Un desayuno tétrico.
Recuerdo que lo primero que hice esa mañana fue bostezar, una, dos, tres veces para luego caer rendida sobre la mesa del comedor. Ni bien mi cabeza golpeó la tabla de plástico Alex me levantó como una muñeca de trapo y me agitó para asegurar mi estado: despierta. Lo miré con cara de "watafak", él me miró con cara de "no te duermas imbecila" y por último, pero no menos importante, Kate sonrió nerviosa señalando... ¿una pantalla blanca con un gran reflector que tenía a mis espaldas?
Mierda.
—Yo te dije que era buena idea desayunar palomitas —le reprochaba Alex a Kat, indignado—. ¿Ahora con qué veremos la película?
Volteé mis ojos cansados.
—No es una película, idiota. Es sobre Melany —expliqué parpadeando más rápido de lo normal para no caer en la tentación de dormirme.
—¿Sobre quién? ¿Melany? ¿Qué? Pero si ella... ¿la búsqueda no se canceló? —soltó Kat sin detenerse, confundida.
—Olvídate de todo Katecita —murmuró con suma tranquilidad el morocho mientras masticaba un chocodín— porque hay dos opciones, o Jade está drogada o no dormir le hizo mal y ahora está alucinando. Creo que es la segunda pero apoyo las dos causas.
—La segunda. Fue una noche pesada —me limité a contestar mirando como terminaban de montar el reflector el guardabosques y el señor Miller—. Insomnio. Mucho insomnio.
—¿Por algo en específico? —cuestionó Alex con indiferencia.
Juro que le estaba por decir: pues... ¿Se considera específico cuando el insomnio tiene nombre y apellido? Pero terminé diciendo por dentro: maldito pelinegro lleno de tinta, y por fuera:
—Estrés supongo —tragué grueso—, piénsalo así: mi idea era irme a un campamento para despejarme tomando fotografías de paisajes bonitos, y ahora, esos paisajes están rodeados de cintas de precaución y sangre.
—Y si a eso le sumamos las mariposas de colores, tu compañero de habitación, y el hecho de que el asesino/secuestrador/psicópata posiblemente esté entre nosotros todo es mucho más... —Alex intentó terminar la oración cuando de pronto una voz, proveniente de un megáfono, retumbó en el enorme salón.
Liam.
Todos se congelaron al ver Liam sobre una escalera sosteniendo un micrófono y señalando el video en pausa, que se proyectaba en una de las paredes del lugar, con el rostro de Melany sonriendo de fondo.
—Sé que estamos aquí reunidos para mhmm... bueno... principalmente atragantarnos con los chocodines de Betty y... —El profesor Miller lo fulminó con la mirada desde el piso de abajo, él tragó grueso y de alguna forma u otra intentó seguir con su especie de discurso—: Estamos aquí reunidos por el gran fraude de la muerte de nuestra... amigable... y... ¿preciada compañera Melany? —carraspeó su garganta.
Liam borró su sonrisa de payasito al ver las risas de los alumnos. En esas risas entraban las de Kate y las de Alex, la mía no por el momento.
—Hoy me toca ser la voz de Melany y hacerla sentir cerca de ustedes, mañana quizás les toque a ustedes ser la mía o yo ser la de ella —siguió con su discurso y me señaló a mí serio, y todo el mundo se giró hacia donde yo estaba. Creí que se lo tomarían en chiste y me reí de los nervios, pero sorpresivamente todos se callaron tétricamente creando más tensión aún. "Liam, te detesto con todo mi ser" era mi único pensamiento en ese momento—. Ahora si, si me lo permiten y se lo permiten a ella, Melany quiere decirles unas palabras.
Ya de por sí doy por entendido que suponen que a mí también me sorprendió el hecho de que esté ahí arriba con un micrófono diciendo algo prácticamente de memoria ¿verdad? Pues aciertan, pero luego... luego lo deje de lado y me comencé a fijar en detalles mucho más pequeños que se empezaron a conectar en mi cabeza de la nada:
Liam llevaba puesta una sudadera. Y eso no era lo raro, osea por un lado sí —porque el pelinegro solía ir como lo trajo la vida por el mundo— pero esa vez iba por otro lado la rarez; quizás porque todos sabíamos que Liam era don caluroso, y el calor que hacía ese día era el triple de lo común, es decir, colocarse esa sudadera era como un pensamiento totalmente suicida de su parte, y aparte, ¿por qué se pondría una sudadera solo para transpirar? ¿Para ocultar algo? ¿Por una inseguridad? Esperen, ¿Liam con inseguridades?
Ja.
No me fiaba de él, y comencé a fiarme menos cuando todo se fue al carajo, justo unos minutos antes de que se reprodujera el video.
Pum.
Mariposa azul.
—Alex, mira eso —le susurré al oído señalando detrás del pelinegro.
—¿Qué? —dijo, perplejo.
—Mira detrás de Liam, idiota.
—No hay nada.
—La mariposa, mira la mariposa.
—Que no hay nada, joder.
—No es gracioso.
—Lo digo en serio, ¿era verdad mi teoría de que te drogaste o qué?
Genial.
Suspiré y decidí tomármelo solo como una señal para no entrar en pánico ya que, de alguna forma, esas mariposas no tenían significado, y me di cuenta que desde la primera vez que aparecieron mis líos aumentaron más y más. Tampoco sabía cómo reaccionar ante ellas y mucho menos cómo no cagarla, y ese era el motivo que me indicaba que probablemente todo iba a terminar en nada más y nada menos que en una catástrofe.
En fin.
Me concentré en Liam sin pensarlo, una parte de mí dice que fue porque estaba confundida, y la otra parte dice que... que no dice nada ¿Okey?
Me pareció raro que en el bolsillo principal de su sudadera se notara a la perfección un bulto. Un gran bulto. Estaba segura de que tenía algo debajo, algo que tenía que ocultar bien, algo que por alguna razón me daba mucha curiosidad. Los conozco, sé que están diciendo: "Jade, no te hagas la cabeza, quizás era un libro o su celular o..." ¡No! No lo era. Analicé cada uno de sus movimientos, cada vez que soltaba una palabra de su boca la decía casi ensayada, como un robot, y cada dos segundos metía las manos en el hueco que quedaba del bolsillo y bajaba la mirada para ver si ese algo seguía ahí o se había caído.
Era algo importante.
Pero no tan importante como el video que empezaba a proyectarse en la pared, ¿verdad? Así que lo dejé de lado y me concentré en las palabras de Melany.
Todo era tan extraño, Mel se notaba contenta, sonriendo de punta a punta. No se veía obligada ni nada. De fondo tenía una pared blanca hogareña y unos cuadros de cuerpos humanos coloridos. Supuse que era la casa de los Rodder. El audio estaba un poco dañado, pero al escuchar un un "estoy bien, tranquilos" me tranquilicé pero no dejé de estar alerta. Nunca había que bajar las defensas.
—Ya dicho esto, que tengan un buen desayuno —agregó el pelinegro al final, soltó el micrófono y todos aplaudieron... ¿emocionados? Cuando de pronto...
Chan.
Chan.
Chan.
El video terminó y mis primeras cinco palabras fueron:
—Esto me da mal rollo —susurré ladeando la cabeza para observar al resto. Todos estaban murmurando cosas por lo bajo y mirando el video de Melany, confundidos. Algunos sacaban fotos, otros bromeaban gritando "#Melanyresucitó" y Alex, Kate y yo nos dedicamos a hacernos caras de perturbación—. No la entiendo.
—Yo menos, ¿por qué se iría de la nada del campamento? —soltó Alex.
—Porque no le llegaba la señal de su IPhone 14 y no podía sobrevivir sin el —bromeó Kat.
—Quizás porque algo le molestó —dije sin pensarlo, bebiendo mi café con suma tranquilidad.
—Espera... ¡Eso es! —chilló Kate, acelerada.
—¿Lo del IPhone? Mira si es eso, yo pienso que... —Intenté explicarle mi punto de vista.
—¡No! Repite lo que dijiste antes.
—¿Qué quizás algo le molestó?
—¡Sí! ¡Eso es!
Algo la molestó, joder. ¡Algo la molestó!
De repente alguien más entró en escena. Kate pareció sorprenderse al instante y yo... yo no me sorprendí, solo me concentré en ver al pelinegro alejarse de mí mientras Melany, que estaba casi que en ropa interior, lo llamó señalándole su cámara y balbuceando algo incomprensible desde dónde yo estaba. El pelinegro la miró con rechazo y casi percibí como él le decía algo que pareció herirle, porque al instante ella salió corriendo y no le dijo ninguna palabra más. Para mí sorpresa él no corrió detrás de ella. Se quedó con la cámara en sus manos mirándola fijamente.
—Liam —escupí de la nada.
—Él estuvo en el lago con ella, la hizo llorar, él...
—Él tiene algo que ver con esto —aseguró Alex.
—Y no haremos nada al respecto —les aclaré.
—¿Qué? —dijeron ellos al unísono.
—Vine aquí a divertirme y a hacer lo que me gusta, no a jugar a perseguir al asesino no asesino.
—¿Tú quieres que nos mate a todos?
—No, solo... no creo que Liam pueda crear un plan maestro como para acabar con la vida de una persona de este ambiente —ambos me miraron mal—: ¿Qué? ¿Miento acaso? Chicos, sabemos que Liam no piensa con la cabeza, y si lo hace es para pensar en él mismo.
Alex asintió, dándome la razón.
—¿Qué? ¿Tan mal te cae ese chico? —me preguntó Kate con cara de gatito abandonado.
—No me llevo bien con personas que solo piensan en ellas, ¿contesto tu pregunta? —Kate volteeó los ojos—. Ahora si me lo permiten... tengo unos asuntos que solucionar.
Hice un ademán de ponerme de pie, tomando mi cámara.
—¿Y si Melany no está bien? ¿Y si la forzaron a hacer eso? ¿Y si Liam causó todo eso y ella intentó terminar con su vida por culpa de...?
—¿A qué quieres llegar con todo esto, Kate?
—No sé si Melina es tu amiga, pero si es la mía a pesar de todo —acomodó sus lentes, nerviosa—. Meli no está bien, y su hermana menor, y yo... yo las conozco, no se irían porque sí del campamento y...
—Espera, ¿Melina también se fue del campamento? —preguntamos con Alex al unísono.
—¿No lo sabían? —Negamos, sorprendidos—. Pues sí, se fue el día en el que se enteró que su hermana estaba viva y en su casa. No la juzgo, yo también necesitaría verificarlo.
—Esto me da peor rollo que antes, joder. Podrías haber empezado por ahí.
—Era lo que intentaba hacer.
—¿Llamaste a Melina? ¿Hablaste algo con ella? —le pregunté a Kat mientras volvía a tomar asiento, concentrada.
—Ayer, ayer hablé por la tarde pero después la señal de mis datos se perdió y tuve que colgar. Lo raro fue que no me quedé sin ellos, supuse que falló algo de la antena que transmite la señal del centro de la ciudad hacia aquí, ¿sabes?
—Aguarda —quité el celular de mi bolsillo, lo encendí y activé los datos móviles—. Mierda, es verdad.
—En el mío tampoco andan —aportó Alex.
—Al menos está viva y se escucha bien que es lo que importa —ironizó Kat y con el morocho la miramos, serios—. Lo siento, mejor me callo.
Y fue en ese momento cuando desvié mi mirada a otro lado.
Creo que no fue una buena idea mirar hacia la mesa del grupo de idiotas. Lo peor fue notar que la silla de Liam no estaba ocupada. Y mucho peor fue verlo salir corriendo por la puerta del comedor de una forma extraña sin que nadie lo notara.
—Debo ir al baño, ya vuelvo —solté de golpe, levantándome sobresaltada.
—Jade pero... —intentó reprimirme Kat.
—Sí, ¡luego te ayudo con eso y con lo que quieras! —grité mientras me escabullía entre la gente. Gracias a todo el murmullo eso no se escuchó demasiado—. ¡No me esperen para almorzar!
Pequeño detalle: estaba diciendo todo eso caminando hacia atrás. Un detalle aún más pequeño: eso no fue una idea muy asuta de mi parte ya que tropecé con un chico moreno, y por mi idiotez le dije "gracias" en vez de "lo siento". Quedé como una tremenda estúpida. ¿Otra casualidad de la vida? Era el mismo chico moreno que conocí el primer día de campamento, ese con el que intercambiaba miradas extrañas a menudo, ese chico raro que se juntaba con Liam, ese chico que según Alex era mhmm... psicópata.
—Yo... digo, ¡disculpas! Que tengas un buen día —al observar su cara de preocupación corrí hacia la salida—. ¡Saludos!
***
Esto es real, dije yo.
Seguí a Liam por más de cinco minutos. Seguirlo sin que me viera aplicó realizar todo trabajo físico que no hice en todos los años de secundaria. Tuve que arrastrarme, saltar y jugar a las escondidas por el piso y los troncos del bosque. Principalmente porque era obvio que él se notaba perseguido, y eso le causaba inseguridad y miraba a sus lados cada dos segundos, y yo bueno... en esos dos segundos salía corriendo para algun costado o me aferraba al primer trozo de madera que veía manteniendo la respiración.
En el camino noté por segunda vez que Liam no estaba mhmm... como siempre, no diré "normal" porque siendo sincera el niño nunca fue muy normal que digamos. Y se estarán preguntando: ¿Por qué dices eso, Jade? Pues preparen sus oídos, o mejor dicho sus ojos.
Primer punto: él rascaba mucho sus brazos y hacia muecas extrañas, era como si se estuviera quejando de... ¿ardor? ¿dolor? No lo sé. También noté que llevaba puesto la sudadera que tenía anteriormente con un bulto en su bolsillo. Las manos estaban sujetando por fuera ese algo que cargaba. Sabía que tenía que descubrir lo que había ahí adentro sí o sí. Y eso iba a hacer.
Segundo punto y último porque mi cabecita no daba para el tercero: el motivo de sentirse perseguido. Normalmente uno no se siente así a menudo. Para estar de esa forma debe pasar algo por tu mente que lo cree, ¿verdad? Una mentira, un problema, un miedo, un motivo de sentir esa percusión, esa adrenalina, ese conjunto de cosas que describe claramente: "no quiero que me encuentren o que me vean".
O también puede ser que necesitaba espacio a solas porque necesitaba estar solo sin tanta gente, ¿no? Pero esa es la opción más aburrida y sin nada de drama entonces la descarté. Bueno, decirlo así suena un tanto feo de mi parte pero tranquilos, no estaba tan loca, por un momento sí la tomé en cuenta, pero luego de qué pasó lo que pasó entré en cuentas de que eso no... no era lo que realmente pasaba.
Dejando mis detalles de lado...
Al fin y al cabo cumplí mi función de no perderlo y alcanzarlo sin que me vea que eso es lo importante.
Bien.
Hay que tener en cuenta que mis pasos eran torpes y acelerados ya de por sí, pero cuando ví que Liam se detuvo a lo lejos entre unos arbustos, se hicieron mucho más torpes y acelerados que de costumbre. A pesar de todo, logré no hacer ruido con el crujido de las hojas del suelo y avancé a por él. Lo único que se escuchaba era el sonido del viento y un pequeño ruido, que surgió solo una vez, en forma de "Clic".
Me aferré a un tronco cercano y asomé mi cabeza cual espía profesional. Primero vi a Liam protestar otra vez, y luego... y luego no vi un carajo, solo una luz rojiza mezclada con tonos anaranjados y un poco de humo expandiéndose que me asustó. Me asustó tanto que me tuve que aferrar aún más al tronco y cerrar los ojos mientras me daba la espalda.
Y así, con los ojos cerrados, tardé solo un segundo en darme cuenta que el sonido era de un encendedor, luego tardé otros dos segundos para entender que Liam era el que había encendido ese encendedor detrás de ese arbusto. Y siendo muy realista, lo primero que supuse era que solo se alejó porque quería fumar y ya, porque bueno, era lo que le faltaba a Liam para ser el típico chico de película de adolescentes pero no, no era así.
Liam no era el típico chico de las pelis de adolescentes hormonales porque lo que iba a hacer era...
¿Quemar un oso de peluche?
Sí, ¡quemar un jodido oso de peluche! Cuando me atreví a mirar hacia atrás, de un segundo a otro sacó esa cosa que llevaba escondida en la sudadera; es decir: el puto peluche de pelpa y lo lanzó al piso para luego quemarlo entero.
Luego de eso todo fue humo.
Mucho humo.
¿Y saben quién tenía una alta irritación al humo? Yo ¿Y saben quién tosió como una perra desaforada luego de aspirar todo ese humo? Yo también, ja.
El crujido de las hojas se escuchó de repente. Parecían pasos que se acercaban cada vez más a mí.
—¿Hay alguien ahí? —escupió Liam, de repente.
Tosí otra vez.
Me obligué a taparme la boca yo misma con fuerza.
—Sal de donde sea que estés, Jade.
Yo estaba algo así como: Esperen, ¡¿khe?! ¡¿Cómo dices que decías?! ¡¿Cómo lo zupo?!
Mi respiración se agitó y tuve la iniciativa de correr. ¿Y si era un asesino de verdad? ¿Y si me quería comer a pedacitos en la parrilla? Pero no, no podía correr. Sabía a la perfección que si salía corriendo era como gritar "aquí estoy". El crujido de las hojas me iba a delatar.
Entonces, en medio de mi ahogamiento y mi desesperación, contuve la respiración para no dar ninguna señal de vida. Y creo que me lo tomé muy en serio lo de "no dar señal de vida" porque a los segundos caí rendida al piso cual bolsa de papas.
Todo se desvaneció.
¡¿A quién se le ocurre aguantar la respiración cuando se está ahogando?!
A mí, je.
***
Nota de la autora: ¡Hola amores! Perdón la demora como siempre, ando en tiempo de exámenes y toda esa wea.
No pude corregir NADA el cap, así que si me ayudan me harían un gran favorcito <3
¿Les gustó el capítulo? A mí me encantó, y lo hice más larguito para incluir pistas, porque los veo medios perdidos (aunque es la intención por ahora) y para desarrollar un poquito más...
TENGO UNA IDEA (no me ignoren porfi): a partir de ahora, cuando vean una frase que les guste mucho, o una escena o lo que sea, coloquen una 🦋 como post it, así generamos unos lectores super distintivos, ¿va Team mariposita? Y si desean pueden etiquetar a un amigo así crecemos como una familia :)
¿Teorías nuevas? ¿Qué tendrá Liam?
Ulala.
En el próximo capítulo sabremos qué pasó luego de que Jade se desmayara y nos enteraremos si Liam la descubrió o no...
Los dejo con el espacio de # para que ustedes los armen como siempre