Lecciones de Amor

By starmy89

107K 7.6K 566

¿Puede un corazón acostumbrado a la decepción confiar en el amor? Celia esta convencida de que en la vida no... More

¡Eres un desastre Celia!
La necesidad tiene cara de...
Malos ratos, Buenas noticias
Cena de ¿celebración o liberación?
Las mentiras tienen las patas cortas
La propuesta de Celia
Detalles de mucha importancia
El juego comienza
Preparativos
Matrimonio
Una noche de perros
Buscando un significado y sentido de las cosas
Duele no tener, pero duele mucho mas perder
De vuelta a sobrevivir
Sobrevivir puede no ser tan malo, casi siempre
Una velada agradable revestida de un nostálgico final
La estupidez en ocasiones no es excusa.
Un secreto a voces
Olvidate de ti misma
Tratando de ser quien no soy
Cubriendose las espaldas
Nadie me conoce lo suficiente
Entre hombres verdaderos y falsos cobardes
Convalecencia
Una confrontacion necesaria y otra no tan necesaria
Jugando a los enfermeros
Confesiones
En los brazos de tu amor
Adrián
Entre el amor y el deber
Escándalo debería ser mi segundo nombre
Permitiéndome soñar
Abriendo Caminos
Un pequeño pero significativo percance
Noticia que no se espera es como una oferta cuando ya estabas dispuesto a pagar
Una sorpresa tras otra
¿Enferma o Presa? es difícil establecer la diferencia :(
Cuando una duda puede mas que mil certezas
Cuando piensas que todo va mal...
... la demencia hormonal aparece
Algo mas
El principio de nuevos comienzos
Segundas ocasiones
Vestida para ser feliz
Luna de miel
Epilogo
Aviso de Historia de Adrian

Adrian y Celia

2.1K 163 16
By starmy89

Había prometido subir este capitulo antes pero no pude, también leo y me quede colgada con una novela, sorry. Demás esta decirles que el de la foto es Adrián ;)

-          Desátalo por favor y déjanos solos – Jesús, el chofer de John lo miró dudoso – haz lo que te digo, es inofensivo.

-          No hables por mí, sifrino – amenazó Adrián, Celia sintió deseos de darle con la cartera, pero no sabía a quién primero, si a Adrián o a John, su hermano menor solía sacar fuerzas del infinito cuando estaba bajo los efectos de cualquier cosa que se hubiese metido.

-          Es mi hermano Jesús – el hombre la observó con evidente sorpresa, mientras que Adrián hacia lo mismo.

-          Jesús por favor – El aludido finalmente reaccionó y quitó el nudo que había hecho alrededor de las muñecas.

-          Estaré cerca Señores – se despidió dedicándole una mirada dura a Adrián quien lo observó con burla.

-          ¿Qué demonios piensas que estás haciendo? – Adrián se encogió en hombros – ¿ahora también te dedicas a robar? – Adrián soltó una carcajada.

-          No tienes moral para regañarme por eso hermanita.

-          ¿Cómo sabias que John vivía aquí? ¿Desde cuándo sabes de su existencia? – Celia miró a John de reojo deseando que los hubiese dejado a solas pero no, allí estaba muy cerca de ella, pero bastante entretenido con su celular.

-          Son muchas preguntas, yo también tengo unas cuantas para ti – Celia le miró achicando sus ojos – ¿desde cuándo te mueves en las altas esfera? Creí que odiabas este mundo, ¿o eso era solo para convencerme a mí de que no regresara a nuestra casa?

-          No seas tonto, odiaba esa casa, no todas las cosas ni toda la gente rica, además John y yo no somos nada – Notó que John ni se movió, eso quería decir que no los estaba escuchando, gracias a los cielos.

-          Sé que están casados – la observó con molestia – pero eres tan egoísta que no querías compartir esa información conmigo, preferías dejar solo para ti todos estos lujos – estiró sus brazos señalando todo lo que le rodeaba – Celia suspiró cansada.

-          Te he dado todo lo que me has pedido, he contraído deudas millonarias por ti – Adrián negó acariciándose las muñecas.

-          Ese dinero salió del bolsillo del sifrino.

-          ¿Cómo es que sabes esas cosas? – Adrián sonrió con suficiencia.

-          Tengo mis fuentes hermanita – Celia se sobresaltó a ver que John se levantaba del sofá y se dirigía al despacho.

-          Pues me dirás en este momento quien es esa fuente y para que te da esa información o mandare a llamar a la policía y te dejare a tu suerte.

-          Claro ¿porque iba a ser distinto? Siempre buscas la primera oportunidad para abandonarme – Celia le observó incrédula – sí, Celia porque si desde un principio hubieses puesto, aun y cuando fuera, un poco de atención sabrías de que va todo esto – Celia le miró confundida.

-          ¿Qué me dices si te ofrezco una oportunidad para mejorarte? – John soltó una carcajada.

-          ¿Y que harás? ¿Me encerraras en una clínica de desintoxicación? – Celia frunció el entrecejo.

-          Si – escuchó que decía John a su espalda – También tiene cargos en cuatro estados por robo, tráfico y un intento de Asesinato – Celia miró a John deseando que todo lo que estaba diciendo fuera mentira.

-          Has hecho la tarea sobrino, pero no pudieron comprobar nada de eso – contestó con amargura, Celia le quitó el papel que John tenía en sus manos y comenzó a leer.

-          ¿Cómo conseguiste esto?

-          Con su identificación, Jesús se la quitó y Ronald hizo el resto – Celia guardó para más tarde preguntarle si Ronald también tenía complejo de detective.

-          ¿Qué es todo esto Adrián?

-          Eso no es todo Celia, Adrián dejó tu casa en una camioneta cuya matrícula corresponde a un tal Daniel Muños – Celia abrió mucho los ojos.

-          No puede ser cierto, tú no trabajaras para ese cerdo, ¿o sí?

-          Ahora sí que has hecho la tarea completa – miró a John con actitud desafiante.

-          Respóndeme Adrián ¿desde cuando tienes contacto con este tipo?

-          Desde que tú te fuiste – le comentó sin más, Celia pudo en un principio llegar a pensar que como a él no le había hecho nada, pues el buscaría la protección de alguien que él creía podía ayudarlo.

-          Cuéntale tu o lo haré yo – John miraba con una seriedad mortal a Adrián, Celia estaba perdida.

-          No fue difícil encontrarlo, ya había visto la casa antes pero no me atrevía a entrar porque tu insistías tanto que sentía algo de temor – Celia le escuchaba atentamente imaginándose a un adolescente de trece años intentando saber quién era y ella lo había abandonado – cuando te fuiste, pensé que volverías, así que espere en casa para contarte que no había quemado nada, que era una broma, pero al tercer día supe que ya no volverías, me fui caminando hasta donde yo sabía que quedaba la casa, tenía hambre y había dormido poco, cuando llame a la puerta no me reconoció pero luego de que le dije quién era me hizo pasar, la casa no era igual, estaba fea, y él estaba borracho, pidió pizza y me dejo quedarme, la primera semana estuvo bien, tenía un lugar para dormir y que comer pero luego me dijo que debía trabajar, no quería arruinarlo como contigo, así que comencé a buscar trabajo en súper mercados y esas cosas que tu hacías pero él decía que no era suficiente, así que empecé a robar y me detuvieron, él fue por mí a la policía, como era menor y no tenía antecedentes me dejaron salir, yo pensé que me iba a regañar pero no me dijo que debía tener más cuidado y que tenía que conseguir más dinero, así que en eso se convirtió mi vida hasta que te encontré, no sé cómo, debía ser en una de mis borracheras que le mencione algo pero él se enteró y me siguió por un tiempo sin que yo lo notara, una noche llegue a casa y me dijo que te tenía que llevar con él, que tú y el tenían una cuenta pendiente, yo me negué y el me amenazó y lo golpee, se estuvo tranquilo por unos días, yo hasta ese momento solo tomaba, a veces me pasaba de la raya pero entonces llego el con unas pastillas, al principio yo las botaba pero un día finalmente comencé a tomarla, y muy estúpido que soy, me volví adicto esa fue su arma, y con eso empezó a amenazarme, pero aun así me negué, cuando yo lo mencionaba tu siempre te ponías histérica y yo no te guardo rencor – escondió la mirada de Celia pero esta pudo notar que en ese momento era sincero – le propuse que le conseguiría más dinero si te dejaba tranquila y así comenzó todo esto de pedirte dinero, el conseguía la información y me decía cuanto tenía que pedirte, cada vez era más, esta vez se supone que debía llevarle el doble de la última vez, pensé en la forma de no pedírtelo e idee esto para que lo pagara el sobrino  y no tú, en todo caso a él le sobra la plata – le señaló con la quijada.

-          Pues no recibirá ni un centavo – emitió John molesto, Celia lo silenció y le pidió a Adrián que continuara con la mirada.

-          Pensaba asustar al sifrino y así el soltaría la plata, se lo entregaría y me iría – Celia lo miró inquisitiva – hay muchas cosas que tú no sabes.

-          Cuéntamelas todas – quiso saber Celia.

-          Esto es otro nivel y tú ya tienes tus problemas – señaló a John con la quijada nuevamente.

-          Termina – John le advirtió nuevamente.

-          ¿Estás loco sifrino? – John le miró con dureza.

-          Tenía pensado secuestrarte – Celia se paralizó – pero yo no iba a permitir que eso pasara.

-          Tengo a mi abogado trabajando en esto, pero hay algunas cosas que necesito aclarar con los dos – John estaba molesto, Celia podía notarlo pero en su mente solo había lugar para una cosa, ese tipo la quería a ella y no lo permitiría.

-          Adrián ¿podrías testificar frente a la policía? – Adrián negó.

-          No sé si mi palabra sirva de algo estoy muy liado con esos tipos.

-          Celia puedes dejarme ayudarte aquí – John le exigió, pero Celia no lo quería cerca de eso.

-          No, lo resolveré a mi manera – John permaneció imperturbable.

-          Adrián ¿podrías ir a la cocina? – le señaló por donde estaba – aunque posiblemente ya sepas donde está todo.

-          Tranquilo sifri tu perro llego antes de que pudiera coger algo, además ya comí, Celia me dio desayuno – John le miró fastidiado.

-          Entonces no sé, vete a dar un baño, coge mi ropa, ve a ver que consigues por allí que te guste, necesito unos minutos a solas con mi esposa – Celia rodó los ojos, aún no había olvidado que tenía muchas razones para estar molesta con él.

-          Ok, ok, creo que podría darme un baño.

-          Lejos de las botellas Adrián – le advirtió Celia.

-          Como en los viejos tiempos hermanita.

Ambos escucharon cuando John dejo la sala, John se sentó frente a ella y Celia intentó que su mirada reflejar todo lo que le molestaba su actitud.

-          ¿Confías en él? – Celia se descolocó con la pregunta.

-          No te meterás en esto, hay algo que tiene dándome vueltas en la cabeza y de ser verdad…

-          ¿Qué es? Dímelo por favor, aviamos avanzado mucho anoche.

-          Anoche no sabía que tú estabas espiándome.

-          Ahorita estoy muy molesto con Rodríguez, no sirve para nada, de haber hecho su trabajo como debería, las cosas estarían a nuestro favor ahora, tendríamos más pruebas y podríamos mandar a la cárcel, sin comprometer a tu hermano, así que ni se te ocurra molestarte por eso.

-          Lo que me molesta es que no te sientas ni un poco mal por lo que haces, no está bien John, no puedes ir por hay averiguándole la vida a la gente.

-          Si esa gente me preocupa, haré lo que sea para protegerla, así que es mejor que me des tu consentimiento porque con o sin él lo hare igual, y te advierto que no aceptare mas berrinches, eres mi esposa, ya no eres una niña chiquita que huye porque no tiene nadie que la proteja, sé que puedes hacerlo sola, pero yo prefiero estar en esto contigo y como se lo cabezota que puedes llegar a ser, te doy esta oportunidad para que lo hagamos como pareja o molestos, tú decides. – Celia cerró los ojos levantando la cara, John tomó sus manos y las besó – vamos princesa quiero ver cómo le pateas el trasero a ese tipo desde la primera fila – a Celia se le escapó una risita – esa es mi chica, ahora dime lo que sea que piensas.

-          Creo que él tuvo algo que ver con la muerte de mis abuelos, pero no estoy muy segura, era muy chica y pude haber visto cosas donde no había o en este caso escuchar cosas que el no dijo – John la animó al ver que ella dudaba – ese día que intentaba quitarme la ropa dijo que él podía tener todo lo que quería y que cuando no lo conseguía por las buenas, lo hacía por las malas, que cuando las cosas se complicaron con los viejos el los saco del juego y listo, todo quedo en sus manos.

-          Él era el contable de tus abuelos – Celia asintió.

-          Y tu padre también murió allí, ¿crees que lo de tu madre fue su culpa también? – Celia negó.

-          No lo sé.

-          Bueno pasaremos esos datos a los abogados, son muy buenos Princesa, ellos me han pasado todos estos datos que te di, ha y la clínica donde estuvo tu hermano era privada, todo se hizo con un único pago, 10.000 $.

-          ¿Cuándo fue eso? – John consultó los datos.

-          Hace 5 años.

-          ¿Crees que valdría la pena volver a intentarlo? – John asintió.

-          Creo que él lo necesita y tú también quieres hacer algo por él.

-          No quiero que lo pagues tú.

-          Te puedo prestar – le guiñó un ojo.

-          No lo sé, y ¿qué haremos con el viejo, el Daniel ese? Si Adrián no llega con el dinero, seguro pensara algo.

-          Confió en que podamos encontrar algo con lo que mandar a detenerlo cuanto antes, los abogados parecen muy optimistas, aunque también piensan que si tu hermano se ofrece a declarar sería muy bueno.

-          No, podrían dejarlo preso – John asintió – por cierto ¿estas consiente de que posiblemente no vuelvas a ver algunas pertenencias tuyas? – John se encogió en hombros.

-          Pediré a Jesús que lo revise antes de irse.

-          No quiero que se valla, quiero hablar con él e intentarlo, pero esta vez quiero que funcione – John le dio un beso en la frente.

-          Imagino que quieres unos minutos a solas con el – Celia le tocó la mejilla en un gesto de agradecimiento.

-          Si fueras tan amable – John miró a su espalda.

-          No es tan grande – le comentó frunciendo el ceño.

-          Comparado conmigo – Celia se encogió en hombros.

-          Naaa, acabarías con él en segundos – Celia rió – estaré en el despacho curándome esto – levantó la mano y Celia lo revisó.

-          Deberías ir por la vacuna contra la rabia, pues a mí no me han vacunado – John le sonrió de vuelta.

-          Pediré la opinión de un especialista.

John se metió al despacho y Celia se acercó a Adrián quien se había quedado pegado en una biblioteca.

-          Lo siento – Adrián se sobresaltó.

-          ¿Por todo este rollo? – la miró incrédulo.

-          No,  en todo caso te deberías disculpar tú con John - Adrián puso cara de que no lo haría nunca - Pero no es de eso De lo que quería hablarte, quería arreglar las cosas, creo que luego de haberme encontrado y desde entonces hemos postergado esta conversación por mucho tiempo.

-          Celia no te culpo,  hasta yo me hubiera ido era un asco en ese tiempo, no han cambiado muchas cosas desde entonces pero he entendido algunas cosas.

-          De verdad quiero que podamos estar el uno para el otro como solíamos hacerlo, quiero que puedas contar conmigo y cuando te ofrezco mi casa, mi amor, no estoy incluyendo el dinero, no lo tengo además.

-          ¿Tan agarrado es el sifri?

-          Esto no se trata de él, se trata de nosotros, quiero que dejes esa vida que llevas y quiero ofrecerte mi ayuda, si estás dispuesto a cambiar.

-          Te digo que lo intente enana, de verdad estuve en ese estúpido programa por 6 meses y cuando salí,  él estaba allí esperándome y solo tuvo que extender su mano y ya estaba perdido.

-          Te prometo que no se volverá a acercar a ti ¿Qué me dices Adrián? 

-          Que no has cambiado nada y que tengo que pensarlo.

-          Podemos por ahora empezar por un baño y un buen almuerzo - Adrián bufó.

-          En eso estaba enana cuando viniste a distraerme.

-          El baño no está por aquí,  lo que si esta por aquí es el bar y no creo que quieras extender la racha.

-          Ok, intentare ser bueno,  no quiero que el sifri me corra antes de comerme ese almuerzo.

Celia caminó hacia la cocina pensativa, en solo unas horas todos sus planes habían cambiado, no aceptar la John sería una ofensa para él, y quería tener, como pocas veces lo había hecho, un hombro sobre el que descansar cuando se le avecinaban tantas cosas, y sin contar con los sentimientos que le invadían desde que sabía que la seguridad que había creído tener, no era más que un espejismo, pues Daniel siempre había sabido donde estaba, su corazón se hinchó de orgullo al saber que su hermano la había protegido, para luego sumirse en la miseria sabiendo que eso había representado para él la perdición.

Continue Reading

You'll Also Like

237K 23.1K 62
Adrián Ricoy tiene un serio problema con su deseo sexual, no puede parar. Tanto es así, qué en su barrio hasta le pusieron un apodo. Míster Libido, e...
139K 10.7K 34
Me quedo quieta por un instante. No puedo creer que este aquí. Hace mucho tiempo que no lo veo, y ahora todo es diferente. Sus ojos hermosos sólo ref...
1.1K 63 4
¿Que hubiera pasado si Veneer no hubiera podido salvar a su hermana? • 2-6 Dibujos malos/culeros • Trolls AU • mencion de temas como muerte, depresi...
3.9K 319 50
Unos pequeños quotes de mi pareja favorita Sylki. Dónde Víctor Timely no es Aquel que Permanece,solo un trabajador más de la TVA. Con Mobius,O.B , B...