SECRETOS Y MENTIRAS

By Riku17

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Una historia actual con personajes de Saint Seiya, los cuales son propiedad de Kurumada, son usados solo con... More

CAPITULO 1 COMO CADA NOCHE
CAPITULO 2 TROPIEZO
CAPITULO 3 FIESTA DE VERANO
CAPITULO 4 UN BAILE Y UNA PROMESA
CAPITULO 5 SIN ESCAPE
CAPITULO 6 PREGUNTAS
CAPITULO 7 CONFUSIÓN
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10 A TU LADO
CAPITULO 11 NO HAY MARCHA ATRÁS
CAPITULO 12
CAPITULO 13
CAPITULO 14 PENSAMIENTOS Y UN COMIENZO?
CAPITULO 15 MIEDOS
CAPITULO 16 SENTIMIENTOS VERDADEROS
CAPITULO 17 DUEÑO DE TU CORAZÓN
CAPITULO 18 LAGRIMAS Y FELICIDAD
CAPITULO 19 MI MEJOR REGALO
CAPITULO 20 SIN UN ADIÓS
CAPITULO 21 DECEPCIÓN
CAPITULO 22 SORPRESAS
CAPITULO 23 NO TE VAYAS
CAPITULO 24 TE EXTRAÑO
CAPITULO 25 A LA DISTANCIA
CAPITULO 26 DUELO
CAPITULO 27 RETORNO
CAPITULO 28
CAPITULO 29
CAPITULO 31
CAPITULO 32 FINAL

CAPITULO 30

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By Riku17

- Entonces eso paso, por eso estoy aquí - dijo Lifya después de comentarle la razón de su estancia en casa de Aioria - solo me esta haciendo un favor.

Marin miro a la mujer frente a ella, agacho la mirada y se mordió el labio, en ese momento pudo entender a Aioria y el porque se altero cuando le contó sobre su decisión de ayudar a Kanon, ella también mal interpreto que Lifya estuviera en casa de él y pudo imaginar mil cosas.

Le pediría disculpas cuando lo viera, pudo entender en ese momento cuando estamos en zapatos de otros lo que se siente y lo que son los celos. Termino de tomar el té y puso la taza en la mesa.

- Como esta él? - por fin habló.

- Esta bien, desde ayer que llegó de lo único que habla es de ti y por eso desde temprano salió para ir a tu casa.

- Mi casa? - Lifya asintió - por todos los dioses...

- Que pasó?

- Que.... yo me mudé hace algunos días y pues como no estuve en contacto con él todo este tiempo, no lo sabe.

Lifya se levanto se su puesto y fue y se sentó al lado de Marin, la tomó de la mano cosa que sorprendió a la visitante.

- Su teléfono estuvo sonando mucho, no me atreví a responder, eras tú quien llamaba?

- No, de hecho también deje mi teléfono en casa........ cuando me entere que el estaba aquí me sorprendió porque no recibí ninguna llamada de él.

- Quería sorprenderte, por eso no te llamó, pero te digo algo, el hará lo posible por llegar a ti.

- Por qué lo dices?

-Él te ama, Marin - suspiró - se nota cuando habla de ti, sus ojos brillan y su voz se escucha...... diferente.

Los ojos de Lifya se llenaron de lagrimas, ahora fue Marin quien trato de confortarla.

- Cuídalo, si? - se limpio las lagrimas con la mano libre - aunque se que no tengo ningún tipo de moral para decirlo, es el mejor hombre que puedes encontrar y yo.......... no lo valore.

- Tranquila, lo importante es que puedan llevarse bien, nada bueno trae guardar rencor.

- Solo quiero que él sea feliz y tu eres parte de su felicidad.

Ambas mujeres sonrieron, Marin pudo ver a Lifya de una manera diferente, una mujer a la que le pesaban sus errores, reflejo a Kanon en ella, todas nuestras decisiones tienen una consecuencia y hay que aceptarlas.

- Gracias Lifya.

- Gracias a ti.... deberías ir a casa, te aseguro que el llegara a ti.

Marin se levantó, recogió sus cosas y se abrigo, se despidió y salió directo a su casa, después de todo su viaje a la casa de Aioria no había sido en vano.

XxxX

Aioria estaba parqueado en frente a la casa de su hermano, frustrado, cansado, con hambre y a punto de soltarse a llorar, se bajo de su auto, camino casi por inercia hasta la puerta y toco el timbre, su hermano, quien le abrió sin perder el tiempo lo tomo por la mano y a tirones lo llevo hacia la sala.

- Donde has estado todo el día?

- Hola Aioria, como estas?..... bien gracias..... has comido algo?..........no...sabes?...... tengo hambre.

Aioros lo miro con los ojos entrecerrados.

- De verdad?...... donde has estado?

- He estado todo el día fuera de casa, de un lado a otro buscando a Marín - dijo levantando la voz y echándose a llorar cosa que sorprendió a Aioros, hacia mucho no lo veía así - y sabes que es lo peor..... que no sé donde esta, no sé donde vive, fui con Milo y Mu y ninguno de esos idiotas esta en su casa, deje el maldito teléfono en la mía y adivina.........no se nada de ella y quiero verla, me muero por verla.

Aioros se acerco a su hermano y lo abrazo para consolarlo, dejo que desahogara por medio del llanto toda su rabia, le sobaba la cabeza, como hacia cuando era niño y lloraba, eso lo ayudaba a calmar.

- Mi precioso hermanito ha tenido un mal día, no? - se separo de el para limpiarle las lagrimas - pero su hermano mayor le tiene una buena noticia.

- Qué.... cual noticia?

- Ven.

Aioros tomo el celular y le marco a Ikki, este contesto enseguida, se alejo un poco de su hermano para hablar con mas tranquilidad,

- Ikki, como estas?

- Bien jefe, apareció Aioria?

- Si acá esta conmigo. todavía tienes a la visita?

- Ahhhh ya veo, el aún no sabe, pero ella salió hace un rato, creo que para su casa.

- Qué?

- Si, se fue hace un rato.

- Ok, Ok.... mmmmmm... Puedes pasarme por mensaje la dirección.

- Si señor.

- Te agradezco mucho, nos vemos mañana.

- Descanse jefe.

Aioros regreso con su hermano quien tomaba una taza de chocolate, no quiso que Hilda le preparara algo, así que solo con eso se conformó, se sentó junto a el y le sobo la espalda para consolarlo.

- Sabes - dijo Aioria - creí que hoy seria un buen día, que vería a Marin y podríamos hablar de todo y....

- Ay Aioria, sé que todo lo que ha pasado entre ustedes es de lo mas raro, pero tengo la seguridad de que a pesar de todo realmente se quieren y aprovecha la oportunidad de aclarar todo.

- Lo se.

Aioros le tendió un papel con unos datos, su hermano no comprendió que significaba eso, de igual manera tomo el papel y miro a su hermano encontrando una respuesta.

- Es la dirección de Marín.

- De verdad - los ojos de Aioria se iluminaron tanto que le causo ternura a Aioros - como la conseguiste?

- Luego te cuento todo, ahora ve, seguro que te estará esperando.

- Ella no sabe que estoy aquí.

- Claro que sabe.

- Bueno hermano, gracias por todo, luego me pones al tanto de las cosas - se levanto, tomo su abrigo y se encamino hacia la puerta, se giro y vio a su hermano corrió y le dio un abrazo tumbándolo en el sofá - de verdad gracias, Aioros.

- Eres mi hermanito y haré cualquier cosa en esta vida solo porque seas feliz.

Aioria le dio un beso en la frente a su hermano, con un grito se despidió de su cuñada y salió hacia su auto, por fin vería a Marin, por fin.

XxxX

Cuando Aioria llego al nuevo lugar donde vivía Marin, pregunto en la recepción si ella se encontraba a lo cual el encargado le dijo que ella aun no llegaba. No sabía si esperar o irse, realmente estaba desanimado, salió del edificio se enfundo en su abrigo y se sentó en un muro que estaba en la parte de afuera del lugar. Muchas personas iban y venían pero ninguna la que el esperaba, se compuso la bufanda ya era de noche y el frío pegaba mas fuerte, estaba empezando a desesperarse, donde estaba ella, donde, se preguntaba.

Su paciencia era limitada y con todo el ajetreo del día se sentía agotado, el no comer le estaba pasando factura, pero quería estar allí cuando ella llegara. Mas de media hora había pasado y aun no la veía.

Aioria, cansado, frustrado y hambriento tomó la decisión de irse, después de todo ya tenía la dirección, iría a su casa y mas tarde la llamaría, apreto la bolsa que había sido su compañera en su travesía y sonrió con tristeza. Se levantó de un impulso y se dispuso a caminar. dio dos pasos y sintió que alguien dijo su nombre.

- Aioria.

Tan agotado estaba que su mente ya jugaba con el, sacudió su cabeza y siguió caminando rumbo a su auto.

- Aioria Thalasinos, das un paso más y espero no volver a verte nunca por aquí.

No era una jugada de su mente, no era una broma de su imaginación, giró lentamente aun con miedo de que todo fuera una mentira, pero para su sorpresa y mayor alergia, si era ella, su rostro descubierto, se deshizo del gorro y la bufanda que la cubrían, sus ojos azules brillaban por la luces de la calle, todo alrededor no existía, solo estaba ella.

Estaba aun mas hermosa que la ultima vez que la vio, día que aun se lamentaba por como terminaron las cosas. Se fue acercando de a poco a ella, tal vez por miedo a que se desvaneciera como una ilusión, pero ella no se contuvo y corrió a su encuentro uniendo en un abrazo tan esperado y deseado por ambos.

- Eres un idiota - dijo ella.

- Lo sé, pero un idiota que te ama y te extrañó.

Marin no levantaba el rostro, ese olor que tanto le gustaba, ese calor que tantas veces la cobijo y ese abrazo que la hizo sentir protegida, no deseaba por nada del mundo salir de ahí.

- Yo también te extrañe - se separó de el y lo miro a los ojos - y si Aioria, te esperaría..... toda mi vida de ser necesario.

Recordó cuando hablaron por teléfono cuando se iba, que él le pregunto precisamente eso, sonrió y con ambas manos tomo el delicado rostro de la mujer que hacia que su corazón latiera a mil, en su mirada no había mas que amor y una total rendición ante ella.

- Gracias, Marin.

- Quieres ir adentro?.... traje comida y puedes tomar algo caliente, hace mucho frío.

- Si, por favor, siento que la gente nos mira raro - ella sonrió.

- No seas tonto, vamos.

Ya en el departamento, Aioria se sentía cómodo y calientito, todo su día fue una odisea y ya por fin podía estar tranquilo, Marin ponía el plato y un poco de vino en una taza, él la miro y luego a ella.

- Esa taza es tuya, la compré hace unos días...... cuando la vi, solo pensé en ti.

- De veras, gracias, lo raro es el contenido - miro la bolsa que lo acompaño todo el día, la tomo y saco algo de ella, se levanto, se detuvo en frente de ella y envolvió el cuello de la mujer con una bufanda - este es mi regalo.

Marin la observo, era muy bonita y se percato que en las puntas estaban los nombres de ellos dos, se sonrojo y toco su rostro con ella.

- Es muy suave gracias.

- Te ves bien.

- Hora de comer - dijo ella, regresando el hombre a su puesto.

Al contrario de lo que ambos pensaron, no estuvieron incomodos, hablaron de sus día a día, sus trabajos y de lo que conocieron e hicieron en la ausencia del otro. Todo en ellos fluía de manera natural, aunque en el fondo sabían que tendrían que hablar cosas mas importantes.

Mientras cenaban, Aioria agradecía a Marin por la comida, le sabía a gloria cada bocado que daba, le contaba que no había probado en todo el día.

- Y no se te ocurrió llegar a un restaurante o a un puesto callejero y comprar algo?

Aioria, se detuvo un momento a pensar y aunque se le había ocurrido, lo único que tenía en mente era ella, no tenía nada mas en la cabeza.

- Solo pensaba en ti y como encontrarte - agacho el rostro avergonzado - quería verte y me desesperé al pensar que no lo lograría y si tenía que ser hoy.

- Cuando me entere de que estabas aquí, sentí la necesidad de salir corriendo y buscarte.........pero cuando me di cuenta que no tenía mi celular a la mano,........... entonces Ikki te llamó y...

- Espera un momento, Ikki?

- Si me entere que trabaja contigo, es hermano de dos amigos míos, Shun y Kaiser - Marin se encogió de hombros - fue una manera extraña de enterarme.

- Oh, entonces así fue que Aioros consiguió tu dirección.

- Ikki, te llamo y como no respondías llamo a tu hermano, el se comprometió con el de llamarlo cuando supiera de ti y así fue

- Vaya.........

- Cuando salí de casa de ellos fui directamente a la tuya y me encontré con Lifya

- Qué?........... hablaste con Lifya?

- Si, pero me explico todo, no te preocupes

- Vaya que ha sido un día de locos.

Al terminar de cenar, Aioria se sentó en el sofá, con el animo renovado y con muchas cosas mas por decir, Marin se acerco con dos copas de vino y le ofreció una a su visita.

- Marin - ella atendió al llamado - puedo .........preguntar algo?

- Sobre que? - Marin dio un sorbo a su bebida

Suspiro, no quería llegar y de una tener problemas con ella, hasta se arrepintió de haber dicho eso, pero su curiosidad era mas grande que él, así que ya no podía echarse para atrás.

- Por que estabas en casa de Ikki?

- Kaiser es un buen amigo y solo quiso tener una atención conmigo.

-Perdón - Marin puso su copa en la mesa y lo miro.

- Por que?

- Por todo, por no entenderte, por juzgarte, por irme así......... por mis...... inseguridades.

- Yo también tendría que disculparme - ella busco seguridad abrazando un cojín - actúe sin pensar, en como te sentirías, en que pensaras que otra persona era mas importante que tú cuando no es así.

- No desconfié de ti, pero si de él, tenía miedo de que no te quisiera soltar y.......... además pude entender después de un tiempo, que eres capaz de hacer algo por alguien que te hizo daño, cuando esa herida ya ha sanado.

- Lo dices por Lifya?

- Si, hace unos meses la hubiese sacado corriendo de mi casa.

- Debo confesarte que antes de que ella me explicara sentí celos y por eso puede decir que te entiendo.

Aioria la tomo por un brazo y la halo hacia el, abrazándola en el acto, Marin se acurruco junto a el, no podía entender de donde provenía todo ese amor que podía sentir por ese hombre, pero al mismo tiempo estaba feliz.

- Perdón por estos meses lejos de ti, esperare el tiempo que sea necesario a que las cosas entre Kanon y tú se finiquiten.

Marin se separo un poco de el - Aioria, ya firmé los papeles del divorcio, falta llevarlos al juzgado y que se haga efectivo el proceso y Kanon ya se encarga de eso mañana, tiene un amigo que le ayuda a acelerar el proceso.

-De verdad? - sus ojos se iluminaron de felicidad.

- Si.

Aioria la volvió a abrazar, ahora sentía que era definitivamente de él, no como un objeto, sino que ya no sentía que tenía que competir con nadie por el corazón de ella.

- No sabes lo feliz que me haces, siempre me sentí en la cuerda floja.

- Por que?

- Mal o bien estaba unida a el por el matrimonio y hasta hace poco lo amabas y eso no se va de la noche a la mañana.

- Yo deje de amar a Kanon hace mucho tiempo y creí que eso lo sabias - Marin se arrodillo en el sofá y con ambas manos tomo el rostro del hombre que tenía en frente - te amo a ti y a nadie mas, no viniste a reemplazar a nadie ni llenar ningún vacío, para mi esto es una nueva historia y espero que sea la definitiva.

- También te amo Marin - tomo las pequeñas manos de ella entre las suyas dándoles un suave apretón - y siento tanto todo este tiempo perdido.

Ella volvió a su posición y se acurruco junto a el, mientras Aioria la llenaba de mimos y caricias, ambos se sentían como en un sueño.

- Por que te fuiste, así? - la voz de ella se quebró - sin mas, todo esperé menos recibir una llamada tuya, despidiéndote.

El se sobó el rostro y se acomodo en el sofá apoyando la cabeza en la de ella, sin dejar de abrazarla.

- Ese era un viaje de un proyecto que se tenía programada desde comienzo de este año, solo se había demorado por protocolos y cosas del contrato, en parte había desistido de ir por ti....... pero........

- Pero?

- Pero, luego paso todo esto, por Dios Marin, no quiero ni recordarlo.

- Se que hice mal - ella agacho la mirada y el giro para verla - sé que no debí hacer las cosas así, pero creo la situación lo ameritaba, se que debí pensar en ti antes que cualquiera y lo siento, siento haberte hecho sentir que no importabas cuando no era así.

Airoia la escuchaba y cada vez que ella profesaba cuanto lo amaba y cuan importante era, mas feliz y tranquilo se sentía, ahora que ella estaba a puertas de legalizar su divorcio, podrían hacer todos los planes que quisieran juntos.

- Marin, no hubo un día en que no pensara en ti, marcaba cada día en un conteo regresivo, nunca salí del lugar solo para ver si terminaba mas rápido, pero no....... además puedo entender lo que hiciste... Por todos los dioses Marin, lo que quiero decir es que amo tu generosidad, tu gentileza, tu nobleza, eres la persona mas pura que he conocido, entendí que Kanon pasaba por un mal momento, que necesitaba tu ayuda y que él finalmente cumplió con su parte.

Aioria abrazo aun mas fuerte a Marin, sentía que si la soltaba se iría de su lado, no quería perder tiempo y recuperar el que había perdido y ella no hacia tampoco nada para zafarse, también se sentía cómoda con el.

- Y como esta él? - pregunto Aioria - Kanon, como esta?

Marin levanto los hombros, soltándose un poco del abrazo de Aioria - no la esta pasando muy bien, Tethys era mas importante de lo que el mismo pensó y ahora se dedica a Aspros, que es su viva copia, el niño es alumno de la escuela donde trabajo, el y Sasha, se llevan muy bien.

- Te sientes bien en tu trabajo?

- Si y la verdad mil gracias, sino hubiese sido por ti.......... ha sido de las mejores cosas que me ha pasado en la vida, después de todo estudie para eso y en realidad es mi vocación.

- Me alegro mucho de veras.

De repente un silencio se poso entre ellos, Aioria miraba insistentemente el reloj sobre la pared, debía irse pero no quería hacerlo, se sentía cómodo allí y quería seguir hablando con ella, pero se vería muy mal si le propusiera que el quería quedarse.

Ella por su parte, notaba la intranquilidad de Aioria, tal vez quería irse, después de todo al día siguiente debían trabajar, pero ella no quería que él se fuera, quería seguir hablando con el, pero tal vez pensaría mal si ella se lo propusiera.

El celular de Marin sonó y eso rompió un poco la incomodidad del momento

- Hola?

- Marin, estas bien?

- Hola Kaiser si estoy bien, gracias - Aioria presto atención a todo lo que decía Marin - no te preocupes, ya estoy en casa.

- Te llamé varias veces y no respondiste, me preocupé.

- No vine a casa directamente, ademas demore en llegar porque tuve problemas con el auto, pero todo esta bien, lo siento por hacerte preocupar

- Me alegro, cuídate entonces y hablamos mañana.

- Saluda a los chicos y gracias por todo.

- Descansa, adiós.

-Adiós.

Marin volvió a sentarse en el sofá, se percato de que Aioria tenía cara de poco amigos y pudo entender de inmediato por que.

- Te repito, es solo un amigo.

- Que se parece mucho a mi, no?

A Marin el comentario de Aioria le causo gracia, no podía creer que el estuviera celoso de alguien a quien apenas ella conocía.

- No me causa ninguna gracia.

- A mi si, Aioria, te acabo de confesar abiertamente mis sentimientos y de decirte que eres el único hombre en mi vida. vamos, no te pongas así.

El la sorprendió, cuando se abalanzó sobre ella, se sentía avergonzada por la cercanía entre ellos, los ojos de Aioria se veía de un intenso verde, contemplarlo tan cerca era casi un sueño, a los ojos de ella no había un hombre mas apuesto, sus cabellos caían hacia delante haciéndolo ver mas atractivo.

Marin levanto la mano, solo para acariciar ese cabello, realmente le encantaba todo de él, se sentía completamente enamorada pero tenía miedo de que los celos y las inseguridades de el hicieran que todo se volviera gris. Al terminar de echar hacia atrás los mechones que volvieron a caer, ella puso su mano en la mejilla de el, que tenía un leve sonrojo.

- Te amo solo a ti. solo a ti Aioria Thalasinos y si no es mucho pedir, quisiera que te quedaras hoy, conmigo.

Aioria abrió sus ojos de par en par, no podía creer lo que estaba escuchando, era como si ella hubiese escuchado sus pensamientos, despacio acorto la distancia entre ellos y le dio un beso, pero al darse cuenta de lo que hacia se levanto rápido tomo la copa y de un solo trago se acabo el contenido.

- Puedes darme otra por favor - le entrego la copa y ella la acepto.

Marin un tanto confundida y preocupada, la recibió y fue a buscar mas de lo que el pidió, pero se detuvo y se giro hacia el.

- Toma con calma, mañana debemos trabajar, no seria buena si te embriagas.

- No, solo una mas, por favor - ella asintió.

Regreso con dos copas mas y le dio una a el y volvió a sentarse del otro lado del sofá.

- Lo siento - dijo el.

- Que?

- El beso, lo siento - la miro de reojo y la vio tan distante - no debí hacerlo.

- Yo........... quería que lo hicieras, así que no lo sientas.

Aioria respiro, tomo un sorbo de vino, quería calmar su impetuoso corazón, fueron muchas cosas para un solo día, estar allí con ella, el mayor logro, que ella dijera que lo amaba y que era el único su gran felicidad, pero había algo mas, el deseaba mucho mas de ella y al parecer era correspondido.

- Me prestas tu celular, por favor - le dijo de repente.

- Que vas a hacer con el? - le dijo mientras se lo pasaba - de verdad es extraño que me lo pidas.

- Recuerdas la primera vez que bailamos?

Claro que lo recordaba, Marin recordaba todos y cada uno de los momentos que tuvo con el, como no recordarlo si fueron de los mejores momentos que había tenido, pero solo le respondió asintiendo con la cabeza.

- Ese día bailamos la melodía de una canción que hablaba acerca de un hombre que deseaba mucho ver a la mujer amada y todo lo que quería alcanzar con ella - dijo mientras buscaba una canción en particular.

Se levanto de su lugar y tendió la mano hacia ella, le sonrió y ella acepto, cuando estuvieron de pie le susurro en el oido:

- Ahora, escucha esta.

Empezaron a danzar en el espacio reducido de la sala al ritmo de una balada bastante romantica, no necesitaban mucho mas, solo lo suficiente para estar unido uno al otro. La letra era algo que se hacia especial y hablaba de lo indispensable que era ella en su vida.

Al terminar la canción, siguieron abrazados, no querían separarse el uno del otro, Marin tenía la certeza de sus sentimientos, pero no podía dejar de sentir miedo y quería decirlo, estaba dispuesta a dejar a un lado el callarse las cosas y decirlas a tiempo, no quería cometer los mismos errores, se separo un poco de Aioria y lo enfrento.

- A pesar de que estoy segura de mis sentimientos, tengo miedo - el la miro extrañado - miedo de que esto sea algo efímero, algo del momento, que tus sentimientos cambien de un día a otro.

- Eso no......

- Eso si, puede pasar.

Suspiro - Marin, desde el primer momento en que te vi, el día que tropecé contigo, fue extraño, no puedo decirte que me enamoré a primera vista, pero sentí algo diferente con respecto a ti y que todo se ha dado de una manera peculiar y aquí estamos, alguna vez te lo dije, dame la oportunidad y aunque sé que te fallé - acaricio su rostro con su mano - de ahora en adelante te dedico mi vida a ti y a todo lo que podamos lograr juntos. estoy total y completamente rendido ante ti.

Esta vez fue ella que sin aviso lo besó, fue un eso demandante, exigente, por primera vez, no se sentía culpable de demostrar sus sentimientos y el deseo que tenía por el. Aioria supo como responder, la abrazo por la cintura atrayéndola hacia el, como si de esa forma podrían hacerse uno.

Cuando tuvieron que separarase para poder respirar entre jadeos Aioria dijo lo que tanto quería y que ella cambien pedía.

- Quiero estar contigo, Marin, es todo o nada.

- Que sea todo - respondió sin pensarlo.

Entre besos, caricias y tropezones lograron llegar a la habitación, Aioria se despojo rápidamente de la su ropa quedando al descubierto su buen trabajado cuerpo, Marin ya había tenido una vista de él, pero era la primera vez que lo observaba tan intima y no solo eso, sino que podía acariciar cada músculo y cada centímetro de piel.

Mientras el estaba sentado en la cama, gozando con ver a su amada, sonrojada e inquieta mientras le quitaba prenda a prenda, quedando solo en ropa interior, ella se sintió avergonzada, hacia mucho tiempo que no estaba en la intimidad con nadie, así que trato de cubrirse con las manos y el logró atraparla.

- No - dijo serio - quiero verte, quiero grabar cada marca, cada lugar de tu cuerpo............ eres hermosa Marin.

Ella se soprendió al verlo, el rostro de Aioria lucia diferente, sus pupilas completamente dilatadas, la miraban con algo de malicia y deseo, notaba como su pecho subía y bajaba cada vez que respiraba, a ella los nervios no la dejaban pensar mucho.

- Es solo que, estoy un poco nerviosa, hace mucho que no estoy con alguien.

- No te preocupes - la abrazo por la cintura, hundiendo su rostro en su pecho - solo relájate, cuando no te sientas cómoda me dices y me detendré, de acuerdo ? - levanto los ojos hacia ella y le sonrió.

- Te amo Aioria.

Marin beso con pasión a ese hombre, que no dejaba de acariciarla, sus manos que al tocarla se sentían tan suaves, hacían que ella se retorciera, no conocía una sensación así. Aioria aprovecho para desabotonar el brasier y dejar el pecho de la mujer libres, con su mano acaricio suavemente casi en un roce los senos desnudos tanto que ella se estremeció y no pudo evitar soltar un quejido.

- Esta noche, mi amada Marin - le dijo mirándola como un león apunto de cazar a su presa - esta noche no la vas a olvidar jamas.


/////////////////////////////////////////////////////

Se las dejo ahí,  no soy buena escribiendo ese tipo de escenas así que usen su imaginación  y confirmado, si hubo el sin respeto.

La canción que se menciona es Drowning de BSB, no pude copiar el vídeo pero ahí les dejo el nombre.

Crédito de la imagen a @panda1seven en Twitter, la imagen la encontré ayer por el cumpleaños de Marin.

Espero les haya gustado, sé que estuvo largo, pero era necesario para ya cerrar esta parte, un capítulo más y fin.  Gracias por leer, nos leemos en el próximo.




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