ONEGAI お願い | Sanemi Shinazuga...

By roywhoney

238K 29.5K 14.7K

Él es bueno en las matemáticas y tú, tú... Emm, en algo también has de serlo ¿No? El amor siempre es compli... More

💭 ; Aviso de contenido y explicaciones.
🌸 ꒰Sipnosis + BookTrailer
Capitulo 1✔️
Capitulo 2✔️
Capitulo 3✔️
Capitulo 4✔️
Capitulo 5✔️
Capitulo 6✔️
Capitulo 7✔️
Capitulo 8✔️
Capitulo 9✔️
Capitulo 10✔️
Capitulo 11✔️
Capitulo 12✔️
Capitulo 13✔️
Capitulo 14✔️
Capitulo 15✔️
Capitulo 16✔️
Capitulo 17✔️
Capitulo 18✔️
Capitulo 19✔️
Capitulo 20✔️
Capitulo 21✔️
Capitulo 22✔️
Capitulo 23✔️
Capitulo 24✔️
Capitulo 25✔️
Capitulo 26✔️
Capitulo 27✔️
Capitulo 28✔️
Capitulo 29✔️
Capitulo 30✔️
Capitulo 31✔️
✔️Capitulo 32 FINAL✔️
✔️𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐: 𝑫𝒆𝒔𝒑𝒖𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒍 "𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍"✔️
✔️ Especial #3 Sanemi Day~
✔️ Especial #2
✔️ Especial #1
✔️Adelanto ¡Secuela!

✔️🎄 Especial #4 Navideño ⛄✔️

3.5K 362 443
By roywhoney

24/12/21 (11:50pm hora Vzla)
En navidad todos se merecen un lindo y buen regalo, este es el de mi parte para ustedes♡(´ . .̫ . ')
¡Disfrútenlo!

.      *

.  °·

.   · ✦

*       ·

* . •   ·

•. ✶

˚ · .   ·

Pequeños copos de nieve descendian del cielo lo cual solo significaba que ya era la temporada de invierno.

🎄☃️🎄

24 de diciembre ¡Por fin!

La música navideña inundaba las calles y casas, las luces y decoraciones propias de la festividad hacían que todo se viera mucho más hermoso y mágico.

Las calles, centros comerciales y sobretodo las jugueterias estaban completamente abarrotadas de los irresponsables que dejaban las compras navideñas a última hora.

Al menos no era tu caso.

—Ah... ah ¡Un poco más!

—¿Así?

—Sí ¡Vas bien! ¡Solo un poquito más! ¡Ya casi llego!

—Ahí voy. —Como pudo se puso de puntitas para que pudieras llegar más alto.

—¡SI! ¡Listo!

—¿No Cres que es muy temprano para poner la estrella en el árbol?

Él te tenía cargada en sus hombros. Le habías insistido mucho en poner la estrella y al final no le quedó de otra más que ceder.

—Claro que no,cariño. Ayer ví Krampus y ni loca quiero acabar así.  Así que ve encendiendo ese espíritu navideño, compañero.

—Estúpida... —Agregó negando con la cabeza.

Abriste la boca de par en par ¡¿Cómo dijo?!

—¿C-como me dijiste?

—¡LA PELÍCULA! —Exclamó con rapidez al notar que fue mal interpretado. —¡No tu!

Tenía un punto, esa película era lo extremo de lo absurdo mayormente en la parte final.

—Ah... Así sí. Deja limpio los rastros de mi dramatismo. —Respondiste a la vez que limpiabás la diminutas lágrimas que soltaste.

Con cuidado te dejó en el piso.

Se acercó a tí y revisó tu cara.

—¿Que tiengo? —hablaste mal debido a que tenía tus mejillas demasiado estrujadas.

Te analizó por algunos segundos, estaba tratando de asegurarse de que no te quedará ni una sola lágrima.

—No es nada —Habló liberandoté por fin.

Miraste al árbol y notaste algo debajo de este.

Había un pequeño cascanueces. Lo miraste con atención dándote cuenta de algo inusual.

Caminaste a el y la mirada algo confundida de tu marido te siguió.

Lo tomaste entre manos y decidiste tomar palabra.

—¿Y esto?

—Ah, lo encontré entre algunas adornos viejos de navidad. Creo que mamá lo compró cuando tenía unos siete años.

—No pensé que fuera tan viejo, no se ve tan mal. Oye, Cariño — él soltó un "¿Mmh?" indicandote que tenías su completa atención para continuar
—¿Te imaginas que cobre vida esta noche?

—No lo creo, mírale las piernas. Aunque lo hiciera no podría hacer mucho.

Ladeaste la cabeza confundida e hiciste caso a su petición.

Las dos estaban partidas y unidas de forma torpe con cinta. No habías notado eso.

—Esto... Pobre, ¿Que le pasó?

—Genya de pequeño estaba convencido de que podía caminar y que lo seguía, así que le partió las piernas.

—Uhg —Arrugaste la cara— yo lo hubiera quemado.

Viéndolo bien te fijaste en el atuendo del muñeco. Pestañeaste algunas veces y volteaste a ver a Sanemi, quien ahora estaba concentrado acomodando las luces de adorno.

"Que bonito, que bonito , que bonito"

El corazón se te aceleró al imaginarte a Sanemi de esa forma.

El se extrañó de no oírte decir más nada, eso significaba que estabas pensando en algo.

—¿En qué piensas?

—No es nada importante —Respondiste sin mirarlo, tratando de ocultar la enorme sonrisa que adornaba tu rostro— Solo creo que te verías muy bien de cascanueces...

El comentario lo descolocó y mínimamente lo sonrojó.

—¿Por qué lo dices? —Intentó averiguar haciendose el desentendido.

—No lo sé, creo que te verías muy bonito vestido así. Tierno, lindo como siempre pero como si eso fuera un bonificador, jeje.

Sin importar cuánto tiempo pasará ese tipo de halagos le aceleraban el corazón, siempre lo ocultaba pero era algo que lo ponía contento.

🎄☃️🎄

Había muchas cosas por hacer...

Eran las 4pm y estabas vuelta loca en la cocina. Cada Navidad, Sanemi y tú se turnaban para hacer la cena del 24 de diciembre y este año era tu turno.

Querías hacer algo especial debido a que está navidad sería la primera que compartirían tu y Sanemi como un matrimonio. Claramente todo tenía que ser genial y perfecto.

Habían decidido pasar la noche buena solo los dos, a la mañana siguiente sí visitarian a la familia Shinazugawa y a sus amigos.

—Santa madre de Dios...

Miraste el pollo.

¿Cómo se hacía ese pollo?

"¿Y si compro un pollo ya hecho?" —pensaste pero negaste con la cabeza instantáneamente.

¡No! ¡Tu ibas a hacer ese jodido pollo e iba a quedar malditamente sabroso! ¡El maldito pollo más rico de todo el perro mundo!

¡Ya estabas mentalizada!
Pero... Volvemos a lo mismo ¿Cómo se hace ese pollo?

Sanemi entró a la cocina y te vio en tu debate mental, ya no le extrañaba, era normal.

Te abrazó por la cintura y te sorprendiste, claro que no te habías dado cuenta ni siquiera en cuando llegó, estabas pensando en el pollo.

—¿Que haces? —Preguntó al separarse del abrazo.

Tomaste una patita del pollo y la elevaste.

—Quiero hacer un pollo relleno.

—Espera... ¿Sabes hacer pollo relleno? —Se extrañó, en todo el tiempo que llevaban juntos nunca habías preparado eso.

Claro que era algo normal y que no tenía mucha ciencia pero siempre existe la posibilidad de fallar y tratándose de ti, esa posibilidad se eleva.

—No se... ¡Pero voy a hacerlo! Quiero cocinartelo —Sonreiste, el imitó tu acción y se acercó al pollo— Tu... ¿Sabes cómo se hace?

—Bueno, tienes que hacerle un hueco y... No, mentira. No sé.

—¿Enserio no sabes?

—Pues no, puedes buscar en Internet.

—¡No, no,no! —Negaste con rapidez— lo haré yo solita. Creo que se le hace un hueco por el rabo... No, eso se escucha raro, fatal y vulgar... —Te aclaraste la garganta —Se le hace un corte en la parte trasera y de allí se introducen los alimentos.

—Que léxico —Habló divertido.

—Soy una caja de sorpresas. —Guiñaste— Cómo sea, voy a esforzarme al máximo, ten por seguro que este pollo será totalmente distinto a todos los pollos que has llegado a probar.

—Pero si no sabes hacerlo ¿No es mejor que hagas otra cosa?

—Claro que se hacerlo —Te defendiste. Él se cruzó de brazos, hace segundos le habías preguntado cómo podías prepararlo— Solo no he intentado cocinarlo antes.

—Eso es el equivalente a no saber.

—¿Sabes que? Mejor espera afuera, lindura. Me estás llenando de malas vibras. —Hablaste mientras lo empujabas fuera.

—Espera... ¿Te lo tomaste de mala manera?

—Nah —Restaste importancia haciendo un gesto con las manos— pero ya son casi las cinco de la tarde, aún no he hecho nada y tu, terroncito, me desconcentras con tanta belleza. Así que, ¡Nos vemos en cuatro horas!

Ahora, tenías que darte prisa.

Faltaba mucho por hacer.

"Y aún me falta hacer el postre... Última vez que dejó todo para última hora"

Aunque te arrepintieses y te juraras a ti misma por dentro no volver a hacerlo, no era más que una vil mentira, siempre volvías a lo mismo.

Mirabas todos los ingredientes y no, no sabías que rayos hacer.

—¡Al diablo! —Gritaste para buscar la tablet, no había de otra más que ver un tutorial.

Había infinidad de videos lo cual te sorprendió, hasta habían tutoriales de como hacer café.

Negaste con la cabeza, ahora solo había una prioridad.

Mientras el tiempo pasaba seguías todos los pasos al pie de la letra. Era así hasta que llegaste al último.

Y ahora, procedemos a cerrar la pequeña abertura con un pequeño palillo. —La voz angelical de la chef del tutorial se oyó desde el aparato.

Abriste los ojos de sobremanera y miraste tu pollo.

Tu corte iba de punta a punta.

Lo abriste demasiado.

—Uh... —Todo iba muy bien como para ser verdad.

"Tranquila,tranquila"

Tu pecho bajaba y subía al respirar de forma lenta para calmarte.

"Solo solucionaló, algo debe haber"

Tu mente hizo Click, ya habías encontrado una solución.

🎄☃️🎄

Sanemi miraba al techo mientras se encontraba echado en la cama.

Era la primera vez que lo echabas de un sitio ¿Cómo debía sentirse? ¿Triste? ¿Confundido?

Al menos no estaba solo. Tenía a un pequeño amiguito que odiaba a la vida justo a su lado, frotando su cabecita contra sus costillas en busca de mimos y afectos de su parte.

Siempre le pareció raro que el perrito le hubiera tomado más cariño a él, que a tí.

La puerta fue abierta con brusquedad dejando verte, no dijiste nada y de una vez fuiste a buscar algo a los gabinetes.

—¿Te paso algo? —Indagó a la vez en que se sentaba en la cama, te veía vacíar los cajones sin éxito alguno.

—¡AJA! —Cantaste victoria al encontrar la aguja e hilo.

—¿Se te rompió la ropa?

—Nop, esto es para el pollo. —Sanemi hizo una mueca ¿Que rayos?— le abrí mucho el trasero así que debo coserlo.

A su parecer te estabas tomando muy enserio esto de la cena, más que en años anteriores y ya se hacia una idea del porque.

Sonrió negando con la cabeza a la par en que acariciaba la cabeza de su pequeño compañero.

—No tienes que esforzarte tanto, ya es la novena navidad que pasamos juntos.

—¡Pues claro que debo! ¡Todas las navidades han sido especiales pero esta más! ¿Acaso a ti ya no te importa?

—¿Que? No, espera un momento. No me refería a eso, para nada.

Soltaste una leve risa por lo bajo, aveces te gustaba molestarlo malinterpretando intencionalmente algunas cosas que decía.

Te acercaste a el y dejaste un beso en su mejilla.

—Era una broma, tranquilo. De igual forma me parece muy lindo que siempre busques explicarte. Es totalmente adorable.

El estaba a punto de tomarte el rostro para besarte cuando por instinto te separaste.

—¡El pollo! ¡Se me va el tiempo! — De una vez saliste de la habitación bajando las escaleras a toda marcha.

El albino suspiró rendido, ¿Ahora una ave muerta y con el trasero profanado importaba más?

De vuelta a la cocina te apresuraste en coserlo para meterlo al horno. Una vez echo eso corriste al refrigerador para revisar el postre, bueno por lo menos ambos se veían bien, una preocupación menos.

—Por favor... Que se cocine bien...

Esta bendita cena iba a matarte de estrés. Tal vez hubiera sido mejor comprar uno de esos jamones que vienen solo para meterlos al horno y ¡Uala! Listo.

Ahora debías darte una ducha para vestirte, aunque no fueran a salir de igual forma querías lucir decente.

🎄☃️🎄

Era el momento de la verdad.

—¿Aún no vien- —Entró a la cocina el peliblanco, estaba por preguntar algo cuando se detuvo al ver lo que hacías, cambiando su pregunta— ¿Por qué estás parada mirando el pollo?

—Nemi, se ve... S-se ve muy bien, algo no anda bien.

Él se acercó y en efecto, se veía muy bien parecía de esos que salían en las películas.

—Bueno, no parece tener nada malo.

—Algo ha de tener, algo dentro de mi me lo dice, me lo restriega en la cara. —Respondiste sin despegar la mirada de la comida.

—¿Ya revisaste que no esté crudo?

Abriste los ojos de golpe ¡Eso debía ser!

—¿Lo descoso?

—No, no hace falta, puedes revisarlo pinchandolo con un tenedor o un cuchillo.

—Bien —Caminaste y de uno de los gabinetes sacaste un cuchillo, volviste frente al pollo—Entonces, aquí voy...

Clavaste con sumo cuidado el utensilio.

Un sonido se hizo presente.

Poco a poco el volumen del pollo fue bajando.

Se espichó.

—¡Se desinfló! ¡¿Eso es siquiera posible?!

🎄☃️🎄

Comías con tristeza el pollo, Sanemi prefería quedarse callado, no sabía cómo consolarte por lo sucedido... Era tan raro ¿Cómo podría hacerlo siquiera?

—Ten —Le hablaste al pequeño perrito dejando un pedazo de pollo en su platito.

El animal se acercó y olió el alimento.

Abrió la boca sacando la lengua en gesto de asco para irse sin siquiera haber probado.

Te quedaste mirando a la nada. Bueno, el único consuelo que tenías es que a él no le gustaba siquiera vivir, no era nada nueva su reacción.

—El se lo pierde, está bueno, desinflado pero bueno —De forma torpe tu marido intentó subirte los animos.

Soltaste una pequeña risa.

—Bueno... De todas formas no iba a llegar "hermoso" al estómago. Estoy bien. —Sonreiste.— Gracias.

En respuesta el te dió una de esas sonrisas con las cuales, por dentro terminas muriendo.

Una vez ya terminada la cena, decidieron apagar algunas luces para sentarse en el sofá. La chimenea iluminaba bastante la sala así que no hacía falta tener las luces.

El te atrajo hasta su cuerpo para unirlos en un abrazo.

—Oye.

—¿Sí? —Respondiste alzando tu mirada para dar con la suya.

Se separó poco a poco de ti y pareció buscar algo. Cuando por fin lo tuvo decidió hablar, sacando una pequeña caja.

¡No podía ser! ¡Te iba a pedir matrimonio!
... Bueno, no era eso, ya estaban casados.

—Se que los regalos de navidad se dan mañana... Pero me gustaría darte el tuyo ahora.

Tomó con suavidad una de tus manos y dejó la cajita allí.

Pestañeaste algunas veces y conteniendo toda tu emoción la abriste con sumo cuidado.

Por poco dejas caer el regalo cuando lo viste, lo sacaste rápidamente extendiendolo.

Era un collar relicario en forma de corazón. Lo abriste dándote cuenta que la foto que eligió fue una del día de su matrimonio.

Trataste saliva.

—¿Te pasa al- —No lo dejaste terminar puesto que saliste corriendo.

El se extrañó por completo ¿Cómo debía tomarse eso?

No pasó mucho cuando volviste corriendo con tu regalo en mano. Te sentaste de forma torpe.

El te miró analizandote y abrió su regalo.

ERA OTRO RELICARIO EN FORMA DE CORAZÓN.

Sin saberlo se habían comprado el mismo regalo de navidad.

Abrió la boca incrédulo y decidió mirar la foto que habías elegido.

La foto del último día de clases.

Te miró y sonrió.

—Ven, voy a ponértelo.

Asentiste feliz e hiciste caso a su petición.

Una vez puesto, tu le ayudaste a el con el suyo.

Por unos segundos el te miró, con cuidado paso su mano por detrás de tu cabeza atrayendola a el para dejar un beso en tu frente. Poco poco a poco te fue recostando a el, terminando acostados en el sofá, juntos, en un abrazo.

—Feliz navidad, mi amor... —Soltó en tono dulce, un tono que hizo que tú corazón se acelerará.

—Feliz navidad para ti también, cariño —Acortabas la distancia para darle un beso cuando un fuerte golpe a la puerta los alertó a ambos.

—¡ABRAN! ¡SE NOS CONGELA EL CULO AQUÍ AFUERA!

Sanemi echó la cabeza a atrás con fastidio, claro que sabía de qué imbécil era esa voz.

🎄☃️🎄

—No parece haber nadie. —Comentó Kyojuro al estar llegando a la casa.

—Ellos están pero decidieron pasar las fiestas solos. —Explicó Mitsuri.— No deberíamos molestarlos...

—¡De ninguna forma! ¡¿Que tan aburrido hay que ser para pasar el 24 de diciembre encerrado?! —Contestó el albino.

Kaigaku solo miraba al suelo molesto, no lo dejaron terminarse su tarta cuando los demás lo arrastraron consigo.

Makio, Hinatsuru y Suma solo soltaban risas por lo bajo de vez en cuando, era gracioso ver cómo el espíritu navideño de Tengen este año era abominable.

Todos pasaron al frente de la casa.

Estaba considerablemente oscuro afuera. Uzui intentó mirar a través de la puerta.

—Jaja, han de estar teniendo sexo navideño o algo así —Comentó sin ningún tacto— Ya me imagino a Shinazugawa vestido de Santa Claus y a T/n como una de sus elfos —Relató aguantando una carcajada infernal, al parecer teniendo conocimiento del tema de los juegos sexuales de rol.

Instantáneamente todos los presentes soltaron quejas ante tal inapropiada declaración. Ya les había arruinado la noche con esa imagen mental tan... Gráfica y bien descrita.

—¿Que? Ya no son niños, cállense —Volvio a mirar la puerta y la golpeó con fuerza para asegurarse de lo que sea que ustedes estuviesen haciendo pudieran escuchar.— ¡ABRAN! ¡SE NOS CONGELA EL CULO AQUÍ AFUERA!

Pasaron unos cuantos minutos en los que Tengen siguió llamando, hasta que Sanemi se dió por vencido y decidió abrir.

El primero en pasar fue el autoproclamado "rey de la extravagancia".

—¡FELIZ NAVIDAD! —Exclamó, se quitó su gigantesco abrigo y lo tiró a un lado.

El abrigo fue lanzado con tal fuerza que atrapó al pequeño perro que solo pasaba por allí de casualidad, haciéndolo enredarse con el y rodar lejos.

—¡CHISPITAS! —No pudiste evitar gritar llamándolo, la fuerza de Tengen era descomunal ¿Y si le había hecho daño?

—¿Ese dinosaurio se llama "Chispitas"? —Preguntó incrédulo, señalando con su pulgar al animal envuelto en su abrigo con una gigantesca sonrisa en su rostro— ¡Esa cosa ya debería estar muerta! —Al terminar de hablar rió de sobremanera.

—¿Que haces aquí? —Preguntó con el ceño fruncido, Sanemi.

—¡Ese nombre es peor que el del cucaracho que tenían! —Ignorando su pregunta, decidio seguir burlándose.

No mentia, el dichoso nombre que decidieron darle al insecto fue "Sane-mini" una mezcla entre el nombre de Sanemi y miniatura.

—¿Viniste solo a burlarte de nuestro perro? Y no era un "Cucaracho" era un escarabajo. —Corrigió cruzandose de brazos.

—Da igual, es lo mismo.

—Respeta su memoria, maldito. —Amenazó.

Intentabas ayudar a Chispitas pero el no se dejaba, salió corriendo arrastrando el abrigo, chocaba con algunas cosas al no poder ver. Negaste con la cabeza.

Los demás entraron y fuiste a saludarlos, para iniciar una charla amena entre todos.

Tengen se paró frente a ambos.

—Amorcito, ven —Hablo y detrás de el apareció Suma quien traía una bolsa de regalo.

Kyojuro ladeó la cabeza confundido.
¿Cómo hacían las chicas para diferenciar cuando llamaban a una o la otra?

El albino de ojos rubíes abrió la bolsa, y saco una especie de tela, tomó impulso y se la estampó en la cara a Sanemi. Rápidamente se la quitó, viendo posiblemente la cosa más horrible del mundo.

Uzui se dirigió a ti y con total delicadeza te dejo la bolsa.

—Ah, ¡Gracias!

Lo sacaste y viste un sueter de lana rojo con copos de nieve, era bonito y tradicional.

Todo lo contrario al de Sanemi.

Era también un suéter pero su decoración... Rojo con dos cabras negras con bocas rojas y grandes que cantaban villancicos.

—Está horrible —No se contuvo y dijo lo que pensaba.

—Combina contigo —Uzui se encogió de brazos.

Había pasado todo diciembre buscando el regalo más horrible para el Shinazugawa.

🎄☃️🎄

—¿Segura que no lo quieres? —Indagaste con una sonrisilla. Te daba ternura que Mitsuri se esforzara tanto.

—¡No! ¡Y-yo soy fuerte! ¡Esperaré a mañana! —Habló con las mejillas rojas. Estaba conteniendose con todo su ser para no abrir ningún regalo hasta mañana.

Reíste por si tierno comportamiento, era demasiado adorable para este cochino mundo.

La casa estaba completamente animada y viva, pelea risas, chispitas haciendo de las suyas...

Kyojuro y Kaigaku miraban al perro ir de aquí a allá, limpiando el piso con el abrigo.

—Bueno, bueno, ¡Vámonos! —Habló en voz alta Uzui.

—¿A qué te refieres? —No dudó en averiguar el ojimorado.

—¡Vinimos a buscarlos para salir! No es tan difícil de entender.

Claramente Sanemi se negó rotundamente.

🎄☃️🎄

🎄☃️🎄

Al final habían terminado viniendo.

—Tranquilo, será divertido —Agregaste reforzando el agarre de sus manos.

—No confío en el.

—¡Te estoy oyendo! Mierda, solo iremos a patinar y a un recital. Mejor cálmate.

—Seguro solo buscas humillarnos —Sanemi no creía ninguna de sus palabras.

—¡Que va! Yo tampoco se patinar.

Mientras ellos peleaban te alejaste un poco para hablar con Mitsuri.

—¿Y bien~? —Canturreaste divertida al lado de la pelirosa.

—¿E-eh?

—¿Cuando será su boda? —Eso hizo que se sonrojara.

—Aún es muy pronto... —Te sorprendió oírla decir eso— ¿O no? —Se preguntó a si misma con ilusión. igual de soñadora, nada había cambiado.

Le sonreiste.

—Bueno... Nunca pensé que fueran a terminar juntos, fue sorpresivo pero debo decir que me encanta por completo.

Sin aguantarse se abalanzó a ti para abrazarte.

Siempre la una para la otra, sin importar el tiempo que pasará.

🎄☃️🎄

Por fin habían llegado a su primer destino, la pista de patinaje al aire libre.

...

Maldito Tengen...

¡El hijo de puta parecía patinador artístico profesional!

—Cabron... —Habló entre dientes al ver cómo Tengen pasó frente a ustedes dando una voltereta y cayendo con total perfección en un solo pie, manteniendo sus brazos extendidos, moviendolos con total gracia y belleza.

—No le des importancia, cariño. Era de esperarse, él sabe hacer casi cualquier cosa.

Mitsuri y Kyojuro daban vueltas en circulos juntos; Kaigaku iba de aquí a allá, de una esquina a otra, no le encontraba mucha diversión a esto. Mientras tanto ustedes...

—¡No me sueltes! —Exclamaste luchando por qué tus piernas no temblaran tanto.

—¡No te estoy soltando!

Ninguno de los dos sabía patinar.

Después de una vuelta, Uzui volvió y se posiciono al lado de sus amadas chicas.

Se quedaron viendo su penoso intento de patinaje.

Las piernas de Sanemi se abrieron de par en par, cerrando instantáneamente.

Tus pies iban de alante a atrás intentando mantenerte en pie, todo esto sin soltarse el uno del otro.

—¿Que dicen? ¿Les echo una mano? —Sus chicas asintieron con una sonrisa, salió hasta ambos.

Tus ojos se achicaron al ver cómo el albino venía a toda velocidad hacia ustedes.

Sin previo aviso te arrancó del agarre de tu esposo, provocando que este casi pegará la frente contra el piso.

—¡No puede ser! —Mitsuri se detuvo de golpe llamando la atención de los otros dos muchachos.
Estaba presenciando un cuento de hadas encarnado. —¡El conflicto ha empezado!

—¿Con quién hablas? —Preguntó Kaigaku con mueca de incomodidad.

—¡Creo que esto se le parece al cascanueces! —Le respondió el rubio.

—¡El rey rata se ha llevado a la princesa! ¡El cascanueces debe ir tras ellos! —Relató. Todo quedaba a la perfección puesto que en las bocinas empezaba a sonar una de las tantas y hermosas piezas instrumentales del Cascanueces.

—¿Rey rata? ¿No era rey ratón? —Indagó confundido Rengoku.

—Tiene más pinta de rata que de ratón. Ya sabes, de esas que tienen el pelaje blanco y los ojos rojos.

Sanemi luchaba por obtener por completo el equilibrio para buscarte y tú luchabas para sobrevivir.

—¡Ya aprendí! ¡Ya aprendí! ¡Déjame ya, te lo ruego!

—Tu ya aprendiste, él no, no te soltaré hasta que él venga a buscarte.

Si algo sabía el joven, es que aunque no suene cuerdo, la mejor forma de aprender es bajo presión.

Claro, el ojimorado jamás iba a ser igual de asombroso en el patinaje como él pero aún así quería prestarle algo de ayuda.

—¿Q-que estás haciendo? —Preguntaste con temor cuando él te tomó de las caderas sin parar de moverse por la pista.

—Sabes bien lo que hago.

—¡POR FAVOR NO! ¡Yo estoy maldita! ¡Te pago 100 dólares! ¡SUELTAME!

—Ni hablar, yo no soy barato.

—¡200!

—No.

—¡1000!

—¡De ninguna forma! —Se negó rotundamente— El mínimo es un millón —Confesó mientras reforzaba su agarre.

—¡TE DOY TODO LO DE LA CUENTA! —Uzui volvió a negarse entre risas y te impulsó arriba.

Tus pies dejaron de tocar el suelo.

Estando suspendida en el aire todo se volvió camara lenta. Veías la luz de la muerte...

Bueno, no era esa luz, era de un farol pero fue demasiado conveniente que se encontrará ahí cuando estabas tan alto.

Las personas entraron en pánico al ver la altura en la que estabas.

Mitsuri se llevó las manos a la boca con temor, Kyojuro y Kaigaku abrieron sus bocas sin creerselo.

Y bueno, Sanemi estaba a punto de tener un paro cardíaco.

Cuando empezaste a descender supiste que habías tenido una buena y hermosa vida, corta... Pero al menos tuviste un esposo sumamente lindo.

Para sopresa de todos caiste en los brazos del ojirubi, estaba como si nada y seguía patinando tranquilo.

—¡HAZ ALGO! ¡LA VA A MATAR LA PRÓXIMA DE SEGURO! —Gritó Kaigaku, lo que hizo que el peliblanco recobrara la consciencia.

¡A él no lo iban a dejar viudo justo frente a sus ojos!

Con todo su ser lucho para mantenerse en equilibrio y empezar a  avanzar por toda la pista tras la rata.

Tengen rió divertido al ver cómo venía hacia ustedes, lo molesto unos segundos cambiandote de lugar cada vez que el estaba por tomarte, hasta que por fin te dejó.

—¡PENSÉ QUE MORIRIA! —Te abrazaste a su cuello con fuerza.

—Tranquila, yo no dejaría que pasara.

El joven extravagante volvió con sus chicas totalmente sonriente y ellas lo esperaban a el de la misma forma.

—¡Misión cumplida! —Hablaron al mismo tiempo, chocando sus cuatro palmas.

🎄☃️🎄

Ahora todo estaba tan tranquilo.

Veías de la mano de tu esposo la orquesta.

Era por completo hermoso y cautivador. La sincronía de los músicos, su gracia, su dedicación daban un arte sin comparación.

—Esto es hermoso... —Suspiraste encantada apoyando tu cabeza en el hombro de tu amado.

—Sí, no está mal.

Tomaste con tu mano el relicario, acariciándole, le diste una mirada al contrario. El imitó tu acción, solo que el le dió un pequeño besito al objeto.

—Gracias por estar conmigo —Habló.

—Gracias a ti por amarme...

Ambos se miraron completamente enamorados, como si de la primera vez aún se tratase.

Y así... El día de hoy se terminaba por convertir en lo noche de una eterna y bella navidad.

☃️𝓕𝓲𝓷🎄
𝓕𝓮𝓵𝓲𝔃 𝓝𝓪𝓿𝓲𝓭𝓪𝓭☄️

Continue Reading

You'll Also Like

14.9K 2.3K 26
Gulf kanawut es el chico más popular de su universidad además de ser hijo de uno de los empresarios más ricos y poderosos del país. Es quien deberá t...
172K 11.6K 32
______, una chica con un stand impresionante. Pronto conoce a Jotaro y sus compañeros. (Todos los derechos de copyright van hacia Araki, el creador d...
121K 10K 30
Antes de que Gorou (Aquamarine) muriera conoció a una chica que trabajaba como doctora. El nombre de esa chica era Tn Watanabe (tú). Ambos murieron e...
3.3K 327 7
××× 𝑇𝑜𝑚𝑢𝑟𝑎 𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛𝑣𝑒𝑛𝑐𝑒 𝑑𝑒 𝑖𝑛𝑓𝑖𝑙𝑡𝑟𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑢𝑑𝑖𝑎𝑛𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑒𝑠𝑡𝑖𝑔𝑖𝑜𝑠𝑎 𝑎𝑐𝑎𝑑𝑒𝑚𝑖𝑎 𝑑...