Mi Telequinesis © [En Edición]

By danissanne

99.8K 6.7K 1.6K

Tras los conflictos de una familia rota se encuentra Emily, una chica de dieciocho años con un ligero Don, a... More

Mi Telequinesis ©
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26 - Extra ♥
Capítulo 27
Capítulo 28
Información
Capítulo 29 - Extra ♥
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32 - Extra ♥
Capítulo 33 - Extra ♥
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37 - Extra ♥
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Agradecimientos y Datos Curiosos
Información
Capítulo Extra - 51
Noticias Nuevas

Capítulo 15

1.7K 136 20
By danissanne

Con cada paso que doy hacia Colton, los demás se vuelven a mirarme.

Me pregunto si pase algo por alto en mi atuendo o quizás mi cabello se salió de lugar, sea lo que sea, ya es muy tarde para dar marcha atrás.

Cuando llego, unos chicos me tapan la visión.

Me abro paso como puedo, mientras recibo miradas asesinas de todas partes.

Me posiciono al lado de un chico de cabello rojizo, quien está entusiasmado mirando por sobre las cabezas de los demás. Observo entre los hombros de los congregados y veo a un chico moreno sentado a un lado de un tipo de cabeza rapada y en la otra esquina está Colton, lleva una gorra y una muñequera negra, nos parecemos, vamos vestidos igual.

Están jugando póquer. Los tres chicos apuestan entre ellos y los demás hacen de espectadores, y apuestan al que creen que ganará.

Hay un montón de dinero en medio de la mesa, me pregunto de dónde lo habrán sacado. También hay un anillo y un reloj del color del oro. Están apostando todo lo que tienen.

Intento acercarme, pero están todos tan amontonados que no hay cabida. No sé cómo llamaré la atención de Colton, ni tampoco entiendo porque quiero hacerlo. Ni siquiera entiendo qué hago aquí. Si me atrapan habrá castigo y estoy segura que esta vez la Doctora Mónica no se limitará.

Miro el juego, la mesa, el dinero, las cartas y recuerdo cuando Bill apostaba en casa, pero no dinero sino droga.

Observo a los espectadores, tras el chico de cabeza rapada hay dos tipos de su talla, debe ser pandillero al igual que Thomas, recuerdo lo que me dijo: "no son amigables". Ahora entiendo a qué se refería.

El moreno deja caer todas sus cartas, mientras los demás se impacientan. Le sigue el chico de cabeza rapada. Y por último Colton. Es una perfecta escalera real.

Va a tomar el dinero, pero algo sucede y es ahí cuando todo comienza.

El tipo de cabeza rapada se levanta hecho una furia, el moreno se tira hacia atrás frustrado mientras que el rapado va contra Colton y el dinero que ha ganado. Los chicos que están a mi alrededor comienzan a empujarse, mientras todo se convierte en un enredo de palabrotas, gritos y puñetazos.

Intento abrirme paso y esta vez no tengo cuidado, empujo y pego codazos, escucho que me insultan, pero me da lo mismo y sigo avanzando hasta que quedo en primera fila.

Colton está sobre cabeza rapada, pegándole puñetazos en el rostro. La sangre tiñe el piso. Comienzan a pasar los segundos, pero nadie lo detiene, todos miran, gritan y vitorean. Si sigue así lo va a terminar matando. Respiro profundo contando mentalmente, pero aun así nadie se interpone entre ellos, ¿Qué es lo que pasa? ¿Acaso nadie piensa detener la pelea? ¡Se van a matar! Trago saliva y hago lo que nunca pensé que haría, corro y me tiro sobre ellos. Intento sujetarle las manos a Colton y lo jalo de la camisa, pero él no parece hacerme caso.

—¡Detente! —grito con voz ronca y el advierte mi presencia. Se da vuelta y escondo mi rostro bajo el gorro.

Se pone de pie. El tipo rapado está ensangrentado y casi inmóvil en el piso. Siento un escalofrío.

Colton me mira con el ceño fruncido.

—¡¿Quién eres tú?! —exclama hecho una furia —¡¿Quién te ha mandado a detenerme?!

—¿Qué? —pregunto confundida.

—¡¿Quién eres?! —vuelve a preguntar —¡Responde!

Nunca lo había visto tan enojado.

Veo que los demás chicos intentan levantar al rapado y los que están a nuestro alrededor están pendientes a nuestra discusión.

No puedo decir quién soy, no aquí con los demás presentes y mirándome.

—Eh... yo... me llamo Jay —es el primer nombre que se me viene a la cabeza.

—¿Jay? —levanta una ceja. —nunca te había visto antes.

—Soy nuevo.

—¿Nuevo? ¡Oh!, ¡Miren! —les grita a los demás —¡Tenemos a una rata nueva entre nosotros! —los demás se ríen y me miran curiosos.

Trago saliva, no soy capaz de decir algo.

—Sabes, aquí dentro tenemos reglas y la más importante de ellas es... ¡Nunca meterme en una pelea ajena!

Los demás aplauden sus palabras.

—Así que nuevito, tendrás que pagar las consecuencias.

—¿Qué? — ¡Ay no!, ¿Acaso quiere pelear conmigo?

—¡Pelea, Pelea, Pelea! —exclama la multitud.

Miro hacia todos lados, ¿Dónde se suponen que están los guardias para detener todo esto?

Todos se abren paso dejando un vació en medio, donde se posiciona Colton y yo estoy en el otro extremo. ¡Oh no!

Trago saliva nerviosa, ¿Porque nadie ha detenido esto?

—¡No peleare contigo! —exclamo ante la insistencia de los demás.

—¿Qué? —se pone una mano en la oreja, como si no hubiese escuchado.

—¡He dicho que no peleare contigo!

—¿Escucharon? —les pregunta a los demás —¡El nuevo no quiere pelear! ¿Acaso temes quedar en ridículo ante todos?

Los demás comienzan a reírse de mí y Colton se limpia las manos ensangrentadas en su camisa como un gesto de incitación.

Se está comportando como un verdadero cretino.

—No temo nada, no vine aquí para pelear.

—Yo nunca te pregunté si querías o no, acabas de detener la mejor paliza que ese idiota hubiese recibido. Este no es lugar de elecciones. ¡Aquí se hace lo que se demanda, y yo demando que muevas tu trasero y recibas la paliza por el idiota a quien intentaste defender!

Lo miro con el ceño fruncido, siento que habla como si fuese el cabecilla, como si fuese... el líder. ¡Oh no puede ser! ¿Cómo es que pase esto por alto? Thomas dijo que no podía entrar a este lugar por cierta rivalidad. No era "cierta" rivalidad como él dijo, sino que una específica y contra Colton.

¿Qué tal si Colton es el cabecilla de otra pandilla?, una que está en contra de Thomas y de sus seguidores. Quizás este lugar está dividido por varios bandos y lo peor, es que yo me acabo de integrar a uno, y es el bando opuesto.

—¡No peleare contigo! —digo más decidida que antes.

Thomas se sorprendió cuando le dije que venía por Colton, pero aun así me ayudó a entrar aquí. ¿Porque?, si es verdad que ellos tienen rivalidad ¿Porque me mando aquí?, o es que acaso estoy pasando algo por alto. ¿Acaso solo uso esto como medio para chantajearme y hacer que me uniera a su lado? ¿Fue una trampa?

Estoy nerviosa, lo único que sé es que nunca debí haber venido. Debí haber pensado en las consecuencias.

Colton se acerca. Doy dos pasos hacia atrás inconscientemente y luego me lanzo hacia los espectadores que me miran curiosos.

Quiero salir de aquí, quiero volver al pabellón de mujeres, quiero tener una vida normal, ¡Quiero a Michael conmigo!

Siento que unas manos me afirman en mi herida, la cual ahora es una cicatriz deforme. Hago un gesto de dolor y veo que es Colton quien me sostiene

—¡Suéltame! —grito.

—¿Adónde crees que vas? —me tira devuelta al círculo improvisado —¡Esto no se ha terminado, cobarde!

Desearía poder usar mis dones, quiero alejarlo de mí, no quiero pelear con él, no puedo.

—¡No voy a pelear contigo! —repito como disco rayado —¡No me interesa los problemas que tenías con ese tipo, solo intente que no lo matarás a golpes! — ¡Joder! Hay mucha similitud en las palabras que acabo de decir con lo que ocurrió con Cassey. Colton también me detuvo para que no le hiciera daño, para que no la matara ahí mismo. ¿Es que acaso es el karma?

—Esa era la idea ¿no? —levanta una ceja y sonríe de forma poco agradable —acabar con él.

Un escalofrío me recorre la espalda húmeda por el sudor. Colton me está comenzando a asustar, no me gusta la forma en que me está sonriendo, ni como me mira. Aquí es como si fuese otro Colton, uno muy diferente del que conocí en el comedor.

—Ven, te daré la oportunidad de atacarme primero.

—¡No! no peleare.

—No estamos en una democracia, he dicho que vengas ¡Ahora!

Trago saliva.

—¡Tu no me mandas! No peleare contigo.

—Eso está por verse —se comienza a acercar y entonces es cuando todo sucede.

Intento correr por entre medio de los demás, pero Colton me alcanza y en el forcejeo se me cae el gorro. Mi cabello cae detrás de mi espalda, balanceándose.

Veo las miradas de los chicos, están sorprendidos. Me siento expuesta, como si estuviera desnuda.

—¿Emily? —pregunta sorprendido y me suelta.

Por uno segundos se forma un silencio que me pone los nervios de punta.

—¡Es una chica! —exclaman los demás chicos.

—¿Qué es esto? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo es que...? —está demasiado confundido para que las palabras le salgan con naturalidad.

Veo que algunos chicos se acercan. Me quedo unos segundos en los ojos de Colton, no puedo definir lo que siente porque su rostro es una confusión de emociones.

—¿Emily? —pregunta como si hubiese visto a un muerto regresar de la tumba —¿eres tú?

Me tiro hacia atrás para salir corriendo hacia la puerta, pero unos tipos me cortan el paso. Me observan de una forma extraña, como si le estuvieran dando caza a una presa.

—¡Emily! —escucho a Colton llamarme.

Me abro paso entre los que me miran y me aprietan entre ellos, no me dejan pasar. Caigo en la cuenta que es una trampa, me están arrinconando. Las palabras de Thomas me caen como un balde de agua fría. Todos los chicos que están aquí deben ser sacados de los barrios marginales de Seattle, delincuentes, abusadores, drogadictos y han encontrado a su presa.

—¡Colton! —alguien me agarra una mano y me tira.

Caigo al suelo entre piernas, zapatos y formas borrosas.

Todo se vuelve confuso por un momento, manos me tocan, ojos curiosos me observan lascivamente.

Mi mente vaga entre los rostros sin reconocer a ninguno y un recuerdo se dispara en mi mente.

Cuando era pequeña y los sucesos extraños entraron a mi vida, comencé a dedicar parte de mi tiempo a intentar entender que es lo que me estaba pasando, creyendo que lo que tenía se debía a una enfermedad.

Mover cosas y hacer que todo cambiará según lo que pensaba o quería, para mí no era un "Don". Creía que se relacionaba a una enfermedad, una que corría por mis venas, y fue ahí cuando hice el hallazgo de mi vida. Un libro de "Metafísica" condujo mi vida hacia la verdad y hacia una explicación.

"La capacidad de mover objetos, mediante el uso exclusivo de la voluntad, (llámese "Telequinesis" refiriéndose a la capacidad para mover objetos o causar transformaciones en ellos mediante la fuerza de la mente); solo se manifiesta en momentos de extrema tensión, lo que da a entender que esta capacidad se encuentra, de hecho, escondida y arraigada muy dentro de nosotros.

Las personas que desarrollan el "Don" - según como le he denominado - son personas que pueden usar la vida a su favor o atentar contra ella, provocando cambios drásticos o severos entorno a sus emociones; es por eso que los momentos de "tensión" no pueden ser tomados a la ligera a fin de no exponer a un paciente con este "Don" a una situación que pueda cambiar su entorno radicalmente".

Esa era la palabra "Cambiar su entorno radicalmente", eso es justo lo que está pasando.

Cuando me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor es muy tarde para detenerlo o mejor dicho... para detenerme.

Las luces del salón comienzan a parpadear y los focos estallan sobre nuestras cabezas, salpicando chispas hacia todos lados. Todo queda en penumbras y el silencio es casi instantáneo.

Las sillas y las mesas comienzan a rechinar arrastrándose por el piso, se mueven solas, todos las observan asustados.

Algunos aún se encuentran a mí alrededor, pero ya no me prestan atención. Mis manos y mis dientes están apretados, estiro mi palma y hago que los que se encuentran cerca caigan con un golpe brusco, dejando un vació a mi alrededor.

Todos se miraron aturdidos, y luego sus miradas caen a mí.

Intento levantarme, pero me duele el tobillo. Escucho un murmullo lejano que luego de unos segundos se hace más audible.

—¡Emily! —grita Colton entre el silencio.

Me ve entre los demás, su rostro nunca había estado tan marcado por algo que me parece desagradable. Lástima y pánico.

La rabia me domina, ¿Lástima? Yo no tengo porque dar lástima, yo soy más fuerte que todos ellos, más fuerte que la Doctora, más fuerte que Cassey y Patty, más fuerte que Bill y por último mucho más fuerte que todos los hombres que están aquí. ¡Se los demostraré!

—¡No te acerques! —exclamo y otro chispazo se extiende por el techo.

Se detiene a metros, mientras los demás se miran entre la oscuridad buscando alguna explicación.

—¿Emi, estas bien? —pregunta con esa mirada de lástima —¿Qué haces aquí?, yo creí que eras... —no termina la frase.

Las luces vuelven a estallar provocando un cortocircuito que explota arriba de nuestras cabezas.

Colton mira las luces y luego me mira a mí, nadie se percata hasta que alguien grita — ¡Fuego! ¡Fuego! —y la estampida comienza.

Corren hacia las escaleras, hacia la única salida. Las luces han dejado caer vidrio y un montón de cables que se alzan en llamas que danzan sobre las mesas, el suelo y las paredes.

Intento pararme mientras la multitud corre por mi lado.

—¡Ay! —mi tobillo, intento levantarme nuevamente, pero me caigo.

Unas manos se enlazan a mi cintura, Colton intenta ponerme de pie.

—¡Tenemos que salir de aquí! el fuego comienza a extenderse.

Me afirmo como puedo de él, salimos entre el caos.

No miro hacia atrás por miedo a ver las adyacentes llamas que se precipitan a carcomer y matar todo lo que está a su paso, recordándome quien soy y lo que he hecho.

Salimos del salón y las alarmas contra incendios se encienden, los guardias y las enfermeras pasan corriendo por nuestro lado. Algunos chicos tosen y tienen el rostro negro por el hollín. Mi pierna intenta adherirse al suelo y mi corazón palpita más rápido que de costumbre.

—¿Estas bien? —me pregunta Colton.

Intento asentir, pero no puedo, me siento paralizada.

Me lleva cojeando al vestíbulo donde varios chicos han llegado asustados y huyendo. Lo último que quieren es morir quemados y encerrados.

Me deja en uno de los sillones y se arrodilla para examinar mi pie.

—¡Emily! —exclama alguien, es la recepcionista —¡Oh dios! ¿Qué ha sucedido?, me tenías preocupada, no volvías.

—Estoy bien —hago una mueca.

—¿Qué fue lo que sucedió?, se han activado las alarmas de incendio.

—Sí —contesta Colton, poniéndose de pie —creo que las luces del salón hicieron cortocircuito —me mira de reojo.

¿Qué es lo que sentirá? ¿duda, miedo, sospecha, curiosidad?

—¿En el salón? —replica la rubia mirándome —¿Qué hacías ahí Emily?, pensé que venias a la biblioteca.

—Yo... —el tumulto de personas que hay en el vestíbulo se disipa para dar paso a enfermeros y a la Doctora Mónica.

—Doctora Mónica —se sobresalta la recepcionista.

Su mirada pasa de ella a Colton y luego cae con todo su enojo y confusión a mí.

—Dónde estás tú hay problemas —frunce el ceño —¿Ahora te las das de pirómana*?

La mujer rubia y Colton se miran confundidos.

—Traigan los extintores e intenten apagar el fuego —le dice a los enfermeros y guardias, luego mira a la recepcionista —tú encárgate de llevar a todos los chicos a sus habitaciones, que nadie salga. ¿Entendido?

La rubia asiente y se va trotando por el corredor.

—Y tú —me apunta —creo que tengo el lugar perfecto para que pases el resto del día.

Los enfermeros hacen a un lado a Colton y me toman de ambos brazos.

—¡Yo no lo hice! —le grito repentinamente a la Doctora y todo el mundo se queda mirándome.

—¡Llevensela!

—Usted sabe que yo no lo hice, ¡Yo no pude haberlo hecho!

—¿A dónde se la llevan? —alza la voz Colton.

—Eso a ti no te interesa —contesta la Doctora.

Me sacan del vestíbulo mientras lanzo patadas.

Llegamos al pabellón de mujeres y distingo a Lilly hablando con una recuperada Winnie en el vestíbulo, ambas se dan vuelta a mirarme.

—¿Emily? —alza la voz Winnie —¿Que ha pasado?, ¿A dónde se la llevan? ¡Emi!

El eco de sus palabras queda atrás, veo que Lilly nos sigue por el pasillo. Supongo que me llevaran directo a la caja, pero no es así.

Entramos a una habitación donde hay una camilla que en cada costado tiene un sujetador para manos y pies, a un lado hay una caja extraña con todo tipo de cables.

Al ver eso sé exactamente lo que me van a hacer. El pánico se apodera de mí.

—¡No! —grito asustada.

Me suben a la camilla entre cuatro enfermeros, Lilly se encuentra atrás con expresión fría.

—¡No, por favor! ¡Sáquenme de aquí! ¡Ayuda!

—¡Sujétenle las manos! —dice uno de los enfermeros. Me amarran de pies y manos, meten algo en mi boca y conectan algo a mi cuerpo, mientras me retuerzo para liberarme.

Intento defenderme con mis dones, pero la descarga me detiene como si mi cuerpo hubiese chocado contra algo y me golpea con un dolor inquietante.

Comienzo a llorar y la descarga vuelve desde la punta de los pies hasta mi cabello. Lilly me mira como si estuviera observando a un animal enjaulado. Eso soy yo, una loca enjaulada o en eso me han convertido. Felicidades Doctora Mónica, cumplió su maldito propósito.

Grito con todas mis fuerzas, pero lo que tengo en la boca impide que me salga algo concreto de los labios.

Después de la quinta descarga ya no siento nada. Mi cuerpo grita de dolor, mi mente está junto a hermano en cualquier parte en donde este, las lágrimas mojan mi camisa y Lilly sigue mirándome con la misma expresión fría.

*Piromanía: Trastorno o enfermedad psicológica del control de los impulsos, que produce un gran interés por el fuego, cómo producirlo y observarlo.







Continue Reading

You'll Also Like

84.1K 4.7K 54
TERMINADO CNCO, CD9, MIX5, GOT7 INTERNADO, AMIGOS, ENEMIGOS, FAMILIA VAMPIROS, HOMBRELOBO, SIRENAS, BRUJAS ETC... ¿Qué puede salir mal? (Toda image...
58.7K 3.1K 17
mientras player corría de catnap algo callo en el felino y este se se transformo en su forma pequeña/peluche de caricatura y los demás smile crittert...
1.6K 145 7
La historia de Maléfica no comienza tras el despecho por no haber sido invitada a una fiesta, su historia empieza mucho antes, cuando tan solo era un...
100K 4.6K 32
Si te gusta Christopher Veléz lee esta novela te va a encantar. 🚫No copias /sin mi consentimiento/ 🚫No lectoras fantasmas