El azabache se despierta con agitación, su corazón late con prisa y tiene la mirada perdida. Su cabeza le da vueltas y siente una corriente helada recorrer todo su cuerpo. Tiene el cabello desordenado y la respiración irregular. Busca la manera de calmarse, pues la falta de oxígeno está causando un inmenso dolor en su pecho, lo que hace que su intención se vuelva algo complicada. Después de un rato, logra su cometido.
El aire fluye correctamente por sus vías respiratorias hasta sus pulmones, la sangre circula de manera natural por sus venas, su corazón late con regularidad, ya no siente tanto frío, su cabeza dejo de darle vueltas, y aquella sensación de opresión en su pecho desapareció casi por completo. Pero, aunque leve, persiste. Ahora puede prestar más atención al entorno que lo rodea. No es su cuarto, ni el de katsuki. Está en una habitación blanca en su totalidad, exceptuando por aquella chaqueta de diseño militar colgada en el respaldar de la silla junto a la cama. Reconocía esa chaqueta, le pertenecía a su muy explosivo novio por lo que era difícil no hacerlo. Además, desde allí podía sentir el aroma a nitroglicerina y canela que provenía de aquella prenda, aroma tan característico del Pomerania.
Tokoyami cayó en cuenta de algo. Si la chaqueta estaba allí ¿Dónde estaba su dueño? La pregunta fue respondida al momento en que la puerta del pulcro cuarto se abrió y por esta misma apareció katsuki, con una lata de café en la mano y una pequeña bolsa blanca colgándole del antebrazo. En cuanto el cenizo miro hacia la camilla, se encontró con la sorpresa de que el azabache se hallaba despierto, por lo que un gran alivio recorrió todo su cuerpo, pero no lo hizo notar demasiado. Tan solo soltó un suspiro y se fue a sentar.
- ¿Cómo te sientes? – pregunto con calma una vez se acomodó en la silla
- un poco..mareado – katsuki asintió ante su respuesta
- es normal, te desmayaste después de un gran shock, y la falta de sueño te afecta también – el azabache se sorprendió, pues no recordaba haberse desmayado
- ¿en qué momento…?
- fue en medio de la calle, luego de que el camión casi te atropellara. Te llevaste un susto muy grande, perdiste la conciencia y caíste desmayado. Ni siquiera te rozó, se detuvo a tiempo, pero un centímetro más, y tu casi… - la lata en la mano del blondo crujió, pues este la había apretado, pero sin implementar demasiada fuerza
Fumikage se sentía como un idiota, preocupo a sus amigos y a su novio, y casi hace que lo maten por estar discutiendo con este último por su falta de responsabilidad al cuidar de su propia salud. Ahora, se encontraba tendido en la cama de un hospital, con el cenizo regañándolo de forma indirecta y una horrible sensación en el pecho llamada culpa.
El azabache aparto la mirada, y el silencio reino por un rato, hasta que se escuchó como katsuki soltaba un suspiro algo pesado y se levantaba de su lugar. Se posó en la orilla de la cama y tomo las temblorosas manos de su novio, puesto que esa fue la razón por la que se levantó, captando así la atención del gótico muchacho, quien no pudo evitar la aparición de un tono rosa en sus mejillas al momento de presenciar el instante en que el cenizo llevo sus manos hasta sus propios labios, depositando así un suave beso sobre los nudillos de esta, y acariciándolas con sus pulgares una vez las alejó.
Tokoyami pudo distinguir algo en los ojos de katsuki, preocupación.
Oh, es cierto, no es la primera vez que se mete en un problema tan serio que casi le cuesta la vida. La última vez su don le fue arrebatado, y con ello, perdió una parte muy importante de sí mismo. Katsuki también sufrió ante la pérdida de dark shadow, pues este se había ganado el incomparable cariño del cenizo, y eso era algo difícil de lograr. Por lo tanto, que se fuera así como así, sin la oportunidad de despedirse, dolía demasiado.
Antes de ser transferido, hubo veces en las que el azabache pudo ver cómo el blondo tenía la mirada perdida, con la cabeza en quién sabe dónde, y pensando en quien sabe qué. Pero tokoyami sabe muy bien en que era lo que pensaba su novio, pues era exactamente lo mismo en lo que él pensaba. Ambos extrañaban a su ruidoso y diabólico amigo, ya que este llenaba sus oscuras vidas de luz y color. En especial, la de su portador.
Fumikage jamás imagino que llegaría el día en que se levantaría sin escuchar la tintineante voz de su amigo en su cabeza o sin un desastre a su alrededor debido al aburrimiento de este. Nunca pensó en la posibilidad de estudiar de forma tranquila sin tener que estarle repitiendo constantemente a la sombra que se calmase o tener que sobornarlo para que hiciera silencio. Le hacía falta oír su risa, sus lloriqueos y gritos, sus caprichos, ver sus ojitos brillantes cuando era feliz, sus tiernos pucheros. Incluso extrañaba los momentos de desobediencia y rebeldía. Sus apegos y molestias, la forma en que hacia un berrinche tremendo cuando algo no lo gustaba o la alegría destellante que liberaba cuando estaba demasiado emocionado por algo. Cuando conspiraba en su contra, poniéndose del lado de sus amigos, sólo para obligarlo a hacer algo divertido a que él no se atrevía por ser algo “innecesario”, pero que al final resultaba siendo una nueva experiencia para ambos que jamás olvidarían, un nuevo recuerdo que hicieron los dos juntos. Y después de involucrar a katsuki, esos recuerdos se multiplicaron, y se hicieron mucho más valiosos. De hecho, cada recuerdo era valioso por sí mismo, tal vez uno más importante que otro, pero eso no los volvía menos especiales. Aunque claro, había cosas que quería olvidar.
Pero, a todo esto, había algo que le tenía la cabeza dando vueltas. Katsuki dice que se desmayó del shock que recibió luego de casi ser atropellado en medio de la calle, y que por esa razón acabó en el hospital. No puede contradecirlo, ya que sería muy estúpido hacerlo viéndose a sí mismo en la camilla de dicho lugar.
Volviendo al tema que le carcomía la mente. Recuerda muy bien el casi accidente, y la razón del porque las cosas ocurrieron así. También recuerda el momento en que se desmayó, pues con todo lo que le conto katsuki es lógico que las imágenes volvieran a su mente. Lo que nos lleva al punto. No le cabe en la cabeza el haberse desmayado después de que el camión frenara a tan sólo centímetros de su rostro, siendo esto imposible ya que venía bastante rápido y que pudo ver a través del cristal que el conductor andaba un tanto distraído, sino que el camión fue detenido antes de que impactara contra su cuerpo, y no fue detenido por algún héroe que pasaba por el lugar, más bien se estrelló contra una enorme cantidad de materia oscura que emergió de sí mismo.
Esa materia era dark shadow.
La imagen estaba un poco borrosa, ya que en ese momento aún se encontraba algo aturdido, pero esa voz y esa silueta pertenecían totalmente a dark shadow. ¿Acaso fue un sueño? ¿una ilusión creada por su propia mente? O ¿fue algo real? Temía a la respuesta, pero necesitaba obtenerla, así que recurrió a la única persona que podría brindarle esa información.
- katsuki – llamó con voz suave, sintiendo como el susodicho se alejaba apenas centímetros de él, puesto que lo había envuelto entre sus brazos al momento de verlo temblar, pero que ahora le prestaba su total atención
- dime – hablo con calma, no queriendo alterar al azabache
Este se tomó unos segundos para continuar con lo que tenía para decir, tomando una gran cantidad de aire en sus pulmones para darse el valor que necesitaría al momento de realizar la pregunta.
- lo que sucedió, antes de que yo perdiera la conciencia…¿fue real?
El azabache apretó las sabanas con fuerza luego de que katsuki no emitiera sonido alguno después de que le realizara aquella pregunta tan importante, lo que le daba a entender que no sabe de lo que está hablando, y que, por lo tanto, no es algo que haya ocurrido realmente.
Fue sólo un sueño, no sucedió de verdad. Dark shadow no se había aparecido repentinamente frente al camión y había evitado que este se estrellara contra el cuerpo del muchacho gótico, el cual se encontraba justo en medio de la calle. El camión no impacto contra el gran cuerpo de dark shadow, y este no se volteó a sonreírle una vez quedo a salvo. En otras palabras, su querido amigo diabólico no había regresado.
Esto era algo frustrante, a decir verdad. Tenía la esperanza de que no hubiese pasado sólo en su imaginación, y que dark shadow sí hubiera aparecido repentinamente sólo para salvarle la vida y echarle en cara que sería incapaz de hacer algo sin su presencia. Demonios, hasta su arrogancia había extrañado.
Pero ¿Qué más da? Ya no hay nada que se pueda hacer. Dark shadow se fue, desde hace mucho tiempo se fue, y no había nada en el mundo que pudiese hacerlo regresar, ni siquiera el maravilloso quirk de la pequeña eri, la cual se esforzó tanto en poder conseguirlo, pero no obtuvo los resultados que ella quería.
El azabache estaba sumido tan profundamente en sus pensamientos que no se dio cuenta del instante en que katsuki levantaba la mano y la dirigía hasta su rostro, sólo lo notó cuando sintió la calidez que esta desprendía al momento de acariciar su mejilla.
Fumikage alzo la mirada, cruzando sus ojos con los destellantes rubíes de su pareja, encontrando la calma en ellos.
Katsuki no dijo nada, no emitió sonido alguno, ni siquiera hizo el amague de abrir la boca para pronunciar algo. Sólo acaricio con gentileza el pómulo de su querido azabache, limpiando aquella escurridiza lágrima que se había escapado sin que este se diera cuenta. Se acomodo mejor en la camilla, quedando más cerca de su pareja, pegando tanto sus cuerpos hasta el punto en que fumikage quedó con su rostro en el pecho de katsuki, siendo capaz de escuchar sus latidos.
El cenizo tomó los cabellos del azabache, apartándolos de su rostro, hasta acumularlo todo en uno de sus hombros, y empezó a trenzarlo. Fumikage se dejó hacer, no era la primera vez que su pareja le arreglaba el cabello, y siempre le relajaba que lo hiciera, ya que tenía una manera especial de tratar su largo cabello. Esa era otra de las razones por las que había decidido no cortárselo.
Fueron pocos minutos en los que el blondo se dedico a trenzar el cabello de su lindo gótico, hasta que lo reposo en el hombro, sin atar, pero eso no importaba. Tokoyami llevo una de sus manos hasta el trabajo realizado por el contrario, acariciando delicadamente sus propias hebras. Una suave sonrisa se dibujo en sus labios, satisfecho con aquel gesto tan dulce, que por muy simple le hacia sentir una gran paz a su alma.
Antes de poder decir algo, katsuki poso su mano en la mejilla izquierda del azabache, acariciando con su pulgar los suaves labios de este, y dedicándole una cálida sonrisa, una que tiño sus pómulos de un ligero tono carmesí. No importa cuantas veces halla presenciado la bella sonrisa de su amado, para tokoyami siempre será la sorpresa más esplendida que pudiera recibir en su vida, puesto que el explosivo muchacho siempre lo tomaba desprevenido cuando le dedicaba esas sonrisas.
Poco a poco ambos fueron acercándose, hasta el punto en que sus respiraciones se volvían una sola, y podían sentir el palpito del otro. Sus labios estaban a nada de rozarse cuando pudieron escuchar como la puerta de la habitación era abierta, así que debieron separarse momentáneamente.
Quien había ingresado era una doctora que venia a revisar el estado del azabache, para así asegurarse de que se encontraba estable para poder darle de alta.
-signos vitales correctos, nivel de oxigeno correcto, ningún trauma causado por el shock, no tienes heridas a destacar y tu resfriado desapareció por completo – tokoyami le dedico una mirada a katsuki ante lo ultimo dicho por la mujer, este solo hizo un ademan de que le explicaría mas tarde y el azabache regreso la vista a la muchacha – lo único a resaltar seria tu desequilibrio alimenticio y la falta de sueño, pero más que eso no tienes alguna otra cosa que ponga en riesgo tu salud. Solo asegúrate de ingerir los nutrientes necesarios para tu cuerpo y descansar correctamente, cuídate de los días lluviosos y no vuelvas a cruzar la calle sin prestar atención a los lados. A parte de eso no tengo nada más que decir, puedes retirarte en cuanto quieras. Pero puedes quedarte un día más si lo crees necesario – ofreció con amabilidad aquella dulce mujer, pero tokoyami negó con la cabeza
- gracias por el ofrecimiento, pero ya me siento mejor. Agradezco sus cuidados señorita – inclino ligeramente la cabeza, y la muchacha no pudo evitar sonreír
- shinobu, y es todo un placer – el azabache iba a agradecerle nuevamente cuando la puerta fue abierta de forma brusca y repentina, mostrando a una muchacha de bata blanca y cabello negro, dividido en dos coletas, cada una sujetada por un broche de mariposa de color azul, muy parecido al de shinobu quien solo tenia uno y era de color morado
La joven que había ingresado estrepitosamente al cuarto veía con un rostro alterado a la mujer presente.
-¡Shinobu-sama! ¡La necesitan en el quirófano urgentemente! ¡Un hombre acaba de ingresar con un tubo incrustado en medio del abdomen!
- vaya~ pero que problema. Diles que enseguida voy, aoi-chan~ - respondió con total calma en su rostro, viendo asentir a la muchacha y marcharse de inmediato – bueno, me necesitan en otra parte. Fue un placer conocerlos, espero verlos de nuevo algún día, o no, chaito~ - se despidió de forma cantarina mientras abandonaba el cuarto, dejando atónitos a los dos jóvenes, a quienes se les dificultaba procesar la calma con la que aquella mujer se tomaba las cosas
- supongo que algunas personas tienen más paciencia que otras – hablo el de cabellos azabache – pero la suya resulta ser un tanto incomoda
- y que lo digas, tanta amabilidad me provoca escalofríos – hizo una mueca desagradable, y el muchacho asintió a sus palabras, ambos sin poder dejar de pensar en el aura tan única que desprendía aquella extraña mujer
Decidieron que la mejor opción era regresar a sus respectivos edificios, así que katsuki dejo solo al azabache en el cuarto, para que pudiese cambiarse, y salió un momento afuera. Cuando salieron del hospital tokoyami se sorprendió de ver a su antiguo profesor, aizawa, esperándolo afuera junto con el actual héroe numero tres, hawks. Los dos apoyados en al auto de este último.
-aizawa-sensei, hawks-sensei ¿Qué hacen aquí?
- bakugou nos llamo – fueron las únicas palabras dichas por el azabache mayor, y el más bajo miro a su pareja con la duda implantada en el rostro, pero este no dijo nada
- la razón no importa, mi pequeño pollito, sólo hay una cosita que necesitas saber – hawks se acerco a paso tranquilo hasta el pequeño azabache y le propino un buen jalón de oreja, dedicándole una tétrica sonrisa de enfado – a la próxima que cometas un acto tan irresponsable como ese, te juro que no saldrás impune. Si tu madre se enteraba estarían saliéndole canas verdes en este momento
- ¿n-no lo sabe? – preguntó luego de ser liberada su mejilla, pero su cuerpo fue repentinamente aprisionado por los brazos del héroe alado
- suerte que no lo hizo, a mi casi se me salen las plumas cuando recibí la noticia de que estabas hospitalizado y con fiebre luego de que casi te arroyaran en medio de la calle – las palabras dichas por su maestro le hicieron comprender que no estaba jugando, pues no estaba usando su ya tan conocido tono juguetón
Fumikage devolvió el gesto al rubio, abrazándolo con un poco menos de intensidad.
-lamento haberlo preocupado, hawks- sensei, intentaré que no vuelva a ocurrir
- no lo intentes, hazlo ¿no entiendes que soy demasiado guapo para morir por culpa de tus impulsos juveniles? ¡No vuelvas a hacerme esto pequeño demente! – lo zarandeo sujetándolo de los hombros luego de haberse separado apenas dos centímetros para verlo a los ojos
- hawks, ya déjalo, es hora de irnos – el ya mencionado dejó libre a su polluelo y se dirigió al auto, posicionándose en el lado del conductor, con aizawa en el copiloto y los dos muchachos atrás
- cinturones abrochados y partimos
El viaje fue un tanto largo. En el camino hawks intentaba sacarle algo de conversación al mayor de todos, pero mucho no lograba. Sin embargo, eso no lograba desanimarlo, y aún así no acallaba su parloteo.
Al momento de llegar eran casi las siete treinta, y las calles de la ciudad comenzaban a ser bañadas por la oscuridad de la noche. Aizawa bajo del carro y sintió un gran alivio recorrer su cuerpo, finalmente se libraba de aquel héroe tan parlanchín.
Abrió la puerta de atrás, dándoles paso a los dos chicos de bajar, pero se sorprendió de ver a katsuki bajando con el azabache menor en brazos, estando este totalmente dormido.
-lleva días sin descansar correctamente, es lógico que acabaría rendido – explicó el blondo, siendo comprendido por el mayor
- llévalo a su cuarto para que descanse como es debido, yo hablare con su maestra y el director nezu. Quédate con él hasta que vaya a buscarte
El muchacho asintió y acato a las palabras de su maestro. En cuanto ingreso al edificio fue recibido por las miradas de extrañeza de los que se encontraban en la sala común, mas estas cambiaron a total asombro en cuanto notaron a quien cargaba en brazos.
Los amigos del azabache suspiraron de alivio al momento en que notaron la calma con la que el gótico descansaba cargado por su pareja. Significaba que ahora dormía pacíficamente como ellos tanto lo deseaban que lo hiciera. Hime sufrió una explosiva hemorragia nasal por lo bello de la escena, pero nada del otro mundo.
Katsuki simplemente paso de la sala y tomo camino al cuarto de su novio, cerrando la puerta con el pie una vez estuvo adentro. No le fue nada difícil realizar esta acción, el chico no pesaba prácticamente nada y él contaba con una prominente fuerza, así que no le costo absolutamente nada. Además, no seria la primera vez que lo cargara estando inconsciente.
Lo recostó en la cama, retirándole los zapatos y el suéter, y cubrió su cuerpo con la sábana para que no le diera frio y se volviera a enfermar. No se había apartado ni dos centímetros cuando sintió como la manga de su camisa era jalada hacia la cama, siendo un adormilado azabache el responsable de esta acción.
-Quédate – pidió en murmuro apenas audible
- no me voy a ningún lado, idiota – el blondo suspiro y tomo la mano del otro muchacho, depositando un beso en sus nudillos, haciéndose un espacio en la cama de su novio para recostarse a su lado
El azabache se apego más al cuerpo de katsuki, enterrando su rostro en el pecho de este, y volviendo a caer rápidamente en los brazos de Morfeo.
Bakugou soltó un suspiro, planto un pequeño beso en la cabeza del más bajo y procedió a acariciarle el cabello.
-Te extraño – hablo entre sueños el azabache, siendo fácilmente escuchado por el de cabellera ceniza, quien no pudo evitar formar una pequeña sonrisa en sus labios
- yo también – y siguió brindándole caricias hasta que llego aizawa para llevarlo a su respectivo edificio
Si, ya se, me tarde un chingo.
Si, ya se, no subi especiales para halloween ni para el cumple de nuestron bebe fumi.
Si, ya se, me quieren lanzar con una tetera de agua caliente como le hizo la mama de shoto.
Adelante, háganlo, me lo merezco, fui mala autora al hacerlos esperar tanto.
Perdónenme mis polluelos, es que no tenia inspiración😢
Y no se preocupen, JAMAS abandonaré esta historia. Es uno de mis ships favoritos, y estoy muy orgullosa de lo que logre hacer con esta bella pareja.
Que lamentablemente no es muy apoyada, pero con el aprecio de ustedes me basta.
Mis estudios ya casi terminan, pero actualizaré el capítulo siguiente lo más pronto posible. De hecho, ya mismo empezare a escribirlo, tengo una idea que les va a fascinar. Los dejo con la intriga, nos vemoos~😊
Y por cierto, ya vieron a quienes inlcui? Seguro muchos de ustedes reconocen a las dos personas que aparecieron en este capítulo, prestenles atencion, porque serán muy importantes más adelante.
Ahora si, nos vemos mis amores. Besitos ^3^