Advertencia: Spoilers de fifteen.
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~Un año después de la muerte del antiguo jefe~
—Esto va mal, el cargamento de armas contrabandeadas lleva dos semanas de retraso— El hombre de bata hablaba resignado—. Mis subordinados tendrán que pelear con cuchillos de cocina, los conflictos cada vez son más grandes, tal vez no sirvo para esto.
Jane iba vestida con un top de mangas largas color azul rey, y un pantalón de mezclilla negro, rodeando su cuello portaba el zafiro que tanto le gustaba, estaba sentada en la camilla leyendo un libro. Era lo bueno de estar con el doctor, no había mucho que pudiera hacer.
—Ya sabías que esto pasaría, no tienes dinero, información, o la confianza de tus subordinados— habló el castaño mientras vertía un líquido en un frasco. Jane dejo su libro de lado, dió un saltó quedando de pie junto a Dazai quien ahora mezclaba dos sustancias—. Es malo para Mori-san, lo quieren muerto todo el tiempo.
—Que cruel, linda, ¿Tú qué opinas?— la joven negó con un movimiento de cabeza—. Estás de acuerdo con él...
—¿Por qué mezclas un medicamento para la presión alta, con uno para la baja?— habló la de ojos verdes quitando la atención puesta en su jefe.
—Pensé que si las bebía podría morir—respondió con simpleza.
—Estabas ahí cuando el jefe me dejó su puesto al igual que Jane, pero tú testimonio tiene más peso. No puedo dejarte morir ahora —el más grande seguía con un sermón que terminó por convencer a Dazai.
—No salió como esperabas —soltó Jane quitando el recipiente de las manos de su compañero.
—Así es, elegir a alguien que intentó suicidarse fue buena idea, pero ha pasado un año y sigo vivo— el castaño sonaba más perezoso de lo habitual, incluso molesto.
—Te equivocas, ustedes y yo llevamos a cabo el plan— el adulto dió vueltas en su silla preocupado por la dirección de la mafia.
—El plan termina cuando silencias a los implicados con el asesinato, y yo era el cómplice adecuado— suspiró alzando los brazos. Jane veía la situación curiosa, la naturaleza de Dazai era un misterio.
—Después de apoyar tu coartada nadie dudará que desaparecí suicidándome misteriosamente— ambos se veían, Dazai tenía una expresión burlona y Jane lucía verdaderamente interesada.
—Conozco a alguien como tú, Osamu, y es curioso que se lleven mal —Jane tomó los medicamentos para ponerlos en su sitio—. Si murieras, eso significa que Mori seguiría siendo el jefe, pero todavía no pasa.
—Sí, si quisiera silenciarte ya lo había hecho— Mori hablo con los ojos cerrados pero con un tono de reproche—. Pero si lo deseas puedo preparar algo para que mueras en paz.
Cómo si se tratará de un niño pequeño Dazai pregunto con tanta inocencia si eso era verdad. Jane por su parte admiró su determinación por morir, y el gran error de confiar siquiera un poco en Mori.
—A cambio a encargarán de una investigación— Ōgai busco en sus cajones algo —No es peligroso
Conocen el barrio mortero de Yokohama. Pues existen rumores de que cierta persona aparece por la zona.
—¿Quieres que averigüemos si son confiables?—Jane hizo sonreír a Mori por la pregunta obvia.
—Esto se llama Oráculo de plata y delega mi autoridad, si les muestras esto, los miembros de la Port mafia te obedeceran— el hombre mostró un pergamino.
—¿A quién menciona el rumor?— la ojiverde jugaba con el cabello de Dazai pasando sus dedos entre las hebras cafés—. Si el rumor hace daño al extenderse, ya comprendo— se puso de pie haciendo que la joven se sorprendiera, no habían dado ni un nombre —Apareció el antiguo jefe, ¿No es interesante, Jane?— el castaño avanzó hasta el adulto.
—Eso es imposible— la niña pensaba si se trataba de una broma—. Los muertos no vuelven a la vida.
—Hay gente que no debe salir de la tumba— respondió con simpleza el de bata.
—A cambio del medicamento, haré este trabajo, pero debes saber que si tratan de torturarme, diré todo— Osamu sostuvo el pergamino con cierta delicadeza—. ¿Lo haré yo solo?
—Este es tu primer trabajo, bienvenido a la Port Mafia —sonrió con malicia. Tendría otra joya en la corona de la mafia—. Jane, tu le ayudarás ¿Si?— la menor asintió para seguir al muchacho de gabardina negra.
—¿Quién decías que se parecía a mí?— el jóven delgado se detuvo volteando a ver a la más baja. Era como si ambos fueran compatibles por unos segundos en los que le dedicaba una mirada tierna.
—A Mori Ōgai —dijo entre risas haciendo que los hombres se mirarán entre ellos—. No me des importancia, no trato de insultarte.
—Dazai-kun, ¿Por qué quieres morir?— preguntó Ōgai sonriendo por la insolencia de su subordinada.
—Te lo devuelvo, ¿Crees que vivir tiene algún valor?— pronunció el chico de vendas.
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Ambos adolescentes eran acompañados de Hirotsu, él era quien los guiaría y cuidaría, también les brindaba información. Hasta el momento solo pagaban por saber los rumores, Dazai de vez en cuando recitaba algunas formas de suicidio para sus acompañantes, cuando lo hacía Jane le daba toda su atención.
Se enteraron que la zona era conflictiva, por lo cual debían tener cuidado. La muchacha quien estaba más familiarizada con el barrio desapareció un momento para buscar algo de comer. Caminaba de regreso con una bolsa de papas, desde que Dazai la ayudaba a contener su habilidad tenía más cansancio y hambre. Pero también estaba agradecida por encontrarlo, era una segunda oportunidad, una para redimirse.
Los pasos detrás de ella hicieron evidente que un hombre la seguía seguramente con intenciones de violarla, pero antes de siquiera intentar tocarla fue golpeado por un ente. Jane abrió la boca sorprendida por la fuerza con la que el hombre voló unos metros atrás. El culpable fue un chico de cabellos naranjas.
—Das asco maldito cerdo, tratar de tocar a una niña— solo le dió una patada que impacto su cara contra el pavimento —Oe, niña ten cuidado, el barrio mortero no es un lugar para dar un paseo —llamó la atención de Jane.
—Lo siento, pero dos hombres trataron de interrogarme, solo busco otra salida— respondió con falsa preocupación—. Tenían armas y mucho dinero.
—¿Qué querían saber?— más intrigado que antes buscaba ver su cara, y cuando lo hizo no pudo evitar parpadear muchas veces—. Oe, ¿No eres de por aquí?
—No, solo busco a alguien. Pero quiero tener que ver con ellos, son de la Port Mafia —al escuchar eso el de ojos azules necesitaba mas detalles—. Están detrás de un rumor, no entendí del todo pero quieren información...
—¡¿Dónde están?! —el muchacho se alteró y se acercó peligrosamente a la contraría.
—A unas calles de aquí, yo no los buscaría si fuera tú, parecen peligrosos —Jane contestó tapando sutilmente su collar ayudandose de su cabello y alejándose unos centímetros de su rostro—. No creo que les importe lastimar a un niño.
—No soy un mocoso. Ve a casa y cuídate, las niñas como tú son un blanco fácil para idiotas como ellos —le ordenó como si de su padre se tratara e inclinó la cabeza señalando al hombre desmayado que trató de atacarla.
Fue un gesto que la muchacha agradecería años después, nadie fue amable sin ganar nada. Ese muchacho guardaba más humanidad que todos sus conocidos juntos. Era deslumbrante.
—Muchas gracias —se inclinó para seguir su camino, debía rodear el lugar para llegar a dónde lo mando, ese chico tenía una habilidad.
—Ni siquiera noto que vamos para el mismo lado—
—Te informaré cuando vuel...— el castaño fué callado de un golpe, parecía que lo habían arrollado.
—Perfecto, eres un mocoso, la Port Mafia debe estar corta de personal —dijo el joven de ojos azules.
—Odio lo que duele —su tono tan monótono hizo enojar al contrario.
—Te doy una elección, ¿mueres ahora o después de hablar? —Entonó altanero.
—Matame ahora, si lo haces rápido es justo lo que quiero —La sangre se expandía por la tela blanca que cubria parte de su cara, sabía que eso pasaría.
—¿Solo eres un mocoso suicida? —suspiró haciendo más presión en el pecho del castaño.
—Tú también eres un mocoso —la situación no le resultaba nada agradable, esperaba que llegara su compañera para enfrentarlo—. Ya tardó bastante...
—No soy uno normal, así que cuéntame todo lo que sepas del Arahabaki que investigan —si las miradas fueran filosas Dazai ya estaría muerto.
—¿Arahabaki?, No lo escuché antes— recibió una patada en la mejilla—. Dicen que la ovejas te atacan si pisas su territorio...tú eres el rey de las ovejas, el que manipula la gravedad, Nakahara Chuuya —volteó el rostro para verlo.
—No soy un rey, solo tengo un as bajo la manga— el más bajo rechino los dientes.
—Ya veo, odio a los tipos como tú que se creen mejor que nadie— escupió con todo el veneno posible—. Me das asco.
—Yo también odio a la escoria que menosprecia a los demás, como tú —dió un golpe más fuerte en su hombro—. Habla, mocoso.
—Es suficiente —habló Hirotsu ganado la atención de el de ojos azules—. Rindete muchacho.
—No das miedo, viejo— giró su cuerpo ignorando la presencia de Dazai—. ¿Sabes quién soy?.
—¿El rey de las ovejas? —riño con ironía. Él sabía que Dazai era pieza clave para la mafia, por lo tanto debía defenderlo dentro de sus posibilidades.
—No idiota, solo tengo un as bajo la manga —se inclino mostrando una falta de respeto—. Ancianos y niños, la mafia está en declive.
—¿Te refieres a un poder cuando dices as? —el mayor arqueó las cejas curioso.
—Tambien tienes uno —la sonrisa ladina se presentó en el rostro del rey de las ovejas.
—Hirotsu-san, él es capaz de controlar la gravedad de lo que toca —dijo el castaño como un comentario sutil.
—Entiendo. Entonces tendré cuidado —quitó sus guantes lentamente.
Ambos atacaron, siendo repelidos por el poder contrario, Chuuya termino en el techo de una vivienda —Diría que eso esperaba de la Port mafia, pero me decepciona.
Cuando estaba por asentarle un golpe, Jane corrió en línea recta hasta impulsarse del hombro de Hirotsu logrando darle una patada en la cara al pelinaranja. Debido a su habilidad el poder del anciano no tuvo efecto en ella. El hombre fué rápido para sacar un arma mientras Jane recuperaba el aliento.
—Así que eres una escoria de la mafia— se contuvo para no golpearla, pero la ira de haberle creído fue suficiente para que apretara los dientes—. Eres una mocosa, piérdete.
El de monóculo le apuntó, y este respondió con una patada haciendo que se hincara—. No puedes hacer nada, la gravedad se alejo de tus manos— dijo la de fríos ojos.
—¿Qué demonios dices?— frunció el ceño mientras sentía el tacto de una mano en su cuello.
—Mi poder inutiliza a los otros— Dazai miró a la azabache—. Alejate un poco, Jane, no quiero lastimarte.
—Muchacho, es hora de arrepentirte —el anciano sonrió posando su mano sobre su hombro.
Nakahara se movió un segundo antes de ser agredido, haciendo que ambos chicos salieran volando, él de inmediato se recompuso manteniendo el equilibrio, por desgracia Dazai termino tumbado en el suelo.
—¿Estas bien? —La chica llegó hasta el para revisarlo y asegurarse que respiraba.
—Me vio la cara, se apartó antes de usar el poder de Hirotsu-san y quito mi mano. Uso su poder para saltar hacia atrás —con esfuerzo se puso de pie recargando su peso en Jane—. Vaya, las ovejas son entretenidos.
—No le hiciste daño —la más baja miraba preocupada al hombre mayor—. Debemos pedir refuerzos.
—De ustedes me hago cargo después, aquí voy viejon —tomó impulso para salir disparado contra el de cabello canoso.
—¡Hirotsu-san¡— Jane lo trató de ayudar pero Dazai sostuvo por la cintura con fuerza.
—Espera un poco— susurró cerca de su odio—. Te lastimaras, y sería una pena que no puedas llevarme devuelta.
Justo antes de decir algo, una fuerza destruyó el piso donde estaban de pie, Jane al ser sujetada por Osamu no pudo activar su poder y recibió el impacto. Al no poder evitar el desastre su compañero voló por los aires al igual que ella, de un momento a otro vió a su guía junto a ella. El anciano trataba de ver al responsable. Todos los presentes eran repelidos por un fuerte viento.
~Es el antiguo jefe~
Mi esposo el enano apareció.✨
Jane es más de dar afecto físico, al ser privada por su habilidad aprovecha cualquier medio de tacto siempre y cuando aprecie a las personas.