~ Pov T/N ~
No lo puedo creer.
Se supone que la misión era solitaria... No deberia de estar aquí y menos viendome de esa forma, da miedo.
- Iguro-San que sorpresa verte aquí... ¿Te encomendarón esta misión también? - Repito. No entiendo porque me está matando con la mirada.
- Así es. Pero no estaba enterado que la realizaria en conjunto contigo. - vi como su mirada me veia de abajo hacía arriba, como si estuviera analizandome.
- Yo tampoco estaba enterada... Creo que seremos un equipo muy prometedor. - sonreí tratando de aligerar la tención.
El se quedó segundos en silencio, como si estuviera meditando que decirme.
- No te confundas, Kocho. No se nos notificó que estariamos en la misma misión, así que no podemos trabajar juntos. Lo más probable es que haya dos demonios en este lugar y cada quien se tenga que encargar de uno, solo eso. - empezó a caminar para alegarse de mi.
¡¿Pero este quien se cree para hablarme así?! Tonterias no lo necesito, me puedo defender por mi misma, no por nada soy un pilar. No necesito de un tonto enano con una serpiente albina.
Empecé a alejarme de donde me había topado a Iguro-San, tenía una misión que realizar, no había tiempo para detenerme a pelear con alguien que no tiene ese espíritu de compañerismo, mucho menos de amistad.
Es raro, de los 9 pilares que somos... Digo... De los 8 pilares que somos (aún duele decirlo) con Iguro-San jamás eh tenido una conversación de más de dos minutos. Sinceramente solo nos hablamos para saludarnos cuando oyakata-sama nos convoca a reunión, de ahí en fuera, jamás hemos socializado.
Iguro-San es alguien muy misterioso, nunca habla con nadie, a excepción de Shinazugawa-San y Mitsuri-San, a de tener un pasado difícil, después de todo, la mayoria de los que estamos en la organización hemos sufrido mucho.
Salí de mis pensamientos cuando llegue a mi lugar de misión. Un pueblo que a simple vista luce abandonado, hemana tanta aura demonioca. Iguro-San tenía razón, lo más probable es que haya mas de un demonio aquí... Por mi sentir, eh de decir que no son para nada debiles, claro, si así fuera hubieran mandado cazadores de rango medio, no a dos pilares.
Empece a recorrer las calles de aquel pueblo, el viento soplaba fuerte y frio, el sonido que los árboles producían solo le daban un ambiente mas tetrico.
Enfoque mi vista en lo que parecia ser un señor tirado a media calle, no dude ni un segundo en acercarme a el, con cautela claro, no se sabe si pueda ser una trampa.
Una vez a su lado, mire a mi alrededor y concentre mi intuición en mis alerededores, intentando detectar algún tipo de presencia fuera de lo normal. Una vez segura me hagache hasta el hombre mientras lo tomaba entre mis brazos, no estaba inconsciente, solo estaba acostado.
- Disculpe señor... ¿Se encuentra bien? - vi como abrio los ojos poco a poco, acostumbradose a lo poca luz del sol, estaba por anochecer.
Sentí que alguien se acercaba a nosotros, no me preocupe, pude distinguir aquella aura aburrida.
- Ustedes... Son los valientes... Que han venido... A rescatarnos... - su voz sonaba debil, podia saber que hacía días que no tomaba agua.
De mi ahori saque una botella de agua y un pan, siempre cargo con eso en cada misión por si me da ambre o sed, pero ahora este señor lo necesita más que yo.
- beba, es agua con analgesicos, quitara su sed y aligerará el dolor de su garganta. - acerque la botella hasta su boca, no tardo cuando empezó a beber el agua desesperadamente.
- tambien tenga este pan. Disculpe que no tenga nada más que ofrecerle. - acerque el pan a su mano, tomo el alimento y empezó a comerlo con deseo.
Estuvimos así unos minutos, donde el hombre comía y acababa de beber el agua. Aún me pregunto porque Iguro-San está tras de mi y no habla.
- Se lo agradezco mucho señorita, hacía dias qie no probaba comida o siquiera bebia agua. - se notaba mejor, eso me dejs tranquila.
- Disculpe señor... ¿Puede decirme porque este pueblo parece abandonado? Y también el porqué de su situación. Si no es molestia.
El hombre tardo unos segundos en contestarme, pude ver como su expresión facial cambiaba a una llena de nostalgia y temor.
- Desde hace meses que cayó una maldición a este lugar. Un extraño ser no para de asecharnos a los pocos habitantes que quedamos aquí. De un momento a otro nuestros familiares desaparecen y al llegar el dia se encuentran restos de sus cuerpos en lo profundo de aquel bosque - señaló el bosque que estaba a mis espaldas - perdí a toda mi familia gracias a ese ser... Algunos habitantes prefirierón marcharse a pueblos vecinos, pero los que no podemos... Tenemos que estar escondidos en casa con temor de que la noche llegue.
Me quede en silencio, sentí la tristeza y el dolor inundar mi corazón. Este hombre... Habia pasado lo mismo que yo. Perdió a su familia a manos de un demonio.
Sin poder evitarlo abrace al hombre, escuchando un jadeo de sorpresa de su parte. Era lo único que podía hacer, desgraciadamente... No podia traer a su familia de vuelta.
- Entiendo su dolor... Yo... Yo también perdí a mi familia por un ser como esos. Hoy en dia me dedico a cazarlos para evitar que sigan haciendo más daño. Descuide, me encargare de que su familia pueda estar en paz, acabare con el ser que ahora le oroboca sufrimiento...
~ Pov Iguro ~
Me sorprendí cuando al llegar a la misión qie se me habia encomiendo me tope con la Kocho menor. No esperaba verla... Tampoco se me habia notificado que trabajariamos juntos, por lo que lo hacía aún más extraño.
Después de una corta platica aue tuve con ella, agarre mi propio camino, acepto que fue muy grosero de mi parte como le hable, pero no pude evitarlo, después de todo me cae un poco mal.
Kanroji y Shinazugawa no paran de hablar de ella, en cierto punto me tiene enfadado escurchar a cada rato su nombre, en especial si se trata de Kanroji, le a agarrado bastante cariño desde la última misión que tuvo con ella.
Al llegar al pueblo de la misión me sorprendio bastante su aspecto abandonado. No le di importancia y empecé a inspeccionar.
Llevaba ya un rato en el lugar y no encontraba indicios de algún demonio, por lo qie decidi entrar al callejón que estaba a mi derecha.
Quede un poco confundido al ver a Kocho incada en la mitad del camino, aunque después comprendí el porqué.
En sus brazos hacía un señor de avanzada edad, al oarecer Kocho lo estaba alimentando y dandole de beber.
Me acerque lo suficiente hasta quedar atras de ellos, pude ver como ella se dio cuenta de mi presencia, pero ni se inmutó en voltearme a ver.
Ella y el señor empezaron a conversar, ahí el hombre nos puso en contexto con la situación del lugar, perdio a toda su familia... Que jodido.
- Entiendo su dolor... Yo... Yo también perdí a mi familia por un ser como esos. Hoy en dia me dedico a cazarlos para evitar que sigan haciendo más daño. Descuide, me encargare de que su familia pueda estar en paz, acabare con el ser que ahora le oroboca sufrimiento...
Cuando acabo de decir eso Kocho, mi mente quedó en blanco. No estaba enterado de su pasado, solo sabia que sus dos hermanas mayores habían sido asesinadas por el mismo demonio. De ahi en fuera no sabía más.
Puede distinguir el dolor y la tristeza con la que Kocho dijo esas palabras... Confieso que me da intriga conocerla mejor y saber porque tanto cariño por parte de shinazugawa y kanroji.
Regrese de mis pensamientos cuando vi a Kocho parerse mientras cargaba en brazos al hombre.
Lo admito... No me esperaba eso.
Aún cuando ella es mucho menor que yo, tiene una fuerza igual o superior a la kanroji. Podria comparar su fuerza con la de Rengoku o el maldito de Tomioka.
Vi como entro a una casa que estaba a unos metros de donde estábamos, despues de unos minutos salió sin el señor.
Paso de largo de mi y empezó a caminar hasta el bosque antes mencionado. Empecé a seguirla, podia notar que estaba enojada, muy enojada. No es que me preocupe lo que le pase... Para nada. Solo no quiero que cometa una idiotez que la conduja a su muerte y después me culpen a mi por haber estado con ella y no haberla protegido.
Sera interesante ver tu modo de convate... Kocho _______.
Tengan un excelente día/tarde/noche. 💗