Sueños quebrados

By innnaaa_

556 93 12

¿Qué ocurre cuándo lo único que te queda es la esperanza? Thebe se ha pasado toda su vida protegiendo y cuida... More

SINOPSIS
Sueños quebrados
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Epílogo

Capítulo 17

7 3 0
By innnaaa_

17

" La vida está compuesta de luces y sombras, fingir que no hay sombras sería falso "

-Walt Disney

El verbo fingir es un bonito verbo que utilizar y recrear. 

Siempre fingimos, desde que nos despertamos por la mañana hasta que nos acostamos por la noche, yo finjo, tú finges, nosotros fingimos. Que gilipollez tan grande.

No puedes juzgar a alguien por fingir, sea como sea si finge es por algo, por algo que a ti te debería de dar totalmente igual ya que tú por muy sincero que creas ser finges igual que todos. 

Esta palabra abarca grandes significados y grandes preguntas que muchos no queremos hacernos, ¿Está bien fingir? Y a quién le importa eso. ¿Fingir es lo mismo que mentir? No lo creo, mírate al espejo y hazte creer a ti mismo una mentira, ¿Te la crees? Depende, hay gente para todo pero estoy segura de que en el fondo sabrás que es mentira. Bien, ahora finge creértelo. ¿Te lo crees? Probablemente no. ¿Alguien sabe que no te lo has creído? Supongo que no. No había un dicho que decía "fingirlo hasta sentirlo".

Por ridículo que parezca tiene mucho sentido, ya que cuando te mientes a ti mismo en el fondo siempre sabes que te estas mintiendo por mucho que te cueste aceptarlo. En cambio, si cada día que te despiertes te dices las mismas palabras o finges creértelas poco a poco se harán parte de ti como el aire que respiras. 

No sé, igual es una tontería y simplemente quien finge es un cordero disfrazado de lobo pero... ¿Quiénes no lo somos? Porque sinceramente a mí los corderos me pueden comenzar a gustar muy rápido. 

Hay veces que tienes que hacer cosas que no te gustan, seguir ideas horribles e intentar que no te afecten las consecuencias. Cuando crees que la única solución es fingir... ¿Cómo no hacerlo?
Ojalá fueran las cosas más fáciles, ojalá las personas fueran más humanas y menos irracionales.

Cuesta entender y aceptar que hay veces que aún sin quererlo necesitamos ese momento en el que no hace falta arriesgarte a ser tú mismo, fingir es difícil pero es más fácil que ser tú y esa es la horrible verdad.

¿Mentir es decir cosas falsas? Seguramente. ¿Fingir es decir cosas falsas? Sí. Puede que no sea intencionadamente pero fingir es falso. Es como cuando de pequeños nos compraban un perro de peluche  cuando nosotros queríamos uno real, nos lo compraban ante la promesa de que con ese perro de peluche olvidaríamos nuestro primer deseo. Una vez lo teníamos fingíamos y deseábamos que fuera real, aunque el perro sigue siendo de mentira, falso. Y por mucho que fingieras eso no cambiaba. En cambio, tú si creías que era real ¿Por qué? Lo que está claro es que cuando pasaban unos días, meses o años volvíamos a querer tener un perro. Un perro real. 

Al final siempre preferimos lo real a lo falso aunque duela y aunque cueste. 

Muchas veces fingimos de la forma más ridícula. Eludimos problemas fingiendo que no existen, fingimos una sonrisa, un deseo, una amistad, relación o incluso una vida.

Cuando finges solo estás haciendo que el sentimiento o el acto se convierta en algo artificial. Puede que a ti te baste pero en algún momento no será suficiente.

Fingir es normal hoy en día, y que el ser humano ayude a normalizarlo es lo más fascinante y aterrador de todo.

-Cerré el ordenador.-

Me siento abrumada. He deseado que Ilkay me besará, es más me ha molestado que no lo hiciera. Quizás me estoy volviendo loca, debe ser eso. 

De todas formas tampoco pasa nada ¿No? Es natural que me sienta atraída hacia Ilkay, es bastante atractivo y con la personalidad que tiene contribuye a ello. Aunque claro... por mucho que quiera besarle ahora y por supuesto antes, a sido él quien se ha apartado, eso debe significar algo igual se ha dado cuenta de la situación y ha decidido que no quería besarme. Solo espero no haber hecho el ridículo.

-Toma.-Me dice el grandullón dándome un micrófono.

Extiende la mano para que se la tome pero hago caso nulo y voy directa hacia los altavoces.

Madre mía, pensándolo bien no sé si quiero cantar ahora mismo. Tampoco es que conozca a Giulia lo suficiente como para saber si le va a gustar la canción. Imagina que Stella en realidad no significa estrella. Lo he buscado por Google podría pasar perfectamente. 

-No te comas la cabeza le va a encantar.-Me dice Ilkay al oído.

Me aparto antes de girarme hacia él (no queremos que se repita lo de antes) y le dedico una pequeña sonrisa.

Me acerco hasta los altavoces para conectar el micrófono y saco mi móvil para poner la melodía sin letra de la canción. Antes de nada busco a Giulia con la mirada que parece no haberse percatado de nada.

-Hola.-Digo.

Todos se giran para ver quién les ha parado la canción. 

Cuando ya tengo la mirada de Giulia le dedico una sonrisa olvidándome de que muchas de las personas que antes me miraban ya se han vuelto a girar para cuchichear o seguir hablando con sus amigos.

-Me gustaría felicitar a la cumpleañera, Giulia. Eres una tía genial, muchísimas gracias por habernos invitado a mí y a mis amigos a estar hoy aquí. He querido hacerte un pequeño regalo...

Giulia parece no esperárselo porque su cara denota pura sorpresa. No puedo evitar soltar una carcajada antes de seguir. 

Noto la mirada de Ilkay sobre mí pero intento no mirarle.

-Cuando te he conocido me has puesto uno de los motes más bonitos que he escuchado, al principio no sabía que significaba pero para algo esta Google.-Digo riéndome y todos mis amigos se ríen conmigo.-Estrella. Me has llamado estrella. No lo sabía y espero que me expliques porque estrella y no otra cosa pero bueno no importa.-Hago un gesto para restarle importancia.-El caso es que hay una canción, una muy bonita de hecho. La cosa es que se titula estrella, espero que te guste.-Digo a la vez que comienza a sonar la melodía.

estrella se pinta de blanco el pelo
y dice que se siente vieja.
vuelve a cantar la canción que ella piensa
que alguien le escribió.
finge que ignora el reloj,
ya son más de las 9 y la mesa puesta.
llora un momento y la tele
se ríe de ella.

una vez le prometió
tú siempre serás mi estrella.

estrella se inventa que vuelve a ser ella
y luego siempre se despierta.
lleva ya casi 8 meses
sin saber que es el amor.
se mira en ropa interior y pensándolo bien
no se ve tan fea.
vuelve a ignorar el reloj
cuando suena la puerta

ya no es el que prometió:                                                                                        tú siempre serás mi estrella.

¡vuelve a iluminarte, estrella!

Puede que no la conozca demasiado pero nadie debería en su fiesta de cumpleaños no tener un regalo oficial. 

Cuando la he visto con todas estas personas no me ha hecho falta preguntar para saber que no conoce ni a la mitad, a nosotros mismos no nos conocía de nada y nos ha invitado. Puede que sí sepa nuestros nombres pero dudo que sepa mucho más de cada persona que hay aquí. 

Me parece que necesita algún signo de cariño y por poco que sea los pequeños actos son los que al fin y al cabo importan.

Sé lo mucho que le ha gustado cuando se abalanza hacia mí para darme un abrazo sin tener en cuenta que ella es el doble que yo y acabamos las dos cayéndonos sobre la arena a la vez que nos rodeamos con los brazos.

-¡Gracias, gracias, gracias!-Dice sin apartarse de mí.

Intento mirarla a los ojos pero cuando veo que la esconde en el hueco de mi cuello entiendo que necesita algo de tiempo y le acaricio el pelo mientras le susurro que no es nada.

-Sí lo es... ¿Podré ir a visitaros algún día?

-Cuando quieras.

Entonces se aparta y me brinda una mano para ayudarme a levantarme con una agradable sonrisa.

Me doy cuenta de que Ilkay sigue mirándonos y parece que Giulia también lo nota porque choca su hombro con el mío y dice.

-Venga va, que lo estas deseando.

Cuando me dispongo a ir hacia Ilkay me retiene un momento para que me gire hacia ella.

-Una cosa más...

La miro mientras espero a que continue.

-Ana...-Se le atascan las palabras, pero antes de terminar parece que se lo piensa mejor.-Nada, da igual. Era una tontería.

No me hace falta que me diga nada más.

-Inténtalo.-Le digo antes de ir hacia Ilkay, en su mirada atisbo adoración, cariño y... tristeza.

-Nala.-Dice en forma de saludo.

-Ilkay.-Lo imito mientras le miro a los ojos.

-Lo has hecho genial como siempre.-Dice con una gran sonrisa.

Pero lo noto. Sé que está haciendo un gran esfuerzo por no comentar nada de lo de antes. Cree que no quiero hablar de ello y no se equivoca pero sinceramente no es la primera vez que me siento así. Igual si dejamos claro que tenemos una amistad y nada más, esos sentimientos desaparecen.

-Oye... ¿Podemos hablar de lo de antes?-Pregunto.

-Ahora no.

-¿Por...

-Nala, ahora no.-Dice sin dejar lugar a réplica.

-No lo entiendo, habrá que hablarlo.

-Concédeme un día, mañana si quieres lo hablamos pero dame un día.-Me suplica con la mirada.

Me asusta. Me asusta que sepa que solo quiera que seamos amigos. Seré idiota. Hace un momento es justo lo que quería que tuviéramos claro, pero es tan bueno... Él no será como John, él me cuidará i me querrá igual que yo le cuidaré y le querré.

 Aunque no estoy segura ni de lo que estoy pensando ahora mismo... igual si le beso para quitarme las dudas...

Aparto esas ideas de mi cabeza rápidamente. Somos amigos. A-MI-GOS. A ver cuando me queda claro de una puta vez.

Que puñetazo tienes.

-Está bien.-Le digo antes de irme hacia la barra.

Si quiero aguantar el resto de la noche habrá que tener algo de ayuda.

No sé cuánto tiempo pasa, me parecen minutos aunque seguramente hayan sido horas. El caso es que estoy bailando con un grupo de personas que no sé quiénes son, a mis amigos los he perdido hace horas y no me encuentro muy bien. Quizás deba irme a casa.

-Oyeeeeeee.-Digo alargando la palabra.

Nadie parece escucharme, supongo que es normal, no sabrán ni quien soy.

-Ehhhhhhh.-Lo vuelvo a intentar. Obtengo la misma respuesta.

Decido hacerme paso entre el barullo de gente a mi alrededor hasta encontrar un hueco por el que poder salir, resulta ser la orilla de la playa así que o me encontraba entre todas las personas de la playa o nos hemos movido hasta aquí. De todas formas eso no tiene mayor importancia. 

Comienzo a dar vueltas a mi alrededor para ver en qué parte de la playa estoy y cómo volver hasta la casa.

Cuando creo que sé dónde me encuentro voy caminando, pasando por al lado de todas esas personas hasta llegar al otro lado de ellas. Todavía no veo la casa, pero si he calculado bien no quedará mucho para llegar.

-Holaaa.-Dice alguien que parece tan borracho como me siento yo, está a mi izquierda.

Cuando me giro no era uno sino dos chicos que parecen algo más mayores que yo. Me sonríen, pero no puedo evitar que me invada un escalofrió de alarma y se me pongan los pelos de punta. Tengo una mala espina de la hostia.

Me hago la tonta y les devuelvo la sonrisa mientras saco el móvil del bolsillo, sé lo que tengo que hacer.

-¿De dónde sois?-Les pregunto mientras me rio tontamente.

Cuando ven que estoy escribiendo se ponen tensos y uno de ellos, el más alto avanza hacia mí.

-Mi amigo me pregunta que dónde estoy, le estoy diciendo que me queda poco para llegar y que no se preocupe porqueeee clarooo estoy llegando.-Supongo que habrá sonado creíble porque incluso se miran con sonrisas divertidas.

Aprovecho el momento y le envió a Rai mi ubicación con un montón de emoticonos sin sentido, él sabe lo que eso significa. Si tengo algo de suerte podré entretenerlos hasta que llegue.

Unas manos empiezan a deslizarse por todo mi cuerpo, pensaba que tardarían más, mierda joder. Debo mantener la calma. Intento empujarlos lejos de mí, pero son muy fuertes, lo intento con todas mis fuerzas, pero es en vano. Ahora están los dos y uno consigue que me tumbe sobre la arena, les pego en el pecho y les araño los brazos, aunque no sirve de nada. Cada vez me tocan más y diferentes cosas y el pánico me embarga. Esto no puede ser verdad. No puede ser verdad. No me jodas. Porfavor, porfavor, porfavor.

-Por favor parar, parar ¡PARAR!-Mi voz se rompe cuando se deshacen de mi camiseta.

-Shhh tranquila te lo vas a pasar muy bien.-Me desabrochan los vaqueros.

-¡NO! ¡NO! ¡NO!-Chilló desesperada e intento hacerme una bola para ser inaccesible, pero me sujetan demasiado fuerte.

Se deshacen de mis pantalones, están tocando demasiado. Me palpan todo el cuerpo de una forma repugnante.

Los dos son altos y castaños, en otras circunstancias me podría haber fijado en ellos y solo por eso siento un profundo asco por mí misma.

Cuando intentan quitarme las bragas consigo darle una patada a uno de ellos pero se gira y me arrastra del pelo hasta ponerme de nuevo de pie.

-¿¡QUÉ CREÍAS QUE ESTABAS HACIENDO!?

Al ver que no respondo se enfada más. El otro nos mira con una sonrisa mientras sigue tocándome. Me desabrocha el sujetador y cuando intento volverlo a colocar me lo arrancan del cuerpo.

-VAMOS A ENSEÑARTE UN POCO DE EDUCACIÓN. ¿En tu casa no te enseñaron que no se pega a los desconocidos?

Será cabrón.

-¿Y a ti en la tuya que a las personas se les respeta o por lo menos que no se hace nada sin su explícito consentimiento?-Le respondo.

Noto su palma sobre mi cara mucho antes de que me dé cuenta de lo que iba a hacer, me ha pegado con tanta fuerza que estoy segura que la tendré marcada por horas.

-Venga cógela tú, puedes empezar.-Le dice a su amigo.

No se me pasa desapercibido que en ningún momento han dicho sus nombres.

De repente escucho un golpe sordo y al girarme veo al que antes me sostenía en el suelo, a su lado están Rai y Ilkay. Los dos parecen desesperados, angustiados y furiosos.

Se acercan al que me está reteniendo y antes de que ninguno de los dos sepamos lo que van a hacer Rai lo separa de mí y lo sujeta mientras Ilkay le clava un puñetazo en el estomago.

Oigo sirenas de policía pero no puedo pensar en nada, a estado tan cerca. Si no le hubiera podido enviar ese mensaje a Rai no sé lo que habría pasado.

-Nala.-Dice Ilkay mientras me levanta.

No sé en que momento me han abrochado el pantalón, me han puesto la camiseta y han depositado sobre mis hombros la misma chaqueta que hace unas horas había cogido Ilkay.

-Me quiero ir a casa.-Susurro con la voz rota.

Rai me rodea con los brazos y me acaricia el pelo como había hecho yo con Giulia hace un rato.

-Vamos ahora y te acuestas.

-No. A mi casa.-Especifico.

-Ebe...

-Rai por favor.-Digo mientras empiezan a caerme lagrimas y siento las piernas doblárseme poco a poco.

La policía se para a nuestro alrededor mientras preguntan qué ha pasado.

Estoy a punto de derrumbarme y con ganas de tirarme del pelo, esto es lo último que necesito.

-¿Cómo te llamas?-Me pregunta una policía pelirroja que parece bastante agradable.

-Thebe Breen.

-Muy bien y ¿Qué ha pasado?

-Eh... ellos...-La voz se me quiebra antes de terminar.

-Está bien, no es necesario que hablemos ahora ¿De acuerdo? Ves a dormir, descansa y mañana ven a vernos. A ellos los tendremos allí no se irán. Thebe ya veras que todo va a salir bien.

Ojalá lo tuviera yo tan claro.

Asiento con lagrimas corriéndome a raudales por las mejillas.

-Mañana por la mañana después de ir a comisaria me iré a casa.-Le digo a cualquiera que este a mi lado.

Creo que ya estamos volviendo a la casa pero no estoy segura, no estoy segura de nada.

Hoy he pasado uno de los peores momentos de mi vida y no puedo más ahora mismo, siento de todo y a la vez no siento nada. Es como si hubiera vivido una pesadilla pero solo fuera eso, una pesadilla y en unas horas me fuera a despertar como si nada hubiera pasado, como si no hubieran acabado conmigo.

Me seco las lagrimas me separo de la persona que me esta rodeando los brazos, me quito la chaqueta que me han colocado sobre los hombros, me yergo, me quito la trenza y voy hacia casa como estoy segura nunca me habría esperado ir.

Me siento avergonzada, impotente y débil por todo lo que podría haber pasado, por todo lo que ha pasado.

Espero a que todos se duerman, los únicos que saben lo ocurrido son Rai y Ilkay ya que el resto estaban buscándome cuando eso estaba pasado.

A las tres horas más o menos me levanto de la cama y empiezo a recoger las cosas, no lo soporto más tengo mil voces en mi cabeza que me están atormentando todo el tiempo. Es como si me estuviera muriendo poco a poco, siento mil personas desgarrándome el alma.

Cuando ya lo tengo todo recogido salgo despacio de la casa intentando hacer el mínimo ruido posible y me dirijo hacia la comisaria. No hago esto por mí lo hago por todas las personas que podrían no tener la misma suerte que yo en un futuro sino hago esto, por todas las personas a las que podría pasarles, porque nadie se merece ser humillada de tal forma, nadie se merece sentirse como me siento.

Paso en la comisaria todo el día, sinceramente esperaba estar allí unas horas y poder irme hacia casa pero parece que no es tan rápido como me pensaba por lo que le digo a la policía que no deje que ninguno de mis amigos pase, sé perfectamente que a estas alturas todos habrán descubierto mis intenciones y me estarán esperando. 

Necesito poder volver a casa sola sin ver a ninguno de ellos, sin ver a nadie. Intuyo que si los veo me derrumbaré de nuevo y ahora mismo estoy intentando recuperarme.

La policía me ha recomendado un psicólogo cerca de donde vivo, no he tardado en llamarlo. Aunque lo último que me apetece es hablar con alguien del tema es lo mejor y la solución más rápida para recuperarme lo antes posible. 

El psicólogo era un hombre llamado Arthur Walsh, por la voz parecía no tener más de cuarenta años. Me ha hablado muy bien, me a recomendado que en cuanto llegue a mi casa vaya a verle. No me apetece en absoluto pero cuando nadie cuida de ti tu mismo tienes que hacerlo, puede que sea injusto por mis amigos pero ellos ahora mismo no saben lo que necesito, lo único que quiero es meterme en la cama hasta pudrirme. Como no puedo hacer eso por las personitas que tengo a mi cargo, debo estar bien cuanto antes.

Los policías me han comentado que habrá un juicio pero que hasta entonces tienen que dejarlos ir. También han llamado a mis padres por mucho que les he dicho que no hacia falta. 

Cuando llegan lo hacen con mis hermanas, las dos parecen asustadas y mis padres están llorando a mares.

Que buena es la hipocresía.

Paso de ellos y voy a abrazar a las pequeñas, las dos me preguntan qué ha pasado pero me limito a contestar que no ha sido nada y dirigirme junto a ellos hacia el coche. Todos mis amigos están fuera como ya había intuido anteriormente, me miran como si pensaran que me puedo romper en cualquier momento. Apretó los dientes hasta que siento que se me pueden romper, pero no les dirijo ninguna palabra. 

Zach nos sigue al coche, una vez dentro todos me miran, Zach con una impotencia clara en su rostro, mis hermanas confusas y mis padres parecen sentir una extraña culpabilidad.

-Thebe...

Me giro hacia mi madre.

-Lo siento muchísimo nosotros no...

-Ojalá hubiéramos sabido...

-Creíamos...

-Nos sentimos fatal por todo lo que has pasado.

-Estoy de acuerdo con tu madre, esperamos que con algo de tiempo quizás...

Los ignoro deliberadamente y me giro hacia la ventana, parecen no captar la indirecta porque siguen hablando.

-¡¿PODEÍS PARAR?! No veis que no necesita vuestras putas disculpas.-Les ruge Zach.

Madre mía quiero morirme.

No paro de revivirlo todo, es una tortura. Una lágrima solitaria me corre por la mejilla, pero la aparto rápidamente. Quiero ir a casa y quiero enterrar mi cara en un libro, el que sea. Uno que me haga olvidar toda esta mierda.

Estaba en el mejor momento de mi vida, era feliz. Tenía un grupo de amigos de la hostia, había conseguido cosas, tenía sueños, esperanza y va y dos gilipollas deciden arrebatarme cualquier atisbo de luz que sentía.

Gisli

Voy a matarlos. Voy a matar a esos hijos de puta. No me puedo creer lo que ha pasado, si hubiera llegado antes, si no se hubiera enfadado conmigo. ¡JODER! Es todo culpa mía.

Tengo que ayudarla como sea, no puedo soportar pensar en lo que habría pasado si no hubiéramos llegado, si no hubiera estado con Rai en ese momento.

Todo es una mierda, no deberíamos haber venido aquí nunca. Todo porque quería que conociera algo de mi vida, a mi mejor amiga y por eso ahora ella esta vacía, rota y se está derrumbando de la peor manera posible, lo he visto en sus ojos.

Todo por mi culpa, por despistarnos, por querer dejarle tiempo y espacio para pensar, por no ser más rápido.

Mi Nala.

Mi dulce Nala.

Dios, ¿Qué monstruos podrían hacerle eso?

Tengo que ir a verla, tengo que decirle que me voy a encargar de todo, que estaré a su lado siempre, que se va a recuperar, que lamento todo esto, que lo vamos a arreglar juntos, que no quiero que se pierda a ella misma, que es mejor que todo esto, que puede con todo esto y más porque es una luchadora de los pies a la cabeza, que quiero ver su sonrisa todos los días, la luz que desprende con cada carcajada, que me encantaría escuchar sus derivaciones absurdas, sus cabreos, ver lo buena hermana y amiga que es, oír su hermosa voz, decirle que la necesito, que la quiero, que la amo...

Continue Reading

You'll Also Like

277K 27.7K 46
[LIBRO 1] No respires cerca de él. No lo mires a los ojos. No le preguntes por su collar. No busques las razones. Es él, la imagen de la perfección m...
105K 17.7K 44
¿Y si es muy tarde para empezar de cero? Cuando Gia Davies se muda a Nueva York, está huyendo. Se ha dado cuenta de que su carrera no le gusta, su re...
1M 91.7K 44
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
155K 7.4K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...