Lecciones de Amor

By starmy89

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¿Puede un corazón acostumbrado a la decepción confiar en el amor? Celia esta convencida de que en la vida no... More

¡Eres un desastre Celia!
La necesidad tiene cara de...
Malos ratos, Buenas noticias
Cena de ¿celebración o liberación?
Las mentiras tienen las patas cortas
La propuesta de Celia
Detalles de mucha importancia
El juego comienza
Preparativos
Matrimonio
Una noche de perros
Buscando un significado y sentido de las cosas
Duele no tener, pero duele mucho mas perder
De vuelta a sobrevivir
Sobrevivir puede no ser tan malo, casi siempre
Una velada agradable revestida de un nostálgico final
La estupidez en ocasiones no es excusa.
Un secreto a voces
Olvidate de ti misma
Tratando de ser quien no soy
Cubriendose las espaldas
Nadie me conoce lo suficiente
Entre hombres verdaderos y falsos cobardes
Convalecencia
Una confrontacion necesaria y otra no tan necesaria
Jugando a los enfermeros
Confesiones
En los brazos de tu amor
Adrián
Adrian y Celia
Entre el amor y el deber
Escándalo debería ser mi segundo nombre
Abriendo Caminos
Un pequeño pero significativo percance
Noticia que no se espera es como una oferta cuando ya estabas dispuesto a pagar
Una sorpresa tras otra
¿Enferma o Presa? es difícil establecer la diferencia :(
Cuando una duda puede mas que mil certezas
Cuando piensas que todo va mal...
... la demencia hormonal aparece
Algo mas
El principio de nuevos comienzos
Segundas ocasiones
Vestida para ser feliz
Luna de miel
Epilogo
Aviso de Historia de Adrian

Permitiéndome soñar

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By starmy89

Ok, perdon para aquellas a quienes le llego la notificacion y no vieron el capitulo, lo publique por error pues me estaba quedando dormida y luego lo borre, en serio no podrian leer un capitulo mio sin editar aunque quisieran, soy un completo desastre.


Cuando escribi el capitulo tenia hambre, ya lo van a notar ;) y ya las dejo leer, recuerden dejarme una estrellita si les gusto.


Celia comenzó a estirarse cual gata al ver los primeros rayos del sol, se sentía... finalmente sentía que tenía 25 años, que podía planificar para el futuro con una visión más optimista, su mano fue a dar con el cabecero de la cama y retuvo en sus labios la maldición que estuvo a punto de decir, John aún dormía a su lado, y como no iba a hacerlo si aún eran las 6 de la mañana,  pensó en que debía hacer para empezar el día y quiso tomar un baño agradable, tenía mucho tiempo sin hacerlo, estar fuera de su territorio le dejaba un saldo de desventajas como no tener ahora mismo sus sales pero, podía inventar algo.

Se levantó de la cama con cuidado, se fue caminando de puntillas al baño y al entrar cerró la puerta con cuidado, rebuscó entre cremas para afeitar y desodorantes algo que pudiera servirle,  le hubiese encantado un poco de música, pero eso levantaría a John, tomo nota de hacerse con un aparato de música portátil. 

Bingo, encontró un gel de baño, eso podía servir, puso a llenar la tina asegurándose de que él agua estuviese tibia, y comenzó a desvestirse,  tenía un hambre atroz, medito en lo que podría hacer para desayunar, se le antojaban demás unas arepas, carne, queso blanco rayado, un poco de mantequilla, aguacate, se relamió los labios, luego frunció el ceño dudaba mucho que John tuviese todo eso en la nevera, bueno soñar era gratis así que podría comer una arepita con lo que tuviese e imaginar que era lo que ella quería, sonrió recordando que llevaba toda su vida viviendo así,  conformándose con lo que tenía porque no disponía de más, pues estaba segura de que habría alguna arepera cerca que tuviese esa comida y más,  Sara y Anthony no le matarían por llegar tarde una vez en... no recordaba cuando era la última vez que lo había hecho.

Se metió al agua que tenía la temperatura perfecta, le molestó un poco lo frio que estaba él apartamento, John era súper caliente y siempre tenía el aire acondicionado en muy baja temperatura, bueno por lo menos para su gusto.

Una vez toda dentro de la tina, recostó su cabeza en una toalla que le hacía las veces de almohada y comenzó a pensar en todo aquello que quería lograr.

- ¿Celia? - John interrumpió su segunda versión de luna de miel, suspiró.

- En el baño - gritó.

- Sé que estas hay pero la puerta tiene seguro - Celia frunció el ceño, no quería salir de su comodidad.

- ¿No tienes una llave? - cerró los ojos imaginando una respuesta positiva.

- No, necesito entrar, Adrián está usando el otro y... - Celia frunció más el ceño, eso definitivamente había acabado con todos sus sueños glamorosos - vamos Celia de verdad necesito... - sus palabras se quedaron allí,  Celia había salido de la ducha y sin preocuparse por secarse o taparse, le abría la puerta y volvía a la ducha, corrió la cortina sintiendo la mirada de John, destapó el desagüe y comenzó a retirarse el exceso de jabón del cuerpo, despidiendo así su tiempo para meditar.

Salió del cuarto vestida para la guerra, tenía unos pantalones cortos, una franela bastante ligera y unos zapatos deportivos, se había hecho una coleta, tenía toda la intención de ir en busca de un desayuno completo.

Escuchó a su hermano a su espalda.

- ¿Vas a salir tan temprano? - Celia se acercó a él para abrazarlo.

- Voy por nuestro desayuno, ¿quieres venir conmigo? - Adrián le miró dudoso.

- No sé si sería buena idea, tengo que cumplir ciertas órdenes judiciales, si por mala suerte me detienen en la ciudad se acabó la libertad - Celia frunció el ceño nuevamente, si seguía ese ritmo tendría la cara llena de líneas de expresión para los 26.

- ¿Como así?  - Adrian sonrió pesaroso.

- John no te contó supongo - suspiró y una mano nerviosa se desplazó acariciándose el nacimiento de su pelo en  la parte trasera de su cuello - tengo que asistir a un programa de rehabilitación, el hermano de John, uno un poco menos sifrí - Celia asintió pidiéndole que continuara - se ofreció a ser mi... algo que tiene que ver con que si me meto en problemas él también lo estará - su expresión era de completo escepticismo,  Celia entendía el sentimiento, era extraño ver a alguien preocupándose por ti cuando todo el mundo normalmente no lo hace, siempre te preguntas cuál será su verdadera intención, sonrió volviendo a abrazarlo.

- ¿Y qué vas a hacer? - Adrián suspiró, parecía seriamente perdido.

- El sifrí tiene una casa lejos de aquí,  me ha dicho que puedo usarla por un tiempo, según escuche que le decía al juez hay un tratamiento nuevo para adictos que puede servir - sus manos masajearon su pelo con nerviosismo - Creo que sería mejor si... - Celia esperó pero Adrián estaba demasiado nervioso para continuar.

- Estoy segura de que todo esto es nuevo y que te tomará un tiempo asimilarlo, pero ¿qué te parece si lo piensas un poco más? - Adrián negó serio.

- No tengo nada que pensar Celia, me guste o no, es aceptar esto o... - parecía realmente perdido y Celia sintió ganas de abrazarlo y prometerle que todo estaría bien, ella sabía por lo que estaba pasando, o quizás él estaba mucho peor que ella en sus peores momentos, pero admiraba que estuviese considerando las cosas aun y cuando eso le provocará tanta ansiedad, supuso que todo tenía que ver con sus adicciones.

- Entonces no lo pienses más,  venga vamos por unas arepas, no creo que por caminar unas cuadras nos vayan a detener - Adrián miró su aspecto.

- Bueno vestido así la verdad es que paso por decente - Celia sonrió, su hermano estaba muy delgado pero era casi tan alto como John y su ropa le sentaba.

- Salgamos entonces, estoy muriendo de hambre - Adrián finalmente sonrió.

- Yo también.

Caminaron por algo más que unas cuadras, pero a Celia no le importó, la compañía era agradable, en un principio su hermano estaba un poco desubicado, pero luego comenzaron a recordar alguna travesuras de niños y terminaron compartiendo un rato agradable, Celia pidió más comida de la que seguro podrían comer, pero con su hermano y John juntos pensó que era mejor que sobrará a que faltara, ella no está va dispuesta a compartir su porción.

Cuando volvieron al apartamento John estaba al teléfono,  al verlos entrar sus ojos fueron directo a los de Celia y esta asintió, sabía que había estado preocupado, le dio puntos por disimular frente a Adrián, ella levantó las bolsas con una sonrisa y le correspondió el gesto, comentó un par de cosas más con Ronald, estaba segura que hablaba con él, y cortó la llamada.

- Tengo que apurarme ya debería estar saliendo al trabajo - comentó viendo su reloj, John se acercó y le dio un beso en la frente, le murmuró unos buenos días en su oído, Celia sintió un escalofrió. 

- Anthony y Sara vienen en un rato, no creo que puedas trabajar con tus manos como están - Celia levantó la única mano que tenía lastimada, ya estaba mucho mejor.

- ¿Tu tampoco vas a trabajar? - John le dedicó una mirada de advertencia.

- Solo voy a firmar unos papeles por la tarde - le quitó las bolsas y se fue hacía la cocina - además tu trabajo requiere que uses tus manos y hagas fuerzas - Celia frunció el ceño y sabía que él estaba sonriendo.

- Entonces iré contigo a la empresa - John se encogió en hombros.

- Adrián tengo algunos video juegos en el cuarto donde te estás quedando, puedes usarlos - Adrián soltó una brisa corta.

- No se usar esas cosas.

- Eres hombre - le comentó Celia restando le importancia al asunto - lo traes en tu ADN - John sonrió asintiendo.

- Vamos a comer luego nos ocuparemos de eso - John agregó mientras Celia le observaba risueña.

Cada cual estaba concentrado en su comida, Celia especialmente disfrutaba de la suya con más que un simple degustar, su desayuno era todo lo que había imaginado, notó que John la miraba divertido, posiblemente parecía una niña comiendo chocolates, pero no le importaba su aspecto además él también estaba disfrutando su arepita y ni hablar de Adrián, estaba comiendo a grandes bocados, Celia dudaba si quiera que notara que sabor tenía, no estaba comiendo estaba tragando.

- No me mires así - le ordenó Adrián - ayer no cené, bueno en realidad no es que eso haga mucho la diferencia últimamente tengo mucha hambre - Celia le sonrió satisfecha evitando decirle que posiblemente se debía a que estaba sobrio.

- Esto hay que repetirlo por lo menos una vez a la semana - dijo John pellizcando las migajas de su plato.

- Podríamos hacerlas aquí - Celia ya casi acababa su arepa, recordó el sabor de la malta y pensó que sería el acompañamiento perfecto, pero ya estaba bueno, tendría que conformarse con el aburrido y tradicional jugo de naranja de las mañanas.

- Estaré en el cuarto instalando la consola - John le comentó a Adrián quien asintió masticando su último bocado y levantándose.

- Hey la señora de la limpieza no está - Celia advirtió y sonrió al ver a John seguido de Adrián como volvían y recogían sus platos y los llevaban a la cocina, de vuelta John paso a su lado y le fastídio el cabello, Celia intentó alar de él por su franela pero se apartó rápido y mofándola siguió hasta lo que antes era el despacho.

Los gritos y celebraciones se oían en toda la casa y Celia no podían concentrarse en un informe que estaba leyendo en la computadora, había perdido un día de clases y posiblemente tendría una evaluación pronto, el timbre sonó.

- No se preocupen yo voy - grito a nadie en particular pues sabía que el volumen del televisor no les permitiría escucharla.

En la entrada le saludaron efusivamente Sara y Anthony, Celia les encantaba verlos interactuar, se movían en sincronía, resultaba cómico pues Sara siempre había peleado por su independencia y ahora se notaba a leguas que no podía mover un dedo sin tener a Anthony cerca, afortunadamente a Anthony le pasaba lo mismo, pasaban cada hora del día juntos Celia miró hacia el cuarto de donde provenían gritos de Victoria con el ceño fruncido, por lo visto John podría pasar un buen rato sin ella, tuvo que reprimir el sentimiento de nostalgia que le sobrevino al sentirse desplazada nada más y nada menos que por una consola de video juegos.

- ¿Que están haciendo? - pregunto Anthony con interés, Celia enarcó una ceja.

- Jugando con la consola de John - vio como Anthony se le iluminaban los ojos y las dejaba en la entrada sin decir palabra, Celia se sintió un poco mejor, si Anthony reaccionaba de esa forma a pesar de dejar de lado a Sara, no era tan importante.

- Eso los entretendrá un rato, así podrás contarme como esta eso de ese hermanito tuyo - Celia tragó con fuerza, quería ser sincera con Sara pero sentía que eso ya no formaba parte de su vida y quería dejarlo atrás,  sin embargo decidió tomar asiento y con un suspiro le contó todo, cada pequeño detalle de su niñez, adolescencia y juventud antes de conocerla, las expresiones de Sara eran divertidas, cada vez que Celia contaba algo especialmente malo Sara la escuchaba atentamente y fruncía el ceño,  parecía molesta y dolida pero en ningún momento la interrumpió solo cuando hubo acabado le comentó;

- Oh Celia que cosas más terribles has vivido, ahora entiendo muchas cosas - fue hasta ella y la abrazó.

- He decidido dejar todo eso atrás, quiero recuperar a mi hermano que es lo único bueno de todo eso e intentarlo con John - Sara pego un grito histérico y la hizo levantarse para brincar las dos como unas niña,  Celia se sorprendió a si misma siguiéndole el juego.

- ¿Todo bien? - preguntaron a la vez John y Anthony desde la puerta, Celia sintió que su cara se calentaba de la vergüenza,  Sara solo sonrió un poco más si eso era posible y asintió,  el par Arocha les miraron inquisitivo con idénticas expresiones, Celia rio sin poder detenerse.

- No sé qué tan bueno sea dejarlas mucho tiempo a solas - comentó John mirándolas ahora con desaprobación,  Anthony asintió.

- Tienes razón, saben demasiado - Sara les sacó la lengua y la ayudó a tomar asiento haciendo ella lo mismo.

- Entonces ¿como piensas hacer? - Sara parecía verdaderamente feliz con la idea de que ella deseara ser feliz, Celia suspiró.

- No lo sé,  hay que resolver algunas cosas,  no quiero la sombra de mi pasado sobre John y también quiero ocuparme de Adrián - miró sus manos Indecisa.

- ¿Lo has conversado con John? - Celia bufo.

- No es que haga mucha diferencia, John no me dejaría salir de su vida ni aun y cuando estuviera la suya en peligro - Sara sonrió.

- Qué bueno que finalmente lo entiendes - John llegó hasta ella y tomó sus manos sentándose a su lado, Celia no pudo evitar sonreír al ver que ella volvía a ser su centro de atención,  Anthony llego al lado de Sara.

- ¿Y bien que decidieron hacer con Adrián? - Celia miró a John inquisitiva, este último observó a su hermano serio.

- Ya recibí la información completa del programa y pensaba hacer lo que te dije pero aún tenemos que conversarlo los tres o bueno los cinco ya que tuviste que ofrecerte como responsable por el - John le agradeció a su hermano y miró a Celia - ¿recuerdas el programa del que te hable? - Celia no estaba segura de que fuera lo mismo pero asintió - bueno el señor que ayudó a mi amigo ya no está trabajando pero ahora lo hace su hija, he hablado con ella y me ha mandado un listado de condiciones, para hacerles el cuento corto me ha pedido que disponga de un sitio apartado, si es posible lejos de la ciudad y que tenga un par de personas allí para que puedan cocinarles y limpiar un poco - Celia frunció el ceño.

- Podría ser la cabaña - comentó Anthony viendo a Sara y está asentía observándolos a ellos.

- Te lo agradezco pero pensé en la casa de campo, está un poco más cerca de la ciudad y pensé que Celia quería ir continuamente allí - le miró esperando su aprobación o desaprobación pero Celia aún estaba tratando de imaginar cómo se tomaría Adrián esa propuesta - Ronald está arreglando los detalles, tenemos que enviar la dirección al Juez y está también lo de los informes, la chica acepto hacerlos, así que básicamente todo está arreglado, si Adrián acepta, este mismo fin de semana podríamos llevarlo allí - Celia finalmente decidió intervenir.

- ¿Qué edad tiene? - John la miró confuso - la chica, lo has dicho como si fuera una adolescente, John torció el gesto.

- Su propio padre me ha dicho que es muy docilidad a y que ha trabajado con 5 personas y todas están muy bien - Celia le ofreció una mirada espectador - 19 - Celia no podía creer lo.

- No puedes estar hablando en serio, no puedes decirme que si quiera estas considerando que le entregaré a mi hermano a una niña para que jueguen a los carritos,  o peor al doctor.

- Parece bastante profesional, podríamos pedirle una entrevista y así podrías verificarlo por ti misma - Celia bufo - Ronald la conoció y me ha dicho que le parecía una buena opción y yo confío en su criterio.

- ¿Ni siquiera la has visto?

- ¿A quién? - se escuchó la voz de Adrián, todos voltearon a mirarlo.

- Estábamos hablando de la condición del Juez - Adrián se sentó en una silla y comenzó a jugar con sus dedos.

- ¿Y bien? ¿Qué hay? - John procedió a explicarle, Celia observaba con gesto crítico las reacciones de su hermano y tuvo que aceptar que parecía agradado con la idea.

- Aún podemos buscar otra cosa u otra persona si esto no te agrada - Celia sabía que Adrián estaba divertido por algo, a ella nada de eso le parecía divertido.

- Está bien - el chico se encogió en hombros pero Celia sabía que había algo más allí, tal vez eran imaginaciones suyas pero decidió darle a él la oportunidad de tomar sus decisiones y guardarse para si sus reservas aunque le pediría a John una entrevista con esa chica.

- John podría ver la copia del programa - Sara quien hasta ahora había permanecido callada preguntó y todo salieron del encima miento en el que se encontraban, John fue hasta su cuarto, al poco rato salió con una carpeta.

- Según me explico por teléfono cada persona tiene necesidades distintas y esto puede variar pero más o menos esto es lo que podría hacerse - entregó una copia a cada uno y Celia se tranquilizó un poco al ver el contenido.

- Hey creí que esto iba solo con las adicciones, que es todo esto de matemática, ciencia, deportes - Adrián señalaba la hoja con desdén, Celia sonrió.

- A mí me parece bien - John se encogió en hombros disculpado se con su cuñado.

- Adrián sé que no tenemos aún mucha confianza, recién ahora te conozco pero te pareces tanto ahora tu hermana que te aseguro que con los estudios estarás bien, esta chica ha sacado sobresaliente en toda su carrera - Celia lo observó mirarla con orgullo por unos segundos, luego asintió.

- Ella siempre ha sido más inteligente que cualquiera - Celia quería agregar algo que desviará la atención de ella pero Adrián continuó - No creo que podría con todo eso junto - comentó reflexivo - aunque podría intentarlo claro - agregó más para todos los presentes que para el mismo, Celia sintió que su hermano hacia todo eso para complacer a los que le rodeaban y no por el mismo, entendía el sentimiento, el deseo de querer a como dé lugar encajar en algo era un buen incentivo para comenzar pero no le serviría por mucho tiempo temió.

- Bueno creo que podríamos llamar a esta chica y quedar con ella en algún sitio para que puedas verla y así terminarás de saber si quieres hacerlo o no - John comentó ello viendo a Adrián pero de reojo observaba la reacción de Celia, esta sabía que el presentía lo que estaba sintiendo y sus dudas con el programa.

- Sí, supongo que podríamos hacerlo mañana - John sonrió.

- ¿Te tomará tanto tiempo llegar al nivel tres? - Celia se regocijó al ver la expresión de Adrián.

- Estoy aprendiendo sifri - John le pasó una mano por sus hombros.

- Creo que es hora de que conozcas los trucos - Adrián le miró sorprendido e incrédulo - ¿qué? No te lo había dicho.

- Ya decía yo que tenías tu lado negro - Celia tuvo que aguantar la risa al comprender lo que su hermano le había querido decir y que sólo ella y su hermano sabían, lo corroboró cuando Adrián volteó hacia ella y le guiñó un ojo.

Anthony miró a su esposa por un momento y Sara suspiró.

- Solo 30 minutos más - Anthony besó su frente.

- Eres un sol - y sin más corrió hasta el la puerta que ahora cruzaban John y Adrián.

- En serio ahora Anthony querrá venir más seguido, y no entiendo pues creo que en su piso tiene uno - Celia sonrió viendo el ceño de Sara.

- Puede que sea por la compañía, no creo que sea tan divertido estando solo.

- Tal vez debería aprender un poco, Abi juega con Jared resulta muy cómico cuando le gana - Sara lo pensó divertida - pasa pocas veces pero cuando lo logra, lo celebra mucho y Jared se hace el ofendido para complacerla,  en fin son un par de locos.

- ¿Que te parece eso de esa chica tan joven? No se me da mala espina - Sara volvió a coger la hoja.

- Pues yo creo que deberías conocerla primero, esto se ve bien, me agrada la idea de ver a ese chico convertido en alguien mucho mejor de lo que es ahora, me recuerda a cómo te comportaba cuando recién te conocí,  siempre supe que me ocultabas cosas, siempre dejabas palabras a medio decir, aprendí a comerme la curiosidad para poder conservarte, te necesitaba para encajar ya sabes - Celia tuvo que aguantar un ataque de risa que le sobrevino.

- Sara tu no necesitabas encajar en nada, lo tenías todo fui yo quien permanecía cerca para absorber un poco de toda esa inocencia y ganas de triunfar que tenías para imaginar que mi vida podía ser distinta si me esforzaba lo suficiente - Sara la miró pensativa.

- Estoy segura de que papá y mamá tendrían una opinión distinta de eso - Celia sabía que ellos tenían, y no sabía de donde salía ese sentimiento, una fe ciega en ella, quizás tenía que ver en que su hija nunca fue lo suficientemente mente sincera para comentarles sobre sus costumbres sexuales - me encantaría que pudieran ver tu rostro esta mañana estas tan distinta, es como si hubieses crecido, es extraño porque siempre has parecido mayor para tu edad, pero esto es diferente, no sé si me explico - Celia solo la sonrió y recibió su cuarto abrazó del día.

- Lo sé, creo que finalmente decidí creer que hay un cuento de a das para mí - Sara sonrió de oreja a oreja - ¿podrías guardarme el secreto? Si John se entera que he dicho eso no me dejara en paz en lo que me queda de vida - Sara emitió otro grito histérico.

- Tenemos que celebrar esto - Su expresión paso a pensativa - Ahora mismo estamos tan liados en la empresa que solo podríamos cenar algún día de estos, tu planifícalo y yo veré que podemos hacer.

Celia asintió viendo salir a John y a Anthony corriendo del cuarto.

- Tenemos que irnos nena - le dijo Anthony apurado, Celia frunció el ceño.

- Son unos mal... - se escuchó el grito de Adrián desde el cuarto - ahora tendré que comenzar desde cero, Celia te prohíbo que andes de esposa con John es un... - Celia se llevó las manos a la cadera encarando a John.

- Te juro que el entendió mal - pero la risa de él y Anthony los delataba.

- Nosotros nos vamos - Celia observó a Anthony intentando parecer serio y Sara mal encarada.

- Tu eres el mayor, eres un sinvergüenza - Sara le regañó.

- Yo solo veía - se defendió.

- Cobarde - gruñó John, Celia los miró con desaprobación a ambos mientras iba hacia el cuarto a ver el estado de ánimo de su hermano.

- ¿Todo bien? - pregunto a Adrián cuando llego hasta el, Adrián asintió concentrado en el juego - quieres que te traiga  unas botanas.

- Eso sería una muy buena idea - sonrió, Celia se acercó hasta él y le abrazó.

- ¡Oh Celia! volví a perder,  ¿te envío el sifri verdad? - Celia negó pero se relajó en cuanto su hermano le dedicó una sonrisa de un niño de 8 años.

- ¿Que te parece si le jugamos una broma? - Adrián puso el juego en pausa.

- Te escucho.


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