SATHIEL LOMBORTE
Veo como el vehículo se aleja escabulléndose entre las calles, hago un esfuerzo para controlar mis ganas de matar a mi prima por testaruda y arrogante; si no fuera por el angelito que se acaba de ir, Emily estaría siendo cortada pedazo por pedazo para luego mandármelo como regalo.
-señor quiere que detenga el auto – pregunta Darcon, el jefe de la seguridad uno de mis mejores hombres.
-no, creo que tiene menos cabeza para denunciar el asesinato – miro los cuerpos – y más para dejarle el auto como nuevo a su hermano.
Me doy la vuelta para chocar con Emily siendo atendida en el brazo, con una sonrisa demasiado perversa.
-y ahora que te pico – inquiero
Ella ladea la cabeza, yo me meto las manos al bolcillo para no ahorcar, mi hermana le reciba el brazo y Erick e Amón están de lo más desinteresados en el caso.
-si vieran a esa chiquilla – suelta por fin – te juro que cuando vi el auto chocar contra la camioneta dude que fuera accidental – señala un bate tirado en el suelo – pero cuando abrió las puertas y se puso a pegar batazos contra todos, sin importarle si los mataba o no- se encoje de hombros – luego me saco a patadas metiéndome en el carro con ganas de estrangularme.
Sonrió – créeme no es la única que lo desea –
Con un movimiento de mi mano empiezan a abandonar el área, pero antes me devuelvo agarrando el bate y llevarlo conmigo.
El camino se me hace largo, mientras mi prima dice un montonón de estupideces; haciéndome dudar que tengamos la misma sangre, yo detallo el bate que tiene algo de sangre y en la parte inferior en uno de los costados el nombre: "HADES" junto con algo en chino.
Mi mente no deja de imaginar diversas versiones de cómo les dio un putazo a esos hombres que le doblan la fuerza y salir sin un rasguño de allí.
También el hecho de que no se pusiera paranoica o alterada por lo que presencio, no más encima actuó como si fuera de lo más normal. De verdad se preocupó por el auto que asumo robo de su hermano, ah la masacre que vio y presencio.
Llegamos a "tres soles", el lugar secreto donde nos andamos con nuestros planes y todo eso. Al llegar me informan que no han emitido denuncia alguna, o que la pequeña insolente allá dado extraños comportamientos. Todo se resume en que anda de aquí para allá con tal de dejar el maldito auto como nuevo.
-ya entiendo ese dicho de "no juzgues un libro; por su portada" – comenta Emily apenas cruza la sala central.
-de que hablas – inquiere Josenea – odio cuando andan con indirectas.
- que no te das cuenta querida prima – se pone al frente de un ordenador, dándole paso a una foto de Anaita – esa chicuela, tiene dones de asesina.
Ante sus palabras me quedo analizando la foto, es claro el mensaje que da; su rostro es de pura inocencia y felicidad, no hay defecto alguno de algo tan loco como lo denomina Emily.
-creo que la bala te hiso efecto en el cerebro, no en el brazo – comento
Suelta a reír como desquiciada.
-bueno tu no fuiste quien presencio a la que tachan de paloma santa, matando a un grupo de diez hombres con mucha más experimentados que ella, a mano de un simple palo.
No se por qué me atrae esa mocosa, se jura de santa, pero en sus ojos se ve su verdadero yo, con ganas de salir y patearle el culo al mundo, aunque intente esconderlo.
Le cierro paso a esos pensamientos, ordeno que estén atentos y no quiero una falla más. Abandono el lugar rumbo a mi edificio, por alguna razón tengo un insoportable dolor de cabeza y le echare la culpa a mi prima por los problemas que causo.
Al llegar al pent-house me encuentro con Martha mi ama de llaves organizando la sala, sigo derecho a mi alcoba me lanzo a la cama e intento conciliar el sueño.
>> UNAS HORAS MAS TARDE<<
Me despierto a eso de las dos de la mañana, tengo hambre así que me dirijo a la lacena donde me encuentro con una lasaña en el microondas así que lo pongo a calentar.
Me siento en un banco de la isla y empiezo a comer, la gran ventana me da una buena vista de la ciudad. El silencio y la poca iluminación me hace sentir solo, aunque me recuro rápido del sentimiento para terminar en paz mi comida.
Termino, pero aun así tengo hambre, empiezo a rebuscar, pero nada se me antoja. Escucho unas pisadas y...
-hijo ven te hago unos emparedados para que comas – la dulce voz de Martha inunda mis oídos.
Me siento donde estaba antes dándole a entender que estoy de acuerdo.
-ay mi niño – dice ella – me acuerdo cuando eras un diablillo y te lanzabas a la cocina en plena madrugada a robarte los pasteles que hacía.
-tus pasteles son un pecado para este mundo, no me culpes – contesto seco
-aun así, son recuerdos que siempre duraran.
Martha es como mi nana, siempre ha estado a mi lado como una figura materna. Mi madre es una mujer obstinada que ejerce poder con tan solo mirarla, se la pasaba de viaje por sus negocios al igual que mi padre; así que gran parte de mi vida la única que estuvo allí fue mi nana y mi hermana.
Martha se caracteriza por ser una mujer muy amable y bondadosa, nunca me ha dejado solo aun cuando decidí salir de la mansión, ella se vino conmigo "para cuidarme" a lo cual no le di queja. Admiro su gran corazón, me ha tolerado toda la vida, no le importa si ando en "idioteces" como le dice ella.
Aun así, sigue a mi lado dándome los mejores sermones de la vida que me han ayudado a mejorar. (noten mi sarcasmo)
-toma – me extiende un plato – comete todo o no te vas a parar de ahí.
-no me mandes – alego agarrando un emparedado.
-no me respondas muchachito – me pega en la nuca – come o te lo meto a las malas.
Ruedo los ojos y comienzo a comer.
Ay que aceptarlo, la comida de mi nana es la mejor del mundo.
-donde está tu hermana – pregunta
-no soy su guardaespaldas para tenerla en mi radar.
Otro cabezazo.
-es tu hermana menor, cabeza hueca – toma aire – mejor termina y ve a dormir mañana tienes colegio.
*como si me importara*
Me levanto dejándola en la cocina y me meto en mi alcoba, me sentó en el escrito y empiezo a revisar mi computadora. De aquí hasta las seis de la mañana que es cuando me levanto para bañarme y alistarme.
Obto por lo primero que encuentro, un buzo gris, legans negros y zapatos blancos.
Agarro las llaves del Lamborghini Gallardo color gris, bajo al parqueadero y me subo en mi auto. No es mucho el viaje así la Universidad; ya que solo tengo que bajar una colina y llego.
Estaciono en uno de los lugares apartados por mí, avanzo así la entrada ganándome miradas que me agranda el ego; no es raro.
El salón empieza a llenarse como a poco, la atención se dirige a la puerta ganándose la mía, por ella entran los hermanos Worsted. Bael y Hades como siempre soberbios y creyéndose los reyes del mundo y a su lado su hermana menor, la paloma blanca.
Tiene un top tipo brasilera de cuadros negros y blancos, con un cinturón que se ajustó sobre sus costillas, una falda también cuadrada por una parte y por la otra mitad es una tela negra y tiene una chaqueta de jeans. Una liga en la pierna junto con una cadena de plata con distintos accesorios y unos aretes en forma de aro.
Juro que es como si le hubieran cambiado el alma, hace una semana se vestía elegantemente como una niña educada y ahora se viste de lo más prometedor.
Aunque no me quejo, si su estilo me llamaba la atención; ahora tiene mis pensamientos con ella.
Cada uno se dirige a su lugar, la pequeña Angel se junta a mi lado como se ha hecho costumbre. Aun a los demás les sorprende que la deje, nunca me ha gustado compartir algo con alguien y que ella se siente en el mismo pupitre que yo es un milagro, porque ni mi hermana tiene dicho privilegio.
En medio de la clase recibo una llamada, salgo sin pedir permiso y me paro a unos metros de la puerta.
-мастер ада – dicen del otro lado de la línea.
-Говорит- respondo sin titubear.
-Пять запрошенных лодок уже перемещены, они прибывают к выходу в загородный дом через два дня. код ser: "белый свинец" – habla el ruso
-Если твоя голова поднята, ты хочешь, чтобы завтра было лучше – le digo con el tono firme.
Cuelgo antes de recibir una respuesta, vuelvo a entrar al salón y el profesor no me dice nada siempre ha sido así.
Anaita me mira raro, y yo le devuelvo el gesto. Me siento y ella tiene su mirada sobre mi como si intentara saber algo.
-que cojones quieres –hablo de mal humor.
-nada -
-ese nada te puede valer un tiro Anaita – digo y ella traga grueso.
-придурок – suelta.
Abro los ojos de par en par, la volteo a ver y está escribiendo como si no hubiera hablado en ruso. Espero y anhelo que no se allá parado para espiar mi conversación, volteo mi mirada a Amón quien mira con extrañeza a la chica a mi lado.
Nuestras miradas se encuentran y al parecer estamos pensando lo mismo.
Mierda si esa pequeña entrometida sabe algo pagara.