doctora nunca me dejara en libertad.

-Yo no puedo huir, no puedo dejar esto, yo....

-No te obligare, solo quería decírtelo, ese siempre fue mi plan desde que llegue aquí y quiero que sepas que si algún día me voy intentare sacarte de aquí.

-Emily...

-Esto no es vida Winnie y sé que en el fondo lo sabes. Tener miedo es normal pero alguna vez tendrás ser fuerte.

-Sera mejor que vuelvas a tu habitación -dice dando por terminada la conversación -no quiero que tengas más problemas, menos por mi.

Asiento sin decir nada, quizás es mejor dejar las cosas así. Sé muy bien que la vida de Winnie se basa en esto, en vivir encerrada, ya se ha hecho una idea de cómo será el resto de su vida en este lugar y esa es la gran diferencia entre ambas. Yo si tengo por quien luchar.

-Está bien -me pongo de pie -descansa.

Cuando llego a mi habitación me siento y apoyo mi espalda en la pared.

Una salida de este lugar, eso es todo lo que deseo. Thomas me dijo que si me unía a él conseguiría escapar de este lugar. Me pregunto si eso es verdad, ¿Algún día saldré de aquí? Tendré que comprobar si eso es cierto, si él no me ayuda, trazare mi propio camino hasta la salida y luego de eso vendré por Winnie, cuando mi hermano este a salvo y cuando haya cesado esta tormenta. Lo único que espero es sobrevivir en el intento, ya que si la Doctora se entera sé que podría ser capaz de encerrarme de por vida.

Me duermo bajo sueños profundos y extraños, cuando despierto en la mañana Lilly me informa que mi "Beneficio" de limpiar los retretes en el pabellón de hombres ha sido eliminado, ahora tengo prohibido salir de mi habitación, solo puedo permanecer en el vestíbulo y por pocos minutos.

Desayuno junto a Winnie, quien parece haber olvidado completamente la conversación de anoche, sin embargo, no para de hablarme de las nuevas pinturas que ha conseguido con la Doctora, quien decidió según ella 'darle una segunda oportunidad para hacer las cosas correctamente' lo cual me parece un montón de idioteces. No le presto mucha atención a lo que me habla así que solo asiento cuando es necesario. Mi mente está flotando muy lejos de aquí, lejos de todo y así lo prefiero.

Paso la mitad del día metida en mi habitación pensando y quejándome por mis heridas, cuando llega la hora del almuerzo no me siento junto a Winnie, esta vez quiero estar sola.

Hoy las miradas de las demás no parecen esquivarme como lo hacen normalmente. Y por un segundo creo que soy yo quien acapara toda la atención.

Miro por sobre mi hombro a las demás, Patty está sentada junto a Cassey. Me sorprende que estén juntas después de todo lo que ha sucedido, pero sinceramente no me interesa en lo absoluto, esas dos me tienen sin cuidado. Me como todo y luego me reclino sobre la silla, aun me duele el tobillo y cojeo. Me tapo las heridas de las muñecas con la camisa para que no queden al descubierto.

Observo la entrada del pabellón de hombres, abren la puerta para darles paso a nuestro comedor. De repente una sensación de pánico me embarga. No estoy lista para ver a Colton, no puedo darle una explicación que el seguramente me exigirá sobre lo que sucedió en el salón aquel día. ¡Me tengo que ir, tengo que salir de aquí antes que me vea!

Me levanto lo más rápido posible, lo cual me toma varios segundos y huyo hacia la salida. Por mas que me apresure, mi pies cojea dolorosamente. ¡Estúpido Tobillo! Justo en estos momentos cuando necesito huir.

Cuando ya la salida se encuentra cerca, un susurro llega rozando mi cuello, mandando una corriente eléctrica a mi cuerpo.

- ¿Huyes de mi o qué? -no tengo que mirarlo para saber que debe tener el ceño fruncido.

No quiero darme vuelta y ver su mirada con un gesto acusador y recriminatorio. ¡No quiero lidiar con esto ahora! no mientras me niegue a asumir la verdad de lo sucedido.

Me giro lentamente hasta que veo sus ojos azules cargados de seriedad.

-Yo no huyo de nadie -contesto.

-No te entiendo -niega con la cabeza -he estado preocupado por ti todos estos malditos días, sin saber que diablos te sucedió, y cuando me ves, tu solo intentas lárgate de aquí como si nada.

¿Preocupado, por mí?, Oh por favor... como si yo fuese a creer eso.

-No estoy huyendo de nadie, menos de ti.

-¿Entonces que haces en la salida? Aún te quedan algunos minutos dentro del comedor, ¿porque diablos te estas intentando largar?

-Solo no me siento bien, y quiero volver a mi habitación. ¿Algo más por lo que quieras cuestionarme? -alzo una ceja.

-No te creo nada, Emily.

- ¿Y a mí porque debería interesarme lo que tu creas?

Me mira con el ceño fruncido, está jodidamente irritado.

-¿Porque siempre actúas a la defensiva? Deberías dejar de huir de los malditos problemas y afrontarlos de una vez.

-¡Ya te dije que no estoy huyendo!, solo quiero volver a mi habitación -miro por sobre su hombro, al parecer nuestra conversación está llamando la atención de algunas personas.

-¿Y me crees tan tonto como para creerme eso? -me toma del brazo y me tironea -ambos vamos a hablar, te guste o no.

-¿Qué haces? ¡Suéltame! -intento zafarme, pero su mano ejerce presión -¡Colton Suéltame!

No me hace caso y me lleva hasta un asiento apartado, me hace sentarme y él se sienta sobre la mesa, mientras me sujeta los hombros para que no me escape.

-¡Suéltame! ¿Qué es lo que quieres?

-¡Que me des una maldita explicación! -exclama -fui yo quien te salvo del incendio y aun así no te atreves ni siquiera a dirigirme la palabra.

-¡Tú no me salvaste! -Colton me mira sorprendido, ambos sabemos que si lo hizo, pero mi orgullo no me deja admitirlo.

-Se cuándo mientes, pero nunca pensé que lo harías en esta situación y menos conmigo.

-¿Contigo?, no te creas especial Colton -las miradas de varios chicos caen sobre nosotros. No puedo darle una explicación de lo que sucedió en el salón, no ahora con tantos ojos mirándonos.

Relaja sus manos sobre mis hombros y se acerca, intento tirarme hacia atrás, pero choco con el respaldo de la silla, está invadiendo mi espacio personal.

-Métete esto bien en la cabeza Emily, fui yo quien te salvo del incendio, y eso nadie puede negarlo, menos tú.

Sus ojos azules se encuentran tan cerca, trago saliva.

-Espero con ansias que me expliques que diablos sucedió ese día, porque las preguntas no dejan de comerme la mente -me suelta y se cruza de brazos.

-Tú estuviste ahí Colton, yo no sé más de lo que tú también sabes.

-Vamos Emily, no te hagas de rogar -dice sin prestar atención a mi comentario.

-¿Por qué me lo preguntas a mí?, los demás también estuvieron ahí, ellos también saben lo que paso.

Suelta una carcajada llena de ironía - ¿Y también me dirás que el incendio comenzó solo?

¡Oh no!, Ya no cabe duda de que Colton sabe que algo extraño ocurrió en el salón y eso me lo atribuye a mí.

Me doy cuenta que la mitad del comedor está en silencio intentando escuchar, hasta puedo ver a Winnie observándonos desde lejos, Cassey y Patty también y en un intento veo a Jota apoyado en una pared mirándonos a los dos, como si estuviese esperando algo.

¡Diablos! ¿Por qué tiene que preguntar esto ahora?, mi mente se niega a aceptar la verdad y eso me ha funcionaba bastante bien estos días. ¡Yo no cause el incendio y punto! Y eso todo el mundo lo tiene que saber.

- ¿Y? -levanta una ceja -ya me negaste que fui yo quien te salvo ¿ahora también me negaras esto?

-Yo... -balbuceo.

- ¿Por qué Emily? ¿Por qué fuiste al salón? ¿Porque estabas ahí?

-Déjame en paz Colton. Si hubiese sabido que ahora me recriminarías que me salvaste la vida, no hubiese dejado que me sacaras de ahí.

- ¿Qué? -pregunta sorprendido -¿Crees que eso es chistoso?

-No, pero creo que hubiese sido lo mejor, nos ahorraríamos esta estúpida conversación.

-¿Crees que me arrepiento de salvarte? -Frunce el ceño enojado -¿Crees que me siento bien de que haya habido un maldito incendio y de casi salir con vida de ahí? No quiero que vuelvas a decir eso, ¡Jamás! no me arrepiento de haberte sacado de ahí, y nunca lo haría Emily.

-Pero si hubiese sabido que me lo recriminarías a cambio de que te diera una maldita explicación de lo que sucedió, entonces desearía que jamás lo hubieses hecho.

-No sabes lo que dices -suelta molesto.

-Sí lo sé, yo no te debo nada Colton, ni siquiera una explicación, así que déjame tranquila, porque yo no sé lo que paso.

No puedo darle una explicación de lo que sucedió, porque me expondría a mí misma ante muchos problemas. Nadie sabe sobre mi telequinesis y nadie lo debe saber.

-No te libraras tan facilmente de mi si es lo que esperas. Te guste o no seguiré aquí y tú también, y cada vez que te vea te pediré que me respondas lo que te acabo de preguntar, porque no me creo por ningún segundo que todo lo que sucedió fue por casualidad.

-Ya veo, así que solo estás aquí para preguntarme sobre lo que paso, no te interesa ni siquiera como estoy.

-¡Maldita sea Emily! -exclama sorpresivamente irritado -¿Es que acaso no lo entiendes?, te salve porque tenía que hacerlo, no fue por nada a cambio ¿o esperabas que solo saliera corriendo y te dejara quemarte dentro del salón?

-Entonces si es así, yo no te debo ninguna explicación, porque ya te lo dije, no se que fue lo que paso. No se si todo sucedió por casualidad o no, lo único que se, es que no fue mi culpa -le aparto sus manos, pero este me afirma de la muñeca. Suelto un grito ante el contacto de su mano en mi herida.

Miro mi brazo, la camisa está en mi codo y mi muñeca se encuentra al descubierto.

-¿Qué es esto? -pregunta palpando la herida. Hago una mueca de dolor.

-¡Suéltame!

Comienza a desenvolver la venda y deja al descubierto las heridas que se extienden como un cintillo por toda mi muñeca.

- ¿Quién te ha hecho esto?

-Eh... -titubeo, tironeo mi brazo y me zafo -lo lamento, pero debo irme Colton.

Me levanto e intento huir hacia la salida lo más rápido que puedo, pero Colton me vuelve a detener.

-De nuevo estas huyendo ¿esto será continuo entre nosotros?

¿Nosotros? No existe ningún nosotros.

-No puedo darte las respuestas que quieres -susurro sin darme vuelta.

-Tampoco me dirás quién te hizo eso en la muñeca ¿cierto?

Me quedo en silencio y suelto mi mano de su agarre.

-Déjame en paz Colton -me doy vuelta a mirarlo -y olvídate de lo que paso, eso intento hacer yo y hasta ahora me ha funcionado.

Estoy segura que volverá a sacar el tema en otra ocasión y yo volveré a negar todo. Yo no cause ese maldito accidente, yo no incendie el salón, yo no tengo nada que ver con eso, punto. Esa es la única respuesta que puedo darle, eso es lo único que obtendrá.

Camino hacia la salida con la frente en alto y desaparezco por los pasillos directo a mi habitación.

*Lobotomía: La lobotomía es una práctica para curar enfermedades mentales graves, haciendo una incisión en el lóbulo del ojo.



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