⊱┊BROKEN TIE 【Given OMEGAVERS...

By UchihaKari94

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⊱┊Uenoyama Ritsuka es un joven doctor especializado en lazos rotos. Sato Mafuyu, su más reciente caso, lo tie... More

❝Introducción❞
Capítulo I. ❝Dr. Uenoyama❞
Capítulo II ❝Tú❞
Capítulo III ❝ Halloween❞
Capítulo IV. ❝ Mi verdad❞
Capítulo V. ❝ Angel of music❞
Capítulo VI. ❝Quiero oírte otra vez❞
Capítulo VII ❝Doctor of the year❞
Capítulo VIII ❝El festival navideño❞
Capítulo IX ❝Noche Buena❞
Capítulo X ❝CELOs❞ 🔞
Capítulo XI ❝Decisión❞
Capítulo XII ❝ L.E ❞
Capítulo XIII ❝ Planes ❞
Capítulo XIV ❝New Year❞ 🔞
Capítulo XV ❝ Cambios ❞
Capítulo XVI ❝ El malentendido de San Valentín❞🔞
Capítulo XVII ❝ Comienza el juego ❞
Capítulo XVIII ❝Estrategia❞
Capítulo XIX ❝Una verdad incomoda❞🔞
Capítulo XX ❝El plan❞
Capítulo XXI ❝ Consecuencias ❞
Capítulo XXII ❝ Corazón ❞ 🔞
Capítulo XXIII ❝La Gala❞ 🔞
Capítulo XXIV ❝¿Niña o niño?❞ 🔞
Capítulo XXV ❝Enlace❞ 🔞
Capítulo XXVII ❝La fiesta de Akihiko❞
Capítulo XXVIII ❝Esperanza❞
Capítulo XXIX ❝Felicidad❞ 🔞
Capítulo XXX ❝Final❞
NOTAS DE AUTORA : ᕱ ᕱ ❛ ♡
🧡 Nueva historia 🧡

Capítulo XXVI ❝El Babyshower❞🔞

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By UchihaKari94

¡Volví de mi hiatus de un mes!💘 Me disculpo por esta enorme tardanza...les contaré más a detalle los motivos de mi desaparición en las notas finales...mientras tanto ¡Disfruten el capítulo! 

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AGOSTO

(25 semanas)

Uenoyama Ritsuka no era una persona mañanera. Personas como Haruki despertaban brillantes y energéticos a primera hora de la mañana, no él. Uenoyama tenía que poner 17 alarmas seguidas para poder despertar, y cuando lo hacía, le tomaba un par de minutos para que su cerebro fuese lo suficientemente funcional para levantarse de la cama y seguir su rutina de la mañana, y después de eso le tomaba otra hora ser lo suficientemente agradable para no querer matar al mundo con una mirada -exceptuando a Mafuyu-

Evidentemente, sus mañanas se transformaron desde que Mafuyu comenzó a vivir con él. Poder abrir los ojos y que lo primero que sus pupilas recibieran fuera la imagen de un ángel de cabello naranja dormido plácidamente frente a sus ojos ayudaba mucho. Sin embargo, ninguna de esas hermosas mañanas se comparaban a la perfección de la mañana que estaba viviendo.

Las alarmas nunca fueron agradables -porque si lo fueran, no cumplirían con el propósito de levantarlo-, por lo que Uenoyama se sintió brevemente confundido con el sonido que lo despertaba. Sus oídos se sentían acariciados, su cuerpo suave y relajado.

Feliz cumpleaños a ti...feliz cumpleaños a ti...feliz cumpleaños, Uenoyama-kun...feliz cumpleaños a ti

Cierto. Su cumpleaños. Lo había olvidado por completo

—Despierta — susurró Mafuyu en el oído de Uenoyama, erizándole la piel

—Buenos días—Uenoyama sonrió, abriendo por fin sus ojos, encontrándose con los de Mafuyu a unos pocos centímetros de distancia. Desde esa distancia las escasas pecas de Mafuyu parecían estrellas adornando su rostro, una galaxia, el universo entero de Uenoyama.

—Feliz cumpleaños, Uenoyama-kun — sonrió Mafuyu

—Gracias...—Uenoyama le devolvió la sonrisa, y luego una incomoda sensación se alojó en su pecho al recordar un detalle. Gracias a todo el drama con su familia, el hospital y Zhang, no habían podido festejar el cumpleaños de Mafuyu debidamente. Aquello todavía molestaba a Uenoyama cada vez que lo recordaba y ahora se sentía tan culpable que no podía disfrutar de su propio cumpleaños

Mafuyu debió darse cuenta de que estaba sobre pensando las cosas nuevamente, porque su ceño se frunció levemente y protestó

—Vamos a celebrar aunque no quieras —dijo Mafuyu con voz amenazante, o su mejor intento de ella —Ya invité a Haruki, Akihiko y Take-chan para cenar más tarde

Uenoyama protestaría, pero la idea de una cena con sus amigos no era desagradable, además sabía lo mucho que Mafuyu disfrutaba tener invitados en casa. Mafuyu era un anfitrión natural, y amaba cualquier excusa para preparar sus mejores platillos y vestir a Kedama con sus mejores moños y corbatas perrunas

—Suena a un muy buen plan — dijo Uenoyama con una sonrisa, lo cual dibujó una sonrisa aun más grande en el rostro de Mafuyu —¿Puedo pedir un deseo de cumpleaños?

Los labios de Mafuyu temblaron y se sonrojó. Uenoyama se preguntó que clase de idea pervertida se había imaginado Mafuyu.

—Lo que sea

—¿Puedes volver a cantar? — pidió Uenoyama, con sus mejores ojos adorables

—¿Feliz cumpleaños? —preguntó Mafuyu

—Lo que quieras. Solo quiero escuchar tu voz — dijo Uenoyama, mientras colocaba sus manos sobre la pancita de Mafuyu, deseando poder sentir a maní por primera vez. Sería un gran regalo de cumpleaños el poder sentir a su hijo por primera vez en aquel día. Porque, un mes había pasado desde que maní comenzó a moverse y hasta ahora no había podido sentirlo ni una sola vez

Uenoyama cerró los ojos y se permitió ser arrullado por el dulce canto de Mafuyu.

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Akihiko observó con anhelo la preciosa marca de su mordida en el blanco cuello de Haruki. Era extraño como aquella marca hacía sentir su pecho inflado de orgullo. El tener su marca en su omega, que todo el mundo supiera que Haruki Nakayama era suyo, y viceversa. 

Habían pasado tres semanas desde que se enlazaron y la herida había sanado casi por completo. La mordida que Haruki le había hecho fue mucho más suave, pero igual había dejado una pequeña marca y Akihiko no podía haber estado más fascinado al respecto. Ser el alfa de Haruki era algo que lo hacía sentir tan orgulloso como decir que Haruki era su omega. Y a decir verdad, la mayor parte del tiempo Haruki llevaba las riendas de la relación y Akihiko no tenía quejas al respecto. Él vivía por y para Haruki. Llámenlo mandilón, en realidad aquello lo enorgullecía. Ya quisieran todos los alfas del mundo tener el privilegio de ser mandados por Haruki.

—Tu corbata está chueca — la voz de Haruki sacó a Akihiko de sus pensamientos. Akihiko dirigió su mirada a su corbata que, efectivamente, estaba muy chueca. Haruki chasqueó la lengua y se acercó — Ven aquí, la arreglaré por ti 

—¿Por qué tenemos que usar corbata? ¡Es la fiesta de Uecchi! — se quejó

—Porque Mafuyu dijo que sería algo elegante, y sabes lo importante que son las temáticas para él. Incluso Kedama estará de etiqueta, así que no seas un bebé y sopórtalo

—Pero no es bueno para mi corazón verte todo elegante, Haru...luego quiero...—el dedo de Haruki se posó sobre los labios de Akihiko para callarlo

—No empieces—advirtió Haruki — No vamos a llegar tarde

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El primer día de agosto siempre era terriblemente caluroso, una de las razones por las cuales Uenoyama no era muy entusiasta acerca de la fecha de su cumpleaños, pero aquella noche el clima estaba bastante agradable, aún usando un traje y corbata. Mafuyu había organizado una elegante cena de tres tiempos y los había obligado a él y a Kedama a usar traje. Uenoyama no podía negar que el Pomerania se veía adorable con su pequeño smoking con moño negro, pero el verdadero regalo era poder ver a Mafuyu en un adorable conjunto rosa palo. Su pancita le daba un toque completamente tierno e irresistible para Uenoyama.

La pequeña celebración por su cumpleaños parecía sacada de una pelicula. Mafuyu se había encargado de adornar todo tan elegantemente que Uenoyama no reconoció su propia sala de estar por un momento, además, había logrado convencer a Akihiko, Haruki y Take de usar trajes también.

La primera hora se fue en saludos y felicitaciones. Akihiko se las encargó para entretenerlos mientras Haruki se escabullía en su recamara para dejar su regalo de cumpleaños. Le dijeron que era un regalo especial de cumpleaños y podía abrirlo más tarde. Uenoyama se sintió en definitiva intrigado al respecto. Todos felicitaron también a Akihiko y Haruki por su reciente lazo. Take se veía algo triste al ser el único sin pareja, por lo que pasó gran parte de la velada cargando a Kedama como si fuera un osito de peluche.

—¡Esto es delicioso en verdad, Mafuyu! — le felicitó Akihiko —¡Deberías ser chef! 

—Mafuyu ya es un chef pastelero, Akihiko — le corrigió Uenoyama 

—Es cierto que tienes mucho talento — añadió Take, con una sonrisa — Si algún día quisieras, me encantaría tenerte en mi restaurante

Mafuyu se sonrojó ante los cumplidos, era pésimo recibiéndolos. Seguía poniéndose torpe y nervioso al escucharlos, por suerte, Uenoyama había aprendido a leerlo a la perfección y podía cambiar el tema sutilmente para ayudarlo

—¿Cómo van las cosas en la empresa, Take? ¿Has hablado con Yayoi? — Uenoyama sabía que aquellos dos temas apasionaban a Take,  y en un santiamen lo tuvieron hablando sin parar acerca de lo mucho que extrañaba a Yayoi y lo bien que iban las cosas en la empresa familiar

A decir verdad, Uenoyama también extrañaba bastante a su hermana. Era el primer cumpleaños que no pasaban juntos en mucho tiempo. Su hermana solía viajar bastante, y pasaba meses sin verla, pero Yayoi siempre se las arreglaba para estar presente en su cumpleaños.

Akihiko tomó una copa de champagne y la alzó, aclarándose la garganta

—¿Deberíamos jugar verdad o reto o algo parecido?

—¿Verdad o reto con tu novio y su ex, que es el novio de mi hermana? No lo creo, hay cosas que no quiero saber, y tampoco tú, Akihiko —dijo Uenoyama, un poco consternado con la sola idea de conocer los secretos de esos tres

Haruki casi se ahogó con su agua, tosiendo escandalosamente.

—Umm...suena divertido — dijo Mafuyu con voz suave, ganándose la mirada sorprendida de todos en la mesa

—O podemos tener una divertida sesión de karaoke — sugirió Take, con una risa nerviosa 

—Es evidente que nunca has escuchado cantar a Akihiko — dijo Haruki

—¡Haru! —se quejó Akihiko, dolido

—Es como un lobo aullando —se burló Uenoyama, siguiéndole el juego a Haruki — Pero es bastante bueno con los instrumentos

—Mafuyucchi en cambio, canta muy bien — añadió Haruki, logrando un sonrojo de parte de Mafuyu

—Tal vez deberían formar una banda y que Mafuyu sea el cantante principal — dijo Take a modo de juego, sin darse cuenta de que su comentario encendió un fuego indescriptible en los ojos de Akihiko

—¡ES LA MEJOR IDEA QUE HE ESCUCHADO!

—Claro, nos pondremos algún nombre cursi como "Chicos que lloran" —dijo Uenoyama, carcajeandose 

—Aunque solo Akihiko-san llora mucho — señaló Mafuyu, serio

—Son una bola de irrespetuosos con sus mayores — se indignó Akihiko

—Lo sentimos, abuelo

La noche fue larga y muy ruidosa, fue un milagro que los vecinos no llamaran a la policia. Take cantó canciones de Frank Sinatra, presumiendo su voz grave y profunda. Akihiko aceptó que el canto no era lo suyo, pero impresionó a todos rapeando a la perfección "Rap God" de Eminem. Haruki impresionó a todos cantando "Fancy" de Twice y bailandola a la perfección -Akihiko lo grabó y se enamoró más de él en ese momento-. Mafuyu fue el favorito de la noche, encantando a todos con su hermosa interpretación de "Sign of the times" de Harry Styles.

Bailaron, cantaron, hicieron el ridiculo y todo sin una sola gota de alcohol encima -ya que Mafuyu no podía beber, todos decidieron ser solidarios y tampoco beber alcohol frenta a él-

En algún punto de la noche, Haruki convenció a todos de bailar "Alcohol Free" de Twice, alegando que era perfecta porque ellos en ese momento parecían borrachos sin alcohol. Hubo una discusión de 15 minutos sobre quien sería Jihyo -discusión que ganó Haruki por supuesto-. Luego, procedió a enseñarles a todos los pasos del coro. Sorprendentemente, Take los aprendió enseguida y lo hizo a la perfección. Akihiko y Uenoyama tenían dos pies izquierdos y parecían robots bailando y Mafuyu se lució con las mejores notas de Nayeon.

Cerca de las 2 de la mañana decidieron terminar con la "alocada" reunión, ya que no era bueno que Mafuyu se desvelara demasiado y Haruki -como doctor principal encargado del embarazo de Mafuyu- era muy estricto con él y sus cuidados.

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Después de haberse despedido de todos, una vez a solas en su habitación, Uenoyama miró confundido el inusual "regalo" encima de la cama.

Cuando Akihiko y Haruki mencionaron un regalo especial, Uenoyama esperaba algo sexy. Casi podía visualizar un sensual traje temático en Mafuyu -el hecho de no poder penetrar a Mafuyu y llevar casi un mes sin sexo lo estaba volviendo loco y no ayudaba a su imaginación pervertida-

—¿Una almohada?

Mafuyu se acercó a la enorme almohada sobre la cama. Era de un bonito tono rosa, y parecía muy suave. Las había visto en publicidad anteriormente -desde que se había embarazado era como si su teléfono lo supiera automáticamente porque comenzó a aparecerle constantemente publicidad de embarazo y todo tipo de productos relacionados con este. Por eso aquella estrafalaria almohada le pareció familiar. Era una almohada especial para el embarazo-

—Hay una nota sobre la almohada —señaló Mafuyu

Uenoyama se acercó y tomó la nota, luego procedió a leerla en voz alta

"Para nuestro querido y adorable Mafuyu, para que tengas las mejores noches de descanso. Te debíamos tu regalo de cumpleaños. Con amor Kaji y Haru"

—¡Son tan lindos! — exclamó Mafuyu, acurrucándose cerca de su almohada. A decir verdad, los últimos días comenzaba a sentir cierta incomodidad en la espalda baja, y cada vez le era más complicado encontrar una posición cómoda para dormir

Uenoyama estaba a punto de arrugar la nota cuando notó que había algo más pequeño escrito al final. "Tu regalo está en el closet"

Mientras Mafuyu se acurrucaba en su enorme almohada, Uenoyama se dirigió al closet, donde se encontró con una misteriosa cajita negra 

—¿Qué es? —preguntó Mafuyu curioso desde la cama. Desde donde estaba, solo alcanzaba a ver la sexy espalda de Uenoyama, por lo que no podía ver lo que Uenoyama sostenía

Uenoyama abrió la cajita y dentro se encontró con un pequeño USB con una etiqueta encima. "Reprodúceme". Se tensó en su lugar. Esos bastardos no se atreverían a regalarle alguna película porno o algo por el estilo ¿Cierto? Lo dudó un poco, sobre todo al considerar que ese regalo venía de Akihiko Kaji, pero quiso darles el beneficio de la duda ya que también era de parte de Haruki

—¿Uenoyama-kun? — volvió a hablar Mafuyu ante la ausencia de respuesta de Uenoyama

Uenoyama se dio la vuelta por fin y mostró el pequeño objeto en sus manos. Mafuyu frunció ligeramente el ceño. ¿Un USB?

Uenoyama buscó rápidamente su laptop y conectó el pequeño dispositivo. Se sentó en la orilla de la cama y Mafuyu se acomodo detrás de él, recargando su barbilla en el hombro de Uenoyama

—¿Qué crees que sea?

Si es alguna mierda pervertida...los mataré, pensó Uenoyama, pero no dijo nada. Encontró el archivo y dio clic dos veces para reproducir el video.

Mafuyu también estaba nervioso, Uenoyama podía sentirlo por la manera en la que el corazón de Mafuyu palpitaba con intensidad contra su espalda 

En la pantalla de la computadora apareció el escenario del festival navideño del año pasado, y en el escenario Uenoyama y Mafuyu

—¡Es el festival navideño! — exclamó Mafuyu, con los cachetes colorados por la vergüenza de verse a sí mismo en ese momento — ¡Quítalo! — gritó, poniéndole pausa al video y escondiendo su rostro caliente en la espalda de Uenoyama

—¡¿Qué?! ¿Por qué? — preguntó Uenoyama entre risas —Quiero verlo...es mi cumpleaños

—Bien...— se rindió Mafuyu

Uenoyama volvió a poner el video y Mafuyu lo vio sin querer verlo al mismo tiempo. Parecía que estuviera viendo una película de terror, tenía las manos en los ojos pero abría los dedos para ver a través de ellos.

En el vídeo, se podía observar lo cerca que estaban él y Uenoyama aquella noche en el escenario. Sus recuerdos de aquel momento eran borrosos, como un lienzo de luces y colores, y Uenoyama. Todo lo que podía recordar de aquella presentación era Uenoyama, los ojos de Uenoyama mirandolo, la voz de Uenoyama.

Entonces así era como se veía todo desde fuera, de lejos. Así fue como los vio el resto del mundo. Mafuyu se sintió avergonzado al darse cuenta lo reveladores que eran sus ojos. Cualquiera se hubiera dado cuenta que estaba enamorado de su doctor. La manera en la que sus ojos se clavaban sobre Uenoyama era tan evidente que hasta un niño lo hubiese descifrado.

—Estábamos muy cerca...— susurró Mafuyu

—Si...— suspiró Uenoyama. Mafuyu bajó su mirada hacía él, y pudo ver las puntas de las orejas de Uenoyama rojas

—¿Qué estabas pensando en ese momento? —preguntó Mafuyu, repentinamente curioso

—Me sentía hipnotizado por tu voz...y tu belleza— admitió Uenoyama, y las puntas de sus orejas se enrojecieron más — Deseaba que no hubiese nadie más que tú y yo ahí

—Yo realmente olvidé que habían otra personas — confesó Mafuyu y dirigió su mirada nuevamente a la pantalla —Aunque creo que es evidente viendo el video 

—También estaba nervioso por darte a Kedama...— mencionó Uenoyama 

—¡Es verdad! Esa noche me diste a Tama y también...—Mafuyu hizo una pausa, recordando el intenso y perfecto primer beso que había compartido con Uenoyama esa misma noche

—Nos besamos por primera vez —Uenoyama completó la oración de Mafuyu. Cerró los ojos y sonrió de oreja a oreja. Akihiko y Haruki le habían regalado un recuerdo de la noche que lo cambió todo entre él y Mafuyu, la noche en el que la linea de doctor y paciente se volvió borrosa. La noche en la que se acercaron por primera vez. Aquella noche fue un antes y un después en su relación y ahora tenía el recuerdo más hermoso de aquella noche en manera física y a su alcance para ver una y otra vez — En verdad se lucieron con su regalo...

—Cuando maní sea más grande podemos mostrárselo — dijo Mafuyu, sonriente y optimista, abrazando a Uenoyama desde atrás, con su barbilla aún recargada en el hombro de Uenoyama

Y entonces Uenoyama lo sintió, un golpecito en su espalda. Tan ligero pero imperdible. Mafuyu se quedó quieto, con los ojos abiertos y aguantó la respiración, temiendo arruinar el momento

— ¿Eso fue...? —preguntó Uenoyama, bajito y con el corazón acelerado

—Si...— susurró Mafuyu — Maní...

Entonces sucedió de nuevo, mucho más fuerte y una y otra vez. Maní estaba bailando tap para su papá, o eso parecía porque comenzó a moverse como un gusarapo fuera del agua

Uenoyama sintió pequeñas lagrimas formarse en sus ojos y se dio la vuelta con delicadeza, poniendo sus manos sobre la pancita de Mafuyu para apreciar mejor el movimiento. Maní continuó moviéndose por los siguientes dos minutos, era casi como si estuviera compensando todas las veces que no se dejó sentir durante el ultimo mes.

Mafuyu tenía los ojos entrecerrados y el ceño un poco fruncido. Tanto movimiento en su pancita resultaba un poco incomodo, y dolía un poco, pero no se atrevía a decir nada para arruinar aquel hermoso momento. Uenoyama por supuesto no pasó por alto su expresión

—¿Estás bien? —preguntó con voz dulce

—Si...

Uenoyama agachó su cabeza hasta quedar a la altura de la pancita de Mafuyu y le dio un tierno beso a esta.

—Maní, gracias por darme el mejor regalo de cumpleaños, puedes parar ahora...estás lastimando a mami

Un par de segundos después, el bebé dejó de moverse. No había una explicación científica, no tenía sentido, pero era como si ambos pudieran comunicarse con su bebé.

—Feliz cumpleaños, Uenoyama-kun...

—Este ha sido el mejor cumpleaños en toda mi vida

—Todavía falta mi regalo...— dijo Mafuyu, con los ojos brillantes y un ligero rubor en el rostro

Con cuidado, se agachó muy lentamente -maldiciendo no poder hacerlo más rapido debido a su pancita-

—Mafuyu, ¿Qué estás ha-

Mafuyu levantó la mirada y sus ojos se veían ansiosos y nerviosos. Con manos temblorosas intentó deshacerse torpemente del pantalón de Uenoyama. Le tomó un par de intentos hacerlo, y para su sorpresa, Uenoyama ya estaba duro, aun cuando Mafuyu no lo había tocado aún

—El ultimo mes ha sido un poco dificil...— confesó Uenoyama, avergonzado, intentando explicar el motivo de su erección

También para mi...—susurró Mafuyu, inclinandose y lamiendo la punta, como un gatito. Uenoyama apretó los ojos. Las sensaciones eran demasiado intensas, y la boca de Mafuyu estaba demasiado caliente

Cuando Uenoyama abrió los ojos, su corazón se brincó un latido por lo desgarradora que le resultó la imagen debajo de él. Mafuyu se veía tan incómodo. Respiraba con dificultad y parecía estar sufriendo en esa posición, además, alcanzaba a ver lo rojas que estaban sus rodillas al estar en esa posición en el piso

—Mafuyu, espera...— Uenoyama detuvo a Mafuyu, tomando con delicadeza su barbilla y obligándolo a levantar la mirada por un momento

—¿Qué sucede? ¿No...lo estoy haciendo bien?

—No es eso, bebé. Tu boca se siente increíble como siempre, perfecta

—¿Entonces?

—Estás lastimandote — señaló Uenoyama, mirando detenidamente las enrojecidas rodillas de Mafuyu y acto seguido, levantandolo con cuidado — Ven aquí

Con sumo cuidado, Uenoyama colocó a Mafuyu sobre su regazo. Con una mano lo tomó firmemente de la espalda, y con la otra bajó el elastico de su pijama, liberando el ya también duro miembro de Mafuyu. Intentó tomar ambos penes en su mano para liberarse juntos, pero era dificil acercar a Mafuyu lo suficiente a él para que pudiera tomar ambos penes -debido a la hermosa pancita de Mafuyu-

Mafuyu, al darse cuenta de este hecho, fue incapaz de controlar las lagrimas.

—¿Qué-qué sucede, bebé? —preguntó Uenoyama, asustado por el repentino llanto de Mafuyu — ¿Por qué lloras?

—Yo...yo quiero hacerte sentir bien...pero no puedo. Todo es por mi, no podemos hacerlo por mi, y ahora ni siquiera puedo chuparlo o...

—Basta, no digas eso — dijo Uenoyama, serio — Nada de esto es culpa tuya

—Pero es tu cumpleaños...yo quería...

—Tu sola existencia ya es el mejor regalo para mi, Mafuyu — Uenoyama miró a Mafuyu a los ojos, asegurándose de que entendiera — Y llevas el segundo mejor regalo aquí dentro — dijo, tocando la pancita de Mafuyu — Ya me das demasiado con solo respirar y estar a mi lado

Mafuyu se soltó a llorar aun más con las palabras de Uenoyama. Uenoyama abrazó a Mafuyu y le dio suaves palmaditas en la espalda, dejandolo sacar todo lo que fuese necesario. Mafuyu se aferró al cuello de Uenoyama y se quedó ahí hasta calmarse un poco.

—¿No estás enojado por no poder hacerlo? —preguntó Mafuyu, luego de unos minutos de silencio

—Amo tener sexo contigo, es probablemente mi actividad favorita en este mundo — admitió Uenoyama y Mafuyu se sonrojó ante su sinceridad — Pero te amo mucho más a ti, Mafuyu. A ti, solo a ti. Tu ser, .

—Yo te amo mucho más...— respondió Mafuyu, con un adorable puchero, mientras jugaba tiernamente con el cabello de Uenoyama, que había crecido un poco, al igual que el suyo. Rápidamente hizo una nota mental de ir a la peluquería juntos

—¿Sabes cual sería un regalo espectacular?

—¿Mmh?

—Un beso

—¡Bien! — dijo Mafuyu, animado. Entonces tendría que ser el mejor beso. El beso de besos. Pero antes de que pudiera tomar la iniciativa, Uenoyama ya lo había acercado y unido sus labios juntos. La lengua de Uenoyama era cálida y hambrienta, pero mantuvo su beso lo más caso posible. Mafuyu frunció el ceño, no quería un tierno beso de pelicula Disney. Estaba tan caliente que, si un beso era todo lo que podía tener, entonces quería que Uenoyama violara su boca. Que lo tomara todo. Pero, después de todo, ese beso era de Mafuyu, y él mismo se encargaría de tomar lo que quisiera, y dar todo de sí.

Con un pequeño gemido profundizó el beso, y marcó un ritmo más rápido y desesperado. Su lengua buscaba desesperada la de Uenoyama, y pronto sintió las manos de su alfa aferrandose fuertemente a su cabello. Por la posición en la que estaban, Mafuyu podía sentir el pene erecto de Uenoyama golpeando descaradamente su pancita, y por algún motivo eso le pareció excitante. Amaba saber que, a pesar de estar embarazado de seis meses, todavía podía excitar a su alfa de aquella manera.

—Ma-fuyu...—dijo Uenoyama en medio del beso. Su tono era uno de advertencia, pero Mafuyu lo ignoró y en lugar de detenerse, mordió el labio inferior de Uenoyama

Sigues muy duro...—susurró Mafuyu, bajando una de sus manos y acariciando la punta del pene de Uenoyama, que ya estaba húmedo con liquido preseminal —¿Qué vamos a hacer con esto?

Uenoyama gruñó y apretó los ojos. Sentía que si no se corría, sus bolas se pondrían azules.

—¿Puedes colocarte en la cama un momento?

Mafuyu asintió y obedientemente se sentó en la orilla de la cama. Observó como Uenoyama se ponía de pie y se deshacía de sus pantalones y ropa interior, liberando por completo su majestuoso y enorme pene -al que nunca se cansaría de admirar-. Uenoyama se paró muy cerca de él, tanto que por un momento temió que aquel gigantesco pene le fuese a picar un ojo.

—¿Qué quieres que haga, Uenoyama-kun? — preguntó Mafuyu, curioso

—Solo quedate ahí...—respondió Uenoyama, envolviendo su pene con su mano y comenzando a masturbarse sin ningún pudor justo frente al rostro de Mafuyu. Mafuyu no pudo evitar abrir los ojos bien grandes y sintió su rostro ponerse rojo y caliente. Él y Uenoyama habían hecho cosas mucho más atrevidas juntos, pero había algo verdaderamente excitante en verlo masturbarse frente a él. Mafuyu tragó saliva, fuerte, y sintió su entrada ponerse muy mojada. Aaahh, quería tocarse también.

—¿No...necesitas ayuda? — preguntó Mafuyu, sin parpadear, hipnotizado en la mano de Uenoyama que subía y bajaba en toda la larga extensión de su pene

—Ya me estás ayudando justo ahora, bebé

Mafuyu levantó una ceja, confundido. Uenoyama soltó una risa grave, que sonó más a un gruñido

—Solo verte es más que suficiente para excitarme. Puedo venirme solo mirando tu hermoso rostro, Mafuyu

—Puedes correrte en mi cara...—dijo enseguida Mafuyu, sin pensarlo mucho, pero solo la idea de Uenoyama terminando y virtiendo su semen en su rostro le parecía fascinante — Por favor, hazlo...

—Joder, Mafuyu...— gruñó Uenoyama, completamente extasiado con las palabras de Mafuyu. Dio un par de estocadas más a su pene y cuando sintió su orgasmo cerca, lo colocó frente al rostro de Mafuyu y adornó el hermoso rostro del omega con su corrida.

Mafuyu parecía una obra de arte con sus largas pestañas, sus ojos ámbar y el semen de Uenoyama escurriendose de su rostro, hasta terminar en sus labios. Mafuyu sacó timidamente su lengua y lo lamió, gustoso.

—Ese fue el mejor regalo de cumpleaños de mi vida — dijo Uenoyama, con la respiración entrecortada y agitado

Mafuyu se sonrojó pero una enorme sonrisa se dibujó en su precioso rostro.

—Espera, creí que el mejor regalo había sido el que te dio Maní

—Shh...no lo digas en voz alta, no queremos que maní se enoje conmigo, pero el tuyo fue mejor

Mafuyu sonrió, complacido.

—Bien...ahora es tu turno — Uenoyama se agachó a la orilla de la cama y terminó de bajar el pantalón de pijama de Mafuyu, revelando su muy mojado agujero — Haruki dijo que no podía meter mi pene aquí, pero supongo que un par de dedos no harán daño

Mafuyu se mordió los labios y echó la cabeza para atrás. Extrañaba el pene de su alfa, pero con lo caliente que estaba en ese momento, estaba seguro que se correría facilmente con los dedos de este.

Uenoyama colocó dos dedos en la entrada de Mafuyu y los movió con cuidado, muy pendiente de las reacciones de Mafuyu en busca de la más mínima señal de dolor o incomodidad. Mientras sus dedos jugaban con el agujero de Mafuyu, su boca se encargó del pene de Mafuyu, engulliendolo por completo. Lo unico que se podía escuchar eran los obscenos sonidos de los dedos de Uenoyama entrando y saliendo, y los gemidos sin control de Mafuyu. No pasaron ni tres minutos antes de que Mafuyu se corriera en la boca de Uenoyama, corrida que Uenoyama también tragó gustoso.

—El...el próxi-mo a..año —dijo Mafuyu, con la respiración agitada — Te daré un regalo aun mejor

Uenoyama sonrió ampliamente.

—No puedo esperar

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SEPTIEMBRE

(29 semanas)

—Sabías que nuestro bebé ya tiene pelo? Me pregunto si será como el tuyo o el mío...

—Espero que se parezca a ti en todos y cada uno de los aspectos— dijo Uenoyama —Si es como tú, será perfecto

—¿De que hablas? ¡Tiene que ser como tú! 

—Tortolos, sus invitados comenzarán a llegar en cualquier momento — interrumpió Haruki, sosteniendo un enorme globo con las palabras "It's a Boy" 

—Y has hecho un trabajo magnifico convirtiendo nuestra casa en bebélandia —señaló Uenoyama, mirando alrededor

Haruki se había tomado seriamente el tema del baby shower. Uenoyama nunca lo había visto más determinado y emocionado por nada. Toda la casa estaba llena de globos amarillo y azul pastel. En el centro de la sala había un enorme letrero de "It's a boy" y "Baby Shower", además en globos plateados de helio las letras para formar la palabra "BABY". Haruki se quejó por una hora acerca de que quería formar el nombre del bebé con esas letras pero ya que todavía no habían elegido uno tendría que ser "Baby". Mafuyu sugirió que formaran "Maní" con las letras, pero Haruki se negó, alegando que si seguían cómodos con el apodo, menos buscarían el nombre real del bebé

—Take llegó — anunció Akihiko, apareciendo de la nada siendo seguido por Take

Take iba cargando una enorme caja de regalo con un vistoso listón dorado.

—Sé que ya lo he dicho antes, pero ¡Muchas felicidades a los dos! Espero que les guste mi regalo

A Mafuyu le brillaron los ojos mirando la enorme caja. Take la colocó encima de la mesa de regalos que había preparado Haruki cerca de la cocina. El lugar entero estaba tan perfectamente adornado que todos consideraron que Haruki podría ganarse la vida como decorador de eventos si no fuese doctor.

—¿Colocaste el resto de los globos en la puerta? — preguntó Haruki, dirigiéndose a Akihiko, quien se había convertido en su ayudante y decorador principal -el único-

—Si, jefe —respondió Akihiko, burlón

—¿Qué hay del disfraz de Kedama?

—¿Disfrazaron a Tama? — preguntó Mafuyu, curioso. En ese momento el pequeño Pomerania apareció en escena, usando un tierno babero azul, figurando como un bebé

—Haruki, estás fuera de control — dijo Uenoyama, preocupado —Solo vendrán nuestros familiares cercanos y ustedes. Esto es algo...

—¿Qué?

—Demasiado

—¡Nada es demasiado para mi sobrino!

—Estoy de acuerdo — dijo una voz, apareciendo de repente. Era la abuela de Uenoyama y venía acompañada de cuatro acompañantes que cargaban una cantidad exorbitante de regalos de todos los tamaños. Los ojos de Mafuyu se abrieron aun mas que con el regalo de Take — Dejen los regalos en la mesa de regalos y vayan a buscar los que faltan al auto — dijo la mujer, dirigiendose a sus acompañantes

—¡ABUELA! — gritó Mafuyu, emocionado, mientras corría emocionado a abrazar a la mujer

—Abuela —saludó Uenoyama, mirando la cantidad de regalos que continuaban llegando. Había hecho bien en no comprar nada para el bebé antes. Sabía que no había poder en el mundo que controlara la necesidad de consentir de su abuela. Él y Yayoi habían sido unos niños bastante consentidos por ella, y solo podía imaginar el nivel de emoción por ver a su primer bisnieto

Las siguientes en llegar fueron la madre de Mafuyu, seguida por la madre de Uenoyama. Ambas llevaron regalos "normales". Aunque todos los regalos lucían normales después del desfile de regalos de la abuela de Uenoyama.

La madre de Mafuyu llevó una sorpresa extra y con ella llegó el abuelito de Mafuyu que vivía en las montañas y que Mafuyu veía solo una vez al año -con suerte-. Hubo llanto de parte de Mafuyu y un hermoso reencuentro, y mas tarde Haruki podría jurar que vio una chispa entre el abuelo de Mafuyu y la abuela de Uenoyama al momento que platicaban mientras comían los ricos cupcakes en la mesa de dulces

—¿Ustedes también ven eso o solo yo?

—No...también lo noté...definitivamente hay algo pasando ahí — le dio la razón Akihiko,y Uenoyama clavó sus ojos en la amena conversación entre ambos abuelitos, ligeramente consternado

—¡Tiempo de los juegos! — decidió interrumpir Haruki antes de que le diera un ataque a Uenoyama

Creo que sería genial si nuestros abuelos se juntan — susurró Mafuyu, muy cerca del oído de Uenoyama —Tu abuela es genial y mi abuelo es genial

—¡El primer juego es!...¿De qué es esta caquita? — exclamó Haruki, emocionado, mientras mostraba lo que parecía ser un pañal sucio. Mafuyu arrugó la nariz, en señal de desagrado y Haruki soltó a reírse ante la honesta y tierna reacción de Mafuyu

—Esto es chocolate — aclaró, sacudiendo el pañal en el aire — El juego es que tendrán que adivinar que marca de chocolate es el que tiene cada pañal...pueden olerlo, lamerlo o comerlo...el que adivine las seis marcas de chocolate en cada pañal será el ganador de...

Hubo un breve silencio y Akihiko sintió los ojos de Haruki atravesando su cráneo, entonces recordó que el era el encargado de mostrar el premio

—¡Ah si! ¡Perdón, perdón! — dijo Akihiko rápidamente, sacando una pequeña canastita con jaboncitos y productos de baño perfectamente decorada y una camiseta conmemorativa con las palabras "Mafuyu's Baby Shower"

—¡Una hermosa canasta de recuerdo del Baby Shower con los mejores productos elegidos por mí! — completó Haruki por fin, mientras Akihiko sostenía la canasta en el aire con orgullo. Él mismo había envuelto esa canasta y se sentía orgulloso de su resultado

—No piensen que podrán ganarle a un chef en un juego de reconocer sabores — dijo Take, con fingido tono arrogante mientras se arremangaba las mangas de su camisa

—¿Crees poder ganarle a un chef repostero en reconocer chocolate? ¡JA! — contratacó Akihiko, mientras le daba unas palmaditas a Mafuyu en la espalda para que pasara al frente a jugar, seguidamente se dirigió a la cocina para comenzar a preparar todo para el juego

—¿Alguien más va a jugar? — preguntó Haruki dirigiendose al resto de los presentes. Uenoyama negó violentamente con la cabeza, mientras sostenía a Kedama entre sus brazos para evitar que se acercara al chocolate. Todos los demás negaron discretamente con la cabeza, excepto el abuelo de Mafuyu

—Yo quisiera intentarlo...— dijo el anciano, tímidamente

—Bien, los tres participantes vengan aquí para que les de sus respectivos pañales. Akihiko, ¿Están listos los pañales?

Akihiko, quien ya se encontraba derritiendo chocolate en la cocina a escondidas, respondió con un suave grito.

—¡Todo listo!

Fue un juego reñido. Los seis tipos de chocolate fueron Nutella, Snickers, Hersheys, Kit Kat, Kinder y Milky Way. Sorprendentemente, el ganador fue el abuelo de Mafuyu, quien más tarde descubrieron era un fanático total del chocolate. Le regaló su canasta de premio a la abuela de Uenoyama sin saber que un solo producto de baño de esa mujer era más caro que la canasta completa. Aún así, la abuela aceptó la canasta con una sonrisa y un leve sonrojo.

Haruki preparó más divertidos juegos, como la pesca de chupetes, donde Akihiko fue el ganador y el juego de cambiar el pañal, donde la ganadora indiscutible fue la madre de Mafuyu, ya que tanto la abuela de Uenoyama como su madre, carecían de experiencia cambiando pañales, habiendo tenido siempre sirvientes que lo hicieran por ellas.

—¡El siguiente juego es en parejas! — anunció Haruki, su tono ya mucho más divertido y entrado en ambiente. Habían pasado un buen par de horas llenos de risas y todos estaban esperando ansiosos el siguiente juego. Hasta la madre de Uenoyama parecía divertida con los juegos

—Los futuros padres irán juntos, Akihiko conmigo...

—Nosotros iremos juntos...— dijo la abuela de Uenoyama, señalando al abuelo de Mafuyu. Cosa que no fue sorpresa para nadie presente pero todos fingieron demencia

—Take, puedes ir con la mamá de Mafuyu o con tu suegra...— sugirió Haruki

Antes de que Take pudiera contestar algo, una voz habló desde atrás atrayendo la atención de todos y Take sintió un cosquilleo recorrer toda su espalda.

—¿Qué tal si mejor va con su novia? 

Todos voltearon y se encontraron a Yayoi en la entrada, vestida con un hermoso vestido de flores amarillas y sosteniendo dos enormes cajas de regalo, una en cada mano. Entre el ruido y las risas, nadie había notado el momento en el que llegó.

—¡YAYOI! — Haruki fue el primero en reaccionar. Nadie se esperaba la presencia de Yayoi en aquella fiesta. Habían pasado poco más de seis meses desde que se había ido para cumplir con su servicio comunitario y desde eso no la habían visto ni una sola vez

Take tardó un segundo en reaccionar pero cuando lo hizo corrió a los brazos de su amada y la apretó en un abrazo tan fuerte que los presentes casi podrían haber jurado escuchar los huesos de Yayoi tronar. Take dejó caer un par de lagrimas sin vergüenza, no temía demostrar sus sentimientos. Había extrañado a Yayoi tanto que sentía que se volvía loco.

Yo también te extrañe, amor — Susurró Yayoi, muy cerca del oído de Take, logrando que su abrazo se apretara más

Después de unos minutos, cuando Take por fin soltó a su mujer, todos pudieron saludarla con gusto. Mafuyu, quien estaba más sensible que nunca por las hormonas del embarazo, se soltó a llorar también, afectado por la emoción del momento.

—Viniste...— dijo Uenoyama, con una sonrisa de oreja a oreja

—No podía perdérmelo. Todavía no me perdono haberme perdido tu cumpleaños — respondió Yayoi, con una sonrisa un tanto triste — ¡Pero traje regalos! Este es tu regalo de cumpleaños —dijo, entregandole la enorme caja a Uenoyama — Y este es el regalo de Mafuyu, por el baby shower...— asentó la otra caja encima de los mil regalos que estaban atiborrados en la mesa de regalos

—¿Cómo lograste venir? —preguntó Haruki, curioso, pero sonriente

—Conseguí un permiso especial— dijo Yayoi, y todos sonrieron, por lo que decidió agregar enseguida —Es de un día, así que tendré que regresar al anochecer para llegar a tiempo

Todos se quedaron callados un momento luego de escuchar aquello, especialmente Take, quien se veía especialmente triste. Akihiko carraspeo la garganta un poco incomodo, intentando animar el ambiente

—¡Hey! ¿No se suponía que esto era una fiesta?

Nadie pudo evitar reírse ante la perfecta imitación del gato con botas que hizo Akihiko. A veces en verdad ayudaba que fuese el payaso del grupo.

Al final, Yayoi y Take fueron los ganadores del juego, que consistía en vendar los ojos de uno y darle de comer al otro así, con los ojos vendados. Haruki, Mafuyu, Yayoi y la abuela de Uenoyama fueron las personas con los ojos vendados y Akihiko, Uenoyama, Take y el abuelo de Mafuyu fueron los alimentados. Al final del juego, Akihiko terminó más sucio que piso de cafetería, reclamándole a Haruki su mala precisión y "¿Dónde rayos crees que tengo la boca, Haru?"

El resto de la fiesta fue un éxito total. Take y Yayoi se retiraron un poco temprano para aprovechar el poco tiempo que tenían juntos, y para sorpresa de nadie, el abuelo de Mafuyu se retiró junto a la abuela de Uenoyama. Lo que si fue una sorpresa fue lo bien que se llevaron las madres de Mafuyu y Uenoyama durante la fiesta. Ya que todos estaban en parejitas, no les quedó más remedio que platicar entre ellas y terminaron pasándola bastante bien. A Uenoyama le parecía curioso como podían funcionar juntas cuando la mamá de Mafuyu era como un cálido día de verano y su madre era una noche en Azkaban. Bueno, tenía que admitir que había mejorado bastante su actitud, tal vez una tarde en Azkaban. 

Al final, solo quedaron Akihiko y Haruki, quienes los ayudaron a ordenar después de que todos se hubieran ido. Mafuyu le hizo ojitos a Uenoyama, intentando comunicarse con él a traves de esa extraña telepatía que habían desarrollado para comunicarse.

—Creo que eso es todo — suspiró Akihiko, limpiándose el sudor de la frente —Que buena fiesta. ¿Quién diría que los Baby Shower podían ser así de divertidos?

—Es porque fuimos las mentes maestras detrás de este — se regodeó Haruki, sacando la ultima bolsa de basura

—Antes de que se vayan, nos gustaría hablar de algo muy importante con ustedes — dijo Uenoyama de repente, su tono fue serio pero amable y dejó intrigados a Akihiko y Haruki

—¿Qué sucede? —preguntó Akihiko, sentándose en el sillón de la sala, Haruki se le unió luego de lavarse las manos. Uenoyama y Mafuyu se pararon frente a ellos, y por un segundo parecía como si fuesen unos padres regañando a sus hijos, lo cual tenía cero sentido porque incluso en un universo hipotético donde eso fuese real, los padres serían Akihiko y Haruki y no al revés

—¿Entonces...?

—Nos gustaría pedirles que sean los padrinos de Maní — dijo por fin Mafuyu, con una enorme sonrisa y los ojos brillantes

Akihiko y Haruki se quedaron en silencio por unos segundos. Haruki volteó a ver a su novio y sabía que se soltaría a llorar en cualquier momento, pero no podía juzgarlo cuando él mismo sentía un enorme nudo en la garganta en ese momento

—¿De verdad? — preguntó Haruki, intentando controlar el nudo en su garganta

—Si — respondió Uenoyama — Lo platicamos y no podría ser nadie más que ustedes

—Pero creí que quizá le dirías a tu hermana...

—Yayoi será una tía espectacular, pero los padrinos de mi bebé serán mis mejores amigos en todo el mundo

Aquellas palabras fueron lo que hacía falta para terminar de romper a Akihiko, quien se soltó a llorar, agradeciendo la oportunidad y la confianza y diciendo que sería el mejor padrino para el pequeño maní

—¡Yo...seré el mejor padrino! ¡Voy a consentirlo mucho! — lloriqueó Akihiko, poniendose de rodillas y hablandole directamente a la pancita de Mafuyu —¡TE AMO, MANÍ!

—Y es así como Maní quedó sin oídos — dijo Haruki, dandole un zape a Akihiko y obligandolo a levantarse — En verdad es un honor para nosotros ser los padrinos de Maní — agradeció, sincero

—Como padrinos del bebé, también son nuestra primera opción como guardianes del bebé en el caso en el que algo nos llegara a suceder. Lo saben, ¿Verdad? ¿Están de acuerdo con eso? —preguntó Uenoyama, serio. Asegurandose de que ambos estuvieran consientes de la enorme responsabilidad que conllevaba ser los padrinos de su futuro hijo

—No le des ideas a Akihiko, o buscará la manera de deshacerse de ustedes para quedarse con Maní —respondió Haruki, a modo de broma — Estamos conscientes, y honrados con el honor, Uecchi

—¿Eso quiere decir que si algo les pasa también tenemos la custodia de Kedama? — preguntó Akihiko, cargando al pequeño Pomerania y estrujandolo entre sus brazos

—¿Por qué suena que casi estás esperando que eso sea necesario, Kaji-san? — preguntó Mafuyu, con los ojos entrecerrados

—¡Es broma!...¿o no?

Después de aquella conversación, Akihiko y Haruki se despidieron y se retiraron. Más tarde, solos en casa, Uenoyama y Mafuyu decidieron abrir los regalos del baby shower -más bien Mafuyu no pudo aguantar las ganas y Uenoyama era incapaz de decirle que no a algo que Mafuyu quisiera-

Mafuyu estaba sentado sobre la alfombra con un mundo de regalos alrededor de él, era como navidad, pero para Maní.

—¡Nos regalaron muchas cosas!

—Te dije que conseguiríamos la mayoria en el baby shower...

—¡Tu abuela incluso nos dio una cuna! Dijo que mañana vendrían a instalarla...y ¡Mira! también nos dio una andadera preciosa y...

—Sip... básicamente todo— Uenoyama le dio un sorbo a su café —También hay suficiente ropa para que Maní use por un año sin repetir

—No puedo creer que siete meses han pasado tan rápido...

—¿Estás nervioso?

—Si —admitió Mafuyu — Me aterra, pero al mismo tiempo estoy emocionado de conocerlo

—Tenemos que decidir el nombre pronto, sabes que Haruki no nos dejará en paz hasta que lo hagamos

—Cierto...— dijo Mafuyu, mientras abría otro regalo, que resultó ser un extractor de leche

Siguieron abriendo regalos por el resto de la noche, hablando de todo y nada. Discutiendo nombres, hablando del próximo maratón de películas que harían y lo que comerían al día siguiente.

Su vida no podía ser más perfecta.

•:•.•:•.•:•:•:•:•:•:•:•☾☼☽•:•.•:•.•:•:•:•:•:•:•:•

(32 semanas)

Eran finales de Septiembre y la pacifica y perfecta vida en casa de Mafuyu y Uenoyama había sido sacudida por los repentinos cambios de humor de Mafuyu. Pasaba de la felicidad extrema, casi euforia a la tristeza y al enojo tan abruptamente que para Uenoyama era todo un reto descubrir que Mafuyu estaba en turno cuando hablaban. Era casi como tener un gremlin en casa.

Aquella noche Mafuyu estaba irritable porque era una noche especialmente calurosa, además de que sus dolores de espalda eran cada vez más recurrentes y los masajes especiales de Uenoyama parecían tener cada vez menos efecto. A Mafuyu le costaba mucho trabajo encontrar una posición cómoda para dormir. Aquella noche estuvo 20 minutos remolineándose en la cama hasta encontrar una donde no tuviera tanto calor y su espalda no lo matara tanto.

—¡AAAAGHH! — soltó un quejido y enseguida se soltó a llorar

—¿Estás bien, bebé?

—¡No! ¡No estoy bien! ¡Nada está bien! — lloriqueó Mafuyu. Sus mejillas rojas y empapadas con sus lágrimas

—¿Qué sucede?

—¡Por fin conseguí una posición cómoda para dormir y ahora tengo que ir al baño! — continuó lloriqueando, con un hermoso puchero. Refunfuñando, se levantó de la cama y se dirigió dando pisotones al baño

Uenoyama no pudo contener una risita. Mafuyu era lindo cuando se molestaba. Parecía un pequeño chihuaha enfadado. Sin embargo, también se sintió triste por la situación. Si pudiera, soportaría todos los achaques y dolores de Mafuyu para que él no tuviera que sentirlos. Le dolía ver a Mafuyu tan incomodo, y no sabía que hacer para ayudarlo. Se sentía jodidamente impotente.

Cuando Mafuyu regresó del baño, se acomodó molesto en su almohada. 

—No te pongas de malas, bebé...— Uenoyama intentó consolarlo, pero sus palabras tuvieron el efecto opuesto, molestando mucho más a Mafuyu

—¡También estarías de mal humor si tuvieras que ir al baño cada cinco minutos y tu espalda doliera y tuvieras bochornos! — refunfuñó Mafuyu— ¡Mas le vale a maní ser endemoniadamente lindo! 

—Lo será porque es nuestro bebé, y si tiene aunque sea la mitad de tu belleza será perfecto

—No seas lindo conmigo cuando estoy intentando estar molesto contigo — se quejó Mafuyu

—Bien, bien. Lo siento — se disculpó Uenoyama — Hagamos esto, cada vez que tengas que ir al baño, despiertame y te cargaré hasta ahí. Si vas a sufrir levantandote toda la noche, lo haremos juntos

Mafuyu soltó un pequeño sollozo y mandó su almohada a volar, acurrucandose en los brazos de su alfa

—Te amo...

—Te amo mucho más, Mafuyu

Uenoyama le dio un dulce beso en la frente a Mafuyu y lo abrazó. Aquella noche, Mafuyu durmió plácidamente la noche entera.

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¡Hola! Perdón por desaparecerme un mes...en verdad no fue mi intención dejar la historia abandonada tanto tiempo T_T Pero me fue imposible encontrar un momento para sentarme a escribir apropiadamente durante las ultimas semanas. Durante el viaje a mi ciudad, grabé cuatro videos de Dance Cover con mi grupo de baile y eso me mantuvo bastante ocupada, además de una linda fiesta de Halloween a la que asistí (mi novio y yo fuimos Sirenoman y Chico Percebe jaja) y bueno hubo algo más que pasó este ultimo mes...

¡Me comprometí! Mi novio me pidió matrimonio (*≧ω≦*) Estoy muy emocionada de compartir esto con ustedes, pues quienes me leen desde Sol de Invierno han sido testigos de todo lo que ha ido pasando con mi relación

Entonces, entre mi viaje, los videos, mi compromiso y la semana pasada (el domingo 7) fue mi cumpleaños (//ω//) no tuve tiempo para dedicarme a escribir, así que les pido una enorme disculpa!!

Algunas personitas acá ya tienen mi número o me siguen en Instagram, pero si alguien no me tiene y quiere que nos sigamos les dejo mi usuario de Insta (๑˘︶˘๑) es @__kariguillen. Solo mándenme un mensajito para saber que son ustedes y les pueda devolver el follow. 

Ahora, regresando a la historia. ¡Perdón por lo corto que es el capítulo! Bueno, en realidad no es tan corto, pero si comparado a otros de la historia, y tomando en cuenta el tiempo que me desaparecí, quería regresar con algo más largo pero tuve que cortarlo ahí...ya que no podía juntar este capítulo con el siguiente, luego verán por qué.

Espero que les gustara este capítulo, que sentí fue muy lindo y emocional. Originalmente no iba a escribir nada de lemon, pero al final decidí escribir la pequeña escena del cumpleaños de Uenoyama, sin embargo, quería enfocarme más en el lado emocional que en el sexual. Espero haber logrado transmitir la cercanía y el amor entre ellos en esa pequeña escena.

También me emocionó mucho escribir la primera interacción entre Maní y Uenoyama ❤️

Haruki ONCE confirmado jajaja lo siento, me gusta mucho Twice y amo imaginar a Haruki haciendo dance covers de las diosas jaja.

Respecto al baby shower, la decoración que me imaginaba en la sala era algo así

La siguiente actualización si estará arriba en tiempo y forma dentro de una semana, ya estoy en casa y puedo escribir cómodamente nuevamente. La verdad es que les extrañé bastante :(

¡Si les gustó el capítulo no duden dejar un mensajito! ¡Saben que me hacen muy feliz! ¡Les quiero un montón! Nos vemos la próxima semana (っ˘ω˘ς )

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