NARRA HERMIONE.
Después del incidente con Malfoy camine de la mano con Ron hasta que estuve segura que, cierta serpiente no nos oyera.
- ¿Qué estabas pensando? - pregunté furiosa soltando su agarre de un tirón.
-Me ha provocado - dijo Ron para defenderse.
-No me importa, solo trata de ignorarlo - dije deteniéndome para mirarlo a los ojos.
-Tú lo que no quieres es que le pase algo malo a tu pequeño hurón - me miró fríamente y me tomó de nuevo de la mano - Hermione olvídalo de una vez.
-No se trata de eso - mentí - tenemos muchas cosas que preparar para la boda de tu hermana como para que te castiguen, además eres un prefecto
-Supongo que tienes razón - dijo el sonrojándose un poco.
-Solo ignora a Malfoy - le repetí y eché a andar en dirección a la torre de Gryffindor.
Caminamos en silencio y al entrar a la sala común encontramos a Ginny y Harry sentados en un sofá en un rincón con las cabezas muy juntas hablando en voz baja, mi amiga parecía enojada.
- ¿Qué sucede? - pregunté sentándome junto a ellos, Ron me imito.
-Harry, quiere que compre el vestido aquí porque no quiere que viaje a Francia - dijo Ginny molesta.
-Es que en su estado no es adecuado que vaya sola - dijo Harry negando con la cabeza
- ¿mi estado? - Preguntó mi amiga enfadada - no estoy enferma Harry.
-No irá sola - interferí - yo iré con ella.
-También lo hará Luna - afirmó Maris que acababa de llegar y se sentó frente a nosotros en una butaca sola - y yo.
- ¿lo ves? - Preguntó Ginny esperanzada - no iré sola.
-No lo sé... - dudo mi amigo.
-Harry tiene razón Ginny, no pueden ir solas - dijo Ron apoyando a Harry como siempre.
-Tu cállate, Ronald - dijo Ginny enfadada - era de esperar que te pusieras de su parte.
-Tranquila, Ginny - dije tomando la mano de mi amiga.
-Es que no entienden, Hermi - dijo mi amiga negando con la cabeza.
-Harry, ella estará conmigo, no le pasara nada - sonreí a mi amigo y él me miro dudando.
-es que su estado...
-¡NO ESTOY ENFERMA POTTER! - repitió gritando mi amiga poniéndose de pie arrastrándome junto con ella.
-Ginny, tranquilízate - le dijo Harry tomándola de la mano - solo me preocupo por ti y él - acarició el vientre de mi amiga y esta se relajó un poco.
-puedo hacerlo yo sola, solo serán unos días - dijo Ginny sentándose de nuevo.
-no pasara nada grave, yo estaré para cuidarla - dije sentándome de nuevo y abrazando a mi amiga.
-Además nos quedaremos en casa de los padres de Fleur - tercio Maris sonriendo.
-Está bien - dijo por fin mi amigo - pero un chico tendrá que ir con ustedes.
- ¿Por qué no nos acompañan ustedes? - dijo Maris guiñándole un ojo a Ron quien para sorpresa de todos se sonrojo un poco.
-Eso es una buena idea - dije sonriendo - una semana antes de vacaciones nos vamos, creo que si hablamos con McGonagall lo entenderá, siempre y cuando nos pongamos al corriente con los deberes.
-Por mí no hay problema - dijo Ginny sonriéndole a su prometido.
- ¿Por qué no? - dijo Ron sonriendo a su amigo esperando su respuesta.
-sí, creo que estaré más tranquilo - Ginny se abalanzó contra su novio y le llenó de besos la cara y mi amigo reía encantado.
-Gracias, gracias - repentia una y otra vez mientras lo besaba.
-Creo que hemos entendido - dijo Ron tan rojo como su cabello.
-Vamos, Ron - dije tendiéndole una mano - Maris, hay que dejar a los novios tranquilos.
A regañadientas Ron se puso de pie y se dirigió a su habitación, no sin antes que le recordara la reunión de prefectos a las 8, me dirigí a mi habitación y Maris me siguió en silencio.
-Hermione yo...
-No tienes por qué disculparte - dije en cuanto entremos a mi habitación - sé lo que paso, o al menos una parte.
- ¿me permites explicarte? - pregunto sentándose en el borde de mi cama
-Está bien - accedí mientras me sentaba por un lado de ella
-Cissy, la madre de Draco pensaba que él y yo salíamos desde que comenzó el curso, Pansy fue la que se lo hizo creer, después de conocerte a ti y de ver las miradas "discretas" que le dirigías a Draco durante las comidas en el Gran Comedor, me di cuenta que sentías algo por él y al ver que te las respondía supe que él sentía también algo por ti, él después me lo confirmó y decidimos mentir para tranquilizar a Pansy y a Cissy...
-Sí, eso ya lo sabía - dije impaciente
-Bueno - continuo - no se realmente como Pansy se dio cuenta de que tú y Draco tenían algo, el caso es que lo descubrió antes del baile de Halloween y decidió preparar una trampa.
-Fue cuando los encontré besándolos - dije mirándola fijamente
-exacto, ella utilizo la poción multijugos y creo que confirmo sus sospechas cuando Draco la besó sin mas con solo verla convertida en ti, la madre de Pansy le escribió a Cissy diciéndole que habían regresado Draco y ella, cosa que es mentira y Cissy para aclarar cualquier rumor, vino a la escuela obligando a Draco a comprometerse conmigo pues temía que si no lo hacía, volvería con Pansy - asentí con la cabeza y ella tomó aire - una tarde Draco y yo pensábamos en como deshacer el compromiso y Pansy nos escuchó, supongo que se enteró que Draco quería encontrarse contigo la otra noche y fue para arruinar que él te lo dijera personalmente.
-Eso lo tengo claro, Maris - dije mirando fijamente por la ventana - pero Draco me insulto.
-No fue su intención - dijo negando con la cabeza.
-tal vez no, pero necesito que me demuestre que lucha por nosotros - dije tristemente.
-díselo.
-Ya lo sabe - suspiré - desde que comenzamos a salir, es como si fuera su amante- mi amiga me miró sorprendida - pues ante todos los demás tu eres su novia, nos vemos a escondidas, salvo mis amigos y tu saben de nuestra relación, él tiene que enfrentar a su madre, si no lo hace ustedes terminaran casados y yo no me convertiré en la "otra"
-claro que...
-No intentes decir que no es cierto - la interrumpí - tu sabes que es verdad y yo no soy tan poca cosa para permitirlo.
-Lucha por él - dijo poniéndose de pie.
-Ya lo hice - la imite y comencé a pasearme por la habitación - decepcione a mis mejores amigos, faltó a clase por estar con él, tengo sueños y por estar a su lado no he podido cumplirlos, pues tenemos que escondernos.
-Sigue luchando - dijo ella tomándome de la mano para detener mi caminata y verme a los ojos.
-No, ya no lo haré - dije fríamente.
-Estoy convencida de que él lo hará - dijo mientras me soltaba y se dirigía a la puerta de mi habitación.
-si lo hace, comenzare a luchar junto con él - sin decir nada más salió de la habitación y cerró la puerta tras sí.
Miré el reloj faltaba más de una hora para la reunión con los prefectos, busque en mi baúl algo de ropa para quitarme el uniforme y encontré unos vaqueros negros algo ajustados y mi suéter gris; me vestí lentamente y me calce con mis zapatillas de deporte.
Baje a la sala común faltando 20 minutos para las ocho y me encontré a Ron tumbado en el sofá junto al fuego, cuando me miro me sonrió y se puso de pie rápidamente.
- ¿nos vamos? - preguntó tendiéndome la mano, sonreía y negué con la cabeza, pero tome su mano.
-Si - dije sonriendo.
Caminamos en silencio hasta el despacho de la profesora McGonagall, al llegar a la gárgola de piedra me detuve en seco, Malfoy y Pansy estaban parados frente a la gárgola de piedra, Pansy parecía molesta y Draco mucho más molesto que ella, llevaba unos vaqueros azules ligeramente sueltos y la camisa blanca del uniforme abierta en los dos primeros botones, su cabello rubio despeinado. Sus ojos se encontraron con los míos y me quede perdida un momento en ese mar de mercurio pero Ron camino arrastrándome con él a la realidad, la gárgola de piedra se hundió y dejo al paso la escalera de caracol que comenzó a subir, Pansy me lanzó una mirada de odio y subió a la escalera, seguida de Ron quien me arrastro con él y tras de mi subió Draco, sentía su aliento en mi nuca y su olor a menta me puso a temblar, solté la mano de Ron y comencé a tallarme los brazos pues la piel se me había puesto de gallina.
Fue el viaje más largo a la puerta de caoba que jamás había hecho, en cuanto llegamos Pansy tocó la puerta y esta se abrió, Draco me roso la mano al entrar y deposito un trozo de pergamino en ella, apreté mi mano en un puño y seguí a Ron al interior del despacho. Donde los retratos de los antiguos profesores se hacían los dormidos y nos estaban esperando los demás prefectos: Anthony Goldstein y Padma Patil de Ravenclaw estaban ya sentados en dos sillas al lado derecho frente al escritorio de la profesora McGonagall, mientras que Ernie Macmillan y Hannah Abbott estaban sentados al lado izquierdo del escritorio, dejando solo cuatro sillas desocupadas en frente del escritorio, Ron me dirigió hacia dos sillas desocupadas procurando sentarse en medio mío y de Draco.
La profesora McGonagall estaba de pie al otro lado del escritorio mirando fijamente a través de la ventana, cuando la puerta se cerró se giró hacia nosotros y nos sonrió.
-buenas noches, prefectos- comenzó aun sonriendo mientras se sentaba en su silla tras el escritorio - esta reunión es para decirles que los rondines a media noche comenzaran después de las vacaciones de navidad, y es necesario formar las parejas... - intuía que seguía, mi mala suerte había estado presente desde el inicio del curso y no me sorprendí en el momento en que la directora, nos dio un trozo de pergamino a cada uno con nuestros horarios de rondines donde decía claramente que Malfoy sería mi pareja de recorrido.
-No lo haré - dije en un susurro mirando fijamente el trozo de pergamino.
- ¿disculpe? - me dijo la directora claramente confundida.
-No haré los rondines con Malfoy - repetí de nuevo pero con voz más alta, los demás prefectos giraron sus miradas hacia mí, Ron tomó mi mano en señal de apoyo.
-Las parejas ya han sido formadas - dijo la profesora tranquilamente.
-Entonces ya no quiero ser prefecta - dije mirando a Malfoy, muchos de los antiguos profesores olvidaron fingir que dormían y me miraban con los ojos abiertos - no si tengo que compartir dos noches a la semana con él
-A mí tampoco me agrada la idea - tercio Malfoy mirándome fríamente
-no puede renunciar a su cargo por algo así, Señorita Granger - la tranquila voz con que hablo la profesora McGonagall me intimido pero no retrocedí.
-Si hago el recorrido será bajo la condición de que este maldito hurón no me dirija ni siquiera una mirada - dije poniéndome de pie evitando la mirada de odio que me lanzo Malfoy y soltando de un tirón la mano de Ron, la profesora me imito enfadada
-No voy a permitir que una Gryffindor insulte a un compañero en mi presencia - su voz mostraba el claro enfado que sentía - estoy consciente de que usted y el joven Malfoy han tenido muchos problemas personales después de aquel castigo, pero esto es un deber que tiene que cumplir por el bien del colegio.
-¿entonces si sabe que tenemos problemas porque nos ha escogido como parejas para las rondas nocturnas? - pregunté intentando calmarme pero estaba furiosa, la posibilidad de estar con él dos noches a la semana no me apetecía en lo absoluto cuando lo que quería era no estar cerca de él.
-Ustedes son prefectos, señorita Granger - comenzó la profesora McGnoagall muy seria - por lo pronto tienen que fomentar la unión de las casas y dar un ejemplo de ello a sus compañeros de grados menores - la miré fijamente y me rendí, era un argumento muy válido.
-ya le he dicho que lo haré bajo esas condiciones - suspiré y me tumbe de nuevo.
-Estoy de acuerdo con las condiciones de Granger - habló Malfoy arrastrando las palabras - siempre y cuando ella cumpla mis condiciones - me giñó rápidamente un ojo sin que nadie se diera cuenta y prosiguió - si ella no quiere que le hable, no podrá evitar que le escriba - el pequeño pergamino aún apuñado en mi mano comenzó a molestarme, Ron le lanzó una mirada de odio y los demás prefectos lo miraron confundido.
-Sus problemas personales los arreglan fuera de este despacho - dijo la directora molesta, los retratos ya despiertos de los antiguos directores dieron seña de que estaban de acuerdo - les he dado su horario y espero que lo cumplan al pie de la letra, ya se pueden retirar excepto ustedes dos - nos señaló a mí y a Malfoy - los demás buenas noches.
Los otros prefectos salieron del despacho en silencio, Ron se acercó a mí y me susurró un "buena suerte" antes de salir también, me quedé sentada en la silla con los brazos y piernas cruzadas con mi vista al lado contrario al de Malfoy, sabía que me estaba comportando de una manera infantil, pero quería ponerle las cosas difíciles a esta chico, conmigo no jugara, escuche como la puerta se cerró tras el último prefecto que salía y los retratos de los antiguos directores se quedaron en silencio observando, la profesora McGonagall habló con voz tranquila.
-No me importa los problemas personales que puedan tener ustedes dos - comenzó señalándonos con su dedo índice - pero tienen que arreglarlos antes de comenzar los rondines, no me gustaría encontrarlos batiéndose en duelo como la última vez...
-El problema es de ella - interrumpió Malfoy y yo le lance una mirada de odio.
-es de los do...
-No me importa de quien es el problema - me interrumpió la directora - pero tiene que arreglarlo así que se dan la mano en señal de paz y salen de esta oficina con el propósito de no molestarse más.
-Malfoy no existe para mí - dije fríamente evitando su mirada pues vi como su cara se entristeció ante mi comentario
-al igual que para mí Granger - aunque sabía que lo decía solo para fastidiar esas palabras me dolieron.
-ya que ninguno de los existe para ninguno, harán una excepción durante unos segundos, se darán de una buena vez la mano y seguirán sin existir, Señorita Granger, joven Malfoy ¿me hacen el honor? - muy a mi pesar me puse de pie y le tendí una mano a Malfoy quien me imitó y me aceptó el gesto, con el solo rose de su piel mil sensaciones se despertaron en mí y me volví a perder en sus ojos grises, él me sonrió y le devolví el gesto, olvide que estaba ahí, olvide que la profesora McGonagall estaba ahí y los retratos de los antiguos directores, su contacto era como un imán que me acercaba poco a poco a él, hasta que estuve a pocos centímetros de sus labios y un "ejem, ejem" por parte de la directora me hizo caer en la realidad y me aleje bruscamente.
-si eso es todo, profesora, buenas noches - sin esperar respuesta Draco salió del despacho y dejo la puerta abierta tras de él
-yo...este... buenas noches -me di la vuelta para salir, alcance a escuchar la risa del profesor Snape y un breve suspiro con la frase "el amor" por parte del profesor Dumbledore.